TITULO: LA LOTERIA DEL VIERNES - ¿Dónde está Wally? - Loteria 15 Agosto - La playa ordenada.
LA LOTERIA DEL VIERNES - ¿Dónde está Wally? - Loteria 15 Agosto - La playa ordenada ,. fotos,.
Escribo
desde la terraza del apartahotel. A las cinco de la tarde, suenan las
campanas de una iglesia cercana. De repente, Benidorm, envuelto en
tañidos, parece un pueblo. Y en esta tarde cálida de verano, pienso que
podría llegar a gustarme Benidorm. Nunca lo pensé, y nunca vine; me
pesaba demasiado el cliché, el estereotipo de sitio cutre y abarrotado.
Pero Benidorm le gustó a Sylvia Plath cuando vino de luna de miel en
1956 y pasó cinco semanas aquí con Ted Hughes; posiblemente, las cinco
semanas más felices de sus vidas. Y le gustó a Susana Estrada cuando
María Jesús y su acordeón, tras coincidir concursando en 'La granja de
los famosos', la invitaron a pasar unos días en Benidorm. Desde
entonces, la Estrada sigue viviendo aquí. Y quién soy yo para
contradecir a esas mujeres.
A lo mejor me gusta porque el primer
Benidorm que veo en mi vida es un Benidorm que no existe, una disrupción
en el tiempo. Las playas atiborradas que aparecían en los informativos
ya no están, ahora son playas de escuadra y cartabón, de aparejador;
playas cuadriculadas en azul; esta es mi parcela y estas son mis lindes.
Solo las pelotas y los críos se escapan de los cercados. Para acceder a
la playa de Levante hay que reservar cita previa por internet o en
alguno de los tres puntos físicos dispuestos para ello. Es curioso
entrar en la playa como quien entra en una discoteca. Y todo el mundo lo
acepta. Todos, menos los abuelos. «Son los únicos que se quejan. Dicen
que ellos viven enfrente de la playa y que están acostumbrados a bajar
por las mañanas temprano y a plantar su sombrilla. Protestan todos los
días», me dice una de las chicas que controlan el acceso.
No
sé si a Iñaki Uriarte, defensor de la playa de Levante, le gustará
verla parcelada. A Uriarte ya le chiflaba Benidorm cuando todos
abominábamos de este lugar, en especial los que nunca habíamos estado
aquí. Reivindicativo, escribía Uriarte en un artículo: «Lo diré de una
vez: esta es la mejor playa urbana que hay (y lo dice uno de San
Sebastián, que sabe de qué va la cosa). Ni Nizas, ni Conchas, ni
Copacabanas. Al menos sí estamos de acuerdo en lo fundamental, en que lo
bueno es el sol, un amplia superficie de arena fina y blanca para cada
uno, y la posibilidad de darse unos frescos y largos baños. ¿La gente?
¿Por lo que se pregunta es por el 'tipo de gente'? Pues como en
cualquier parte. Mayores, jóvenes y niños. De todos los lugares del
mundo. La cartera no se les ve». Quién iba a decir que habría una
conexión entre Belén Esteban, María Jesús y sus pajaritos y un escritor
exquisito. Sentada en la arena, miro alrededor a ver si me encuentro a
alguno de los tres; estoy en esa edad en la que lo mismo me vale uno que
otro.
«¿Mucha gente? Qué va, cualquier otro año a estas horas no podrías ni caminarpor aquí»
A las siete vuelven a sonar las campanas.
Esta vez, son interrumpidas por los gritos de los ingleses. No sé de qué
me extraño: lo primero que vimos nada más llegar al apartahotel fue la
bandera del Leeds colgando de un balcón. Están bebiendo en la piscina
desde las nueve de la mañana. «Los tíos llegan y se piden la primera
cerveza antes de registrarse», me dice el camarero, que sigue atónito
ante el comportamiento humano a pesar de los años que lleva en el tajo.
Yo, al menos, me he pedido la cerveza tras pasar por recepción. Beber
después de registrarse es lo que nos separa de la barbarie.
Será por piscinas
La capacidad vocal de los ingleses es mayor que la de Montserrat
Caballé: estoy en una planta dieciséis, y los oigo perfectamente. Todo
aquí es vertical, demasiado para una tipa con vértigo. A cambio, las
vistas. El pueblo aparece cercado por los rascacielos que son, al mismo
tiempo, su vida y su muerte. Y las piscinas: nunca he visto tantas
piscinas juntas teniendo tan cerca el mar. Piscinas en los hoteles, en
las casas particulares, en las urbanizaciones, en las azoteas de los
edificios. Un reino de taifas; la originaria individualización del baño
hasta que llegó la parcelación de la playa. Este año en régimen de
alquiler; el año que viene, no se sabe.
En Benidorm hacemos las
cosas preceptivas, de obligado cumplimiento: dar una vuelta por el paseo
y llegar hasta el balcón del Mediterráneo. Todo el mundo se quita la
mascarilla para fotografiarse. Hay una señora a la que su hija le está
haciendo un reportaje: mira a la cámara, pone morritos, mueve la melena
rubia, se sienta junto a un cañón, se apoya, coqueta, en la fuente.
Después, en la habitación de hotel, subirá las fotos a una aplicación
para solteros exigentes. Al contrario que Terelu, que afirma que ya no
habrá más hombres en su vida, la señora no ha perdido la fe en el amor;
se nota porque mueve la cadera al ritmo de la guitarra española que un
prójimo toca sobre un fondo musical de saxo seductor, un crossover entre
Kenny G. y Tomatito que convierte el atardecer en un anuncio
promocional de la España ochentera. Ojalá la señora ligue esta noche.
El
paseo de la playa de Levante está lleno de gente. Hablo con un abuelo
que está sentando en un banco, absorto en el mar. Estupefacto, con las
cejas en arco de medio punto, me mira como si acabara de haberme visto
bajar de un platillo volante cuando le comento que hay más movimiento
del que me esperaba.
-«¿Que hay mucha gente? Qué va, cualquier otro año a estas horas no podrías caminar por aquí. No hay nadie».
A treinta
La recepcionista del hotel me ha dicho lo mismo: están a un
treinta por ciento de ocupación. Pues si este verano Benidorm está
vacía, no quiero ni pensar cómo será a pleno rendimiento. Por eso creí,
ingenua, que encontraríamos sitio para tapear en la calle de los vascos.
O en la calle del coño: antes de salir de casa me contó Vicente,
también embajador de Benidorm, que la calle se llama así porque muchos
vascos se encuentra por la zona y se saludan diciéndose: «Coño, Iñaki,
qué haces tú por aquí». Pues, coño, hay mucha gente, demasiada para
mantener un mínimo de distancia, así que terminamos cenando de plato en
un restaurante postinero y mucho menos lleno. A este ritmo, no sé cómo
voy a acabar el periplo después de tantos días comiendo fuera. Para
eliminar los pensamientos negativos, pido postre. Combatiendo el fuego
con el fuego.
Sigo escribiendo. Ahora se oye la voz de un
animador de un hotel. Me asomo al balcón: no, es un profesor de salsa
que está dando una clase en una plaza junto al Ayuntamiento. Salsa
individual, como los sobrecitos de ketchup. ¿Ketchup? Pues ya me ha
entrado hambre otra vez. Me meto en internet para buscar algún sitio
donde cenar. De repente, recuerdo que no hay wifi en el hotel; dieron la
línea de baja durante el confinamiento, y están tardando mucho en
volver a instalarla. Tiro del 4G del móvil. Funciona. Que viva la
tecnología. Y que me perdone Miguel Bosé.
TITULO:
EL DIVAN DE OLGA VIZA - La Champions exprés marca un agosto con acento español,.
La Champions exprés marca un agosto con acento español,.
Resuelto el título de Liga a favor del Real Madrid, invencible en el esprint final de 11 partidos sin tregua, la próxima semana
vuelve a escena la Liga de Campeones
con un formato inédito para un agosto frenético. La máxima competición
continental por equipos regresa cinco meses después del obligado parón
por la pandemia del coronavirus y promete grandes emociones y grandes
sorpresas. Sobre el papel, la competición se equilibra al jugarse todos
los duelos de cuartos
a partido único y sin público en Lisboa, ya sea en el José Alvalade del Sporting o en el estadio benfiquista Da Luz.
A
tenor del sorteo, celebrado el pasado 10 de julio, en la capital lusa
podría repetirse otra histórica final madrileña tras la 'décima'
conquistada en la prórroga por el
Real Madrid en 2014. Sueñan los blancos con su decimocuarto título para culminar un curso de ensueño, pero para ello antes
deben remontar ante el Manchester City
de Pep Guardiola el 1-2 del Santiago Bernabéu. Será un duelo sin
público pero en el Etihad, ya que el Reino Unido no exigirá en este caso
confinarse dos semanas a todo aquél que viaje desde territorio español.
Si supera el reto 'citizen',
en cuartos asomaría la Juventus de Cristiano, si es que el reciente campeón de la Serie A remonta sin su afición el 1-0 adverso de la ida contra el Lyon.
El
Atlético, único de los representantes españoles
ya clasificado para cuartos,
ambiciona ese primer gran título que se le resiste después de tres
finales perdidas de forma dramática, una ante el Bayern por penaltis en
1974 y las dos recientes ante su eterno rival, en la prórroga de Lisboa y
en los penaltis de Milán. A priori, tiene un recorrido relativamente
accesible ya que primero le corresponde
el Leipzig y después el ganador de un Atlanta-PSG devaluado porque los franceses no reanudaron la Ligue 1 y estarán bajos de forma.
Para el
Barça de Quique Setién,
cuyo futuro está más que en entredicho, y de Leo Messi, en horas bajas
pero motivado para la ocasión, supone la gran oportunidad de desquitarse
del mal trago que ha supuesto perder la Liga. En el camino hacia su
sexta Champions, primero tiene que hacer bueno en un Camp Nou desierto
el 1-1 de San Paolo ante
el amenazante Nápoles de Gennaro Gattuso
y luego superar al Bayern, con pie y medio en cuartos tras pasar por
encima del Chelsea en la ida de Stamford Bridge (0-3). En semifinales
podría darse ese clásico que el gran aficionado espera con ilusión.
Sin Ramos ante Guardiola
Por orden cronológico, el carrusel para los españoles se abrirá
el 7 de agosto, a las 21.00 horas, con el duelo del Etihad. Pese a su
importante ventaja en el primer asalto, entre los ingleses se ha
instalado
la cautela que pregona Guardiola, quien jamás
dará por muerto a su temido Real Madrid antes de tiempo. El técnico
'citizen' asume que este tipo de duelos no se ganan desde la táctica
sino desde el hambre de los propios jugadores. En la misma línea, el
portugués Bernardo Silva ha insistido en que «el City no pasará a
cuartos si no juega muy bien frente al Madrid».
En los merengues, Zidane confía en que el descanso haya servido solo para
recargar las pilas y regresar con renovados bríos,
no para pensar que ya se ha cumplido con el ansiado 34 galardón
liguero. «Claro que podemos ganar en Mánchester y que queremos la
Champions», dijo el técnico marsellés tras conquistar el torneo de la
regularidad, el que premia el esfuerzo de todo un año, la unión del
grupo y la fortaleza de un vestuario.
Sancionado el capitán Sergio Ramos, la principal incógnita reside en saber si el belga
Eden Hazard
estará a punto frente a un adversario al que el TAS ha anulado la
sanción que le impuso la UEFA sin poder competir dos años en Europa y
que ha acabado segundo la Premier con 81 puntos, a 18 del Liverpool,
tras 26 victorias, tres empates y nueve derrotas. Si avanza, el Madrid
volvería a jugar su duelo de cuartos el 15 de agosto en el José
Alvalade.
Gattuso amenaza a Setién
Una semana antes, el próximo sábado, cita cumbre para el Barça
ante el Nápoles en un fantasmal Camp Nou. Será el momento de ver si la
conjura de técnicos y jugadores
tras caer ante Osasuna y dar por perdida la Liga ha surtido efecto o es
un brindis al sol. Más allá de la clase o de la estrategia a emplear,
será clave el estado físico en el que lleguen los catalanes frente a un
rival que conquistó la Copa de Italia al vencer a la Juve por penaltis y
desde hace tiempo solo piensa en clave Barça.
«En las últimas
jornadas del campeonato le pedí al equipo que subiera el nivel porque en
breve podemos entrar en la historia del Nápoles, que nunca ha llegado a
cuartos de la Champions», subraya el corajudo exfutbolista y actual
entrenador. El
valioso gol de Griezmann en la ida debe
rentabilizarlo el Barça, que jugaría los cuartos el 14 de agosto en Da
Luz. El horizonte de los bávaros en ese cruce es aterrador en el actual
momento culé.
Soñar tras el milagro de Anfield
Más benévolo resultó el bombo para el Atlético, en franca
progresión desde el milagro de Anfield en octavos, con Marcos Llorente
reconvertido en fiable delantero. Primero porque Simeone conoce de
antemano su rival de cuartos y puede preparar la cita hasta el día 13, y
segundo porque
el alegre Leipzig es novato en estas
lides y no contará con su mayor estrella. Timo Werner, el goleador del
conjunto alemán, ha fichado ya por el Chelsea para la próxima temporada y
no jugará.
El delantero titular de la selección alemana ha sido
la luz del equipo para acabar en la tercera plaza de la Bundesliga,
anotando 28 goles en la competición y alcanzando los 34 en total al
sumar cuatro más en Champions y dos en Copa. Es un equipo
muy vistoso y ofensivo,
que ha hecho 105 goles esta temporada pero ha encajado 51. Destaca en
sus filas el español Dani Olmo, pretendido por unos rojiblancos que
desconfían de su condición de favoritos. «La eliminatoria está al 50%»,
sentencia el Cholo Simeone, en su tono habitual.