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Verónica Echegui (Madrid, 16 de junio de 1983) es una actriz española.
Biografía
Nació el 16 de junio de 1983 en Madrid. Fue candidata al Premio Goya a la mejor actriz revelación por la película Yo soy la Juani, en la XXI edición de los Premios Goya.El 10 de enero de 2012 la actriz fue nominada a los Premios Goya por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España como Mejor Actriz por la película Katmandú, un espejo en el cielo.1
Filmografía
- La gran familia española (2013)
- La fría luz del día (2012)
- Katmandú, un espejo en el cielo (2012)
- Verbo (2011)
- Seis puntos sobre Emma (2011)
- La mitad de Óscar (2010)
- Bunny and the Bull (2009)
- 8 citas (2008)
- La casa de mi padre (2008)
- El patio de mi cárcel (2008)
- Tocar el cielo (2007)
- El menor de los males (2007)
- Un difunto, seis mujeres y un taller (2007)
- Yo soy la Juani (2006)
- El álbum blanco (2005)
- Cerrojos (2004)
Series de televisión
TÍTULO: EL MIEDO SERPIENTES,.
SERPIENTES-foto
Soy un hombre maduro, eso creo. Tengo 35
años, me llamo Luis y estoy casado hace diez con una mujer tres años
más joven que yo. Se llama Laura. A pesar de lo largo de nuestro
matrimonio no hemos tenido ningún hijo, pero vivimos muy felices, ya que
mi mujer es maravillosa.
Yo trabajo en una gasolinera ocho horas
diarias, y cuando regreso al hogar cansado, mi adorable esposa me tiene
ya preparada la cena, siempre suculenta, riquísima. No me canso de hacer
halagos a mi mujer, ella es buenísima, nunca que yo recuerde hemos
discutido y eso si que es difícil tras diez años de matrimonio. Pero
todo es gracias a ella, nunca se queja de nada, aguanta todas mis manías
por tontas que éstas sean.
Si, porque yo tengo algunas manías,
bastantes de ellas, ridículas. Pero la más terrible de todas es una
repulsión atroz hacia las serpientes. Las odio. Me repugna el pensar en
su cuerpo escamoso y viscoso, su piel fría, y su lengua retráctil. Hace
poco, dieron un documental en la televisión sobre estos animales. A los
pocos minutos tuve que desconectar el aparato porque no podía
soportarlo. Un sudor frío empezaba a perlar mi frente y un pequeño
temblequeo se apoderaba de mi cuerpo. He ido a bastantes médicos y todos
me han dicho lo mismo; no se preocupe, no tiene importancia, eso se le
pasará, además no es tan grave como usted cree. Eso piensan ellos; pero
tenían que ver lo que me ocurre cada noche. Siempre igual. Me asaltan
unas horribles pesadillas en las cuales cientos de serpientes de todos
los tamaños se abalanzan sobre mi, cuando están a punto de destrozarme
me despierto bañado de un sudor frio y con el corazón palpitándome como
una locomotora. Miro alrededor y veo a mi mujer dormida placidamente,
entonces me calmo y vuelvo a dormirme tranquilamente.
Hará una semana, fuimos con unos amigos
al zoológico; íbamos muy contentos, habíamos visto ya casi todos los
animales cuando nos dirigimos al sitio de las serpientes. Recuerdo que
había dos, un macho y una hembra; eran dos cobras. Me miraban como con
odio, igual que yo a ellas; de pronto el macho dio un salto hacia
adelante como queriendo atacarme. A pesar de que el recinto estaba
cerrado con cristales di un salto hacia atrás. Mis amigos no se dieron
cuenta, pero si mi mujer, la cual me abrazó fuertemente a la cintura,
diciéndome al oído:
"No te preocupes cariño, vámonos a casa".
También recuerdo que un vecino nuestro
es muy aficionado a esta clase de bichos. Tiene siete serpientes,
algunas de ellas gigantescas como una pitón de dos metros y medio de
longitud. Es un hombre muy amable y simpático; pero para mi es como si
fuera la persona más grosera del portal. Nunca he ido a su casa. Mi
mujer si; ella nunca ha dicho nada, ella me comprende.
Mi manía, creo que es debida a una
situación que me ocurrió en mi infancia cuando tenía seis años. Unos
gamberros de mi barrio me cogieron y me ataron a un árbol. Después
cazaron una serpiente pequeña y me la empezaron a pasar por mi cuerpo
sin que llegara a tocarme. Yo gritaba como un loco y cuando por fin se
cansaron del espectáculo, la mataron y me la colocaron en la cara.
Aquello fue algo superior a mis fuerzas, y me desmayé. Cuando desperté
estaba en mi casa atendido por mi madre.
En fin, este es el relato de mi terrible
manía. Sé que a alguna persona le parecerá estúpida. Pero para mi es un
verdadero suplicio. Espero que me comprendan como me comprende mi
mujer. Y si alguna persona tiene una manía semejante a la mía desearía
que tuviera a alguien en quien confiar como mi esposa Laura.
-Bueno, ya he llegado del trabajo, he cenado y ahora me voy a acostar.
Laura se ha quedado en el salón viendo
la película que ponían en la televisión. Yo no he querido quedarme,
prefiero dormir que mañana tendré que madrugar. Ya me he metido en la
cama; que caliente...¡¡¡Un momento!!!. ¿Que es esto que estoy tocando
con los pies, tan frío y escamoso. No será... Laura, ven, corre, la cama
está llena; Laura por favor, la cama está llena de..... SERPIENTES...
Del salón llegó únicamente como respuesta una diabólica carcajada...
-Ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,jaaaaaaaa...
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