domingo, 6 de julio de 2014

DESAYUNO DE DOMINGO CON Raquel Sánchez Silva: / EL VIEJO TRUCO DE LORD BYRON,./ LA COCINA DEL DOMINGO, PRESA DE CERDO IBERICO ZUBIGAIN,.

  1.  
    "A la gente sin sexo se le nota mucho, sobre todo a los hombres,."

    Pues le ha salido una novela en la que hay mucho sexo duro y explícito. ... A la gente sin sexo se le nota; los hombres, sobre todo, tienen ...foto,.
     
    Desayuno de domingo con...

    Raquel Sánchez Silva: "A la gente sin sexo se le nota mucho, sobre todo a los hombres"

    Nací en Plasencia (Cáceres), soy presentadora de televisión y tengo 41 años. He escrito mi primera novela, 'Mañana, a las seis' (Ed. Planeta), y estoy aterrada, como cuando hacía exámenes finales.
    XLSemanal. ¿Este libro lo ha escrito en Honduras durante el programa de Supervivientes?
    Raquel Sánchez Silva. Sí, a veces con el chubasquero puesto, con los pies llenos de barro o mareada del barco y en un estado lamentable.
    XL. Y en un año crítico, pocos meses después de morir su marido...
    R.S.S. Es que creo que la acción es la única forma de superar cualquier cosa en la vida. Ni siquiera hice terapia, he intentado sobreponerme sin ayuda.
    XL. Dice que le parece impúdico llorar delante de la gente.
    R.S.S. Me parece indecente, pero escribiendo este libro he llorado mucho: casi me cargo el teclado con las lágrimas que caían en él, de verdad.
    XL. Pues le ha salido una novela en la que hay mucho sexo duro y explícito...
    R.S.S. Sí. Para narrar hay que saber, y yo sabía [ríe]. En mi familia, el sexo es algo natural. Recuerdo, de niña, entrar en el cuarto de mis abuelos y encontrarlos desnudos sobre la cama.
    XL. ¿Y entonces?
    R.S.S. Ellos me decían: «Ven, ven». Y yo me echaba con ellos. Y mi abuelo me decía: «Tú eres guapa, pero ¿has visto mujer más guapa que tu abuela?».
    XL. Ya entiendo tanta desinhibición.
    R.S.S. Me enseñaron así. También me gusta hablar con mis amigas y son muy deslenguadas [ríe]. Cuando las mujeres hablamos de sexo..., es muy bestia.
    XL. El del libro es, a veces, un lenguaje más de hombre que de mujer.
    R.S.S. ¿Crees que hablo como un tío? Boris [Izaguirre] también dice que soy muy masculina cuando hablo de sexo...
    XL. ¡A mí no me líe!
    R.S.S. Me lo voy a tener que mirar, sí. ¡Esto sí que necesita terapia! [Ríe]. Pero ¿crees que se me ha ido la mano?
    XL. La que pregunta soy yo... ¿Concibe una vida tranquila y sin sexo?
    R.S.S. ¡Debe de ser aburridísima! A la gente sin sexo se le nota; los hombres, sobre todo, tienen mucha agresividad.
    XL. Aun así, dice que es prudente y que es mejor quedarse corta que pasarse.
    R.S.S. Sí. En el libro, el sexo lo ponen los personajes, pero no hablo de mí...
    XL. Ha dicho: «Prefiero parecer idiota que ser malvada».
    R.S.S. ¡Totalmente! Quiero ser buena porque me hace sentir muy bien; lo malo me ha sabido demasiado amargo.
    XL. Una curiosidad. ¿Usted no le da miedo a los hombres?
    R.S.S. ¡Sí! ¡Es un horror! Pero luego soy un vaso malo, de esos que no aguantan ni un lavado en el lavavajillas [ríe].

    Su desayuno: «Dos tostadas con aceite y jamón; café con leche; mucha agua; algo dulce; fruta; y unos huevos revueltos, que me los hago con el fuego muy bajo para que queden cruditos».

    TÍTULO: EL VIEJO TRUCO DE LORD BYRON,.

     

    1. Tengo una amiga que acaba de pasar por un mal trago sentimental. Siguiendo una de las tendencias imperantes en lo que a novios se refiere, ...-foto
       
      Tengo una amiga que acaba de pasar por un mal trago sentimental. Siguiendo una de las tendencias imperantes en lo que a novios se refiere, se enamoró de un hombre diez años más joven. Porque ya saben ustedes todo eso que ahora se dice y que casi hemos llegado a creérnoslo de tanto oírlo: que el amor no conoce barreras... que la edad no está en el carné de identidad, sino en nuestro espíritu... que todo lo que uno se propone se alcanza siempre que se desee con suficiente fuerza... Un día, sin embargo, mi amiga descubrió que el viejo refranero español es más sabio que todas esas tontunas new age y se acordó (pelín tarde) de lo que decía su abuela, me refiero a aquello de que quien con niños se acuesta... ensopada amanece. Sin embargo, no es de los errores con jovenzuelos de lo que quiero hablarles hoy, sino de algo que ella me enseñó y que me parece interesante.
      Cuando al cabo de unas semanas la invité a almorzar para ver qué tal estaba, lejos de sola, fané y descangayada, la encontré espléndida. Tan genuinamente serena y sin los aspavientos típicos de quien sobreactúa intentando demostrar que le importa todo un huito que no fue hasta nuestra segunda copa de vino blanco con hielo que me atreví a preguntarle cómo se había repuesto tan pronto de su mal de amores. «Uy me contestó. Yo puedo haber sido tan tonta como para pensar que lo mío con Javier podía durar algo más que dos telediarios, pero hace muchos años que a mis relaciones les aplico el protocolo lord Byron». «¿El protocolo lord Byron?», repetí, porque no sabía que uno de mis poetas románticos favoritos hubiera bautizado protocolo alguno. «El nombre es invento mío continuó ella, pero funciona como un reloj. También podría haberlo llamado el protocolo de los huevos y la cesta, pero tiene menos glamour», agregó. Entonces me explicó que, después de un traspié amoroso anterior, había topado con una frase de lord Byron que dice así: «El amor es para los hombres una parte importante de su vida, pero es para las mujeres su vida entera». Y entonces había decidido que tal vez eso fuera cierto en tiempos de lord Byron, pero que este llevaba cerca de doscientos años criando malvas y que, desde luego, ella no iba a cometer semejante error. «El truco añadió entonces está en comportarse como él, es decir, en diversificar».
      «Ya ironicé yo, mantener dos, tres y hasta cuatro relaciones al mismo tiempo, como hacía Byron, que era un caradura, seguramente ayuda a que los fracasos duelan menos. Lo malo es que no todo el mundo tiene su sex-appeal». Entonces me explicó que lo que ella había aprendido de Byron era, simplemente, a no entregar la llave de su felicidad a una sola persona. Él lo lograba teniendo muchos amoríos, pero hay otras formas de diversificar afectos. Ahora creemos que el amor romántico es lo más grande, lo importante de nuestra existencia. Vivimos en una especie de eroscentrismo enloquecido que hace que, si uno falla en el amor, automáticamente se convierte en un fracasado... cuando la vida es mucho más que eso. Hay otros afectos, otros intereses, otras pasiones, otros amores. «En realidad terminó diciendo mi amiga, todo en esta vida tiene la importancia que tú quieras atribuirle. Yo he aprendido a repartir mis afectos, porque, si uno no pone todos los huevos en el mismo cesto, puede permitirse incluso hacer alguna tontería como enamorarse de un tío diez años más joven. Tal vez la aventura acabe, como esta vez, con mi ego un poco magullado. Pero no pasa de ahí, porque hace años que no le doy a nadie el monopolio de mis afectos». «¿Ni siquiera a tus hijos?», indagué. «Ni mis hijos, ni mi familia, ni mis amigos ni el sursuncorda. Así, si alguno me falla, no es el fin del mundo».
      Muchas veces, cuando alguien me suelta un discurso de este tipo, pienso que su intención es más convencerse a sí mismo que a mí, pero no creo que este sea el caso. La prueba es que ahora, un par de meses más tarde, mi amiga está embarcada en otra relación, esta vez con un hombre de su edad y con una pinta estupenda. «¿Ya no más jovencitos?», le pregunté maliciosamente. Y ella me respondió: «¡De todo se aprende! Antonio tiene mi edad y es un cielo, pero si este príncipe también sale rana, ya sabes, aplico el protocolo Byron, y tan campante». 

      TÍTULO: LA COCINA DEL DOMINGO, PRESA DE CERDO IBERICO ZUBIGAIN,.

       

      1. Ingredientes: 500 g de presa de cerdo ibérico, 350 g de champiñones cortados en cuartos o sextos, 2 cebolletas picadas muy finamente, ...-foto
         
        Ingredientes: 500 g de presa de cerdo ibérico, 350 g de champiñones cortados en cuartos o sextos, 2 cebolletas picadas muy finamente, 1 cayena fresca, 1 diente de ajo, 80 g de nata para cocinar, 80 g de agua, 1 cucharada sopera de perejil picado, 60 g de mantequilla, 1 cucharada sopera de aceite de oliva virgen extra, 1 cucharilla de café de pimentón dulce de la Vera, sal y pimienta.
        Elaboración: se corta la presa de cerdo ibérico en trozos de unos 5 cm de largo y 2 cm de espesor. Se pican finamente las cebolletas, se aplasta el diente de ajo y se cortan los champiñones en cuartos o sextos si son muy grandes. Se arrima una sartén o una cazuela amplia al fuego y se le agrega una cucharada de aceite de oliva. Cuando esté humeando, se marcan los trozos de presa rápidamente a fuego vivo para que cojan color pero, al mismo tiempo, estén jugosos. Se retiran del fuego, se pasan a un plato y se reservan. En la misma cazuela, bien caliente, se añaden la mantequilla, el ajo y las cebolletas y se deja sudar todo a fuego medio durante 2 o 3 minutos. Se agregan los champiñones y la cayena fresca picada y se deja que el conjunto se siga pochando durante 5 minutos más. Se echan la nata y el agua, se lleva a ebullición y se deja reducir la salsa unos 5 o 6 minutos. Se pone a punto de sal y pimienta.
        Acabado y presentación: se incorporan a la cazuela o la sartén el pimentón dulce de la Vera y la carne reservada que debemos sazonar ligeramente justo antes de echarla con el jugo que haya soltado la presa durante el tiempo de reposo. Se calienta todo junto durante 1 o 2 minutos para que se integren los sabores y la presa de cerdo ibérico se caldee en su interior. Se espolvorea el perejil picado en la sartén o la cazuela, se deja que el conjunto dé otro hervor, se retira del fuego y se sirve de inmediato. n
        Mis trucos
        La presa de cerdo ibérico es una pieza que tiene bastante grasa intermuscular, lo cual hace que sea una carne muy jugosa y sabrosa. Pero, para que no pierda esas virtudes, hay que respetar de forma escrupulosa los tiempos de cocción.

        Reinos de humo, por Carlos Maribona
        'Pizzas', cuestión de masa
        La pizza nació en Nápoles. Y desde allí se extendió al resto de Italia y luego al mundo hasta convertirse en una de las elaboraciones más populares de todo el planeta, convertida en uno de los símbolos de la fast food o comida rápida. Pero hay pizzas y pizzas. La genuina napolitana, protegida por la Unión Europea, es de masa gruesa y esponjosa, a diferencia de la que se elabora en Roma y en el norte del país, con masa fina y crujiente. En España se ha popularizado mucho más esta segunda versión, la habitual en nuestras pizzerías, hasta el punto de que son muchos los que rechazan la original por considerarla más pesada. En contra de esa opinión generalizada entre nosotros, la masa gruesa, si está bien fermentada y trabajada, y si se hace en auténtico horno de leña, resulta mucho más ligera de lo que aparenta. De hecho, en Nápoles consideran que es un producto sano que no sobrepasa las 188 calorías por 100 gramos. Otra cosa es lo que se le ponga encima. La favorita de los napolitanos es la margarita, creada en 1885 por un pizzaiolo de la ciudad en honor de Margarita de Saboya, primera reina de la Italia unificada. Recoge los tres colores de la bandera italiana: el rojo del tomate, el blanco de la mozarela y el verde de la albahaca. Una conjunción tan estética como sabrosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario