Cuatro escritores eligen... El crimen de mi vida
Se han hecho un nombre narrando
crímenes. Los suyos son ficción, claro, pero su pasión por la novela
negra arrancó el día en el que un terrible asesinato se cruzó en sus
vidas. Ellos mismos nos lo cuentan.
Juan Gómez- Jurado
"Si el asesinato tiene un porqué, nos tranquiliza"
-Su historial: 37 años. Su primera novela, El espía de Dios, de 2006, acumula millón y medio de lectores en 40 países. Tiene 150.000 seguidores en Twitter.
-El crimen que lo marcó: el asesinato de Kitty Genovese. Ocurrió en una calle de Nueva York en 1964. La gente que estaba allí no hizo nada para evitarlo.
En marzo de 1964, la joven Kitty Genovese fue apuñalada cerca de su casa en Queens (Nueva York). New York Times publicó que 38 personas habían sido testigos y no habían hecho nada. En realidad fueron una docena. Pero el crimen se convirtió en un símbolo de la insensibilidad del público y dio lugar a lo que se ha conocido como 'efecto espectador'. También se llama 'síndrome de disolución de la responsabilidad' porque, cuantas más personas haya presentes, es menos probable que alguien intervenga para ayudar a otra. Demuestra que funcionamos bastante peor como sociedad que como individuos».
XLSemanal. ¿Cuándo supo usted que existía el 'síndrome Genovese'?
Juan Gómez-Jurado. Lo descubrí en el cómic de Watchmen. Tendría unos 11 o 12 años y se me quedó en la cabeza. ¡Tanto que lo incorporé en mi primera novela, El espía de Dios!
XL. ¿Los crímenes reales le sirven de inspiración?
J.G.-J. Cada vez que tengo noticia de un crimen violento, quiero saber más. La realidad siempre es más poderosa que la ficción.
XL. ¿Qué cuestiones le plantea un crimen?
J.G.-J. El escritor y otro ser humano se diferencian poco: buscamos un porqué. Cuando ya tienes ese porqué, todo te resulta más asumible. «Ah, vale, era un psicópata». Te consuelas a través de la explicación, por eso es tan importante. Así nos sentimos más seguros.
XL. ¿Y si no tenemos esa respuesta?
J.G.-J. ¡Seguiremos dándole vueltas! Mira el crimen de Marta del Castillo: sigue ocupando páginas en los periódicos. ¿Por qué? Porque no sabemos qué ocurrió, ni dónde está su cuerpo ni cómo unos chavales hicieron algo así... Mientras no tengamos respuestas, seguiremos buscándolas. Hay crímenes más sangrientos: como aquella persona que acuchilló a una decena de médicos en un hospital. ¡Terrible! Pero padecía una deficiencia psicológica. Puesta la etiqueta, nos quedamos tranquilos y olvidamos la historia.
Agustín Fernández Mallo
"Con Manson, sangre y cultura pop quedaron imbricadas para siempre"
-Su historial: físico de formación, 47 años, mallorquín. Su primera novela, Nocilla dream, arrancó una trilogía de inmediato éxito.e
-El crimen que lo marcó: el asesinato de Sharon Tate, la mujer de Roman Polanski, a manos de Charles Manson.
Manson era un ladronzuelo con un largo historial delictivo, pero de pequeños robos. Hasta que se hace llamar el anti-Cristo y monta una secta; Manson cree realmente que va a salvar a todos los miembros de la familia, como los denomina, que los va a conducir al paraíso. Y comete este escabroso crimen. Polanski estaba fuera de los Estados Unidos, pero su mujer cenaba en casa con unos amigos. Manson y los suyos entraron y los asesinaron a todos, con el agravante de que Sharon Tate estaba embarazada. La escena del crimen es espectacular. Con la sangre de los asesinados escriben en la pared cosas como alzaos o muerte a los cerdos. Y aquí es lo que más me interesa: todas estas frases esconden referencias a letras de los Beatles.
