TITULO: MAS
VALE TARDE LA SEXTA - BICICLETA - La lotería - Cruz Roja - La loteria
jueves - LA NOCHE ABIERTA - Cortina: "Después de cuatro años, toca cambiar de equipo" ,.
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LA NOCHE ABIERTA
Progroma presentado por Pedro Ruiz, entrevistas por La 2 los martes a las 22:30, un gran espacio de música, foto etc.
Cortina: "Después de cuatro años, toca cambiar de equipo",.
El asturiano, de 24 años, cambiará de equipo para 2021, tal como contó a AS. Tras cuatro años en el Bahrain, ofertas no le faltan de cara al año que viene.
Iván García Cortina (24 años) no continuará en las filas del Bahrain-Mérida la próxima temporada. "Después de cuatro años, toca cambiar de equipo y de aires", dijo el astuariano a AS en la reanudación de la temporada ciclista. Cortina corrió en la Strade Bianche, que no pudo terminar, y sigue en Italia para preparar las siguientes clásicas. Será a mediados de mes cuando tenga la confirmación definitiva de si forma parte del equipo que estará en el Tour de Francia arropando a Mikel Landa, entre otros objetivos, y también será en agosto, salvo giro radical, cuando anuncie su nuevo equipo para 2021.
Llegó al Bahrain en 2017 tras haber estado anteriormente en el Klein Constantia, el que fuera equipo filial del Deceuninck Quick-Step. Cortina, que lleva una clara trayectoria ascendente en el Bahrain, ya participó en la Vuelta en 2017 y en 2018, mientras que el año pasado estuvo en el Tour de Francia. Sin embargo, siempre ha dicho ser un clasicómano, de los pocos españoles que existen actualmente en el pelotón. En la París-Roubaix del pasado año, un pinchazo le apartó de las opciones de triunfo cuando estaba en el grupo cabecero que a la postre se jugó la victoria.
Acumula dos victorias en su palmarés, ambas al esprint y en World Tour. La primera llegó el año pasado en el Tour de California, un triunfo que venía rondando durante tiempo y que finalmente se pudo dar en suelo norteamericano. Fue este año cuando logró, por el momento, su gran logro: el triunfo en la tercera etapa de la París-Niza por delante de... Peter Sagan, uno de sus referentes años atrás. Ahora, a escasos meses de cumplir 25 años, Cortina decide dar un cambio importante a su carrera. Ofertas no le faltan a un 'Guaje' que, tras una dura preparación en Andorra, espera brillar en estos meses intensos de competición que restan y brindar alguna victoria más al Bahrain antes de despedirse. La París-Roubaix, su gran objetivo.
TITULO: Hora Punta, el programa de TVE de Javier Cárdenas - Barco a Ibiza,.
Barco a Ibiza
Un país en mascarilla
De cómo embarcar en Denia siendo una señora y llegar a la isla convertida en una cereza de Pachá,.
Nunca me he levantado a las 4 de la mañana. Acostarme sí, que una ha sido cocinera antes que fraile y crápula antes que señora bien, pero un madrugón a la altura de los grandes de la radio matinal no me lo he pegado jamás. Si antes admiraba a Luis del Olmo, que se pasó cincuenta años levantándose a estas horas indecentes, ahora lo venero. Buenos días, España.
Con un estómago al que sólo le cabe un café y unos ojos que aún no saben que tienen que abrirse, pongo rumbo a Denia dispuesta acoger un ferry hacia Ibiza. Los del vulgo queremos hacer cosas de ricos, pero como no tenemos ni barco ni avión propios, tenemos que conformarnos con lo que hay. Lo curioso es que, hace años, me invitaron a ir a Ibiza en avión privado. No acepté. No sé si me pesó más la conciencia de clase o que no tenía que ponerme. Conociéndome, opto por lo segundo.
Al entrar en el puerto, te recibe una discoteca en forma de barco. Nadie a estribor, nadie a babor, cuatro personas en la popa. Un barco fantasma. Contemplándola, me fumo el primer cigarrillo. «El alivio que me produce la primera bocanada es inmediato, de una virulencia sorprendente. La nicotina es una droga perfecta, una droga simple y dura, que no proporciona ninguna alegría y se define totalmente por la carencia y por el cese de esa carencia». Pego la última calada mientras suscribo las palabras de Houellebecq al principio de 'Serotonina'. A mi lado, hay un grupo de chavales fumadores que también estarían de acuerdo con el francés. Y con Chimo Bayo: gafas de sol sin sol, camisetas sin mangas, cabezas sin cerebro. Parece que acaban de llegar de fiesta de la discoteca fantasma. ¿Que no hay huevos de irse a Ibiza? Sujétame el cubata.
Esperando para subir al ferry, empieza a amanecer. Es la primera vez que veo amanecer en muchos años; al menos, sobria. Con la luz empezamos a reconocernos (muchas familias españolas, algunas guiris, chavalería variada y una japonesa) y a situarnos en nuestras posiciones de salida; unos dentro de los coches, otros en una cola larguísima. Las colas larguísimas serán la tónica general del viaje. Y la tardanza: al mantener la distancia de seguridad, ya no puedes presionar al de delante. Y el de delante, sin prisas, le pregunta al recepcionista a qué velocidad viaja el barco, cómo se hace un as de guía y a qué hora es la actuación de Charo Baeza. Como si estuviera navegando en el Princesa del Pacífico. Pero no, los del vulgo nunca haremos un crucero por el Caribe. O sí, que entre nosotros también hay clases: los de los camarotes, los de butaca mullida y los que permanecen tirados en los asientos de cafetería jugando a las cartas o mirando el móvil.
Madre e hija comparten peinado y talla de camiseta, con perjuicio evidente para la primera
Servidora ha reservado un camarote. No sé si me ha pesado más sentirme segura en mi aislamiento o que, al llegar a Ibiza, he quedado con Coral, una amiga monísima, jovencísima y listísima, y no voy a encontrarme con ella pareciendo exactamente lo que soy, una señora de cincuenta años con media hora de sueño en el cuerpo. Conociéndome, vuelvo a optar por lo segundo. Y empiezo a pensar que, en mi caso, siempre prevalece la estética sobre la ética.
Tengo hambre. Tenemos hambre: una cola de cartilla de racionamiento. Todos guardamos nuestro turno separados discretamente, oliendo a gel hidroalcohólico, sufriendo el aire acondicionado y siguiendo las indicaciones de los marineros y de los letreros en el suelo. Todos menos un tipo que, vestido con una combinación de estampados tan estrafalaria que haría llorar a Naty Abascal, atraviesa la cola y se acerca a un padre de familia. «5 euros costa una llauna de cervesa, tu! Si ho arribo a saber, me n'emporto una nevera plena! Què lladres!».
Después de soltar este exabrupto tan alterado como si anunciara la llegada del Apocalipsis, el tipo se larga. El padre de familia, que lleva una silleta con mellizos a juego con una cara de no haber cerrado un ojo en año y medio, me mira para que yo le confirme que sí, que las cabezas no están buenas. De hecho, a algunos sólo les sirven para llevar el pelo: una madre y una hija comparten el mismo peinado de trencitas a lo Bo Derek y la misma talla de camiseta, con evidente perjuicio para la primera. El tema de las tallas es un problema generalizado entre el pasaje del ferry, que abunda la carne de gimnasio con camiseta reventona y la carne mechada con vestido de punto. Entre tanto despropósito estilístico, sobresale una chica en rayas marineras, que un barco es un barco aunque sea un ferry, que hay que ir ad hoc, y que la muchacha se cree Nieves Álvarez haciéndose un reportaje para ¡HOLA! en el yate de Valentino rumbo a Cerdeña. Mejor eso que la Bo Derek de mercadillo.
Fresca y descansada
Yo también voy a cambiarme de ropa y a maquillarme, que quiero bajarme del barco igual que Preysler baja de los aviones: relajada, descansada, fresca, preparada para un cóctel de bienvenida o para charlar animadamente con el embajador de Filipinas. No lo consigo, pero lo intento. Si Wilder se preguntaba «¿Cómo lo haría Lubitsch?», yo me pregunto cómo lo haría Preysler. Sigo sin respuesta. El marinero golpea la puerta del camarote. «Les anunciamos que en veinte minutos desembarcaremos en Ibiza». Termino de peinarme. Volvemos a hacer cola para bajar a tierra. Al salir, los fumadores y admiradores de Chimo Bayo ya tienen la música a tope en el coche: la isla reclama a los suyos; los suyos sienten la llamada de lo salvaje y contestan en su mismo lenguaje. David Guetta comienza a parecerme un melódico.
Al bajar del ferry, no me sorprende tanto que no nos tomen la temperatura como que no nos midan la grasa corporal: cuando estuve en Formentera, la gente era tan insultantemente guapa que llegué a convencerme de que te medían y te pesaban al llegar a la isla y, si no cumplías los requisitos para desfilar en la Semana de la Moda deMilán, te deportaban a tu lugar de origen; una devolución en caliente por cuerpo irregular tirando a mal. Que a mí me dejaran entrar y quedarme una semana es un misterio para el que aún no tengo respuesta. Como para lo de Preysler.
Pero Ibiza es otra cosa. Es la tierra de la libertad y del color; lo fue en un momento gris oscuro casi negro, negrísimo («la playa libre y remota de una dictadura mesetaria y de secarral», escribió Umbral) y lo sigue siendo ahora. Ibiza es una isla orgullosa de sí misma, de su alegría, de su belleza, de sus pinares y de su capacidad de acumular extravagancias. Si de niña La Manga se me antojaba tan lejana como Plutón, Ibiza me parece Venus, el planeta más cercano a la Tierra, porque a esta isla nada de lo humano le es ajeno, porque aquí puedes ser quien eres o, mejor aún, quien quieres ser. Y yo quiero ser una cereza de Pachá. Buenos días, Ibiza.
TITULO: CAMPO ESTRELLAS BARCELONA - Baloncesto - Roberto Dueñas,.
¿Qué fue de Roberto Dueñas? El gigante al que eligieron los Bulls de Jordan
"Ahora me siento feliz en la Escuela del Barcelona", dice el expívot (2,21), que desde hace cuatro años trabaja con niños de 4 a 12 años.
Roberto Dueñas tiene 44 años y hace casi 13 que dejó el baloncesto en activo, pero ha seguido ligado a él. Una década en el Barça le encumbró en la élite del baloncesto español. Lo ganó todo como azulgrana, pero ahora se siente feliz con su trabajo en la Escuela de Basket del Barça. "Siempre que haya relación entre deporte y los más jóvenes allí estaré, porque las actividades como ésta siempre son positivas para los niños".
"Yo nací en Madrid capital y a las pocas semanas mis padres se fueron a vivir a Móstoles, donde estuve hasta los 13 o 14 años. Y después a Fuenlabrada hasta los 18. En ese momento me vine a Barcelona". A los 11 años se le diagnosticó una acromegalia, una alteración que consiste en la secreción excesiva de la hormona somatotropa que lleva al gigantismo y que incluso puede ser mortal. Le operaron en el hospital Gregorio Marañón de Madrid y merced a un gran trabajo de desarrollo físico y con una técnica innata salió adelante.
Con 17 años llegaría su curioso fichaje por el Fuenlabrada. "Jugaba en el juvenil del Móstoles, pero ya vivía en Fuenlabrada. Por las mañanas iba al colegio a Móstoles y cogía el autobús que me dejaba justo delante. Un día alguien le dijo a Miguel Ángel Fernández, técnico de base del Fuenlabrada, que habían visto a un chico muy alto en la parada de Fuenlabrada".
"Vino a hablar conmigo, pero la primera vez yo ya no estaba, porque había subido al autobús. Aun así estuvo dos o tres días yendo a la parada para verme. Al final, coincidió conmigo y me preguntó si jugaba. Yo llevaba un par de meses jugando en Móstoles, pero a mí, evidentemente, me venía mejor jugar donde vivía". El Fuenlabrada logró hacerse con Dueñas a cambio de material deportivo.
Entonces ya media 2,18 metros y al Barça le llamó la atención. Juan Llaneza negoció con el club fuenlabreño y aunque los azulgrana le ficharon le permitieron estar un año más allí. En la temporada 1995-1996 vino a Barcelona, jugando esa campaña en el CB Cornellà, equipo vinculado de la Liga EBA a las órdenes de Agustín Cuesta.
El 17 de diciembre de 1995 debutaba en la Liga ACB en la pista del Gran Canaria (64-89) y jugaba su último encuentro con la camiseta azulgrana el 30 de enero de 2005, en la pista del Caja San Fernando (70-67). Entre uno y otro ganó 6 Ligas, 2 Copas del Rey, 1 Euroliga y 1 Copa Korac.
En el 2003, entrenado por Svetislav Pesic, ganaba la Euroliga por primera vez para el club. Para él, "ese título fue especial". "Lo especial para mí fue la época que viví en Barça (1995-2005), ya no por los títulos que gané, sino a nivel personal porque allí me formé como persona, como ser humano y crecí deportivamente. Siempre le estaré eternamente agradecido al club".
"El 2003 fue el año perfecto: lo ganamos todo (Liga, Copa y Euroliga). Esa temporada la tengo grabada porque ni en mis mejores sueños hubiese pensado ganar la Euroliga en Barcelona", señala. Al final de la temporada 2004-2005 dejaba el Barça y fichaba con el Akasvayu Girona (2005-2006). En su segunda temporada le cortaron en octubre (2006), para fichar por el Joventut en noviembre. Jugaría su último encuentro en la liga ACB el 28 de abril de 2007, con 1:45, curiosamente en la pista del Fuenlabrada.
Se retiró con 31 años debido a sus problemas de espalda. "Hay gente que intenta alargar al máximo su carrera y yo lo hubiera intentado, pero físicamente para mí era muy frustrante el hecho de no jugar al nivel que yo había jugado. Me daba cuenta en la pista de que no podía y mi cabeza me funcionaba bien, pero mi cuerpo ya no".
"Mi última temporada en el Joventut" -revela- fue un suplicio, no estaba bien. El año anterior me había operado de la espalda y decidí que lo más honesto y sincero conmigo mismo era retirarme porque incluso entrenando no podía casi ni saltar; era una impotencia tremenda".
"Si jugué en la Penya fue por la motivación de volver a estar con Aíto García Reneses porque me había ayudado bastante en mi carrera, pero había estado cuatro meses casi sin entrenar el año anterior en el Akasvayu y eso me perjudicó muchísimo. Cuando llegué al Joventut ya no estaba bien", concluye.
El 8 de julio de 2007 anunciaba su retirada de las pistas y su dorsal con el número 12 fue retirado el 4 de noviembre de 2007 y colocada en lo alto del Palau, donde está junto a los de Juan Carlos Navarro, Epi, Solozábal y Andrés Jiménez
Afirma que se queda con "el cariño y el afecto" que siempre recibió de la gente desde que llegó a Barcelona. "Para mí ha sido lo que más he valorado y lo más importante porque me sentí muy a gusto y muy querido y hay muy pocos jugadores que puedan decir que han estado diez años en el Barça"
La NBA de ida y vuelta
Le eligeron Chicago Bulls en la segunda ronda (nº 58) del Draft de la NBA de 1997. En octubre de ese año, en el Open McDonalds de París estaban el Barça y los Chicago Bulls, que lo ganaron y Michael Jordan fue el MVP. Jerry Krause, mánager general de los Bulls, le invitó a Chicago para asistir a los playoffs y las finales de la NBA
"Al ser elegido en segunda ronda tenía el mínimo garantizado. En ese momento yo tenía contrato con el Barça y estaba muy bien en Barcelona. Estuve 24 días en Chicago, pero el estilo de vida era muy diferente al mío, yo era muy hogareño y valoraba mucho el entorno que tenía aquí y preferí quedarme. Además, en aquella época, pocos jugadores de España iban a la NBA, solo había jugado Fernando Martín (1986-1987)".
"Nunca hablé con Michel Jordan, a mí me presentaron a Bill Cartwright, el segundo entrenador, visité todas las instalaciones del United Center, vi cómo entrenaban y a Jordan jugando los partidos desde las gradas, poco más", incide.
El carné de conducir y las entrevistas
"Me saque el carné en el año 2000, con 25 años y casi fue por aclamación popular. Estaba harto de que la gente me dijera porque iba en autobús o en metro, algo que hacia encantado. Me lo saqué para que me dejasen tranquilo de una vez. Reconozco, y es evidente, que después estuve encantado de tener coche".
"Nunca, ni cuando era jugador, me gustaban las entrevistas.Como ahora no tengo ninguna obligación de hacerlas, no las hago, excepto por algo puntual. Entiendo que cuando jugaba tenía una repercusión y como profesional sabes que la prensa y todo eso forma parte del tinglado. Cuando dejé de jugar era consciente de que ya no era noticia y que, deportivamente, ya no soy nadie,"
La Escuela de Basket del Barcelona: su mayor logro
Cuando dejó de jugar empezó con el baloncesto formativo, haciendo bastante tecnificación con los niños de cantera. Después estuvo cuatro años en La Masia azulgrana con temas de tutoría y otras cosas que no tenían que ver con baloncesto.
"Hace cuatro años me preguntaron por qué no existía en el Barça una Escuela de Baloncesto cuando en el fútbol había y hacia muchos años que funcionaba, —lo que hoy es la Barça Academy— y me ofrecieron ayudar a implantarla. Empezamos de cero y, la verdad, es que ya hacía muchos años que Joan Montes lo había intentado, pero entonces no tiró adelante".
"Así que llevo cuatro años dedicándome solo a la Escuela, Nacho Solozábal también está en ella, y este año hemos llegado a 180 niños desde 4 a 12 años y está montada un poco como de iniciación al baloncesto, no hay ningún requisito para entrar más allá de la capacidad de plazas y este año ha estado completa".
Está distribuida en dos turnos: lunes-miércoles y martes-jueves. No compiten a nivel federado, pero sí que lo hacen en una liga interna y también juegan partidos amistosos con colegios y diferentes escuelas. Además hay otras muchas actividades.
No oculta que es un proyecto que le gusta mucho. "Me lo paso muy bien. Además, yo siempre he sido un poco romántico y pienso que eso es lo que le faltaba un poco a la cantera del Barça. Ya hemos pasado chicos de la Escuela al de baloncesto formativo".
Su mayor sueño en esta faceta es que "un niño que hubiese cubierto todas las etapas, desde que llega a los cuatro años, pasando por todas las categorías de cantera y el Barça 'B' pudiese llegar al primer equipo". " Es algo cada día más difícil y si no es así, que al menos se pudiese dedicar profesionalmente al baloncesto".