MAS VALE TARDE LA SEXTA - BICICLETA - La lotería - Cruz Roja - Rubén Fernández ,. ,fotos.
LA NOCHE ABIERTA
Progroma presentado por Pedro Ruiz, entrevistas por La 2 los martes a las 22:30, un gran espacio de música, foto etc.
Rubén Fernández,.
Rubén Fernández: "Con equipo nuevo y con gente nueva, llego con los ánimos renovados",.
Rubén Fernández tiene los ánimos renovados. Su desembarco desde Movistar a la Fundación Euskadi le hace estar especialmente motivado de cara a 2020.
Deja Movistar por un equipo UCI Pro Tour. ¿Se trata de un paso hacia atrás?
No, para nada. Todo lo contrario. Con este paso creo que busco motivaciones para mejorar. En las últimas temporadas he tenido muchas complicaciones y ahora, con equipo nuevo y con gente nueva, llego con los ánimos renovados.
¿Qué balance hace de su paso por Movistar?
Muy bueno. He compartido equipo con los mejores ciclistas del mundo durante cinco años y he aprendido mucho. He dejado allí grandísimos compañeros y unos grandísimos amigos pero ahora ya estoy centrado en el nuevo proyecto. Estoy deseando que llegue la nueva temporada y que empecemos a trabajar y a correr. Creo que los cambios siempre vienen bien, sobre todo para la cabeza.
¿Qué parte de culpa ha tenido Mikel Landa de su llegada al conjunto naranja?
Bastante, bastante. Ha sido compañero y es un amigo. Bueno, ahora es el presidente del equipo en el que voy a correr. Pero sí, hemos hablado bastante y me ha convencido de que el proyecto es ilusionante. También le deseo lo mejor con su nuevo equipo, el Bahrain-McLaren.
Recordemos aquella caída que tuvo en Murcia por culpa del viento...
Sí, fue muy dura, hacía un día muy malo, fue en la pretemporada de 2017. Fue un lastre. Luego, como no podía hacer casi nada, tuve una infección en la boca, unas caries, molestias en las muelas del juicio y fue algo que complicó aún más las cosas. Hubo momentos muy complicados pero también te valen para crecer como persona, no sólo como deportista. De esas experiencias sales más fuerte.
Lo cierto es que terminó la pasada temporada bastante fuerte y tirando de Valverde en Lombardía.
Es que necesitaba sentirme bien conmigo mismo. La idea era trabajar para Alejandro y darlo todo y creo que estuve bien aunque al final no pudo conseguir la victoria. Estoy contento de esa recta final de la temporada. Espero seguir a ese buen nivel en la Fundación Euskadi. Si me respetan las lesiones, trataré de conseguir buenos resultados.
¿Cómo ve la nueva campaña?
Bien, es muy ilusionante. Espero estar a la altura ya que el equipo ha confiado en mí. La verdad es que llevamos unas semanas entrenando y también ha merecido la pena la concentración que hicimos en Bilbao para conocernos un poco todos.
Ya sabe que el calendario de este equipo tiene un momento clave con la Itzulia.
Claro, se trata de la carrera de casa y es normal que el equipo esté especialmente motivado para esa carrera. Trataremos de hacerlo bien y llegar a esas fechas al 200 %. Pero habrá que ir ganando algunas carreras durante el año. Yo, a nivel personal, espero recuperar las sensaciones que tenía cuando comencé con mi carrera profesional.
¿Le gustaría volver a competir en la Vuelta?
Claro, es uno de los sueños del equipo. Estará complicado pero la carretera nos irá poniendo en nuestro sitio. Tenemos que ir poco a poco y si vamos consiguiendo triunfos es posible que podamos correrla como invitados. Va a ser una edición muy bonita.
Pero lo más al sur que llega es el último día en Madrid. Su familia igual no puede ir a verle.
Tranquilo que si la puedo disputar seguro que irán a verme a alguna etapa. De eso no tengo ninguna duda.
¿Cuándo y dónde empieza?
A finales de enero estaré en las carreras de la Challenge de Mallorca. A partir de ahí iremos corriendo en otras pruebas como Valencia, Murcia, Andalucía, Cataluña y País Vasco. Ahora llegan las navidades pero luego empieza todo muy rápido.
foto / ESTA
semana hemos conocido un puñado de datos que, como padre, me preocupan,
porque pintan un panorama azul oscuro casi negro para los más jóvenes y
confirman un regresión intergeneracional, es decir, que el mundo va de
mal en peor para las nuevas generaciones.