Luego se supo que Manson se inspiró en la canción Helter skelter, que aparece en el Álbum blanco de los Beatles. Él cree que Lennon y McCartney escribieron la canción para él, que le envían mensajes. Sangre y cultura pop quedaron imbricadas para siempre a partir de aquella noche. Y esta relación se mantiene. Aparece en cómics, películas, música... Joey Ramone, de los Ramones, citaba a Manson. Leonard Cohen hace también una alusión a él en su canción The future. El cantante Marilyn Manson adopta su apellido...».
-El crimen que La Marcó: una mujer encerrada por su pareja en su casa, encadenada durante dos años. Su historia inspiró el personaje de mi novela a quien llamo la francotiradora.
Me impresiona mucho la violencia de género. Hay un caso que me impactó y lo reflejé en mi novela Legado en los huesos. Es el de una mujer secuestrada por su pareja durante dos años. La tenía encadenada como a un animal. Recuerdo que, cuando fue liberada, mostraba varias fracturas que habían soldado por sí solas, desnutrición, falta de pelo... Parecía salida de un campo de concentración. Otra cosa que no conocen mis lectores ¡hasta ahora me he callado! es que esa historia tan terrible que vertebra mis novelas, el caso central que investiga Amaia Salazar, está basada en un crimen real. No puedo dar detalles porque está bajo secreto de sumario, pero gran parte es real. Todo parte de una noticia que encontré hace muchos años en la prensa. Cuando empecé a investigar, me di cuenta de que se había silenciado. ¡Pero el caso sigue abierto!».
-El crimen que lo marcó: Sant Celoni, 2006. Un niño abre la puerta a la Policía. La madre yacía muerta en la bañera.
El peor crimen posible es el que comete el ladrón de infancias. Como un caso en Sant Celoni en 2006 para entonces llevaba 14 años en los Mossos d'Esquadra, ¡había visto muchas cosas!, pero esto me costó asimilarlo. Recibimos una llamada de una vecina que había oído gritos. Al llegar, nos abrió la puerta un niño pequeño, de seis años. Estaba en el sofá viendo la tele con su padre, que tenía la ropa manchada de sangre. Todo estaba revuelto; había un cuchillo jamonero manchado y sangre por todos lados. La mujer estaba en la bañera, degollada.
Era por la mañana y recuerdo que estaban viendo dibujos animados. El niño solo veía eso, no quería ver nada más. Los pequeños tienen mucha capacidad para bloquear, sobre todo si ven violencia. Este estaba en estado de shock. Recuerdo pensar en los efectos que tendría sobre el crío. Pueden ofrecerle tratamiento psicológico, pero está marcado de por vida. También tuve un momento de espejo. Yo vengo de una familia difícil, en un entorno complicado como era el barrio de Nou Barris (Barcelona) en los setenta. Sé lo que es crecer en un ambiente violento.
"Si el asesinato tiene un porqué, nos tranquiliza"
-Su historial: 37 años. Su primera novela, El espía de Dios, de 2006, acumula millón y medio de lectores en 40 países. Tiene 150.000 seguidores en Twitter.
-El crimen que lo marcó: el asesinato de Kitty Genovese. Ocurrió en una calle de Nueva York en 1964. La gente que estaba allí no hizo nada para evitarlo.
En marzo de 1964, la joven Kitty Genovese fue apuñalada cerca de su casa en Queens (Nueva York). New York Times publicó que 38 personas habían sido testigos y no habían hecho nada. En realidad fueron una docena. Pero el crimen se convirtió en un símbolo de la insensibilidad del público y dio lugar a lo que se ha conocido como 'efecto espectador'. También se llama 'síndrome de disolución de la responsabilidad' porque, cuantas más personas haya presentes, es menos probable que alguien intervenga para ayudar a otra. Demuestra que funcionamos bastante peor como sociedad que como individuos».
XLSemanal. ¿Cuándo supo usted que existía el 'síndrome Genovese'?
Juan Gómez-Jurado. Lo descubrí en el cómic de Watchmen. Tendría unos 11 o 12 años y se me quedó en la cabeza. ¡Tanto que lo incorporé en mi primera novela, El espía de Dios!
XL. ¿Los crímenes reales le sirven de inspiración?
J.G.-J. Cada vez que tengo noticia de un crimen violento, quiero saber más. La realidad siempre es más poderosa que la ficción.
XL. ¿Qué cuestiones le plantea un crimen?
J.G.-J. El escritor y otro ser humano se diferencian poco: buscamos un porqué. Cuando ya tienes ese porqué, todo te resulta más asumible. «Ah, vale, era un psicópata». Te consuelas a través de la explicación, por eso es tan importante. Así nos sentimos más seguros.
XL. ¿Y si no tenemos esa respuesta?
J.G.-J. ¡Seguiremos dándole vueltas! Mira el crimen de Marta del Castillo: sigue ocupando páginas en los periódicos. ¿Por qué? Porque no sabemos qué ocurrió, ni dónde está su cuerpo ni cómo unos chavales hicieron algo así... Mientras no tengamos respuestas, seguiremos buscándolas. Hay crímenes más sangrientos: como aquella persona que acuchilló a una decena de médicos en un hospital. ¡Terrible! Pero padecía una deficiencia psicológica. Puesta la etiqueta, nos quedamos tranquilos y olvidamos la historia.
Agustín Fernández Mallo
"Con Manson, sangre y cultura pop quedaron imbricadas para siempre"
-Su historial: físico de formación, 47 años, mallorquín. Su primera novela, Nocilla dream, arrancó una trilogía de inmediato éxito.e
-El crimen que lo marcó: el asesinato de Sharon Tate, la mujer de Roman Polanski, a manos de Charles Manson.
Manson era un ladronzuelo con un largo historial delictivo, pero de pequeños robos. Hasta que se hace llamar el anti-Cristo y monta una secta; Manson cree realmente que va a salvar a todos los miembros de la familia, como los denomina, que los va a conducir al paraíso. Y comete este escabroso crimen. Polanski estaba fuera de los Estados Unidos, pero su mujer cenaba en casa con unos amigos. Manson y los suyos entraron y los asesinaron a todos, con el agravante de que Sharon Tate estaba embarazada. La escena del crimen es espectacular. Con la sangre de los asesinados escriben en la pared cosas como alzaos o muerte a los cerdos. Y aquí es lo que más me interesa: todas estas frases esconden referencias a letras de los Beatles.
Luego se supo que Manson se inspiró en la canción Helter skelter, que aparece en el Álbum blanco de los Beatles. Él cree que Lennon y McCartney escribieron la canción para él, que le envían mensajes. Sangre y cultura pop quedaron imbricadas para siempre a partir de aquella noche. Y esta relación se mantiene. Aparece en cómics, películas, música... Joey Ramone, de los Ramones, citaba a Manson. Leonard Cohen hace también una alusión a él en su canción The future. El cantante Marilyn Manson adopta su apellido...».
XLSemanal. ¿Cuándo tuvo noticia de este crimen?
Agustín Fernández Mallo. Yo
tendría unos dos años, así que no tengo recuerdos directos. Pero el
comienzo del juicio es uno de los primeros de mi infancia. Yo tendría ya
unos cuatro años y recuerdo verlo en el telediario.
XL. ¿Era consciente del crimen cometido?
A.F.M.
Cuando eres tan pequeño, lo ves todo como un tebeo, pero también sabes
que es una historia real y te toca. Por aquella época, en casa sonaban
los Beatles día y noche. ¡Para un chaval era muy impresionante saber que
lo que él escuchaba había inspirado algo tan atroz! En mi cabeza quedó
asimilado ese lado oscuro del pop.
XL. ¿Lado oscuro del pop?
A.F.M.
El propio Charles Manson sacó un disco en su momento para costearse los
gastos del juicio. Condenado a cadena perpetua, hoy sigue en la
cárcel... ¡y recibe miles de cartas de admiradores! Me sorprende cómo
las cosas más cruentas se incorporan a la cultura popular.
XL. ¿Y a qué cree que se debe?
A.F.M. Porque
son tan horribles que lo necesitamos para entenderlo. De un modo
inconsciente, por supuesto, tratamos de normalizarlo. Es la única vía
que nos queda para asimilar un crimen tan terrible.
Dolores Redondo
"El crimen relacionado con lo ritual se da más de lo que creemos"
-Su historial:
estudió Derecho, 45 años. El guardián invisible, primera novela de su
trilogía, ha sido traducida ya a diez idiomas. La última parte, Ofrenda a
la tormenta, sale esta semana.-El crimen que La Marcó: una mujer encerrada por su pareja en su casa, encadenada durante dos años. Su historia inspiró el personaje de mi novela a quien llamo la francotiradora.
Me impresiona mucho la violencia de género. Hay un caso que me impactó y lo reflejé en mi novela Legado en los huesos. Es el de una mujer secuestrada por su pareja durante dos años. La tenía encadenada como a un animal. Recuerdo que, cuando fue liberada, mostraba varias fracturas que habían soldado por sí solas, desnutrición, falta de pelo... Parecía salida de un campo de concentración. Otra cosa que no conocen mis lectores ¡hasta ahora me he callado! es que esa historia tan terrible que vertebra mis novelas, el caso central que investiga Amaia Salazar, está basada en un crimen real. No puedo dar detalles porque está bajo secreto de sumario, pero gran parte es real. Todo parte de una noticia que encontré hace muchos años en la prensa. Cuando empecé a investigar, me di cuenta de que se había silenciado. ¡Pero el caso sigue abierto!».
XLSemanal. ¿Por qué no lo había dicho hasta ahora?
Dolores Redondo. Escribir
ha sido un compromiso con la víctima. He querido esperar para explicar
que, por más raro y fantástico que pueda parecer, la realidad es capaz
de más.
XL. ¿Hay brujería hoy?
D.R. El
crimen que se relaciona con lo ritual, con el mundo mágico, está
bastante más de manifiesto de lo que creemos. Se silencian porque tienen
un efecto llamada y crean alarma social. Pero lo cierto es que en los
últimos años han surgido nuevas prácticas relacionadas con la presencia
de otras culturas y con la falta de valores que provoca la crisis
económica.
XL. ¿Qué tipo de crímenes le impactan más?
D.R.
Por un lado, los que se prolongan en el tiempo. ¡Hasta qué punto puedes
anular la voluntad de una persona para tenerla sometida durante dos
años! Y, por otro, los que afectan a la infancia. Porque es la víctima
más indefensa.
Víctor del Árbol
"Su padre tenía la ropa manchada de sangre. El niño seguía viendo la tele"
-Su historial: fue durante 20 años mosso d'Esquadra en su Barcelona natal. Este año ha publicado su cuarta novela: Un millón de gotas. -El crimen que lo marcó: Sant Celoni, 2006. Un niño abre la puerta a la Policía. La madre yacía muerta en la bañera.
El peor crimen posible es el que comete el ladrón de infancias. Como un caso en Sant Celoni en 2006 para entonces llevaba 14 años en los Mossos d'Esquadra, ¡había visto muchas cosas!, pero esto me costó asimilarlo. Recibimos una llamada de una vecina que había oído gritos. Al llegar, nos abrió la puerta un niño pequeño, de seis años. Estaba en el sofá viendo la tele con su padre, que tenía la ropa manchada de sangre. Todo estaba revuelto; había un cuchillo jamonero manchado y sangre por todos lados. La mujer estaba en la bañera, degollada.
Era por la mañana y recuerdo que estaban viendo dibujos animados. El niño solo veía eso, no quería ver nada más. Los pequeños tienen mucha capacidad para bloquear, sobre todo si ven violencia. Este estaba en estado de shock. Recuerdo pensar en los efectos que tendría sobre el crío. Pueden ofrecerle tratamiento psicológico, pero está marcado de por vida. También tuve un momento de espejo. Yo vengo de una familia difícil, en un entorno complicado como era el barrio de Nou Barris (Barcelona) en los setenta. Sé lo que es crecer en un ambiente violento.
XLSemanal. Estuvo 20 años en la Policía, debió de ver muchas cosas.
Víctor del Árbol.
¡De todo! Pero algunas te afectan más. Hay delitos muy duros: sicarios,
ajustes de cuentas... Pero los puedes asimilar porque hay un motivo:
forma parte de su modo de vida. Pero un niño siempre es inocente.
XL. Pagan cuentas ajenas.
V.Á.
Como el caso de Córdoba donde el tipo quema a los dos niños ¡para
vengarse de la mujer! Eso no tiene perdón. Es de una mezquindad
absoluta. Y otro caso que viví yo en 2005 en Roquetas: una mujer se tiró
por la ventana. Cuando entramos en su piso, había ahogado a sus dos
hijos en la bañera.
XL. ¿Escribe para superar experiencias como estas?
V.Á.
No escribo para sanarme, soy una persona muy equilibrada. Pero desde
pequeño descubrí que escribiendo me sumergía en una burbuja, me aislaba.
Podía haber gritos alrededor, pero, si escribía, no escuchaba nada. Así
empecé a escribir: contando mi entorno. Cuando me dicen que soy muy
duro escribiendo, siempre respondo lo mismo: «¡Lo que es duro es la
vida!».
XL. ¿Y por qué dejó la Policía?
V.Á.
En 2011, la novela La tristeza del samurái funcionó bastante bien en
España y, sobre todo, en Francia. Eso me brindó una oportunidad, pero,
por otro lado, ya tenía claro que lo dejaba. Llega un momento en que te
das cuenta de que no puedes arreglar el mundo, y este puede terminar por
devorarte.
XL. ¿La gota que colmó el vaso?
V.Á.
Muchas. Pero uno de los últimos casos que viví fue el de un chico
senegalés que llegó en patera, con 15 o 16 años. Era un tiparraco enorme
y enseguida se hizo el gallo del gallinero: robos en casas, trapicheos
con droga... ¡Pero era un niño! Lo detuve varias veces, y un día me vio
por la calle y nos tomamos un café. Me contó su vida, y yo le dije que
acabaría mal. Que se creía muy fuerte, pero siempre habría otro más
fuerte que él. Un tiempo después, lo detuve en una pelea callejera. Esta
vez fue a la cárcel de mayores, la Modelo. Cuatro meses después estaba
muerto. Me dolió mucho.
TÍTULO: A FONDO- Los Cibersoldados de la OTAN,.
Los Cibersoldados de la OTAN
La OTAN libra una batalla silenciosa y
secreta en la Red. Su misión: prevenir, vigilar y, si es necesario,
responder ante un ataque ciberterrorista. El cuartel general de estos
cibersoldados no está en Washington ni en Londres o París, sino en
Tallin. Le contamos por qué y entramos en sus instalaciones.
Un código de 'software' es un arma, igual que un misil». El
teniente coronel Néstor Ganuza, que fue durante cuatro años jefe de
Adiestramiento del Centro de Ciberdefensa de la OTAN en Estonia, define
así el actual escenario de guerra. «Nuestros enemigos han
cambiado. las armas han cambiado. todo ha cambiado». Uno de los primeros
países en darse cuenta de ese cambio fue Estonia. En abril de 2007,
este pequeño Estado de poco más de dos millones de habitantes decidió
'desafiar' a la vecina Rusia, de la que se había independizado 16 años
atrás. Iba a retirar un último vestigio soviético, una estatua
de dos metros de altura de un soldado del Ejército Rojo. El entonces
ministro de Defensa, Jaak Aaviksoo, recibió inmediatamente una
advertencia del Kremlin: «Este gesto, si se produce, tendrá
consecuencias desastrosas para el pueblo estonio».
El ministro se preparó para responder a eventuales lanzamientos de misiles o ataques aéreos por parte de la antigua madre patria. En cambio, resuelta alguna que otra protesta de la minoría rusa, no pasó nada. Unos días después, Aaviksoo se dio cuenta de que su ordenador hacía cosas raras: no podía conectarse a la intranet del sistema gubernamental. Llamó al responsable de tecnología del Gobierno y supo lo que estaba sucediendo: «Todos los servidores gubernamentales se han caído. Y también bancos, periódicos, medios de comunicación: no funciona nada». Estonia se enfrentaba al primer ciberataque organizado contra toda una nación, que fue bautizado con el nombre de Primera Guerra Informática Mundial (Web War One). Los ataques se sucedieron durante tres semanas: eran altamente sofisticados y a gran escala. Las autoridades estonias necesitaron meses para restablecer el equilibrio; nunca se encontró prueba alguna contra el Kremlin, que obviamente desmintió su implicación.
