Viernes - 29- Noviembre a las 22:00 en La 1, foto.
Concha Velasco,.
Es el presente de una mujer que, además de todo lo que ha hecho, es la mejor contadora de historias. Y la más inteligente,.
Pedro Almodóvar, citando a Philip Roth, dice que la vejez no es una enfermedad, es una masacre. «Lo peor de hacerse mayor es que pierdes a las personas que quieres», dijo una vez Concha Velasco. Paco Marsó, Paco Valladares, Luis Escobar (al que imita divinamente), Manolo Escobar, José Luis Ozores, Mingote, Tono, Forqué, Conchita Montes, Edgar Neville, Sáenz de Heredia ( «Yo era la novia de Sáenz de Heredia, ¿para qué nos vamos a engañar?»).
Concha Velasco no sólo es el recuerdo de su carrera en el cine (cómo es ese «puta, más que puta» final a Ana Belén en 'Tormento'), el teatro o la televisión. Es el presente de una mujer que, además de todo lo que ha hecho, es la mejor contadora de historias. Y la más inteligente. «Una señora de 80 años presentando un programa en TVE es lo mejor que le puede pasar a TVE». Será «insobrellevable» en la vida privada, como dice Gala. Pero en el trabajo, esto lo dice Pou, se comporta como si no tuviera carrera ni currículo. Me quedo con ese ya legendario diálogo de 'Herederos'. «Eres una hija de puta» (Ginés García Millán). «Hoy no te voy a decir que no» (Concha/Carmen Orozco).
Imprescindibles - Tráiler del documental 'Ángel Llorca: El último ensayo',.
Imprescindibles estrena 'Ángel Llorca: El último ensayo'.
Esta película documental se inicia una noche de febrero de 1937 en El
Perelló, Valencia. Vemos al maestro y pedagogo Ángel Llorca escribiendo
su ensayo de las “Comunidades Familiares de Educación” a las que pueden confiarse los huérfanos de la guerra. Esta misión educativa tiene sus antecedentes en el Grupo escolar “Cervantes” de Madrid.
El 21 de diciembre de 1940, la Comisión Superior dictaminadora de Expedientes de Depuración, al considerar a Ángel Llorca como un maestro peligroso por su vinculación a la Institución Libre de Enseñanza, decidió pasar su expediente al Tribunal de Responsabilidades Políticas con el fin de iniciar un procedimiento que podría, no sólo arrebatarle su magra pensión, sino llevarle directamente a la cárcel o algo peor.
No vamos a hacer apología de ecologismo ni una reflexión de hacia
dónde nos dirigimos como especie, pero el problema que enfrentan muchas
industrias con materias primas como la arena y grava sí
tendría que hacernos, al menos, reflexionar durante un instante sobre
si la carrera tecnológica y constructiva en la que estamos inmersos es
sostenible.
Y es que estamos mal acostumbrados, donde cada semana e incluso cada día parece que es navidad. Presentaciones de productos por doquier, nuevas tecnologías, edificios cada vez mayores … y todo a un ritmo vertiginoso que está haciendo mella en el planeta. Según la revista Nature, la arena global no es suficiente actualmente.
Se recolecta y extrae a un ritmo más rápido que la velocidad de recuperación natural de la misma, hasta tal punto que se espera que la demanda exceda la oferta de esta materia prima en pocos años.
La arena es, después del oxígeno, el recurso más abundante y barato del mundo, donde su componente más usual es el silicio con una media de un 27,72%. Si en algunos años las compañías van a enfrentar problemas con esta materia prima, es fácil pensar que este hecho va a tener una repercusión directa en industrias como la informática de consumo, telefonía, almacenamiento y un largo etc.
Pero ¿realmente esto será así? es decir ¿está la industria de los semiconductores en jaque por este problema?
Según Science and Technology Daily, la industria
debería estar preocupada pero no alarmada. El argumento que se expone es
simple: los materiales de silicio que usa la industria de los
semiconductores no son arena o grava general que proviene de ríos o lechos fluviales, sino de minerales como el cuarzo y otros derivados.
De momento, las reservas de minerales clave como el nombrado cuarzo son grandes, pero sobre todo se mantendrán más tiempo que la arena común debido al menor uso en cuanto a cantidad que necesita esta industria.
Tanto es así, que se estima que la cantidad total de producción anual a nivel mundial del llamado polisilicio es de 640.000 toneladas, de las cuales «sólo» 30.000 toneladas se destinan a fabricar cualquier tipo de chip.