Según la Encuesta Financiera de las Familias del Banco de España, la renta media anual de los hogares recuperó en 2017 los niveles de 2010. No obstante, los hogares con un cabeza de familia menor de 35 años ganaban de media un 23% menos que seis años antes. Y su patrimonio sufrió un desplome aún mayor: su riqueza neta (descontando las deudas) mediana (el valor que se sitúa en el centro de la serie de datos) se hundió un 92% entre 2011 y 2017.
Estas cifras constatan que los jóvenes son los grandes perdedores de la Gran Recesión, pues fueron las principales víctimas de la brutal destrucción de empleo que acarreó. Fue, y es, más fácil y barato despedirlos al tener contratos precarios (temporales y a tiempo parcial) en una mayor proporción. Ello explica su dificultad para ahorrar y acceder a una casa. En solo tres años, el porcentaje de hogares con un cabeza de familia menor de 35 años y que posee una vivienda habitual ha caído 8,3 puntos porcentuales.
Pero si los jóvenes tienen casi imposible comprar un piso, tienen imposible vivir de alquiler solo. Según el Consejo de la Juventud, los alquileres se han disparado tanto que equivalen al 94% del salario medio de los españoles de 16 a 29 años. Por ello, solamente el 18,5% de ellos pueden emanciparse, la tasa más baja en 17 años. Y de los que logran irse de la casa paterna, un 84% tiene que compartir piso.
Y si encima su formación es escasa sus posibilidades de encontrar empleo y cobrar un sueldo digno menguan. La renta aumenta con el nivel de educación, según el Banco de España. Y es «sustancialmente mayor» cuando el cabeza de familia posee estudios superiores. La universidad se ha convertido así en el principal ascensor social. Sin embargo, el acceso a ella no está garantizado por igual para todos. Los jóvenes con padres con estudios universitarios o empresarios tienen más posibilidades de completar una carrera, según un informe del IVIE.
En definitiva, la juventud ha dejado de ser un divino tesoro para devenir una diabólica miseria. Ello se ha traducido en la profunda desafección juvenil por las instituciones y los partidos tradicionales. A partir de 2011, los jóvenes votan mayoritariamente por nuevas fuerzas (Unidas Podemos, Vox o Ciudadanos), mientras que PP y PSOE arrasan entre los jubilados. La Gran Recesión ha partido al país en dos. Pero ahora es la edad la que divide a las dos Españas. Las urnas reflejan que los miléniales urgen que se cambie un sistema que les penaliza, lo que los hace más receptivos a cantos de sirena populistas y 'retrotopías'. Los jóvenes quieren vivir igual o mejor que sus padres. Mas el futuro ha dejado de ser para ellos sinónimo de esperanza y progreso para aproximarse a una de esas distopías anticipadas por el cine, las series o la literatura. Por eso buscan la utopía en un pasado idealizado, en eso que Zygmunt Bauman bautizó como 'retrotopía'. El filósofo polaco lamentaba que «el objetivo ya no es conseguir una sociedad mejor, pues mejorarla es una esperanza vana a todos los efectos, sino mejorar la propia posición individual dentro de esa sociedad tan esencial y definitivamente incorregible».
No, para nada. Todo lo contrario. Con este paso creo que busco motivaciones para mejorar. En las últimas temporadas he tenido muchas complicaciones y ahora, con equipo nuevo y con gente nueva, llego con los ánimos renovados.
¿Qué balance hace de su paso por Movistar?
Muy bueno. He compartido equipo con los mejores ciclistas del mundo durante cinco años y he aprendido mucho. He dejado allí grandísimos compañeros y unos grandísimos amigos pero ahora ya estoy centrado en el nuevo proyecto. Estoy deseando que llegue la nueva temporada y que empecemos a trabajar y a correr. Creo que los cambios siempre vienen bien, sobre todo para la cabeza.
¿Qué parte de culpa ha tenido Mikel Landa de su llegada al conjunto naranja?
Bastante, bastante. Ha sido compañero y es un amigo. Bueno, ahora es el presidente del equipo en el que voy a correr. Pero sí, hemos hablado bastante y me ha convencido de que el proyecto es ilusionante. También le deseo lo mejor con su nuevo equipo, el Bahrain-McLaren.
Recordemos aquella caída que tuvo en Murcia por culpa del viento...
Sí, fue muy dura, hacía un día muy malo, fue en la pretemporada de 2017. Fue un lastre. Luego, como no podía hacer casi nada, tuve una infección en la boca, unas caries, molestias en las muelas del juicio y fue algo que complicó aún más las cosas. Hubo momentos muy complicados pero también te valen para crecer como persona, no sólo como deportista. De esas experiencias sales más fuerte.
Lo cierto es que terminó la pasada temporada bastante fuerte y tirando de Valverde en Lombardía.
Es que necesitaba sentirme bien conmigo mismo. La idea era trabajar para Alejandro y darlo todo y creo que estuve bien aunque al final no pudo conseguir la victoria. Estoy contento de esa recta final de la temporada. Espero seguir a ese buen nivel en la Fundación Euskadi. Si me respetan las lesiones, trataré de conseguir buenos resultados.
¿Cómo ve la nueva campaña?
Bien, es muy ilusionante. Espero estar a la altura ya que el equipo ha confiado en mí. La verdad es que llevamos unas semanas entrenando y también ha merecido la pena la concentración que hicimos en Bilbao para conocernos un poco todos.
Ya sabe que el calendario de este equipo tiene un momento clave con la Itzulia.
Claro, se trata de la carrera de casa y es normal que el equipo esté especialmente motivado para esa carrera. Trataremos de hacerlo bien y llegar a esas fechas al 200 %. Pero habrá que ir ganando algunas carreras durante el año. Yo, a nivel personal, espero recuperar las sensaciones que tenía cuando comencé con mi carrera profesional.
¿Le gustaría volver a competir en la Vuelta?
Claro, es uno de los sueños del equipo. Estará complicado pero la carretera nos irá poniendo en nuestro sitio. Tenemos que ir poco a poco y si vamos consiguiendo triunfos es posible que podamos correrla como invitados. Va a ser una edición muy bonita.
Pero lo más al sur que llega es el último día en Madrid. Su familia igual no puede ir a verle.
Tranquilo que si la puedo disputar seguro que irán a verme a alguna etapa. De eso no tengo ninguna duda.
¿Cuándo y dónde empieza?
A finales de enero estaré en las carreras de la Challenge de Mallorca. A partir de ahí iremos corriendo en otras pruebas como Valencia, Murcia, Andalucía, Cataluña y País Vasco. Ahora llegan las navidades pero luego empieza todo muy rápido.
TITULO: Hora Punta, el programa de TVE de Javier Cárdenas - Mísera juventud ,.
Mísera juventud,.
Según la Encuesta Financiera de las Familias del Banco de España, la renta media anual de los hogares recuperó en 2017 los niveles de 2010. No obstante, los hogares con un cabeza de familia menor de 35 años ganaban de media un 23% menos que seis años antes. Y su patrimonio sufrió un desplome aún mayor: su riqueza neta (descontando las deudas) mediana (el valor que se sitúa en el centro de la serie de datos) se hundió un 92% entre 2011 y 2017.
Estas cifras constatan que los jóvenes son los grandes perdedores de la Gran Recesión, pues fueron las principales víctimas de la brutal destrucción de empleo que acarreó. Fue, y es, más fácil y barato despedirlos al tener contratos precarios (temporales y a tiempo parcial) en una mayor proporción. Ello explica su dificultad para ahorrar y acceder a una casa. En solo tres años, el porcentaje de hogares con un cabeza de familia menor de 35 años y que posee una vivienda habitual ha caído 8,3 puntos porcentuales.
Pero si los jóvenes tienen casi imposible comprar un piso, tienen imposible vivir de alquiler solo. Según el Consejo de la Juventud, los alquileres se han disparado tanto que equivalen al 94% del salario medio de los españoles de 16 a 29 años. Por ello, solamente el 18,5% de ellos pueden emanciparse, la tasa más baja en 17 años. Y de los que logran irse de la casa paterna, un 84% tiene que compartir piso.
Y si encima su formación es escasa sus posibilidades de encontrar empleo y cobrar un sueldo digno menguan. La renta aumenta con el nivel de educación, según el Banco de España. Y es «sustancialmente mayor» cuando el cabeza de familia posee estudios superiores. La universidad se ha convertido así en el principal ascensor social. Sin embargo, el acceso a ella no está garantizado por igual para todos. Los jóvenes con padres con estudios universitarios o empresarios tienen más posibilidades de completar una carrera, según un informe del IVIE.
En definitiva, la juventud ha dejado de ser un divino tesoro para devenir una diabólica miseria. Ello se ha traducido en la profunda desafección juvenil por las instituciones y los partidos tradicionales. A partir de 2011, los jóvenes votan mayoritariamente por nuevas fuerzas (Unidas Podemos, Vox o Ciudadanos), mientras que PP y PSOE arrasan entre los jubilados. La Gran Recesión ha partido al país en dos. Pero ahora es la edad la que divide a las dos Españas. Las urnas reflejan que los miléniales urgen que se cambie un sistema que les penaliza, lo que los hace más receptivos a cantos de sirena populistas y 'retrotopías'. Los jóvenes quieren vivir igual o mejor que sus padres. Mas el futuro ha dejado de ser para ellos sinónimo de esperanza y progreso para aproximarse a una de esas distopías anticipadas por el cine, las series o la literatura. Por eso buscan la utopía en un pasado idealizado, en eso que Zygmunt Bauman bautizó como 'retrotopía'. El filósofo polaco lamentaba que «el objetivo ya no es conseguir una sociedad mejor, pues mejorarla es una esperanza vana a todos los efectos, sino mejorar la propia posición individual dentro de esa sociedad tan esencial y definitivamente incorregible».
TITULO: EL HORMIGUERO - El lunes -30 Diciembre- Jueves -2- Enero.
El lunes -30- Diciembre y El martes -31- Diciembre,.
Karlos Arguiñano: “Con los pantalones puestos, la única forma de gozar es comiendo”
El televisivo cocinero cumple 30 años ante la pequeña pantalla con ganas de seguir en los fogones,.
No está claro quién juega con quién. Karlos Arguiñano (Beasáin,
Gipuzkoa, 71 años) corre delante de unas ocas cuyo graznar protege la
casona que sirve de plató y producción para el cocinero más famoso, y
perenne, de la televisión española. El buen humor que trasmite en Cocina abierta de Karlos Arguiñano, en Antena 3,
el último nombre de los programas que ha protagonizado, ha sido clave
para que cumpla tres décadas en la pequeña pantalla, donde se divierte y
enseña recetas ricas, ricas y con fundamento, como las conversaciones
que mantiene.
Arguiñano sonríe ante el término “hombre del Renacimiento” para definir a alguien que ha combinado el delantal con la inversión en pelota vasca, las motos, las productoras televisivas e incluso las apuestas. “Jamás imaginé que iba a hacer tantas cosas”, reflexiona, vestido de paisano, antes de lucir el mandil reglamentario. Ha vendido más de cuatro millones de ejemplares de sus 50 libros, algo que le admira: “Ahora estoy entre Rajoy y El Gran Wyoming como los más vendidos. Eso nos dice cómo va el país”.
La aventura del cocinero comenzó hace 30 años con un pequeño programa en la televisión vasca. Casi sin darse cuenta, en seis meses se emitía en La 1, algo que lo catapultó a una fama que cruzó el charco. Sin comerlo ni beberlo, se hizo un nombre en Argentina, donde estuvo cinco años en antena hasta que regresó en el 2000.
El sello Arguiñano ya es una referencia, aunque este prefiere mirar en derredor para atribuir los méritos: “Entre el restaurante, la cocina, los libros, la tele o la escuela somos casi 300 personas”. Varios empleados trabajan para preparar el último programa antes del parón navideño. Sus hijos disfrutan en el plató, una cocina donde rebosan marionetas, máscaras, gafas y el sinfín de aderezos con los que el cocinero aliña sus intervenciones.
Pero no todo han sido luces y focos. “La televisión me rescató”, recuerda Arguiñano. Las primeras inversiones supusieron dificultades para el pago de su equipo y deudas millonarias,
pero el salto a la fama alivió las cuentas de una familia que no ha
parado de crecer. Este abuelo orgulloso se ríe al hablar del clan —siete
hijos y 11 nietos— que se reúne en su casa para comer los
domingos, así que no se libra de preparar comida. Él, encantado. El
único problema, confiesa entre carcajadas, es aprenderse los nombres de
los pequeños: “Hay una Uxue, otros con nombres de ríos africanos, Kemen y
Yua”. Uno de sus hijos se casó con una tanzana, algo que provoca que
los niños se apelliden Arguiñano Jackson: “¡A ver quién lo supera!”.
El lugar donde se graban las emisiones, entre Orio y Zarautz, muestra una de las preocupaciones del cocinero: defender los recursos y productos de proximidad. La conciencia ecológica también juega en este mundo de sartenes y cucharas, afirma. El restaurante Karlos Arguiñano, cerrado estas semanas en su sede frente a la brava playa de Zarautz, se nutre del entorno. Las aficiones de este personaje televisivo siguen esta línea, pues invirtió en pelota vasca para darle visibilidad a un deporte que le encanta “y que es muy sencillo de jugar”. El amplio catálogo de negocios de Arguiñano también llegó a las apuestas, mediante la instalación de salas en Euskadi, si bien admite “el peligro de la ludopatía” y destaca que sirvieron como forma de financiar precisamente sus actividades en pelota vasca. Los patrocinadores, explica, han conseguido que lo económico no descanse sobre el juego. El guipuzcoano se subió asimismo al mundo de las motos, con un equipo que duró pocos unos años, y sobre el que ahora dice que significa un gran gasto.
Más serio se pone al mencionar que los tiempos y la cocina, a la que
varios de sus hijos se han dedicado, han cambiado. Hace unas semanas fue
criticado por un chiste sobre violaciones.
Arguiñano, que pidió disculpas al día siguiente, aplaude que haya “una
mayor sensibilidad” y que la sociedad avance, aun a costa de algunas de
sus bromas “que hace 20 años se podían decir y hoy no, y con razón”.
La cara gamberra que muestra el chef ante las cámaras es solo una porción de su vida desenfadada. La diversión nocturna, explica, es parte del oficio, puesto que “al día siguiente no nos despertamos a las ocho de la mañana”. Un recuerdo imborrable es cuando pagó 200 pesetas a los limpiadores de la madrileña calle de Alcalá para que le dejaran usar la potente manguera. “Ahora soy famoso y no puedo hacer esas cosas”, comenta, sonriente.
Los 71 años que adornan su DNI no son sinónimo de bajar el ritmo, agrega. Le gusta lo que hace y cómo lo hace, algo que los espectadores perciben cuando les habla de chipirones, legumbres o puerros. Atrás quedan esas “incomibles” manos de cerdo que preparó a su cuadrilla hace muchos años; este domingo cocinó un arroz con almejas para chuparse los dedos. “Con los pantalones puestos, la única forma de gozar es comiendo”, subraya. Arguiñano, que confiesa ponerse nervioso si no tiene un buen pan a mano, resume su trayectoria poco antes de maquillarse y grabar una nueva receta: “Si me quedo callado, me mandan a casa”. Hasta entonces, seguirá salpimentando las mañanas de la televisión.
Arguiñano sonríe ante el término “hombre del Renacimiento” para definir a alguien que ha combinado el delantal con la inversión en pelota vasca, las motos, las productoras televisivas e incluso las apuestas. “Jamás imaginé que iba a hacer tantas cosas”, reflexiona, vestido de paisano, antes de lucir el mandil reglamentario. Ha vendido más de cuatro millones de ejemplares de sus 50 libros, algo que le admira: “Ahora estoy entre Rajoy y El Gran Wyoming como los más vendidos. Eso nos dice cómo va el país”.
La aventura del cocinero comenzó hace 30 años con un pequeño programa en la televisión vasca. Casi sin darse cuenta, en seis meses se emitía en La 1, algo que lo catapultó a una fama que cruzó el charco. Sin comerlo ni beberlo, se hizo un nombre en Argentina, donde estuvo cinco años en antena hasta que regresó en el 2000.
El sello Arguiñano ya es una referencia, aunque este prefiere mirar en derredor para atribuir los méritos: “Entre el restaurante, la cocina, los libros, la tele o la escuela somos casi 300 personas”. Varios empleados trabajan para preparar el último programa antes del parón navideño. Sus hijos disfrutan en el plató, una cocina donde rebosan marionetas, máscaras, gafas y el sinfín de aderezos con los que el cocinero aliña sus intervenciones.
El lugar donde se graban las emisiones, entre Orio y Zarautz, muestra una de las preocupaciones del cocinero: defender los recursos y productos de proximidad. La conciencia ecológica también juega en este mundo de sartenes y cucharas, afirma. El restaurante Karlos Arguiñano, cerrado estas semanas en su sede frente a la brava playa de Zarautz, se nutre del entorno. Las aficiones de este personaje televisivo siguen esta línea, pues invirtió en pelota vasca para darle visibilidad a un deporte que le encanta “y que es muy sencillo de jugar”. El amplio catálogo de negocios de Arguiñano también llegó a las apuestas, mediante la instalación de salas en Euskadi, si bien admite “el peligro de la ludopatía” y destaca que sirvieron como forma de financiar precisamente sus actividades en pelota vasca. Los patrocinadores, explica, han conseguido que lo económico no descanse sobre el juego. El guipuzcoano se subió asimismo al mundo de las motos, con un equipo que duró pocos unos años, y sobre el que ahora dice que significa un gran gasto.
La cara gamberra que muestra el chef ante las cámaras es solo una porción de su vida desenfadada. La diversión nocturna, explica, es parte del oficio, puesto que “al día siguiente no nos despertamos a las ocho de la mañana”. Un recuerdo imborrable es cuando pagó 200 pesetas a los limpiadores de la madrileña calle de Alcalá para que le dejaran usar la potente manguera. “Ahora soy famoso y no puedo hacer esas cosas”, comenta, sonriente.
Los 71 años que adornan su DNI no son sinónimo de bajar el ritmo, agrega. Le gusta lo que hace y cómo lo hace, algo que los espectadores perciben cuando les habla de chipirones, legumbres o puerros. Atrás quedan esas “incomibles” manos de cerdo que preparó a su cuadrilla hace muchos años; este domingo cocinó un arroz con almejas para chuparse los dedos. “Con los pantalones puestos, la única forma de gozar es comiendo”, subraya. Arguiñano, que confiesa ponerse nervioso si no tiene un buen pan a mano, resume su trayectoria poco antes de maquillarse y grabar una nueva receta: “Si me quedo callado, me mandan a casa”. Hasta entonces, seguirá salpimentando las mañanas de la televisión.
Una saga entre fogones
Eneko, Zigor, Karlos, Martín, Joseba, Amaia y María son los siete hijos del cocinero televisivo y su esposa, María Luisa, Luisi, Ameztoy.
Cinco de ellos se dedican al negocio familiar y llevan las riendas de
todo el complejo, KA, ubicado en Zarautz y en el que comparten espacio
tanto una cafetería como un restaurante (en marcha desde 1979) y un
hotel (abierto en 1990), un palacete de principios del siglo XX de 12
habitaciones que tiene cuatro estrellas.
Eneko es el mayor y el maître del lugar; Zigor, el chef; y Martín, jefe de la cafetería. Dos de sus hijos siguen los pasos de Eva, la hermana de Karlos, que durante años llevó la repostería del lugar: María, hija adoptiva de la pareja, que es ahora la encargada de este área; y Joseba. A sus 34 años, él es el más mediático de todos porque ha protagonizado sus propios programas de cocina tanto en la televisión vasca como en Atresmedia. Además de encargarse de la panadería y la bollería en el hotel-restaurante, tiene su propio negocio en la calle Mayor de la misma localidad, Zarautz. Él mismo ha contado en algunas entrevistas que, después de graduarse en Cocina, la que más le influyó a la hora de decidir su profesión fue su tía Eva.
¿Por qué? «Es la respuesta ante la ansiedad y la necesidad de autoestima nacional que ha generado en los españoles el problema catalán. Hay una demanda de estímulos identitatrios que nos halaguen, que nos quiten de esta sensación de depresión y ninguneo, de este 'no nos quieren'. Mire, en 1992, en la euforia olímpica, yo ya escribí un libro sobre la leyenda negra que decía que había que enterrar el mito, que España era Europa y su historia estaba normalizada. Bueno: han pasado los años y reaparece esta ansiedad por la opinión ajena como angustia colectiva».
«Hoy», continúa García Cárcel, «le habría puesto un título más sencillo a este libro.Le habría llamado El sueño de la nación española, sin más adjetivos. El sueño es si se puede o no mantener la nación española tal cual con un estado de ánimo tan pesimista como el que nos afecta. 1808, desde esa óptica negativa, es el momento en el que los españoles y, muy especialmente, los catalanes, apostaron por una nación española a la que pusieron los adjetivos de indomable, de indómita, de resistente...Subrayo lo de los catalanes porque Cataluña tuvo mucho protagonismo en el lado patriota».
El sueño de la nación indomable no es un libro sobre psicología colectiva, aunque nos hable de las inseguridades de los españoles: es, en realidad, un estudio histórico sobre los hechos del periodo 1808-1812, que identifica los mitos de la Guerra de la Independencia, los clarifica y explica su efecto sobre la historia posterior de España: la emoción (el del 8 de mayo); la traición (Godoy); el orgullo y la furia (las guerrillas); la corrupción y la ineptitud (el ejército regular); la plenitud idealizada (las Cortes de Cádiz)... Lo divertido es que todos los bandos (el de los liberales, el de los conservadores y el de los afrancesados) emplearon los mismos mitos para retorcelos en direcciones diferentes.
Empecemos
por los afrancesados. Si hubiésemos sido los hijos de un ilustrado de
la corte de Carlos IV, ¿cuál hubiese sido el motivo para afrancesarnos?
«La decisión era muy lógica. Ante la invasión de Napoleón , apareció la
alternativa del patriotismo que ponía a la nación por encima de la
ideología. Los afrancesados, en realidad, fueron pragmáticos, pensaron
que tan francés era Napoleón como la dinastía de los Borbones y que no
había que rasgarse las vestiduras porque el rey fuese extranjero si su
programa era bueno».
En el libro de García Cárcel hay también una partre de desmitificación: el texto sigue la vida de figuras concretas, chapuceras, oportunistas y solitarias. «Bueno, son las mismas vidas oportunistas y chapuceras que las de los patriotas. El problema de los afrancesados está expresado en Fracasología, de Roca Barea: es el reproche de la traición. Ese estigma lo escucho ahora en Cataluña para cualquier presunto desviacionismo respecto a la ortodoxia más extrema del nacionalismo. Así que desconfío un poco de la palabra».
Es el momento de sacar el cuadro de Goya de los garrotazos. «La revolución liberal de 1808-1812 fue muy particular. Más retórica que real, más mediática que efectiva, más destinada a satisfacer a la opinión pública que a solucionar los problemas sociales». Así se lee en la página 334 de El sueño de la nación indomable. «Hubo mucho de escenificación en las Cortes de Cádiz, pero era una escenificación sentida. Los hombres de Cádiz creían que estaban creando una nueva España, asumiendo la herencia de 1789 y adaptándola al país.Luego, la polarización vició las virtudes del proyecto», explica García Cárcel.
Es la polarización la que lleva a la frustración: «Durante todo el siglo XIX flota la contradicción entre el discurso teórico constitucional del 12, con todo el aparato de la soberanía constitucional y demás, y la práctica política, que no está a la altura».
En realidad, el libro de García Cárcel es una refutación contra esa polarización que separa a 1808 y 1812 como hitos opuestos. «El Dos de Mayo es un ejemplo de instrumentalización política.Toda mi generación fue educada en la mitología de la Guerra de la Independencia en la que figuraba el Dos de Mayo representaba un momento patriótico, emocional, un arquetipo de levantamiento popular contra el invasor. Luego, en los años universitarios, deconstruimos esa mitología épica nacional que vinculábamos al franquismo. Hoy, mi opinión es que el Dos de Mayo fue un desgarro emocional, sí, pero que también tiene un nexo con el patriotismo constitucional de 1812.La tesis del libro es que 1812 es la culminación de ese patriotismo emocional, irracional y confuso que empezó en1808. Fue irracional pero llevó hasta el primer texto que propaga la soberanía nacional».
TITULO: REVISTA GIGANTES BALONCESTO - EUROLIGA - Panathinaikos -75 - Real Madrid -87-,.
Resultado Final - Panathinaikos -75 - Real Madrid -87-, foto,.
| 14 puntos, 14 rebotes, 3 asistencias y 32 de valoración.
Esos fueron los impresionantes números que Walter Tavares logró ante el
Panathinaikos y con los que consiguió la que es la undécima victoria
consecutiva para el Real Madrid en la Euroliga. Impresionante el partido
del pívot caboverdiano, que cuaja una de las mejores actuaciones de su
carrera y lidera a los suyos al primer puesto de la competición
continental. Los blancos se mostraron superiores en todo momento y
aunque los griegos entraron a 8 puntos con 10 minutos por jugarse, los
visitantes supieron manejar bien las embestidas para imponerse en una de
las canchas más complicadas del torneo.
Eneko es el mayor y el maître del lugar; Zigor, el chef; y Martín, jefe de la cafetería. Dos de sus hijos siguen los pasos de Eva, la hermana de Karlos, que durante años llevó la repostería del lugar: María, hija adoptiva de la pareja, que es ahora la encargada de este área; y Joseba. A sus 34 años, él es el más mediático de todos porque ha protagonizado sus propios programas de cocina tanto en la televisión vasca como en Atresmedia. Además de encargarse de la panadería y la bollería en el hotel-restaurante, tiene su propio negocio en la calle Mayor de la misma localidad, Zarautz. Él mismo ha contado en algunas entrevistas que, después de graduarse en Cocina, la que más le influyó a la hora de decidir su profesión fue su tía Eva.
El miercoles -1- Enero y El jueves -2- Enero,.
Ricardo García Cárcel: "España tiene angustia por la opinión ajena"
La ampliación de 'El sueño de la nación indomable' explica los mitos de la baja autoestima nacional y reconcilia 1808 con 1812
La
España de 2019 parece un adolescente inseguro que busca de una manera
obsesiva la aprobación de los otros y que pasa del narcisismo a la crisis más pavorosa de amor propio. Ésa es una conclusión que queda después de charlar con el historiador Ricardo García Cárcel sobre El sueño de la nación indomable (Ariel), el libro que escribió hace una década larga, en el centenario de 1808, y que reaparece ahora ampliado para la España de la Imperiofobia y la Imperiofilia.
«El problema de la imagen de España no existía en 2008.
Estaba el problema ideológico de las dos españas y estaba el problema
territorial, pero no se debatía sobre la imagen de España en Europa»,
explica el historiador barcelonés. «Sorprendentemente, ahora tenemos el
debate de María Elvira Roca Barea y José Luis Villacañas, la imagen de
España se convirtió en un asunto trascendental». ¿Por qué? «Es la respuesta ante la ansiedad y la necesidad de autoestima nacional que ha generado en los españoles el problema catalán. Hay una demanda de estímulos identitatrios que nos halaguen, que nos quiten de esta sensación de depresión y ninguneo, de este 'no nos quieren'. Mire, en 1992, en la euforia olímpica, yo ya escribí un libro sobre la leyenda negra que decía que había que enterrar el mito, que España era Europa y su historia estaba normalizada. Bueno: han pasado los años y reaparece esta ansiedad por la opinión ajena como angustia colectiva».
«Hoy», continúa García Cárcel, «le habría puesto un título más sencillo a este libro.Le habría llamado El sueño de la nación española, sin más adjetivos. El sueño es si se puede o no mantener la nación española tal cual con un estado de ánimo tan pesimista como el que nos afecta. 1808, desde esa óptica negativa, es el momento en el que los españoles y, muy especialmente, los catalanes, apostaron por una nación española a la que pusieron los adjetivos de indomable, de indómita, de resistente...Subrayo lo de los catalanes porque Cataluña tuvo mucho protagonismo en el lado patriota».
El sueño de la nación indomable no es un libro sobre psicología colectiva, aunque nos hable de las inseguridades de los españoles: es, en realidad, un estudio histórico sobre los hechos del periodo 1808-1812, que identifica los mitos de la Guerra de la Independencia, los clarifica y explica su efecto sobre la historia posterior de España: la emoción (el del 8 de mayo); la traición (Godoy); el orgullo y la furia (las guerrillas); la corrupción y la ineptitud (el ejército regular); la plenitud idealizada (las Cortes de Cádiz)... Lo divertido es que todos los bandos (el de los liberales, el de los conservadores y el de los afrancesados) emplearon los mismos mitos para retorcelos en direcciones diferentes.
En el libro de García Cárcel hay también una partre de desmitificación: el texto sigue la vida de figuras concretas, chapuceras, oportunistas y solitarias. «Bueno, son las mismas vidas oportunistas y chapuceras que las de los patriotas. El problema de los afrancesados está expresado en Fracasología, de Roca Barea: es el reproche de la traición. Ese estigma lo escucho ahora en Cataluña para cualquier presunto desviacionismo respecto a la ortodoxia más extrema del nacionalismo. Así que desconfío un poco de la palabra».
Es el momento de sacar el cuadro de Goya de los garrotazos. «La revolución liberal de 1808-1812 fue muy particular. Más retórica que real, más mediática que efectiva, más destinada a satisfacer a la opinión pública que a solucionar los problemas sociales». Así se lee en la página 334 de El sueño de la nación indomable. «Hubo mucho de escenificación en las Cortes de Cádiz, pero era una escenificación sentida. Los hombres de Cádiz creían que estaban creando una nueva España, asumiendo la herencia de 1789 y adaptándola al país.Luego, la polarización vició las virtudes del proyecto», explica García Cárcel.
Es la polarización la que lleva a la frustración: «Durante todo el siglo XIX flota la contradicción entre el discurso teórico constitucional del 12, con todo el aparato de la soberanía constitucional y demás, y la práctica política, que no está a la altura».
En realidad, el libro de García Cárcel es una refutación contra esa polarización que separa a 1808 y 1812 como hitos opuestos. «El Dos de Mayo es un ejemplo de instrumentalización política.Toda mi generación fue educada en la mitología de la Guerra de la Independencia en la que figuraba el Dos de Mayo representaba un momento patriótico, emocional, un arquetipo de levantamiento popular contra el invasor. Luego, en los años universitarios, deconstruimos esa mitología épica nacional que vinculábamos al franquismo. Hoy, mi opinión es que el Dos de Mayo fue un desgarro emocional, sí, pero que también tiene un nexo con el patriotismo constitucional de 1812.La tesis del libro es que 1812 es la culminación de ese patriotismo emocional, irracional y confuso que empezó en1808. Fue irracional pero llevó hasta el primer texto que propaga la soberanía nacional».
TITULO: REVISTA GIGANTES BALONCESTO - EUROLIGA - Panathinaikos -75 - Real Madrid -87-,.
Resultado Final - Panathinaikos -75 - Real Madrid -87-, foto,.
No hay comentarios:
Publicar un comentario