La agresión de 2007 fue una prueba impactante, que mostró a todos la vulnerabilidad de las sociedades contemporáneas. Desde entonces, los jefes militares de todos los países del mundo han tomado conciencia de la peligrosidad de los ciberataques. El caso estonio constituye un antes y un después; y ahora, pasada casi una década, las organizaciones militares más importantes del planeta reclutan y adiestran a hombres y mujeres de todas las edades, y les ofrecen así una brillante carrera militar para combatir en esta guerra secreta, silenciosa y veloz.
En el centro trabajan cerca de 40 personas de diferentes nacionalidades, y el acceso al personal ajeno está terminantemente prohibido.Los enemigos más temidos son los ciberterroristas rusos, sirios, chinos e iraníes, según dicen, pero por todo el Oriente Medio se encuentran bases preparadas para realizar ataques informáticos. Anders Fogh Rasmussen secretario general de la OTAN hasta octubre recordó que solo el año pasado los aliados tuvieron que hacer frente a «más de 2500 casos significativos» de intentos de intrusión, es decir, «uno cada tres horas, día y noche del año». Al menos diez ataques al mes en 2012 se consideraron «ataques serios», según fuentes aliadas.El danés insistió en que «los ciberataques no paran en las fronteras nacionales, y la defensa tampoco debe hacerlo», por lo que «un ciberataque contra un país, si no se ataja rápida y eficazmente, puede afectar a todos. Trabajando juntos reforzamos la cadena».
Todos los países de la OTAN, salvo Croacia, Grecia, Islandia, Luxemburgo y Eslovenia, han firmado ya memorandos de entendimiento con la OTAN para intercambiar inteligencia e información en caso de ciberataques, según fuentes aliadas.El Gobierno estadounidense va por delante en esta guerra. Su preocupación por la peligrosidad de las nuevas guerras informáticas se ha visto reflejada en el presupuesto de 2014: el Departamento de Defensa ha destinado para la seguridad informática 52.000 millones de dólares. En Washington, las operaciones las dirige la división CyberCom, encabezada por el general Keith Alexander el todopoderoso jefe de la NSA. Según Alexander, «en el siglo XIX, las armas informáticas serán tan cruciales como las nucleares lo fueron en el siglo pasado». Y, en esta guerra, Estonia está en primera línea.
El ministro se preparó para responder a eventuales lanzamientos de misiles o ataques aéreos por parte de la antigua madre patria. En cambio, resuelta alguna que otra protesta de la minoría rusa, no pasó nada. Unos días después, Aaviksoo se dio cuenta de que su ordenador hacía cosas raras: no podía conectarse a la intranet del sistema gubernamental. Llamó al responsable de tecnología del Gobierno y supo lo que estaba sucediendo: «Todos los servidores gubernamentales se han caído. Y también bancos, periódicos, medios de comunicación: no funciona nada». Estonia se enfrentaba al primer ciberataque organizado contra toda una nación, que fue bautizado con el nombre de Primera Guerra Informática Mundial (Web War One). Los ataques se sucedieron durante tres semanas: eran altamente sofisticados y a gran escala. Las autoridades estonias necesitaron meses para restablecer el equilibrio; nunca se encontró prueba alguna contra el Kremlin, que obviamente desmintió su implicación.
La agresión de 2007 fue una prueba impactante, que mostró a todos la vulnerabilidad de las sociedades contemporáneas. Desde entonces, los jefes militares de todos los países del mundo han tomado conciencia de la peligrosidad de los ciberataques. El caso estonio constituye un antes y un después; y ahora, pasada casi una década, las organizaciones militares más importantes del planeta reclutan y adiestran a hombres y mujeres de todas las edades, y les ofrecen así una brillante carrera militar para combatir en esta guerra secreta, silenciosa y veloz.
Bienvenidos a 'E-Stonia
Lejos
de amilanarse por el ataque informático, Estonia es hoy la punta de
lanza de la ciberguerra global. No solo porque vivió aquel memorable
ataque en su propia piel, sino también porque es el Estado más
informatizado de la Unión Europea: con miles de wifis públicas, las
consultas políticas son on-line, el 90 por ciento de las transacciones
bancarias tienen lugar por Internet y miles de empresas se dedican a la
tecnología de la información y las telecomunicaciones. Economía,
política, servicios a los ciudadanos: aquí, todo gira en torno a la
Red, y la nación entera está cableada con fibra óptica. No en vano el
nombre del país se deletrea irónicamente como 'e-Stonia'. Y, con las
nuevas tensiones entre Rusia y Occidente, este pequeño país de la OTAN
se ha convertido en pieza fundamental.
España también participa
El
'frente' informático estonio está coordinado desde 2008 por una agencia
militar internacional denominada NATO CCDCOE (siglas en inglés de
Cooperative Cyber Defence Centre of Excellence o Comité de Dirección de
Excelencia de Cooperación en Ciberdefensa de la OTAN), destinada a la
investigación y el estudio de la guerra y la seguridad cibernética, cuyo
cuartel general se encuentra en el interior de una base militar de
Tallin. Un centro de excelencia que cuenta con 15 naciones
miembros, entre los que se encuentran los Estados Unidos, España,
Italia, Alemania, Francia, Holanda e Inglaterra. Su cometido es
prevenir, vigilar y, en caso necesario, responder a ataques de
ciberterroristas. En el centro trabajan cerca de 40 personas de diferentes nacionalidades, y el acceso al personal ajeno está terminantemente prohibido.Los enemigos más temidos son los ciberterroristas rusos, sirios, chinos e iraníes, según dicen, pero por todo el Oriente Medio se encuentran bases preparadas para realizar ataques informáticos. Anders Fogh Rasmussen secretario general de la OTAN hasta octubre recordó que solo el año pasado los aliados tuvieron que hacer frente a «más de 2500 casos significativos» de intentos de intrusión, es decir, «uno cada tres horas, día y noche del año». Al menos diez ataques al mes en 2012 se consideraron «ataques serios», según fuentes aliadas.El danés insistió en que «los ciberataques no paran en las fronteras nacionales, y la defensa tampoco debe hacerlo», por lo que «un ciberataque contra un país, si no se ataja rápida y eficazmente, puede afectar a todos. Trabajando juntos reforzamos la cadena».
Todos los países de la OTAN, salvo Croacia, Grecia, Islandia, Luxemburgo y Eslovenia, han firmado ya memorandos de entendimiento con la OTAN para intercambiar inteligencia e información en caso de ciberataques, según fuentes aliadas.El Gobierno estadounidense va por delante en esta guerra. Su preocupación por la peligrosidad de las nuevas guerras informáticas se ha visto reflejada en el presupuesto de 2014: el Departamento de Defensa ha destinado para la seguridad informática 52.000 millones de dólares. En Washington, las operaciones las dirige la división CyberCom, encabezada por el general Keith Alexander el todopoderoso jefe de la NSA. Según Alexander, «en el siglo XIX, las armas informáticas serán tan cruciales como las nucleares lo fueron en el siglo pasado». Y, en esta guerra, Estonia está en primera línea.
La cibertrinchera
Así es una jornada de maniobras
Le
llaman Locked Shields Exercises. Son una especie de maniobras con las
que la OTAN recluta nuevos cibersoldados. Cada año participan 300
personas de 17 países, en una lucha que enfrenta a un equipo defensor
contra un imponente batallón formado por piratas informáticos de
altísimo nivel. El escenario es imaginario: se 'crea' un Estado,
Berylia, en el cual todas sus actividades industriales son saboteadas
con ciberagresiones. La Locked Shields incluye además de la defensa de
Berylia otras actividades, como la defensa legal, con abogados expertos
en ciberguerra, para que el ejercicio sea lo más realista posible.
El ciberejército
Un comando nada convencional
Los
ingenieros informáticos conforman el perfil profesional típico de los
cibersoldados, pero en las agencias como la NSA de EE.UU. también
trabajan matemáticos, criptógrafos, operadores de polígrafos y hackers
autodidactas. Muestra de su creciente importancia es que EE.UU. ha
creado una condecoración específica para premiar los logros de sus
ciberguerreros.
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