Mercedes Clase A 200 gasolina, un 163 CV automático con un parco consumo,.
Se ofrece con dos carrocerías, de cuatro y cinco puertas, seis motores de gasolina, dos diésel y un híbrido,.
Se ofrece con dos tipos de carrocerías, el cinco puertas llamado Compacto y el cuatro puertas de maletero diferenciado, denominado Sedán. Más corto es el Compacto, 4,41 metros, frente a los 4,54 del Sedán, con iguales anchuras, 1,79, e idénticas alturas de 1,44. El Compacto tiene 345 litros de maletero que con los asientos abatidos puede llegar a 1.185, en tanto que el Sedán es superior, 395 litros, y puede agrandarse abatiendo los asientos, pero no hay datos de esa capacidad.
Sus versiones de gasolina (de 29.400 euros a 73.000) son el 180, un 1.3 de 136 CV que gasta 5,9 litros, cambio manual de seis marchas o automático de siete; el 200 con 163 CV, mismo consumo y caja de cambios; el 220, un 2.0 litros con 190 CV y 6,8 litros de consumo, automático y tracción integral 4x4; el 250 con 224 CV, mismo cambio y tracción, que gasta 7 litros; el AMG 35 con 306 CV, consumo de 7,9 litros, automático y 4x4; y el AMG 45, con 421 CV, automático de ocho, 4x4 y 8,6 litros de consumo.
Los gasolina cuestan entre 29.400 y 73.000 euros, los diésel valen entre 31.100 y 40.000 y el precio del híbrido es 39.300
Los diésel (de 31.100 a 40.000 euros) son el
180d, un 1.5 con 116 CV, manual o automático, que consume 4,6 litros; y
el 200d, un 2.0 de 150 CV, automático de ocho marchas, tracción
delantera o 4x4.Hay un híbrido de gasolina (39.300 euros), el 250e con 218 CV, automático de ocho, que oficialmente gasta 1,1 litros y goza de 68 kilómetros de autonomía eléctrica.
Hemos rodado con el gasolina 200 de 163 CV y el consumo ha oscilado entre 5,7 y 6,3 litros en 2.000 kilómetros, destacando la suavidad de funcionamiento y su insonorización. Se aprecia que dos cilindros dejan de funcionar cuando la potencia no es necesaria, el aumento de calidad de los materiales y el bajo nivel de revoluciones por el cambio de ocho marchas, pues a 130 kilómetros por hora el motor gira a solo 2.475 revoluciones.
El tablero monta dos pantallas, una en la instrumentación de 10,5 pulgadas que se puede personalizar y otra en el centro, de igual tamaño, manejándose ambas desde el volante, desde una rueda en la consola central o por voz, donde una asistenta, llamada 'Mercedes', se encarga de todo: cambiar la luz ambiente, saber la temperatura que hará en el lugar que estaremos de viaje, cambiar de emisora, modificar la climatización, elegir restaurante, localizar una gasolinera por precios o marcas, así como los parking disponibles.
La equipación está a buen nivel, con faros led, llantas de 17'', neumáticos 205/55, asistente de frenada, control velocidad de crucero, cámara de marcha atrás, detector cambio involuntario de carril, llamada de emergencia, retrovisores térmicos, volante con doble regulación, tapizado símil cuero y doble salida de escapes.
TITULO: Para Todos La 2 - La Politécnica expone cómo funcionó la red de voluntarios para fabricar máscaras,.
La Politécnica expone cómo funcionó la red de voluntarios para fabricar máscaras,.
Antonio Gordillo, responsable del FabLAB de la Escuela Politécnica de Cáceres, lo presentó el pasado 9 de junio, como una de las respuestas de la región al desafío que ha supuesto la covid-19 para el sistema sanitario. En concreto, participó en la mesa redonda titulada 'Casos de estudio: ejemplos de colaboración Universidad-Empresa frente a la covid-19'.
Desde la Junta destacan que la pandemia ha desafiado a todos los sistemas de salud por problemas de abastecimiento de equipos de protección individual y Extremadura se sumó al movimiento de fabricación digital para suplir estas carencias.
Desde la iniciativa de coronavirusmaker.org, red nacional de expertos en tecnología abierta y gratuita, se creó un grupo de voluntarios con más de 150 miembros que fabricaron más de 65.000 pantallas individuales.
TITULO: Gigantes de La 2 - Antonio Canales,. ,Jueves -18- junio ,.
Gigantes de La 2 - Programa de entrevistas, de cincuenta minutos de duración y emisión semanal, para La 2 Jueves -18- Junio,. - 23:50 de Televisión Española. Presentado por Mari Cruz Soriano,.
Antonio Canales: "Lo del Ballet Flamenco es una vergüenza, una deshonra para el arte y algo que no debemos permitir",.
Antonio Canales. Sevilla, 1961. El
bailaor y coreógrafo está en plena forma, con múltiples actuaciones a la
vista y con ganas de llegar hasta el final con el recurso que ha
interpuesto tras no ser elegido director del Ballet Flamenco de
Andalucía.
- Optó a la dirección del Ballet Flamenco de Andalucía, pero la Junta no le ha elegido. ¿Por qué?
- Puse todo mi corazón, mis ganas, empeño y mi amor a Andalucía. Ahora, a mis 58 años y con tanta experiencia, era el momento. Hay gente que me dice: 'maestro, ¿para qué te metes en camisa de once varas?'. Pero tengo fuerza y ganas de compromiso.
- Pero todo se torció.
- Es un concurso público que debe estar avalado por un comité competente. Hay una Constitución que está para seguirla, no para saltársela. Yo parto de esa base. Además, está Patricia del Pozo [la consejera de Cultura], que su padre es un gran flamenco. Yo no soy de ningún color político porque a mí me han premiado los diestros y los siniestros. El artista debe ser plural, para todos los públicos y todos los colores. Me ha resultado muy triste, muy penoso, y aún estoy en la lucha. Desde aquí le digo a la consejera de Cultura que lo reconsidere, sea justa, y sea una persona capaz de brindar a los andaluces una compañía al nivel que se merece su comunidad.
- El productor flamenco Ricardo Pachón, que era el presidente del comité de selección, afirma que hay un 'lobby antigitano' que presionó para que usted no fuera el elegido. ¿Está de acuerdo?
- Es una opinión de mi compañero y amigo Ricardo Pachón, sobre la cual no me quiero pronunciar.
- Quedó empatado con Úrsula López, la bailarina que finalmente eligió la Junta para el puesto.
- Quedé entre los dos finalistas, cosa que me olió muy mal. No sé qué me duele más: que no me lo hayan dado o que me hayan empatado con Úrsula López, y no por ella, mi niña, con la que he bailado y a la cual respeto muchísimo, pero ese empate de 9,25 no puede ocurrir en un concurso público, según consta en las puntuaciones totales de las candidaturas del BOJA. Para elegir a un director, aparte de que el proyecto sea solvente y tenga peso, debe tener experiencia en dirigir. No se puede utilizar la compañía andaluza para ejercitarse en esa labor. Ellos querían llegar ahí. Fue toda una sorpresa.
- ¿La plaza estaba dada de antemano?
- Por ese motivo inicié el proceso de recurso de alzada para esclarecer todo este asunto. No pueden saltarse la Constitución a la torera. Tengo muchísimos alumnos y estoy muy cerca de los conservatorios y la docencia. Y, ¿qué le dices a un joven que quiere optar a ello? ¿Que se hagan amigotes de alguien? ¿O que sea sincero y presente un proyecto con manos limpias? Mi deseo es que las próximas generaciones crezcan en un amor a la danza y que se sientan arropados por las instituciones que representan a la cultura. Lo ocurrido me parece una vergüenza, una deshonra para el arte y algo que no debemos permitir. Ya no por mí, que la verdad no tengo ilusión ahora mismo, pero sí quiero que se destape la verdad y dejen de jugar con el dinero público, con nosotros y con el flamenco.
- ¿Ve muchas irregularidades?
- Evidentemente, si no, no hubiese iniciado este trámite, haciendo valer mis derechos e interponiendo un recurso de alzada ante la Junta con todo el coste que conlleva. Espero que alguien se dirija a mí con decencia, con honor y con respeto hacia mi persona y hacia el flamenco.
- ¿Llegará hasta el final?
- Por supuesto, llegaré hasta el final, si tengo que ir al Parlamento andaluz o a todas las televisiones, iré en su momento. Tengo una carrera a mis espaldas, que me permite, debido a mi posición artística, defender los derechos de los artistas, y que todo el mundo sepa que no se puede jugar con el flamenco y menos con un maestro como yo. Merezco un respeto, soy una personalidad de la danza, un personaje ilustre de Andalucía y Premio Nacional de España. A Úrsula López aún le queda mucho tramo que recorrer para que la nombren directora del Ballet andaluz.
- Echando un vistazo a los candidatos, está claro que la figura con más proyección internacional es usted, ¿cómo calificaría que lo hayan descartado para elegir a Úrsula López?
- Es ponerse ellos mismos una zancadilla y echarse tierra encima. No es lo mismo que vaya yo a Nueva York, con mi trayectoria de tantos años luchando por el flamenco, que llevar a alguien que no conoce nadie. Yo soy reconocido internacionalmente. La consejera y los responsables de la Agencia están anteponiendo sus intereses a la cultura y eso es muy triste. Eso debe saberlo el público porque no es su dinero. Si quieren tener una compañía que la monten con su dinero, pero no con el dinero de los demás.
- ¿Le han vetado?
- A mí me tienen vetadísimo completamente y no tienen ningún tipo de respeto hacia mí las autoridades andaluzas. Pero yo soy muy querido en mi tierra. Esto no se puede consentir.
- Usted se convirtió en una estrella del Ballet Nacional. En 2011 presentó un proyecto para dirigir la compañía, pero el Ministerio tampoco no le eligió. ¿A qué cree que se debe?
- Eran unos momentos muy convulsos en mi vida personal y en mi carrera. Quedamos finalistas Antonio Najarro y yo, pero ellos pensaron que el Ballet necesitaba savia nueva. Me llamaron, el ministro habló conmigo y tuve que aceptar que el proyecto de Najarro era más adecuado para la compañía. Las derrotas hay que aceptarlas. Es diferente a lo ocurrido ahora.
- Es hijo y nieto de artistas, ¿para ser flamenco hay que mamarlo desde niño?
- Nacer en una cuna favorable hace mucho. Cuando era niño, las mujeres de mi casa fueron muy importantes. Jugaba con los niños al fútbol y a torear, pero luego me iba a la cocina y les decía a mi abuela y a mis tías que me enseñaran a bailar. Ellas respondían: '¡ay, como nos vea tu padre! Que eso es de niñas, ¿por qué no cantas o tocas?' Pero a mí se me iban los pies.
- ¿Qué es bailar para usted?
- Bailar es una consagración al martirio de la belleza. Debes hacer un voto de castidad. La danza puede ser la mejor de las madres y la peor de las madrastras. Es una carrera que nunca se termina y hay que estar en lucha continua.
- Director, bailaor, coreógrafo, actor... ¿no hay nada que se le resista?
- Sí, un poco. Mis hijos me dicen: 'papá, ¿dónde está el cuadro que pintaste?'. No, no, déjalo, que no se me da bien. Yo admiro mucho a los hombres del Renacimiento, como Leonardo da Vinci. Eran inventores, pintores, escultores, pensadores... Cada uno tenemos más de un don, pero debemos rebuscar. Hay que lanzarse, abrirse y no tener tantos reparos a probar cosas nuevas.
- Desde 1992 dirige su propia compañía. ¿Qué es lo más difícil para mantenerse durante tantos años?
- Lo más importante es mantener viva la ilusión y convencer a cientos y cientos de bailarines que han pasado por ella. Siempre digo que de la compañía salen estrellas. La ilusión es el motor que mueve todo.
- Ha compartido escenario con grandes genios como Nureyev, Julio Bocca, Vladimir Vasiliev, Paco de Lucía o Alejandro Sanz.
- Sí, todos ellos megatómicos y megaestrellas. He aprendido de su disciplina y de su amor por el teatro. Nureyev, con el que me vestía con el camerino, me decía que lo más importante es la presencia escénica en la que tú eres el maestro de ceremonias.
- ¿Cómo vivió el confinamiento?
- Al principio, era incapaz de bailar, hasta que un día saqué mis tarimas portátiles y me puse las botas. En el patio de mi casa comencé a zapatear, me empapé en sudor y me desahogué. Fue como hablar con un confesor. A las ocho de la tarde los vecinos aplaudían a los sanitarios y a las nueve y cuarto, a mí. Si un día no salía, me gritaban: '¡maestro, está bien? Todavía hoy lo sigo haciendo los lunes. Tengo más de cien invitados en los balcones que me jalean. Es genial.
- Durante el encierro por el coronavirus, creó un festival flamenco 'online', en el que participaron 28 artistas.
- Sí, el Flamenco Vacuna Fest. Fueron 14 horas ininterrumpidas para recaudar fondos para la investigación de la vacuna contra el coronavirus. Los flamencos nos matamos unos contra otros, pero suena la palabra solidaridad y ahí estamos todos; los artistas se volcaron. Esperamos que se puedan salvar muchas vidas.
- Su nombre, a veces, ha estado asociado a escándalos, como cuando un 'paparazzi' lo captó en una playa con su pareja practicando sexo en el año 2011. ¿Ha perjudicado a su carrera?
- Todo suma y algunas cosas restan. Uno aprende hasta de los errores. Me perjudicó mucho moralmente, espiritualmente y en el trabajo, también. Pero a mí me dicen: 'eres una Lola Flores, pero en hombre'. Me quiere España. No soy famoso, soy del pueblo. Como no vendo mi vida, el público me ha perdonado algo que es imperdonable. Mi padre me dijo: 'Antonio, no me importa lo que chupes o lo que hagas, pero que no lo vea medio mundo'. Soy Antonio Gómez de los Reyes, un pobre diablo de familia humilde, pero dentro de mí hay un canalla ingobernable que es Antonio Canales. Ese fue el que se me escapó como un globo de gas. Y pagué las consecuencias. No me hace falta ir a ningún Sálvame de Luxe a ganar 100.000 euros fáciles para contar mis miserias. Ésas se quedan para mí y mi gente. Los trapos sucios que oreé, los quemamos en la hoguera de san Juan y pasamos página.
- ¿La gente no entiende la bisexualidad?
- Mi madre decía: 'si te enamoras de un gato, un gato entra en la casa'. No hemos tenido complejos en mi familia con la sexualidad. Soy bisexual desde que nací, no me convertí. Mi mujer y mis hijos me han aceptado como soy; eso no es ningún delito. El delito es perder el control. Pero, ¡que yo no estaba en Chipiona o Sanlúcar, sino en Sitges, en una playa gay de nudistas! Allí no vas a rascarle la espalda a tu novio y me engañaron. Pero bueno, son excusas estúpidas. No tenía que haber bajado la guardia, me debo a mi público. Por eso, pido disculpas con todo mi corazón por todo el daño que pude causar a mi familia, a los amantes del flamenco y a quienes confían en mí.
- ¿Cuánto daño han hecho las drogas al flamenco?
- Antiguamente, se vivía mucho la noche, las fiestas privadas, los suburbios, las reuniones oscuras... La droga lo infectó todo en los años 80, no solo el flamenco. La droga ha matado y ha desviado a muchas personas. Nunca fue mi problema. Las he consumido en su momento, pero como algo anecdótico. Mi vida era pura salud y entrenamiento. Hoy en día, las drogas han quedado como algo obsoleto. Si alguien se toma una raya en un camerino se ve antiguo. En la compañía están completamente prohibidas, hasta fumar cigarrillos o beber alcohol. Ahora el flamenco no tiene esa lacra.
- Pero usted sí tuvo una época conflictiva con las drogas.
- Yo tenía cuarenta y tantos años y me refugié en esa cueva porque perdí las ganas de vivir. Quería morirme, pero no tenía el valor para quitarme la vida. Dormía agarrado a las botas de baile como si fuera un niño pequeño. Por amor, perdí mi dignidad y me volqué en eso. Gracias a mi padre, a mi hermano y a la gente que tengo cerca, que no me dejaron en ningún momento, salí de ahí. Cuando volví, parecía algo que no había vivido yo, no me reconocía. A las personas que tengan un problema con el juego o las drogas les digo que se puede salir. No tiréis la toalla, no os avergoncéis, luchad para poder decir ¡te vencí! Y, después, resurgir como un ave Fénix.
TITULO: ¡ Atención obras !- Elle Fanning: «Con la comedia no puedes esconderte»,.
Elle Fanning: «Con la comedia no puedes esconderte»,.
Entrevista
La intérprete da un punto satírico a su personaje de Catalina la Grande en la miniserie 'The Great', que llega a Starzplay,.
Delicada y seductora, extravagante y retorcida, Elle Fanning cabalga hacia el éxito con las armas de su generación, es decir, millones de admiradores en su cuenta de Instagram y una idea muy clara de cómo conquistar su territorio. La pequeña de las hermanas Fanning –Dakota parece haber sido relevada a un segundo plano– se atreve con personajes de princesa de cuento, películas de terror que hablan de anorexia, con la ciencia ficción y el mundo punk, y con películas de autor firmadas por Sofía Coppola. Esta Fanning no se arruga, no tiene miedo, quiere sorprender y sabe cómo.
–¿Considera que el suyo es un retrato acertado de Catalina La Grande?
–Obviamente, nos hemos tomado muchas libertades. La serie es un irreverente retrato de uno de los momentos más importantes de la historia. Honestamente, es muy Shakespeare, con monólogos intensos y un lenguaje siniestro y divertido. Hay frases ridículas que provocaron la risa incluso al operador de cámara. Si por algo destaca esta narración es por sus diálogos.
–El guión es de Tony McNamara, uno de los grandes guionistas británicos en estos momentos.
–Efectivamente. Tony escribió 'The Great' como una obra de teatro destinada a los escenarios ingleses, sin embargo terminó convertida en serie. La transformación del libreto es parte de la genialidad del autor. Este es el relato de una mujer magnífica que se casa con el hombre equivocado y termina preguntándose si debe o no debe matarlo.
–'The Great' tiene todos los ingredientes para el éxito...
–Ojalá. Confío en que así sea. Yo destacaría de esta serie el trabajo en equipo. Los proyectos que triunfan son aquellos donde los actores sienten que están dentro de una obra de teatro, con el ambiente adecuado entre los compañeros y la guía necesaria del director.
–Usted no solo asciende al trono en Catalina la Grande, sino que debuta también como productora, convirtiéndose, a sus 22 años, en una poderosa ejecutiva de Hollywood.
–Me pareció interesante formar parte de ese universo en el que se toman las grandes decisiones. Estuve al frente de reuniones con hombres acostumbrados a ejercer poder, y yo, según va evolucionando mi carrera, quiero tomar el control profesional de cada paso que doy. Mi voz tiene valor y mi opinión importa. Supongo que en ese sentido también estaba imitando a Catalina (ríe).
–¿Qué ha aprendido interpretándola?
–Ella afrontó situaciones muy complicadas. Yo misma tuve que bajar la guardia ante este personaje. Con el drama puedes esconderte detrás de emociones serias, pero con la comedia no hay forma de esconderse detrás de nada, tienes que arriesgarte y mostrarte de forma honesta en el momento adecuado. Cuando pierdes el ritmo en una escena de humor, la secuencia queda plana.
–¿Fue difícil acostumbrarse al ritmo de los diálogos?
–Me costó adaptarme. Yo nunca he interpretado a Shakespeare, no soy una actriz entrenada en el teatro, y los diálogos requerían memorizar toneladas de frases. Es una serie que respeta la palabra tanto como las emociones.
Las redes sociales
Obsesionada con trabajar, la menor de las Fanning asegura que siente la presión de las redes sociales como el resto de su generación.–Es muy activa en Instagram. ¿Disfruta comunicándose directamente con sus seguidores?
–Es una herramienta de dos filos; por un lado puedo interactuar con los fans, por otro me someto gratuitamente a las críticas. Los comentarios pueden ser muy crueles porque muchos opinan sin conocerme, entran en mi pagina y me insultan.
–Su carrera es atípica. ¿Correr riesgos le está saliendo rentable?
–Soy una actriz que busca descubrir emociones escondidas, extrañas. Nunca he rodado el típico filme de adolescente americana de colegio. Creo que tiene mucho que ver con mi vida cotidiana en Los Ángeles. Yo me eduque en un colegio de la ciudad, me gradué hace 3 años y sé lo que siente mi generación. Muchos productores mandan guiones sobre adolescentes americanos que no me parecen reales, desconozco a los jóvenes que retratan y no las hago.
–¿Disfruta vistiendo atuendos extravagantes para dar vida a sus personajes?
–He desarrollado una relación de amor-odio con los corsés y reconozco que es una herramienta necesaria a la hora de representar a estas mujeres reprimidas. Cuando yo me pongo esa prenda de ropa, el maldito corsé, mi cabeza me lleva a otra época. ¡Es una pieza terrible que no te permite respirar!
–Usted es una de las actrices más conectadas al mundo de la moda...
–Sí. Me encanta la moda, la expresión personal a través del vestuario siempre me ha interesado. Nuestra forma de vestir es parte de la personalidad. Catalina era una reina que mantenía la sencillez en su atuendo, sin joyas ni vestidos llamativos.
–¿Qué destacaría de su experiencia en la televisión?
–La televisión te permite estudiar el personaje durante más tiempo y cambiarlo sutilmente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario