miércoles, 9 de octubre de 2024

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 TITULO:  VIVA LA VIDA - Manuel Longares - ¿ Qué significa ser rico ?  ,. SABADO - 12 - Octubre   ,.

 El sabado  -  12 - Octubre  a las 16:00 por Telecinco , foto,.

 Manuel Longares - ¿ Qué significa ser rico ?,.

 Manuel Longares: «La alianza entre ricos y pobres es imposible»

 Manuel Longares,.

 

Manuel Longares nació no muy lejos del “cogollito” del barrio de Salamanca y conoce bien esa elegante zona de Madrid cuyos cimientos temblaron cuando Franco murió y la alta burguesía que habitaba en las casas “ducales” de Goya, Velázquez o Serrano temió perder sus privilegios o que alguien pudiera meter mano en sus finanzas; esas que les permitían vivir de las rentas, en un buen número de casos, y sin dar un palo al agua. Pero los ricos —y ellos lo eran “por la gracia de Dios y la benevolencia del Caudillo”— “no pierden nunca su poder; tienen la sartén por el mango, como siempre”, asegura el escritor madrileño en una entrevista con Zenda a propósito de la reedición de su novela Romanticismo, dieciocho años después de que viera la luz por primera vez este magistral retrato de la vida cotidiana de las clases acomodadas en la Transición.

Aquella fue una época en la que los poderosos querían que “nada cambiase”, mientras otros, los represaliados por el franquismo, deseaban que “se diera la vuelta a la tortilla, por decirlo castizamente: ésa y no otra fue la cuestión que enredó a derechas e izquierdas y a ricos y pobres a lo largo del tiempo de esta novela. Y es tan cierto que todos hemos cambiado como que nada sustancial se alteró”, escribe el autor en el epílogo de esta ambiciosa obra, galardonada en su día con el Premio nacional de la Crítica y considerada por muchos como la mejor de Longares.

Romanticismo tuvo una excelente acogida en su momento y fue también ensalzada por escritores como Luis Mateo Díez, para quien esta novela entronca con la gran tradición de la novela española del siglo XIX y demuestra, a principios del siglo XXI, que “el mundo se puede contar de otra manera”.

Este hombre tranquilo, discreto y de risa franca que es Manuel Longares (Madrid, 1943), no presume nunca de sus logros y se prodiga poco en los círculos literarios —“me gusta estar fuera del juego de ambiciones”, dice—. Se acuesta pronto, “a las diez de la noche”, salvo que haya un partido de fútbol que le interese, y a las seis de la mañana ya está frente al ordenador, dispuesto a escribir obras, fruto de “la imaginación y la memoria”, como Nuestra epopeya, merecedora del Premio Villa de Madrid y del Ramón Gómez de la Serna; Las cuatro esquinas, que en 2011 ganó el premio al mejor libro del año del Gremio de Libreros de Madrid y, un año más tarde, el Francisco Umbral; Los ingenuos, El oído absoluto o Sentimentales.

Publicada ahora por Galaxia Gutenberg (en 2001 fue editada por Alfaguara), Romanticismo no es una novela política. La transición y los importantes cambios que se produjeron tras la muerte del dictador Franco le sirven al autor como telón de fondo para que avance la trama. “Realmente lo que me interesaba era hablar de la burguesía y de la alianza imposible entre ricos y pobres, que es una cosa que me ha desazonado siempre, pero que efectivamente se produce: es imposible que se relacionen”, afirma.

La novela cuenta con decenas de personajes, pero el protagonismo recae en las mujeres de tres generaciones de una misma familia. “Las mujeres son las que importan en esa zona; los hombres son completamente inútiles, están ahí en un rincón, se les atiende. Eso sí: son unos maridos excelentes, porque se preocupan de sus mujeres, aunque no les solucionen ningún problema”, comenta Longares.

La conclusión de la novela no es optimista, pero el escritor mantiene “la esperanza en la capacidad humana para ilusionarse”. Al final del libro, que llega hasta 1996, cuando el Partido Socialista perdió las elecciones tras catorce años de gobierno, uno de los personajes dice: “El mundo es de las derechas, tengámoslo presente, y hoy nos retiran de mandar, pero durante catorce años de la historia de España nos han aguantado (…). En este mundo todo es como ellos quieren. Pero cada día se lo ponemos más difícil”.  Son frases que Longares podría haber escrito ahora, en 2019, y él está de acuerdo.

En su entrevista con Zenda, el escritor rememora aspectos de esta novela que deslumbra por su prosa envolvente, clásica y exquisita.

—¿Cómo te sientes ante la reedición de Romanticismo, una novela tan destacada en tu trayectoria?

"Lo que me interesaba era hablar de la burguesía y de la alianza imposible entre ricos y pobres, que es una cosa que me ha desazonado siempre: es imposible que se relacionen"

—La he vuelto a leer, y te reconoces en algunas cosas. Y en otras, te parece increíble que hayas podido meterte en esos berenjenales, pero bueno, salió la cosa. Recuerdo que esta novela se escribió con un parón en torno a la página 70, que es una cosa que me pasa siempre, lo del parón, y tienes que salir a orearte, a ver personas, a hablar y tal. A los tres meses o así vuelves y retomas la novela.

—En esta obra cuentas detalles asombrosos de cómo vivía la alta burguesía. Por ejemplo, cuando Pía Matesanz, perteneciente a la familia protagonista, regresaba a su “casa ducal”, Wences, la sirvienta, saludaba a su señora con “una tímida genuflexión”, le cogía el abrigo, lo llevaba al cuarto de la plancha para cepillarlo con agua caliente, bañarlo en colonia de París, y cuando ya estaba “depurado de contaminaciones plebeyas”, lo metía en el armario empotrado del pasillo.

—Cuando estaba en la Universidad, me relacioné con estudiantes que vivían en casas de ese tipo y tuve acceso a ellas, y contemplas esa manera de ser. Y eso es lo que me quedó de entonces. Pero yo lo tenía ahí como en un depósito, y no me surgió hasta después de la muerte de Franco. Y fue entonces cuando, caminando un día por el barrio de Salamanca, me di cuenta de que ahí había un material. Y localicé la casa en la que situé a la familia protagonista, en la calle de Goya, número 19.

—Tu novela refleja a la perfección la relación de los pertenecientes a la clase alta con los de otros niveles sociales y otras ideologías, aunque procuraban no mezclarse demasiado.

"Ellos, los de la alta burguesía, no dan nada. Te pueden escuchar, pero no te dan ni la mirada"

—Ellos, los de la alta burguesía, no dan nada. Te pueden escuchar, pero no te dan ni la mirada. Recuerdo que, cuando hacía pocos días que había salido el libro, yo estaba en una librería del barrio de Salamanca y vino una mujer, que apenas me miró. Las grandes damas tampoco te miran, te saludan mirando casi hacia otro lado. Es natural en ellas, es una manera de ser. Cuando uno está arriba, uno es así, no hay concesiones.

—El barrio de Salamanca es también protagonista de esta novela. ¿Has reconstruido fielmente la zona?

—Al escribir una novela de este tipo quieres hacer un mapa de las calles, pero para dar la sensación no necesitas repetir las calles tal como son, puedes mezclar establecimientos que son ciertos con otros que no existen. El caso es dar una imagen global, y esa imagen global te la da la literatura, no te la da la precisión topográfica. Y ese es el principio de la literatura: lograr que sea verosímil, aunque te hayas inventado multitud de cosas. Es ficción.

—En este libro hay un claro homenaje a la novela del siglo XIX. 

—Sí que lo hay. En ese sentido, me he dejado guiar por los antecesores españoles que conforman una tradición. Hay que leer a Galdós, aunque está claro que también hay que leer a los rusos. Yo esta novela la veo más bien como centroeuropea, en lo que era describir una época, un mundo, una barbarie. Yo creo que esta novela es proustiana. Al tratar de mujeres y empezar a describir ciertos detalles es inevitable que te dejes seducir por la manera que tiene Proust de contar las cosas. Y, también, en la evocación del mundo perdido. Yo me he educado en la novela del XIX. Lo que pasó en los años de la transición, cuando escritores como Juan Benet rechazaron a Galdós, fue una tontería. Es que España es tremenda. Cuando Galdós se estaba muriendo, le querían dar el Nobel, y entonces toda la intelectualidad de la época escribe a la Academia Sueca para que no se lo dieran. De ese tiempo es la frase de Valle-Inclán de “don Benito el garbancero”, porque, según Valle-Inclán, Galdós estaba dedicado a escribir sobre la olla de garbanzos, y sus personajes y relaciones son de poco vuelo, “de vuelo gallináceo”, decía él. Estas cosas que no te explicas, porque Galdós es un novelista grandísimo, superior a Dickens, equiparable a Tolstói, de un rango elevadísimo. No sé por qué les fastidiaba reconocerlo. Es de una mezquindad absoluta.

"Cuando Galdós se estaba muriendo, le querían dar el Nobel, y entonces toda la intelectualidad de la época escribe a la Academia Sueca para que no se lo dieran"

—¿Has incorporado experiencias tuyas, como es lógico?

—Sí, siempre lo hago. Por mucho que inventes, la invención está nacida de la propia experiencia, ese es el sustrato de la novela.

—En el epílogo hablas de elementos irracionales que te pudieron influir en el proceso de escritura, entre ellos la música de vals. ¿Hasta qué punto el ritmo del vals está presente en esta novela?  

—Está muy presente, porque el vals gira en torno al motivo, al tema, y no se resuelve nunca. Es la perpetua ambición, el ansia perpetua y no satisfecha, que, de alguna manera, es el rango del arte. Este libro de Romanticismo lo escribí escuchando continuamente las operetas de Franz von Suppé, porque me daba idea de la grandeur. De pronto, te encuentras haciendo frases mientras escuchas esa música, hasta que deja de funcionar porque se agota el caudal inspirativo.

—Creo que estudiaste música de niño.

"La música te orienta, te eleva, te sitúa donde quieres"

—Poca cosa, no he ido nunca a un conservatorio. Yo tuve una profesora de piano, pero nada más. Lo que pasa es que esa experiencia te abre de pronto a un horizonte de sensibilidad personal que sin esos instrumentos no lo habrías alcanzado. Tienes la posibilidad de acceder al “fondo insobornable”, que decía Baroja; esa materia de la que estás compuesto y que vas sacando en sucesivas novelas. De cualquier forma, la música te orienta, te eleva, te sitúa donde quieres. Entonces, en ese sentido, es un gran auxiliar.

—¿Y cuándo te diste cuenta de que valías para escritor?

—Valer no, porque siempre tienes la duda de si vales o no, pero de que yo era una persona diferente, sí me di cuenta pronto. Diferente porque estás más solo que la gente que te rodea. Yo creo que es la soledad el principal indicio de que tú estás en otro mundo. Yo, además, llevaba muy en secreto lo de querer ser escritor. Me parecía que no iba a ser aceptado. Estamos hablando del año 58-60. Recuerdo un día, con un amigo del colegio, estábamos en su casa y yo le dije que era escritor. El chico se quedó admirado y encantado de haber recibido esa confidencia. Ahí yo creo que terminó mi soledad literaria, y que ya me di cuenta de que no pasaba nada por decir que era escritor. “No te hostian”, me dije.

—Cuando se murió Franco, la alta burguesía de esa zona temió que se le acabaran sus privilegios. Sin embargo, aunque las cosas cambiaron en el plano político y social, a ellos no les pasó nada: “Nadie les había quitado un duro ni un átomo de grasa”, dices al final del libro.

"Los ricos no pierden nunca su poder; tienen la sartén por el mango, como siempre"

—Los ricos nunca pierden su poder ni renuncian a sus privilegios. Tienen la sartén por el mango, como siempre. Tú oyes ahora a Pablo Casado (líder del Partido Popular) y ves que ese hombre está defendiendo lo mismo que hace 40 años.

—En realidad, Manuel, han pasado veinte años desde que escribiste la novela y, aunque España ha cambiado, los ricos siguen acumulando riqueza, mientras que otra mucha gente ha visto disminuir su poder adquisitivo, en especial desde los años de la crisis. ¿No es un poco desalentador?

—Las clases altas siguen igual. Lo nuevo, lo que cambia, es el ansia de la gente inferior por ser superior. Lo que cambia es la posibilidad que tiene ahora mismo el estudiante en una academia de provincias de convertirse en una persona importante. O sea, es el de abajo el que aspira; es el de abajo el que cree que va a conseguir la gloria. El de arriba no. El de arriba no va a ceder un duro.

—Cuando titulaste esta novela Romanticismo, ¿en qué tipo de romanticismo estabas pensando, quizá en el de la gente de izquierdas que pensaba que todo podía mejorar tras la muerte de Franco?

"Los pobres quieren llegar a ser ricos, y estos quieren tener la desenvoltura de los pobres. Uno quiere lo que no tiene"

—Romanticismo en el sentido del ansia de lo imposible, eso es el temperamento romántico. Pero aquí es la persecución de un ideal, que los pobres quieren llegar a ser ricos, y estos quieren tener la desenvoltura de los pobres. Uno quiere lo que no tiene.

—¿Tú crees que queda algo de aquella ilusión que hubo en los años de la transición, de aquel deseo de cambio?

—A lo mejor eso no, pero que sí hay siempre una agitación en la gente baja para cambiar las cosas o para mejorar de estatus, yo creo que sí. Cambian los tiempos y cambian también las ilusiones. Eso no se muere.

—¿Y te preocupa la situación que hay ahora en España, desde el punto de vista político?

—Da la sensación de que es todo muy mediocre, y entonces, al ser tan mediocre, tampoco va a haber cambios de gran altura.

—¿Y el auge del independentismo en Cataluña?

—Eso es otra cosa. Yo creo que al final se va a imponer el Estado y que Cataluña no se separa. En el juicio se está demostrando que hubo violencia. También me preocupa que los independentistas nos estén poniendo a parir por todo el mundo. ¿El Estado no puede coger un gabinete de inteligentes y contrarrestar esa imagen? Son dos millones los independentistas y a lo mejor bajan, si ven que en Europa no les dan cancha. Los catalanes siempre han sido muy pragmáticos.

 

TITULO:   VIVA LA VIDA - Muñoz Machado - ¿ Quién elige que nos gusta ?  ,. Domingo - 13 - Octubre ,.

El domingo  - 13 - Octubre -  a las 16:00 por Telecinco , fotos,.

 Muñoz Machado - ¿ Quién elige que nos gusta ?,.

 Muñoz Machado: “La RAE es una cuestión de Estado”

 Muñoz Machado ,.

Desde que tomó posesión de su cargo como director de la Real Academia Española, el pasado 10 de enero, Santiago Muñoz Machado se ha reunido con buena parte del Gobierno, incluidos el presidente y la vicepresidenta, para tratar de solucionar el déficit económico que padece la RAE desde hace años y dejar muy claro que la Academia realiza “un servicio público”, ya que gestiona “el bien cultural más importante que tiene España y con mayor proyección en el mundo: la lengua”. Un idioma común a 570 millones de personas.

Esos encuentros han dado sus primeros frutos, y esta semana se ha hecho público que el Ejecutivo de Pedro Sánchez aportará en 2019 cinco millones de euros, destinados a diferentes proyectos de esta institución y a su misión de velar por el correcto uso del idioma en la era digital. Una cantidad muy significativa, si se tiene en cuenta que desde 2008 la Academia recibe sólo 1,6 millones de euros de los presupuestos estatales, un sesenta por ciento menos de lo que percibía antes de la crisis.

“La RAE es una cuestión de Estado, y no se puede financiar mendigando en el sector privado, con recursos obtenidos aquí y allá. Necesitamos una cobertura presupuestaria”, afirma Muñoz Machado (Pozoblanco, Córdoba, 1949) en una entrevista con Zenda, en la que asegura que en estos dos meses y medio que lleva al frente de la RAE ha luchado “a brazo partido” para hacer ver que la Academia es “la primera institución cultural de nuestro país, a mucha distancia de cualquier otra” y su labor tiene “un enorme valor diplomático”.

"La RAE es la primera institución cultural de nuestro país, a mucha distancia de cualquier otra"

La entrevista tuvo lugar unos días antes de que El País diera la noticia de los cinco millones de euros que recibirá la Academia por parte del Estado, un asunto del que Muñoz Machado habló luego en la ciudad argentina de Córdoba, en la que estos días se celebra el Congreso Internacional de la Lengua Española. Fue allí donde el director calificó de “rescate” la aportación gubernamental a la Academia, cuya situación económica “era muy mala” porque los recursos financieros de los que se había nutrido con anterioridad se estaban “agotando”. Además, consideró “indigno” que se haya permitido que esta institución haya tenido que ir cada año “peregrinando y mendigando por el sector público y el privado”. Y, aunque la cantidad que recibirá la Academia es, de momento, para 2019, afirmó que “la voluntad del Gobierno es darle continuidad”.

Los cinco millones de euros le llegan a la RAE a través del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, con cuyo titular, Pedro Duque, firmó Muñoz Machado recientemente un convenio, en el que se reconoce que la labor que realiza la Academia es de interés público.

En su encuentro con Zenda, este jurista de gran prestigio, especialista en derecho constitucional, administrativo y comunitario europeo, se mostraba “lleno de optimismo” porque, tras sus reuniones con el Gobierno, tenía motivos para pensar que se hallarían “fórmulas que permitan apoyar proyectos específicos” que la Academia tiene en marcha o que “se dispone a desarrollar de manera inmediata”. Y así ha sido.

En ese optimismo ha influido también la buena acogida que Muñoz Machado ha encontrado en sus reuniones con directivos de empresas “líderes en nuestra economía”, que han mostrado “muchos deseos de ayudar a la Academia”. “Vamos a ver si entre el sector público y el privado conseguimos remontar la crisis económica”, dice el director de la RAE.

"La Academia gestiona el bien cultural más importante que tiene este país, que es la lengua, con más proyección en el mundo"

En sus tres siglos de existencia (fue fundada en 1713), la RAE ha superado todo tipo de crisis, y le toca ahora lidiar con una delicada situación económica, debido en buena medida a que la asignación estatal que ha recibido en los últimos años, de “poco más” de 1,6 millones de euros, es claramente insuficiente para los siete millones a que asciende el presupuesto de la Academia para este año. Pero en el déficit que arrastra esta institución ha influido también la disminución del patrocinio privado y el descenso de las ventas de las ediciones en papel de las obras académicas, especialmente del Diccionario, cuya excelente versión digital recibe más de 700 millones de consultas al año.

El director atendió a Zenda en la sede de la Real Academia Española, y en la conversación que mantuvo consideró “razonables” las reclamaciones sobre la excesiva masculinización del lenguaje. La RAE revisa desde hace años el Diccionario para tratar de mejorarlo en ese aspecto, aunque lo que no puede hacer esta institución es decirle a la gente “cómo tiene que hablar” o “imponer un modo de hablar por decreto”. También dejó muy claro que “la lengua no tiene la culpa de la desigualdad de la mujer”.

Muñoz Machado es un gran experto en la organización territorial del Estado y había que aprovechar la ocasión para preguntarle por la situación de Cataluña. Respondió a título personal, no como director de la RAE, y dijo que es “el problema constitucional más importante que hemos tenido, si se descuenta el golpe de Estado del 23-F”; una situación de “tensión permanente que no tiene fácil solución, salvo que los independentistas cedan y no aspiren a rupturas ni a cambiar el sistema y la forma de Estado”.

El director de la RAE es autor de numerosos libros, entre ellos Informe sobre España: Repensar el Estado o destruirlo» (Premio Nacional de Ensayo 2013), Cataluña y las demás Españas y Hablamos la misma lengua (Premio Nacional de Historia 2018). Muñoz Machado responde las preguntas de Zenda en su despacho de la RAE:

Veo que está usted “lleno de optimismo” después de todas esas reuniones que ha mantenido con miembros del Gobierno. ¿Cómo podría contribuir el Estado a mejorar la situación económica de la Academia?

"Estoy muy agradecido, pase lo que pase, por la sensibilidad que está teniendo el Gobierno actual hacia la Academia"

—Lo que pretendemos es que, desde el Gobierno, se dé cobertura y se retribuya el trabajo que la RAE hace en favor de los intereses generales del Estado, y que requieren un despliegue de medios personales y materiales muy amplios. Y sí, en ese camino hemos avanzado mucho. Espero que todas estas conversaciones que he venido manteniendo fructifiquen, a pesar de la dificilísima coyuntura política, sin presupuestos y con elecciones generales a la vista. A pesar de todo eso, soy optimista. Lo que gestiona la RAE es de interés público, y es nada menos que la lengua de todos los hispanohablantes. Al mismo tiempo, somos un referente de autoridad respecto de todas las demás naciones que hablan español y, en fin, tenemos una posición que todo el mundo hispanohablante respeta. Eso tiene un enorme valor diplomático, de Estado, que no podemos nosotros financiar mendigando en el sector privado, con recursos obtenidos aquí y allá. Necesitamos una cobertura presupuestaria, y yo creo que la vamos a obtener.

¿Por qué algunos Gobiernos no tienen una conciencia clara de la importancia de la Academia, del papel que hace para preservar el idioma y fomentar su unidad?

—Porque no han tenido tiempo de pensarlo. Realmente, si reflexionan sobre ello o alguien se lo cuenta bien, no pueden negar a la Academia lo que la Academia es y lo que necesita. Es que es la primera institución cultural de nuestro país, a mucha distancia de cualquier otra, y eso es una evidencia cuya demostración es muy simple. Basta con considerar que gestiona el bien cultural más importante que tiene este país, que es la lengua, con más proyección en el mundo. Nosotros no somos una institución cultural ubicada aquí, en la calle de Felipe IV, que hay que venir a visitar y pagar un tique para entrar a vernos. No, nosotros estamos en el universo, en la geografía hispanohablante, establecida en todas partes en régimen de igualdad con nuestros colegas de las Academias americanas, y esto tiene un valor cultural absolutamente incuestionable, por un lado, e imposible de evaluar. Pero también esto depende de los gobiernos. Debo decir que yo estoy muy agradecido, pase lo que pase, por la sensibilidad que está teniendo el Gobierno actual hacia la Academia, y por lo bien que he sido acogido en todas las conversaciones que he mantenido.  

No fue así con el Gobierno anterior, de Mariano Rajoy, quien no pisó la Academia en ningún momento, ni siquiera con motivo de los actos del tercer centenario de la RAE.

—Ni antes ni después del centenario. Puede haber ocurrido lo que estoy contando, que un presidente tenga tantas cosas que hacer que no le quede tiempo de mirar para acá, o que nadie le señale el lugar donde está lo más valioso culturalmente que tiene nuestro país. Pero sí, el anterior presidente no vino, lamentablemente.

Pero está claro, director, que la Academia es una cuestión de Estado.

"La lengua no tiene la culpa de la desigualdad de la mujer"

—Sí, la Academia es una cuestión de Estado, y hay que considerarlo así. Yo he luchado estos dos meses a brazo partido por que me lo reconozcan, y me he encontrado mucha sensibilidad en ese sentido. Casi todo el mundo me dice: “Pues claro, ¿quién podría pensar de otra manera? Es así”. Y otros comentan: “Es una vergüenza que la RAE sólo reciba, con lo importante que es, un millón y medio de euros del presupuesto. Es una vergüenza. Esa cantidad no significa nada en un presupuesto de un Estado desarrollado como España. No puede seguir ocurriendo”. Y bajo esas premisas estamos tratando de construir otra manera de financiarnos.

Cambiando de tercio, parece que la Academia ha aplazado la aprobación final del informe sobre el lenguaje inclusivo en la Constitución, que le encargó a la RAE la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo. ¿No corre ninguna prisa?

—No corre ninguna prisa, ni nos han urgido después de aquel planteamiento. Yo creo que la vicepresidenta del Gobierno estaba pensando en la probabilidad de una reforma constitucional próxima, y en el marco de esa reforma introducir, en lo que fuese posible, una cierta feminización, valga la expresión, de la Constitución. Pero como no estamos en esa coyuntura y, además, ella conoce la doctrina de la Academia al respecto, pues no nos han urgido. Yo he hablado en alguna ocasión con la propia peticionaria, pero no hemos profundizado en este asunto y no me ha puesto plazo.

Tampoco el momento político actual, con unas elecciones generales convocadas para el 28 de abril, parece el más adecuado.

—Y en cuanto a la Academia, el pleno aún no ha deliberado sobre este informe; igualmente en la casa nadie se siente especialmente urgido. Es una cuestión que está más en la calle. Lo que la RAE dice con carácter general sobre este asunto lo viene repitiendo desde hace mucho, no es un proyecto que tengamos que poner por delante de cualquier otro. En el pleno hemos estado discutiendo, desde que yo soy director, sobre la próxima edición digital del Diccionario, o de otros proyectos que nos apasionan un poco más que ese informe. En efecto. Hay que buscar el momento en el que pueda abordarse una reforma de la Constitución y en el que estén más de acuerdo los partidos políticos. Yo creo que la cuestión del lenguaje formará parte de la mesa de negociación, pero vamos, tampoco es lo más urgente. Hay otras cosas en la Constitución en las que el país se está jugando realmente su estabilidad y su porvenir, como la cuestión de organización territorial.

Cada vez son más los sectores que reclaman la necesidad de reforzar el lenguaje femenino en diferentes ámbitos. ¿Abrirá la mano la Academia y reforzará, por ejemplo, el lenguaje femenino en el Diccionario?

"A lo que no somos favorables es a decir cómo se tiene que hablar. La Academia no puede imponer ningún tipo de lenguaje"

—La Academia estudia desde hace tiempo las reclamaciones sobre la excesiva masculinización de nuestro lenguaje, lo viene haciendo. Por ejemplo, estamos todavía revisando el Diccionario y, en las definiciones de vocablos que empiezan por “hombre que…” lo estamos sustituyendo por “persona que…”. Desde el punto de vista de la receptividad de la Academia a esa cierta evitación de lo masculino, pues yo repito continuamente que a mí me parece razonable la reclamación, que, en efecto, es un problema que está en la calle y, aunque no lo defienda la mayoría de la gente hispanohablante, sí hay unas minorías muy altas que están reclamando esto, y yo creo que hay que ser sensibles a ese hecho. La lengua no tiene la culpa de la desigualdad de la mujer, vuelvo a repetir, pero bueno, puede contribuir a hacerlo un poco más visible, y en la medida que la Academia pueda ayudar a eso, nosotros estamos desde luego dispuestos. A lo que no somos favorables es a decir cómo se tiene que hablar, a imponer un modo de hablar por decreto. La Academia no puede imponer ningún tipo de lenguaje. Lo que tiene es que recoger el lenguaje que se emplea en la calle. Y ese lenguaje en uso va progresivamente feminizándose. Tampoco deberíamos admitir formas expresivas que sean absolutamente antieconómicas, que obliguen a una circulación a borbotones de palabras para explicar algo que se puede exponer de un modo sencillo. Y a mí me preocupa mucho lo siguiente: no se puede estropear el lenguaje. Nos ha costado muchos siglos formarlo, es patrimonio de todos, y de pronto, un lenguaje tan hermoso como el español no se puede convertir en algo afeado y con formas expresivas realmente no bellas, inconsecuentes, innecesarias.

Las redes sociales han cambiado mucho la percepción que la gente tiene de la Academia. En Twitter, la RAE cuenta ya con más de 1,3 millones de seguidores y responde cada día centenares de consultas y dudas sobre el idioma.

—Nos hemos convertido en una institución que tiene mucha presencia mediática, lo cual está bien. Hemos sido siempre una institución algo misteriosa, que estaba metida hacia adentro, y Twitter y las redes sociales nos han permitido salir, y hacerlo de un modo moderno, alegre, festivo algunas veces, sin perjuicio de la seriedad de las respuestas de la casa a las consultas lingüísticas. Y debemos seguir por ese camino. Una institución importante como es la RAE no puede estar al margen de las redes para llegar a los ciudadanos. Nos debemos a la ciudadanía. Por tanto, mientras más presentes estemos, mejor.

¿Y qué tal va la plataforma de Enclave RAE?

—Ya está en funcionamiento, la estamos abriendo para que la gente la conozca y se suscriba por una módica cantidad al año. Ahí están todos los recursos lingüísticos que la Academia ha creado desde su fundación, por tanto, una riqueza de herramientas lingüísticas impresionante. Y estamos contentos con esta plataforma y esperanzados en que realmente se difunda mucho. Enclave RAE viene a contribuir a las pérdidas de ingresos que ha producido la crisis de las ediciones de papel. Ojalá el público vea que es una herramienta lingüística útil y se adhiera.

El lema del Congreso internacional de la Lengua Española, que se celebra estos días en Córdoba (Argentina), es América y el futuro del español: Cultura y educación, tecnología y emprendimiento. Está claro, director, dónde está el futuro de nuestra lengua.  

"No se puede estropear el lenguaje. Nos ha costado muchos siglos formarlo y es patrimonio de todos"

—Somos 577 millones de hispanohablantes, según las últimas cuentas que estamos haciendo, y en España hay 46 millones de habitantes, es decir, menos del diez por ciento. El título del Congreso no está pensado a humo de paja, sino para subrayar que realmente es en América donde está el futuro del español. Allí está la mayoría de los hispanohablantes y, además, América marca la clave de la unidad de la lengua. La Academia lucha por la unidad de la lengua, y tenemos allí los mejores colaboradores para que esto sea posible: las Academias de la Lengua Española, que son unas herramientas absolutamente esenciales, sobre todo para que cada uno de los países hispanohablantes siga sintiendo la lengua española como propia y siga estando orgulloso de las particularidades que presenta este idioma en cada uno de esos países.

Usted es un gran experto en la organización territorial del Estado español, y me gustaría preguntarle por Cataluña. ¿Le preocupa cómo está evolucionando este asunto, cuya solución no se vislumbra?

(Muñoz Machado le ha dedicado “varios libros y artículos” al tema de Cataluña y no suele evitar las preguntas sobre este asunto. Tampoco lo hace en esta ocasión, aunque aclara que cualquier cosa que diga al respecto es su opinión personal, no la del director de la RAE: “Yo represento a la RAE en las cosas de la Academia, pero en las cosas de Santiago Muñoz Machado me represento a mí mismo nada más”, asegura).

"Lo de Cataluña es el problema constitucional más importante que hemos tenido, si se descuenta el asunto del golpe de Estado del 23-F"

—Claro que estoy preocupado, preocupadísimo, por el asunto de Cataluña, que es el más grave que tienen el Gobierno y España en la actualidad. Este es el problema constitucional más importante que hemos tenido, si se descuenta el asunto del golpe de Estado del 23-F, pero incluso aquel golpe de Estado fue más inocente…(el jurista duda antes de proseguir). Bueno, más inocente… Fue bárbaro, pero, digamos, más delimitado temporalmente. Era tan ridículo el golpe de Estado, tan mal planteado, que se agotó en sí mismo. Apareció su majestad el Rey, dijo lo que dijo y aquello se acabó, y además se restablecieron muchas cosas. Fue un principio de reformas ulteriores. Ahora no, porque esto es una situación de tensión permanente, que no se alivia, que ya lleva años, que no es un “día 23-F” lo que está ocurriendo aquí. Hay muchas tensiones que no tienen fácil solución, salvo que los independentistas cedan y se ajusten más a un marco de negociación que respete la Constitución y no aspiren a rupturas ni a cambiar el sistema y la forma de Estado o, claro, que en algunas elecciones, vaya usted a saber cuándo, no tenga tanto apoyo el independentismo.

Usted ha abogado en numerosas ocasiones por la reforma de la Constitución, 40 años después de que fuera aprobada.

—Sí, pero es muy difícil también la reforma constitucional. Creo con toda franqueza que ahora no es posible abordar la reforma constitucional en la actualidad, ni creo que, tal y como están de fragmentados los partidos políticos, sea fácil que se sienten en la mesa. Pero, en fin, yo soy un profesional, un profesor universitario especializado en estas cosas, y mis colegas de España, del extranjero y yo mismo tenemos que procurar crear materiales intelectuales para que los utilicen cuando quieran. No vamos a sustituir a la política, pero debemos tener la maleta bien llena de soluciones, de respuestas y de análisis para que quienes han de hacerlo tengan dónde mirar y dónde apoyarse para cuando sea pertinente.

 

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No sé de qué me habla - Loteria - El Rasca de la Galleta de la Fortuna -  El Gobierno laborista promete no volver a la era de la austeridad , fotos,.

 

El Gobierno laborista promete no volver a la era de la austeridad,.

La canciller de Hacienda, Rachel Reeves, aclara sin embargo que no revertirá su decisión de recortar ayudas a los jubilados, pese a las críticas de los sindicatos,.

Liverpool (United Kingdom), 23/09/2024.- British Prime Minister, Sir Keir Starmer (L), and British Chancellor of the Exchequer, Rachel Reeves (R), gesture during the Labour Party Conference in Liverpool, Britain, 23 September 2024. The conference runs from 22 to 25 September at the Arena Convention Centre in Liverpool. (Reino Unido) EFE/EPA/ADAM VAUGHAN
 
El primer ministro británico, Keir Starmer, en compañía de su ministra de Economía, Rachel Reeves, durante el congreso anual del Partido Laborista celebrado en Liverpool ,.
 
 La Galleta de la Fortuna, el nuevo RASCA de la ONCE que incorpora una suerte  de "filosofía" y una campaña de lanzamiento a lo grande - AZARplus
 

Una de las primeras medidas que tomó el Gobierno laborista de Keir Starmer tras ganar las elecciones de julio fue recortar los subsidios que recibían los pensionistas para las facturas de luz y gas en invierno. La decisión, que no estaba en el manifiesto, le valió al primer ministro su primera rebelión en Westminster. Pero argumentó que no tenía otra opción, debido a la crítica situación de las arcas públicas heredada de los conservadores.

Este es el gran mantra instaurado en Downing Street. El Gobierno no deja de repetir que se ve obligado a hacer recortes impopulares debido a la mala gestión de catorce años de era tory. El problema es que sindicatos, empresarios y las propias bases comienzan a estar cansados de tanto derrotismo. Se considera que se está hablando demasiado sobre la herencia fiscal y no lo suficiente sobre sus planes a largo plazo.

De ahí que la ministra de Economía, Rachel Reeves, apostara este lunes por un tono más optimista en su discurso ante el congreso anual que el Partido Laborista celebra esta semana en Liverpool. «Lo que verán en su ciudad es algo que no hemos visto con suficiente frecuencia en nuestro país: palas en el suelo, grúas en el cielo, los sonidos y las vistas del futuro que se avecina. Lo haremos realidad», matizó. «Este es nuestro momento, nuestra oportunidad de demostrar que la política puede marcar la diferencia, que los mejores días para Reino Unido están por venir», añadió.

La intervención de la primera mujer en la historia de Reino Unido en ponerse al frente de la cartera del Tesoro era uno de los platos fuertes de la conferencia. La ministra dejó claro que no revertiría su decisión de recortar ayudas a los jubilados, a pesar de las críticas de los propios sindicatos, con enorme influencia en la formación. «Sé que no todos en esta sala, o en este país estarán de acuerdo con cada decisión que tome. Pero no eludiré esas decisiones ni por conveniencia política ni por ventaja personal», matizó. También se mantuvo firme en sus acusaciones a los tories, a los que culpó de un agujero de 26.000 millones de euros. «De no tomar medidas enérgicas ahora se plantean riesgos para los próximos años», advirtió.

Con todo, incidió en que estaba construyendo «un país de oportunidades, justicia y emprendimiento». Y, ante todo, prometió que no habrá un regreso a la austeridad. «Porque sé cuánto daño se ha hecho en esos años», señaló entre una gran ovación.

La canciller no reveló detalles sobre los Presupuestos Generales que se presentarán el próximo 30 de octubre. Aunque sí se ha comprometido a un aumento promedio en la partida de Whitehall –donde están los ministerios–. Los economistas advierten que un incremento del 1% sobre la inflación, que se suponía en los planes del Gobierno conservador anterior, significa recortes pronunciados en áreas desprotegidas, como tribunales y gobierno local.

En su intervención, Reeves también cosechó grandes aplausos al anunciar el nombramiento de un Comisionado para la Investigación de la Corrupción durante la Pandemia. «No voy a mirar para otro lado ante todos aquellos que usaron una emergencia nacional para llenarse los bolsillos. No les voy a dejar que se escabullan», aseguró la ministra que cifraba en más de 650 millones de euros «las cantidades regaladas a amigos y donantes del Partido Conservador».

Durante el discurso, tuvo que lidiar con la interrupción de un manifestante propalestino que acusó al Gobierno de seguir vendiendo armas a Israel. «Somos un Partido Laborista transformado que representa a los trabajadores, no el partido de la protesta», aseveró la canciller.

Su intervención recibió una larga ovación poniendo a la sala en pie. Sin embargo, la audiencia a la que tiene que ganarse está en gran parte fuera de la conferencia. El Gobierno está perdiendo apoyo incluso antes de haber alcanzado los 100 días en el poder, en parte por los recortes que ya están implementando. Pero el público al que realmente Reeves quiere hablar, y al que se dirigía gran parte su discurso, es el de las empresas. En este sentido, habló de estabilidad y de un plan que traería prosperidad a Reino Unido. De momento, ha logrado imprimir algo de optimismo. Pero la verdadera prueba de fuego será el próximo mes, cuando se verá si los presupuestos generan confianza a inversores o, por el contrario, ofrecen más motivos de alarma.

  TITULO:Los toros - Vida o Muerte -  Roca Rey vuelve a nacer en la más durísima tarde de soledad: cornada de 30 centímetros ,.

 

Roca Rey vuelve a nacer en la más durísima tarde de soledad: cornada de 30 centímetros,.

Con la plaza convertida en un campo de batalla, sufre una terrorífica cogida en la seria y complicada corrida de Fuente Ymbro,.

 Roca Rey, prendido por la chaquetilla por el segundo toro de Fuente Ymbro

fotos /  Roca Rey, prendido por la chaquetilla por el segundo toro de Fuente Ymbro,.

Andrés Roca Rey volvió a nacer en el más duro campo de batalla. Por los toros y por el público, dividido en dos bandos, con amplia mayoría de los que coreaban al peruano. Fue la más cruda 'Tarde de soledad', la última,.


El diestro peruano ha sido cogido por el segundo de la tarde, en la plaza de toros de Santander y por el sexto de manera trágica; también Cayetano al socorrerlo a cuerpo limpio,.

Tremenda cogida a Roca Rey en Santander (corta un trofeo) y Cayetano le hace el quite
 
  Tremenda cogida a Roca Rey en Santander (corta un trofeo) y Cayetano le hace el quite,.

Se veía, intuía casi como si pudiera olerse el peligro. Era algo que podía ocurrir. Lo vimos dos o tres muletazos antes de que pasara con absoluta claridad. Y llegó. En un pase de pecho el segundo de Bañuelos, que ya había radiografiado a Roca Rey, se metió por dentro y lo cogió. Se vio cómo el pitón quedaba entre las dos piernas al prenderlo, pero a partir de ahí tenía que soltarlo y concurrían infinidad de variables. Salieron las cuadrillas a socorrerlo y el propio Cayetano, sin capote, fue quien llamó al toro por los pitones para quitárselo. Así por dos veces. Roca se repuso quejándose de una pierna y renunció a cualquier atisbo de acogerse al peligro del toro que además se rajó. Al natural desde el principio fue la manera de seguir la faena, sin quitarse ni medir el valor (tiene a espuertas). El toro buscó otros terrenos, refugio en tablas, Roca le puso incesantemente los muslos y metió a la gente de lleno en la faena. La estocada, con el corazón, le dio el trofeo (pedido dos).

En el gigantón sexto apareció en escena Roca. Lo que no sabía es que tenía un buen desafío por toro delante. Apretó a las cuadrillas lo indecible y a todo aquel que fuera para dentro. Las querencias las tenía claras. Acudía con violencia al engaño y pocas certezas. Tampoco supimos nosotros que íbamos a contemplar una de las imágenes más trágicas. El toro encunó a Roca y lo tuvo a merced contra la las tablas. Terror. Indescriptibles momentos que fueron eternos. Cayetano volvió a salir a cuerpo limpio y esta vez le salió caro porque también lo prendió contra el tablero: nefasta opción cuando un toro te tiene ahí. Una locura. Vimos a los dos reponerse de milagro. Eso es lo que había sido. No se entiende de otra manera. Roca Rey había vuelto a nacer, y por dos veces. No lo dudó y regreso a la cara del miedo. Sin él, porque así es él. Aturdido le echaron agua y fue para cuajarlo, para meter en vereda sus desordenadas embestidas y demostrar por qué es quien es. Acongojante faena y escena. La fuerza de la tauromaquia. Entró la espada a la segunda y al presidente casi le cuesta dar la segunda. No hay quien lo entienda.

Espantosa cogida a Roca contra las tablas
 
Espantosa cogida a Roca contra las tablas,.

Los toros de la nieve de Antonio Bañuelos habían emprendido camino a Santander para la cuarta de feria. La corrida subía en presentación a lo que habíamos visto hasta ahora, con algunos toros con mucho cuajo. Joselito Rus estuvo fantástico con los palos con el primero y después el animal quiso rajarse desde el principio y acabó por hacerlo. Antes de había dejado una faena entusiasta a un toro que le podían las irregularidades Cayetano. Cuando decidió que hasta ahí había llegado y se rajó se puso complicado por andarín, a pesar de que Cayetano no perdiera el tiempo y enseguida hubiera cogido la espada. El cuarto tampoco se lo puso fácil. Sin claridad en el viaje y derrotón. Se justificó.

Mientras Roca Rey se iba a la enfermería llegó el turno de Aguado. Fue el toro noble y con buen ritmo, también el toreo del diestro sevillano. Torerísimo el comienzo, la forma de andarle al toro, la trinchera, su toreo tiene sabor. Después le echó los vuelos para desde ahí componer una faena repleta de cadencia y temple. La espada atascó lo que antes había fluido con tremenda belleza y facilidad. Con el quinto, Aguado anduvo a merced, sin acabar de verlo y así con la espada. Las complicaciones del toro eran muchas. Quedaba ver obrar el segundo milagro y la generosidad de Cayetano.

Ficha del festejo

SANTANDER. Cuarta de feria. Se lidiaron toros de Antonio Bañuelos. El 1º, rajado y deslucido; 2º, complicado y rajado; 3º, noble y con ritmo; 4º, complicado; 5º, complicado y deslucido; y 6º, peligroso. Lleno.

Cayetano, de azul pavo y oro, estocada corta (silencio); casi entera (silencio).

Roca Rey, de frambuesa y azabache, estocada (oreja); pinchazo, estocada (dos orejas ).

Pablo Aguado, de catafalco y plata, tres pinchazos, estocada (saludos); estocada, descabellos, aviso (silencio).

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