El domingo -28- JULIO a las 18:00 por La Sexta, foto.
Elena Moral ,.
«Nunca jugué con trenes»,.
Elena Moral ha sido reconocida como la Mujer Ingeniera Ferroviaria Europea después de dirigir el proyecto del AVE a La Meca. «Ha sido apasionante»,.
- ¿Cómo acaba una jovencita abulense de pueblo en la locomotora de Talgo España?
- Nunca tuve una referencia familiar en el campo de la ingeniería. Elegí este camino porque en el colegio me gustaban las asignaturas más técnicas; me encantaban las matemáticas, la física, y además pasaba las horas construyendo cosas con Lego y armando puzles. Todo aquello me condujo hacia esta carrera. Me encantó, la volvería a elegir sin dudarlo porque, además de los conocimientos técnicos, me otorgó una serie de habilidades que son muy importantes en la vida. Al terminar los estudios, busqué trabajo y lo encontré en Talgo. Fue mi primera empresa y aquí llevo ya 17 años.
- ¿Usted también era de esas niñas que pasaban horas jugando con el tren eléctrico?
- En absoluto, nunca tuve uno, aunque viajaba con frecuencia en tren para desplazarme a Ávila y Madrid.
- ¿Se dijo alguna vez: 'Desierto, trágame', cuando su compañía la puso al frente del proyecto del AVE a La Meca?
- Todo lo contrario. Desde el primer día en que adjudicaron el proyecto al consorcio español quise trabajar en él. Era, sin duda, el mayor reto al que se enfrentaba el sector del ferrocarril, y poder trabajar en él se me antojaba apasionante; no podía dejar pasar la oportunidad. Un proyecto complejo, de esos que hacen crecer a las empresas, pero también a sus profesionales.
- Algún vértigo le daría...
- Más que vértigo, respeto. Sabía que podíamos enfrentarnos a cosas que aún no conocíamos, pero desde el primer momento lo afrontamos con determinación. Fuimos allí y conocimos in situ la realidad de un país que soporta 50 grados de temperatura la mayor parte del año; el efecto abrasivo de la arena, hasta tal punto que se comía las cabezas de los tornillos, y un polvo penetrante que se filtraba por todas partes...
- Usted lo ha dicho, un reto...
- Así es. Lo más complicado fue lograr una estanqueidad total para que no se filtrase nada de polvo en el interior de los vagones. El tren mete mucho aire para que puedan refrigerarse todos los sistemas, pero tiene que entrar limpio, y eso ha sido lo realmente complicado.
- ¿Y con la ingeniería se soluciona todo?
- No. Vimos que para afrontar los problemas que nos planteaba la arena tuvimos que buscar soluciones en otras industrias. Las encontramos en el sector militar. Acudimos al Ejército, a su división de helicópteros, que tenía experiencia en la filtración de aire y protección de sus palas frente a la abrasión de la arena.
Duchas y brújula
- ¿Cómo han llevado en un país musulmán que una mujer tenga la voz cantante?- Los aspectos culturales han constituido otro gran reto. Al principio, sí que hubo ciertos miedos por parte de las empresas para poner mujeres al frente del proyecto. En mi caso, tengo que agradecer a Talgo su valentía, que mantuviera que era yo la persona que tenía que estar ahí. Al final, los resultados mandan. Yo no he tenido ningún problema por ser mujer.
- ¿Qué tienen los trenes a La Meca que no tienen los que circulan por España?
- La mayor diferencia está en las adaptaciones al entorno desértico, pero también va asociada a la evolución tecnológica. Desde el punto de vista estético, el acabado se elige con el cliente. La moqueta y el tejido de las butacas tienen motivos árabes; los baños están adaptados a su costumbre de lavarse en lugar de usar papel higiénico e incorporan duchas; y los vagones tienen una brújula que les indica la dirección a La Meca para cuando tienen que hacer los rezos.
- Además de un plan B, habrán previsto un C y hasta un D si se rompe el aire acondicionado...
- Por supuesto. En el caso de que un tren se quede parado en mitad de la vía, tenemos en cada cabeza motriz un grupo electrógeno que se encarga de inyectar suministro de energía al sistema de aire acondicionado para que se mantenga la temperatura interior.
- Tras recibir el WICE, se ha convertido en referencia para otras mujeres. ¡Vaya responsabilidad!
- Sí, lo es, pero debemos hacerlo con gusto. En estos momentos, la representación de la mujer en carreras técnicas en España sigue siendo muy baja.
