sábado, 8 de noviembre de 2014

PROTAGONISTA, EN DIRECTO, VIDAS PRIVADAS, LAS DOCTORAS QUE HAN DERROTADO AL ÉBOLA,./ SI TIENES MINUTOS Y DESCANSO, EL BAILE ,.

TÍTULO: PROTAGONISTA, EN DIRECTO, VIDAS PRIVADAS, LAS DOCTORAS QUE HAN DERROTADO AL ÉBOLA,.

Cuatro de los médicos que han atendido a Teresa Romero comunican que ya no tiene ébola. Efesalud.comÉBOLA-foto

Teresa Romero derrota al ébola

La auxiliar de enfermería Teresa Romero ha superado la infección del virus del Ébola tras dar negativa la prueba definitiva que en las últimas horas se la ha practicado, han informado esta tarde en el hospital Carlos III cuatro de los médicos que la han tratado y atendido desde hace dos semanas, cuando ingresó,.
 Teresa Romero, de 44 años, ingresó en el hospital Carlos III en la madrugada del martes 7 de octubre, tras convertirse en el primer caso de contagio del virus del Ébola fuera de África. Horas antes había ingresado en el Hospital de Alcorcón. Hoy se ha curado.
La prueba que se realizó anteayer, domingo, dio negativo, con carga viral cero, lo que ahora ha ratificado un nuevo test.
En rueda de prensa, el doctor José Ramón Arribas, jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas y Medicina Tropical del Carlos III, ha señalado que con la última prueba, la cuarta que ha dado negativa en cuatro días consecutivos, se cumplen los criterios de curación de virus del Ébola establecidos por la Organización Mundial de la Salud.
“La recuperación completa de su salud puede demorarse días, aunque la infección esté curada”, ha precisado el doctor Arribas, quien ha agregado que los pacientes que han sufrido ébola se pueden curar completamente y llevar una vida normal; también ha acentuado la fortaleza física y mental de la paciente.
Han acompañado al doctor Arribas en esta trascendental cita con los medios, el doctor Fernando de la Calle, y las doctoras Marta Arsuaga y Marta Mora.

Primera contagiada y primera superviviente del ébola en España y en Europa

Teresa Romero, única enferma por ébola en España, se infectó cuando atendía, en septiembre, al misionero y médico Manuel García Viejo, que había sido trasladado a Madrid desde Sierra Leona para intentar curarle la enfermedad, y que falleció el 25 del mes pasado.
La auxiliar de enfermería ha recibido un tratamiento con diversos productos del que los médicos no han querido dar detalles por respeto a la privacidad de la paciente y al que ha respondido de manera favorable.
Los médicos consideran que, aunque haya erradicado la carga vírica del Ébola, todavía tendrá que permanecer un tiempo indeterminado en el hospital, para restablecerse del daño que el virus ha ocasionado en distintas partes de su organismo.
“Es un hecho extraordinariamente positivo, pero la recuperación completa de la paciente se demorará todavía algunos días”, añadió el doctor Arribas.

Material adecuado

Los médicos que han tratado a Teresa Romero han afirmado que no han sentido “inseguridad por falta de material apropiado” a la hora de tratar a la paciente.
Desde el paciente cero atendido en esta unidad los equipos utilizados han “estado por encima” de las recomendaciones de la Organización de la Salud (OMS), ha asegurado Marta Mora.
Esta doctora ha apuntado que la “sensación de seguridad con el traje es muy elevada”, aunque ha indicado que “genera disconfort” y “dificultades” si se lo retira uno mismo.

42 días para quedar libre del ébola

España quedará libre del virus del Ébola “42 días después del último caso”, como determina la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha señalado el doctor Arribas.
Si no se produce ningún nuevo contagio, ha precisado, España quedará libre del ébola 42 días después del último caso, que son dos veces el periodo de incubación del virus, como ha pasado con Nigeria.

TÍTULO: SI TIENES MINUTOS Y DESCANSO,  EL BAILE ,.

foto,.

Era alto, guapo, elegante, con esa clase impactante que proviene del cultivo interior de muchos años. Y enseguida captó mi atención cuando comenzó su intervención en la reunión de los fellows Eisenhower hace pocos días en Lima. Dominaba la palabra y el escenario, y transmitía alegría y pasión en cada cosa que contaba. Hablaba de un asunto árido como la investigación científica, pero todos le prestábamos atención. Supe después que era un importante y reconocido científico peruano, y que la mujer discreta y sonriente que le escuchaba desde una de las últimas filas era su esposa, la directora de un colegio. 
No les presté más atención hasta que, esa noche, nuestra anfitriona, Rosa María Palacios, una popular periodista de Perú que ofrecía un cóctel en su casa a los participantes, nos anunció que el científico y su esposa bailarían para nosotros una marinera, un baile popular peruano. Hay varias modalidades de marinera, y esta debía de ser la limeña, de la que, dicen las enciclopedias, hay que bailar enamorado. Porque ellos lo estaban, lo trasmitían en cada paso, en su equilibrio y naturalidad, en esa armonía que da el bienestar interior compartido, la comunión con la vida y con el otro. Van a clases de baile todas las semanas, nos contó Rosa María. Pero no era su técnica lo que me fascinó, sino el amor que destilaban. Él aparentaba alrededor de 70 años, ella, dos o tres menos, y, sin duda, formaban la pareja más afortunada de la noche. Demostraban, pensaba, que el gran amor existe, y, aún más, que puede ser mejor que nunca a los 70, o a los 80, o, quién sabe. 
Dos días después de regresar de Lima, caminaba por la madrileña plaza de la Independencia recordando aquel baile, cuando una portada de un diario británico que colgaba en un kiosco atrajo mi atención. Sobre el gran actor John Cleese (Monty Python), que decía “Amor al fin: a los 75, Cleese dice que ha encontrado la felicidad”. Me lancé a comprarlo, feliz de encontrar otra gran historia de amor a los 70. Y me reí cuando leí el titular interior: “He encontrado por fin el verdadero amor... en un pez y tres gatos”. Por mis ingenuos deseos, por el engaño, por la ironía. Y por el humor británico, porque, en la letra pequeña, Cleese aclaraba que el pez era su cuarta esposa a la que llamaba así porque nadaba como tal. Pero el humor era una manera de envolver su amargura, el relato de una vida complicada, de esas en las que uno nunca logra la paz interior y se pelea con la vida y la felicidad una y otra vez. Muy parecido al científico peruano, alto, elegante, atractivo, exitoso, y, sin embargo, uno desplegaba cinismo y el otro bailaba. 
¿Azar, circunstancias o elección? Seguramente, lo tercero. Por eso elijo quedarme con el recuerdo de la marinera limeña y los dos enamorados que la bailaban.

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