De esas 30.000 toneladas, la industria de los semiconductores sólo representa el 5% de la producción total, por lo que, sumado a lo dicho anteriormente, deja una situación estable a nivel mundial en cuanto a materiales para la fabricación de chips tanto de alto como de bajo rendimiento.
Esto indica, al mismo tiempo, que los precios no se verán afectados a largo plazo en los procesadores de consumo, aunque la arena se esté agotando, por lo que si se produjese un incremento de los mismos sería por otros factores que nada tendrían que ver con las materias primas necesarias.
La pregunta real sería ¿es sostenible este ritmo? Es lo que realmente debería preocuparnos, quizá no tanto por los procesadores en sí, sino por el propio planeta.
TITULO: Noche Sexo - Monica y el sexo - LISBOA.
El viernes -29- Noviembre 0.40 / Cuatro, foto,.
LISBOA.
El 21 de diciembre de 1940, la Comisión Superior dictaminadora de Expedientes de Depuración, al considerar a Ángel Llorca como un maestro peligroso por su vinculación a la Institución Libre de Enseñanza, decidió pasar su expediente al Tribunal de Responsabilidades Políticas con el fin de iniciar un procedimiento que podría, no sólo arrebatarle su magra pensión, sino llevarle directamente a la cárcel o algo peor.
- TITULO: De seda y hierro - Se está acabando la arena de silicio, ¿qué va a pasar con los procesadores? ,. Domingo -1-Diciembre ,.
El Domingo -1- Diciembre a las 20:20 por La 2, fotos,.
Se está acabando la arena de silicio, ¿qué va a pasar con los procesadores?
El
planeta va muriendo poco a poco y nosotros, como especie, no estamos
haciendo mucho por impedirlo. Un ejemplo del mal que le hacemos lo
podemos ver en la arena y grava mundial, materia prima de innumerables sectores que se recupera de forma natural más lentamente de lo que la extraemos. Los procesadores se basan en arena de silicio, por lo que ante la escasez ¿aumentarán su precio?
La arena global no es suficiente y no se regenera tan rápido como la extraemos y consumimos
Y es que estamos mal acostumbrados, donde cada semana e incluso cada día parece que es navidad. Presentaciones de productos por doquier, nuevas tecnologías, edificios cada vez mayores … y todo a un ritmo vertiginoso que está haciendo mella en el planeta. Según la revista Nature, la arena global no es suficiente actualmente.
Se recolecta y extrae a un ritmo más rápido que la velocidad de recuperación natural de la misma, hasta tal punto que se espera que la demanda exceda la oferta de esta materia prima en pocos años.
La arena es, después del oxígeno, el recurso más abundante y barato del mundo, donde su componente más usual es el silicio con una media de un 27,72%. Si en algunos años las compañías van a enfrentar problemas con esta materia prima, es fácil pensar que este hecho va a tener una repercusión directa en industrias como la informática de consumo, telefonía, almacenamiento y un largo etc.
Pero ¿realmente esto será así? es decir ¿está la industria de los semiconductores en jaque por este problema?
La producción anual se incrementa, pero las necesidades de la industria se mantienen
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De momento, las reservas de minerales clave como el nombrado cuarzo son grandes, pero sobre todo se mantendrán más tiempo que la arena común debido al menor uso en cuanto a cantidad que necesita esta industria.
Tanto es así, que se estima que la cantidad total de producción anual a nivel mundial del llamado polisilicio es de 640.000 toneladas, de las cuales «sólo» 30.000 toneladas se destinan a fabricar cualquier tipo de chip.
De esas 30.000 toneladas, la industria de los semiconductores sólo representa el 5% de la producción total, por lo que, sumado a lo dicho anteriormente, deja una situación estable a nivel mundial en cuanto a materiales para la fabricación de chips tanto de alto como de bajo rendimiento.
Esto indica, al mismo tiempo, que los precios no se verán afectados a largo plazo en los procesadores de consumo, aunque la arena se esté agotando, por lo que si se produjese un incremento de los mismos sería por otros factores que nada tendrían que ver con las materias primas necesarias.
La pregunta real sería ¿es sostenible este ritmo? Es lo que realmente debería preocuparnos, quizá no tanto por los procesadores en sí, sino por el propio planeta.
TITULO: Noche Sexo - Monica y el sexo - LISBOA.
El viernes -29- Noviembre 0.40 / Cuatro, foto,.
LISBOA.
Cae la noche en Lisboa. Las barandas ya no espían y sus gentes
milenarias cierran los ojos. Los transeúntes: tísicos, heroinómanos,
viejas que no saben que lo son, estudiantes que vendieron sus pulmones,
inmigrantes que caducan ilusiones, cenicientas que encierran ambiciones,
taxistas que no dormirán en casa, y pobres niñas ajadas, cansadas de
vivir, ocupan su lugar.
Visten la noche de colores, la cubren con mendicantes oraciones y esperan la divinidad del sol.
Cae la noche en Lisboa y ya nadie esconde su naturaleza. Los azulejos no reflejan los pecados, cortes de mangas e impunidad. La noche es como una calma marítima, espera la llegada de la tempestad. La tempestad del día ruidoso y fútil, de los besos expectantes, de humores indecisos e itinerantes que no saben de su futuro ruin.
Cae la noche en Lisboa y espera que nunca amanezca, porque el amanecer supone el final de la locura que acontece, de la paz que adolece y del pan del buen soñar.
Cae la noche en Lisboa y teme que el rocío sea demasiado húmedo, que los tranvías traigan más turistas, menos viajeros, que las pastelerías ya no tapen agujeros, prometidos, desmentidos, en saldo ajuar.
Cae la noche en Lisboa y el humo deja paso a las estrellas, la cartera a la botella, y el vino tosco al vino fúlgido sin “jantar”.
Cae la noche en Lisboa y sus gentes se rebelan y, aunque nunca lo demuestren, esperan la llegada del caos y la confusión, de los políticos de salón y comedor, y de los besos que esperan redención.
Cae la noche en Lisboa y los poetas se despiertan, olvidan besos y epilepsias y se esmeran por crear, crear un mundo que no existe, que es transparente y desprende olores de alquitrán.
Cae la noche en Lisboa y hay quien se sienta tristemente ante el rocío precoz. Inventa y sueña sus pasiones, reza credos sin condones, y se acerca a la eternidad, eternidad que permanece ausente, esperando que el presente, nunca dejar de cantar.
Cae la noche en Lisboa y las páginas son fértiles, las ideas se embellecen y ya se pueden consagrar, las enfermas convicciones, los besos sin canciones, las habitaciones hartas de tanto blasfemar.
Cae la noche en Lisboa y hay quien equivoca novela y poesía, quien olvida que el día está para trabajar.
Cae la noche en Lisboa y desaparecen sus gentes, deseando que el presente pronto deje de llorar.
Visten la noche de colores, la cubren con mendicantes oraciones y esperan la divinidad del sol.
Cae la noche en Lisboa y ya nadie esconde su naturaleza. Los azulejos no reflejan los pecados, cortes de mangas e impunidad. La noche es como una calma marítima, espera la llegada de la tempestad. La tempestad del día ruidoso y fútil, de los besos expectantes, de humores indecisos e itinerantes que no saben de su futuro ruin.
Cae la noche en Lisboa y espera que nunca amanezca, porque el amanecer supone el final de la locura que acontece, de la paz que adolece y del pan del buen soñar.
Cae la noche en Lisboa y teme que el rocío sea demasiado húmedo, que los tranvías traigan más turistas, menos viajeros, que las pastelerías ya no tapen agujeros, prometidos, desmentidos, en saldo ajuar.
Cae la noche en Lisboa y el humo deja paso a las estrellas, la cartera a la botella, y el vino tosco al vino fúlgido sin “jantar”.
Cae la noche en Lisboa y sus gentes se rebelan y, aunque nunca lo demuestren, esperan la llegada del caos y la confusión, de los políticos de salón y comedor, y de los besos que esperan redención.
Cae la noche en Lisboa y los poetas se despiertan, olvidan besos y epilepsias y se esmeran por crear, crear un mundo que no existe, que es transparente y desprende olores de alquitrán.
Cae la noche en Lisboa y hay quien se sienta tristemente ante el rocío precoz. Inventa y sueña sus pasiones, reza credos sin condones, y se acerca a la eternidad, eternidad que permanece ausente, esperando que el presente, nunca dejar de cantar.
Cae la noche en Lisboa y las páginas son fértiles, las ideas se embellecen y ya se pueden consagrar, las enfermas convicciones, los besos sin canciones, las habitaciones hartas de tanto blasfemar.
Cae la noche en Lisboa y hay quien equivoca novela y poesía, quien olvida que el día está para trabajar.
Cae la noche en Lisboa y desaparecen sus gentes, deseando que el presente pronto deje de llorar.
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