- Y en el sector ferroviario, ¿seguimos en el vagón de cola?
- En España, solo un 18% de los profesionales en ingeniería son mujeres; y en el sector del ferrocarril, el porcentaje es similar. Se ve algo de avance, pero debe ser mayor, porque a este paso hay estudios que advierten de que no vamos a alcanzar la igualdad hasta dentro de 216 años. Esto, como sociedad, no nos lo podemos permitir.
Obra faraónica marca España. El AVE Medina-La Meca, adjudicado por 6.736 millones a un consorcio español de doce empresas, recorre 450 kilómetros a 300 km/h.
Ingeniera brillante. Elena Moral estudió Ingeniería Industrial (Mecánica) e Ingeniería en Automática y Electrónica. Esta última, mientras trabajaba. Cursó un Máster en Administración y Dirección de Empresas y en la actualidad es directora de Ejecución de Proyectos de Talgo.
TITULO: ESPAÑOLES POR EL MUNDO -Gdansk, Sopot y Gdynia (Polonia) ,.
Españoles en el mundo - Gdansk, Sopot y Gdynia (Polonia),.
foto / Viajamos a las costas del mar Báltico en
Polonia para recorrer la conocida como Trojmiasto o Triciudad, que
agrupa a las ciudades de Gdansk, Sopot y Gdynia. En Gdansk contaremos
como guías con Pablo, Elena y Miguel. Con Susana conocemos la región de
Casubia y con Iván conoceremos Gdynia.
TITULO: Escala humana - «¡Que no la cague un español! , ,. , Miercoles -24 - Julio,.
Como
ocurre en las mejores historias, la casualidad se cruzó con Carlos
González y José Manuel Grandela. En un anuncio de periódico encontraron
la oferta de empleo de la NASA que les cambiaría la vida. En aquel
momento no lo sabían, pero se iban a convertir en dos piezas
fundamentales para alcanzar la ansiada llegada del hombre a la Luna el
20 de julio de 1969. Ellos fueron los técnicos españoles de la Estación
Apolo de Fresnedillas de la Oliva (Madrid) encargados de controlar las
comunicaciones entre el módulo Eagle y la Tierra. Testigos directos de
uno de los momentos más importantes de la historia de la Humanidad.
Para contar el papel «decisivo y desconocido» de la España franquista en este acontecimiento, Canal Historia estrena hoy (22:00 horas) 'Estación Apolo', un nuevo documental de producción propia, en colaboración con la productora 100 Balas (The Mediapro Studio), que aborda la gesta desde una «inédita perspectiva»: la de un pueblo agrario y ganadero cuya ayuda fue crucial para el éxito de la misión Apolo XI.
A 60 kilómetros de Madrid, la NASA y el INTA se fijaron en Fresnedillas de la Oliva para montar su estación. En aquellos tiempos, el éxodo rural hacia la ciudad empezaba a afectar a los pueblos españoles. «Fresnedillas nos permitía contar la historia costumbrista de la España pobre de los 60 en la que aparecen unos señores de la NASA y ponen el municipio 'patas arriba'», explica Jose A. Pérez Toledo, codirector y guionista del proyecto, en un encuentro con la prensa.
Pero,
¿por qué se eligió esta localidad que por aquel entonces apenas
superaba los 500 habitantes censados? La NASA necesitaba tres bases en
el planeta que debían estar separadas por 120 grados longitudinales
entre sí. Las otras dos estaban en el desierto de Mojave (California) y
Canberra (Australia). La 'tercera pata' fue Fresnedillas, que ya contaba
con la estación espacial de Robledo de Chavela a unos pocos kilómetros
de distancia. «Se buscaba no perder nunca la señal y que al menos una de
las estaciones tuviera cobertura», detalla Pérez Ledo.
La agencia estadounidense revolucionó las calles de la villa: construyeron accesos, puentes, carreteras… Muchas familias pasaron de trabajar en el campo a hacerlo para una instalación de comunicaciones aerospaciales. Y sin saber inglés: «Nos encontramos con gente que trabajó muchos años para la NASA y solo conocían cinco palabras básicas en inglés», desvela Aitor Gutiérrez, el otro codirector de 'Estación Apolo', quien asegura que el «trabajo de campo fue puro y duro». «Fuímos a un bar a esperar que ex trabajadores o personas que vivieron la experiencia nos contaran qué hicieron».
El espacio entrevista a los dos técnicos españoles responsables de controlar la conexión entre la superficie lunar y la Tierra. Carlos González y José Manuel Grandela fueron los elegidos, y la presión era máxima. «La obsesión del equipo español era que todo saliera bien para que los americanos no dijeran que España había fallado», cuenta Pérez Ledo. «Les daba igual la llegada a la Luna. Ellos pensaban: '¡Qué no la cague un español!'».
Además, el documental revela que en la estación de Fresnedillas se escucharon por primera vez las palabras de Armstrong al pisar la Luna. «Cuando la nave se posa en la superficie lunar, él dice la famosa frase: 'The Eagle has landed (el Águila ha aterrizado)'. Eso nos llega 0,5 segundos antes que a Houston. Fuimos los primeros del planeta en oírlo», desvela González. Una hazaña que, sin embargo, sigue siendo desconocida para gran parte del público español. «No nos hemos dedicado a investigar los grandes acontecimientos que han ocurrido en nuestro país. España tiene una extraña concepción sobre sí misma», apunta Gutiérrez.
TITULO: Escala humana - «¡Que no la cague un español! , ,. , Miercoles -24 - Julio,.
El miercoles -24- Julio a las 21:00 por La 2, foto.
«¡Que no la cague un español!»
Canal Historia narra el papel de la estación de Fresnedillas de la Oliva (Madrid) en la llegada del hombre a la Luna. «Fuimos los primeros en oír las palabras de Armstrong»,.
Para contar el papel «decisivo y desconocido» de la España franquista en este acontecimiento, Canal Historia estrena hoy (22:00 horas) 'Estación Apolo', un nuevo documental de producción propia, en colaboración con la productora 100 Balas (The Mediapro Studio), que aborda la gesta desde una «inédita perspectiva»: la de un pueblo agrario y ganadero cuya ayuda fue crucial para el éxito de la misión Apolo XI.
A 60 kilómetros de Madrid, la NASA y el INTA se fijaron en Fresnedillas de la Oliva para montar su estación. En aquellos tiempos, el éxodo rural hacia la ciudad empezaba a afectar a los pueblos españoles. «Fresnedillas nos permitía contar la historia costumbrista de la España pobre de los 60 en la que aparecen unos señores de la NASA y ponen el municipio 'patas arriba'», explica Jose A. Pérez Toledo, codirector y guionista del proyecto, en un encuentro con la prensa.
La agencia estadounidense revolucionó las calles de la villa: construyeron accesos, puentes, carreteras… Muchas familias pasaron de trabajar en el campo a hacerlo para una instalación de comunicaciones aerospaciales. Y sin saber inglés: «Nos encontramos con gente que trabajó muchos años para la NASA y solo conocían cinco palabras básicas en inglés», desvela Aitor Gutiérrez, el otro codirector de 'Estación Apolo', quien asegura que el «trabajo de campo fue puro y duro». «Fuímos a un bar a esperar que ex trabajadores o personas que vivieron la experiencia nos contaran qué hicieron».
Medio segundo antes que Houston
'Estación Apolo' muestra en primera persona el choque cultural que vivieron aquellos vecinos. Anécdotas personales y recuerdos de los jarandos - el gentilicio de los habitantes de Fresnedillas - con los 'forasteros', con los que también se vivieron momentos de «tensión». «Los americanos tenían fama de beber mucho», confiesa Pérez Ledo, quien asegura que su proyecto está centrado en el papel de España en la carrera espacial. «No sacamos a ningún americano porque ellos, en sus películas o documentales, no sacan a españoles».El espacio entrevista a los dos técnicos españoles responsables de controlar la conexión entre la superficie lunar y la Tierra. Carlos González y José Manuel Grandela fueron los elegidos, y la presión era máxima. «La obsesión del equipo español era que todo saliera bien para que los americanos no dijeran que España había fallado», cuenta Pérez Ledo. «Les daba igual la llegada a la Luna. Ellos pensaban: '¡Qué no la cague un español!'».
Además, el documental revela que en la estación de Fresnedillas se escucharon por primera vez las palabras de Armstrong al pisar la Luna. «Cuando la nave se posa en la superficie lunar, él dice la famosa frase: 'The Eagle has landed (el Águila ha aterrizado)'. Eso nos llega 0,5 segundos antes que a Houston. Fuimos los primeros del planeta en oírlo», desvela González. Una hazaña que, sin embargo, sigue siendo desconocida para gran parte del público español. «No nos hemos dedicado a investigar los grandes acontecimientos que han ocurrido en nuestro país. España tiene una extraña concepción sobre sí misma», apunta Gutiérrez.
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