TITULO:
Órbita Laika - El nuevo diálogo humano-máquina ,.
Lunes -13- Marzo a las 22:30 en La 2 / foto,.
El nuevo diálogo humano-máquina
El ser humano no tiene garantizada, ni mucho menos, su posición en la cúspide como especie. Es muy probable que las máquinas que nosotros mismos creamos y dotamos de inteligencia nos desplacen de esa posición de privilegio y se establezcan unas nuevas reglas de juego sociales y emocionales. «Nos enamoraremos de robots y conviviremos con 'terminators'», vaticina la escritora británica Jeanette Winterson (Mánchester, 62 años). En su nuevo ensayo, '12 bytes: Cómo vivir y amar en el futuro' (Lumen), dibuja un desafiante panorama en el que jugarán un papel crucial unas máquinas «calculadoras, frías y racionales».
Winterson, que ya había puesto la lupa sobre nuestras emociones en ensayos como 'La pasión', en sus memorias '¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?', o en la novela 'Frankissstein: una historia de amor', las analiza ahora desde los prismas de la historia, la religión, la mitología, la literatura, la política y la informática para atisbar unos cambios que alterarán, cree, la esencia del ser humano en el maltrecho planeta azul.
«Los humanos hemos logrado todo lo que soñamos desde la revolución industrial. Hemos llegado a la Luna y nos comunicamos con nuestros semejantes en cualquier rincón del mundo en tiempo real gracias a internet. Es como magia. De modo que no dudo que lograremos crear nuevas formas de vida que no serán de carne y hueso», asegura la escritora. «Eso, si no desestabilizamos antes el planeta, desencadenamos otra guerra mundial y conseguimos que no haya futuro ni para nadie ni para ningún sueño, o agotamos sus recursos y hacemos que hierva de calor», añade sarcástica la escritora en teleconferencia desde su casa en el Reino Unido.
«Hay quien ve la inteligencia artificial como algo lejano, pero ya está más que integrada en nuestras vidas»
Cree que los humanos estamos preparados «para interactuar y mantener relaciones importantes con seres no biológicos». «Hay quien ve la inteligencia artificial como algo lejano, pero ya está más que integrada en nuestras vidas», dice aportando varios ejemplos. «Muchos hombres se relacionan con muñecas sexuales que ejercen también una función social y afectiva. Algunos buscan algo más que sexo y charlan con estos seres inertes que pueden responderles. Suelen ser personas que, de otro modo, no se relacionarían con nadie», plantea.
«Al margen del juicio que hagamos, es un hecho que constata que una interacción afectiva no tiene que ser, necesariamente, de humano a humano», indica la escritora. «Cualquier persona que tenga un osito de peluche o que crea en Dios, está habituada a relacionarse con una entidad no biológica. Hay quien se relaciona con ángeles y quien lo hace con fantasmas. Ahora, simplemente, hacemos lo mismo, pero con máquinas. Siri, una herramienta de los teléfonos móviles, nos permite hablar con un sistema operativo con toda naturalidad», agrega.
Aventura Winterson que habrá nuevas e insólitas formas de amor y que, como ocurre con las muñecas de silicona, alguno de los amantes no será humano. «Podremos enamorarnos y casarnos con nuestro sistema operativo o con un robot. El ser humano necesita relacionarse, y cuando no lo hace busca nuevas opciones. Esa relación humano-máquina va a ser la mayor revolución. Generará un cambio brutal en la forma en la que gestionamos nuestras emociones», vaticina. Pero destaca, a renglón seguido, que «las máquinas no tienen un sistema límbico como el nuestro, donde residen todos los instintos y las emociones». Sabe que esas propiedades podrían integrarse en los robots, pero no cree que tuviera demasiado sentido. «Las máquinas serán calculadoras, frías y racionales», asegura.
Cooperar, no competir
«Todo el mundo se enamora de sí mismo o de algo nuestro que reconocemos en otra persona. Esto es lo mismo, eliges un sistema que se adecua. Al final, estos sistemas los crean humanos y nos reflejan a nosotros mismos a través de nuestros prejuicios. Los robots reflejan en realidad nuestra conducta y cómo somos, ya que nosotros los hemos programado. No lo veamos como algo malo, podemos aprender del proceso».
Tiene muy claro que los seres humanos evolucionaremos «hasta convertiremos en algo que no somos ahora». «Es evidente que queremos seguir como estamos, porque resulta más práctico, pero buena parte de la comunidad científica cree que compartiremos el planeta con sistemas mucho más inteligentes que nosotros y que, tras miles de años como 'Homo sapiens' y situados en la cumbre de la pirámide, si la inteligencia artificial se convierte en algo consciente, si toma decisiones, dejaremos de estar en la parte superior de la pirámide y nos acostumbraremos a ello. Creo que vamos a convivir con 'terminators'. Esperemos que no destruyan el mundo», ironiza.
Espera que los humanos, ante la nueva era hipercibernética, estemos a la altura del cambio y, situándonos por encima de los nacionalismos y las empresas tecnológicas, «nos pongamos de acuerdo en temas fundamentales, ya que lo que viene es demasiado importante para la especie humana». «Se trata de cooperar y no de competir», apunta Winterson, que admite que a la vista de lo que pasa hoy «es complicado que los Estados puedan controlar a las grandes multinacionales».
TITULO : Zona indie - Cine - El parking del Diablo ,.
Este lunes- 13- Marzo a las 23:30, en la ‘Zona indie’ de La 2 se emite la película, foto,.
- Reparto
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- Un oficinista llamado Tom trata de arrancar su vehículo tras su jornada laboral sin éxito cuando descubre que todas las puertas del garaje están cerradas y que está siendo acechado por un salvaje camionero.
TITULO : Generaciones - ¿Carriles para 'zombis del móvil'?.
¿Carriles para 'zombis del móvil'?,.
De momento no, pero se busca alguna solución para estos peatones distraídos,.
foto / A las personas que caminan por la calle absortas en sus teléfonos, ensimismadas en algún intercambio de mensajes o en contabilizar los 'me gusta' de alguna red social, se las suele conocer como 'zombis del móvil', pero no cabe duda de que esa denominación es injusta y un poco insultante. Los zombis, pese a las limitaciones de la muerte a medias, demuestran más conciencia de su entorno y se mueven con más ligereza que muchos de esos adictos al 'smartphone', que a menudo emprenden trayectorias erráticas de lado a lado de la acera, se detienen bruscamente para teclear con mayor comodidad, embisten a otros peatones y se aventuran a la calzada sin levantar la vista de la pantalla. Y lo peor es que casi todos nos hemos convertido alguna vez en uno de esos zombis hiperconectados y a la vez penosamente desconectados del mundo que nos rodea.
Esta manera distraída de moverse por la calle no solo puede resultar muy molesta para otras personas, al interrumpir el flujo natural de los peatones, sino que además plantea riesgos obvios: en un estudio de Ponle Freno y Axa, el 37% de los encuestados reconocieron que suelen cruzar mirando el móvil, y las noticias de atropellos en los que la víctima iba pendiente de su terminal se han vuelto habituales. Sin embargo, las medidas para atenuar en lo posible este peligro son todavía escasas. En Seúl, una de las ciudades del mundo con mayor proporción de teléfonos, las autoridades de tráfico decidieron colocar en 2014 señales específicas dirigidas a los 'zombis del móvil', tanto del tipo convencional (en lo alto de un poste) como pintadas en el pavimento, más adaptadas al campo de visión de la persona que 'textea'. Lo hicieron después de que los accidentes anuales relacionados con esta práctica casi se triplicasen en un lustro, de 437 a más de 1.100. Ciudades alemanas como Augsburgo fueron pioneras en instalar semáforos en el suelo, mientras que, en Estados Unidos, algunos ayuntamientos han establecido multas específicas para quienes cruzan la calle mientras consultan su teléfono.
De todas las iniciativas relacionadas con el 'tránsito distraído', la más llamativa son los carriles para peatones atentos al móvil, que dejan el resto de la acera libre para quienes avanzan al ritmo normal. Aunque siempre levantan cierto revuelo, en realidad todos los que se han puesto en marcha tenían intención publicitaria o irónica, cuando no ambas a la vez. Es el caso de la Utah Valley University, que dividió sus escaleras en tres secciones: una para gente que camina, otra para gente que corre y la tercera para gente que escribe en su móvil. También se han instalado carriles temporales para usuarios de celulares en Washington D.C. (estaba detrás un programa de National Geographic), en Chongqing (cosa de un parque temático), en una arteria comercial de Mánchester (una empresa de telefonía) y en Amberes (una cadena de reparación de móviles).
Quizá fuesen un éxito como estrategia promocional, pero si algo demostraron estos carriles para 'zombis del móvil' es que no servían para mucho. «Mucha gente que iba con su teléfono ni siquiera vio las marcas en la acera. Cómo iban a hacerlo, si estaban mirando las pantallas, ajenos a todo, con ojos vidriosos», escribió un cronista sobre la experiencia estadounidense. En China, empeoró la congestión, ya que muchos transeúntes se detenían para tomar fotos de la novedad urbana. Los que no llevaban el móvil en la mano se apresuraban a sacarlo para inmortalizar la ocurrencia.
Paso de cebra inteligente
«Los peatones concentrados en sus móviles muestran comportamientos menos seguros, con rasgos como caminar más despacio, comprobar menos a menudo el tráfico y los obstáculos y andar con menos consistencia entre zancada y zancada», resume un estudio de la consultora Exponent, especializada en el factor humano en los accidentes. Sus autores han revisado la literatura científica sobre el asunto y han llegado a la conclusión de que la tecnología ha cambiado nuestra manera de movernos, aunque puede ser la propia tecnología la que mitigue nuestro déficit de atención. Se han diseñado 'apps' para el móvil (con efectos como volverlo 'transparente', usando de fondo lo que registra la cámara, o avisar cuando se acerca un vehículo) y dispositivos como AiCross, el «paso de cebra inteligente» desarrollado por una empresa española: se trata de una plataforma vibratoria que se coloca «en la calzada, en la acera o entre ambas» y se activa cuando hay luz roja, coche cerca y peatón encima.
Claro que la solución idónea la tenemos nosotros mismos: bastaría con dosificar el uso del móvil y andar por la calle a la manera clásica, con la vista levantada, atentos a las cosas buenas del mundo y también a sus peligros. Es mejor no ir como zombis para no acabar muertos del todo.
TITULO: Todo Caballo -La ruta del contrabando en Paymogo a lomos de un caballo,.
La ruta del contrabando en Paymogo a lomos de un caballo,.
foto / Viajamos hasta el fronterizo municipio onubense de Paymogo en el que Andalucía es frontera y unión entre países, España y Portugal. Recorremos una histórica ruta conocida como la ruta del contrabando, para la que el uso del caballo era fundamental, ya que discurre por un río y caminos serpenteantes.
Conocemos al jinete profesional Ezequiel León, que tras 25 años en el extranjero tenía claro que su mayor deseo era regresar a su tierra, Andalucía, para seguir triunfando y formando a jinetes y caballos andaluces.
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