Si Flaubert era Madame Bovary, Boris Izaguirre es Rosalinda Fox, la
espía inglesa que le ha inspirado 'Un jardín al norte'. Escrita en
primera persona, la novela ve justo la luz cuando la madre de Boris
expira. A sus 49 años, el escritor y 'showman' venezolano reflexiona
desde Caracas sobre política, sexo, maternidad y las heroínas de su
vida.
Lo primero, darle el pésame.
Si la hubiera conocido... Mi madre era una mujer tan estupenda,
moderna y tolerante... Hasta el último momento nos dio lecciones
extraordinarias de cómo sobrevivirla.
Le noto muy entero.
En el funeral nuestros amigos no sabían qué decir porque nos veían
perfectos. Pero es que estábamos preparados. Mi mamá estaba feliz de
haber vivido 80 años plenos y no le iba a permitir al cáncer que
cambiara eso.
¿Le va a inspirar ella su próxima novela?
De momento estoy muy contento con Rosalinda Fox. Yo la veo como una supermán sin capa, pero con bolso.
¿Y a su madre?
Mi mamá cuando yo era niño se compraba grandes pañuelos que yo luego
convertía en capa. Iba con capa al colegio. Creía que tenía
superpoderes. Y ella, lejos de reprimirme, me animaba. Mi madre también
fue heroica. Por eso yo prefiero un mundo de mujeres. Los hombres somos
un estorbo.
Rosalinda inventó su propio personaje. ¿Boris también?
No. Yo nunca he dejado de ser yo mismo.
¿Se siente tan aventurero como Fox?
Qué va. Yo tengo una vida muy cómoda. El mayor miedo que he podido
pasar es casarme con mi marido. Con el casamiento vienen dos cosas
tremendas: la fidelidad y el divorcio.
¿Le cuesta ser fiel?
A los escritores nos encanta explorar y empujar los límites hasta que de repente estás en el precipicio.
¿Ha estado ahí hace poco?
No. Ahora estoy cómodamente sentado. Rubén, mi marido, me ha
enseñado a vivir en la playa. Chapoteamos por la mañana en Miami junto a
los jubilados.
¿Ha pensado en tener un hijo?
Mis novelas son mis hijos. Y yo soy el hijo de mi marido. Soy como un niño. Todo el tiempo hay que estar regañándome.
Eso suele ocurrir con la gente juguetona, artística.
El programa que estoy haciendo en Telemundo se titula 'Yo soy el
artista'. Y aunque mi papel es de jurado, me he robado el 'show'
directamente.
La espía Fox estuvo al lado de muchos poderosos, como el pequeño Nicolás...
El pequeño Nicolás es la demostración de que hemos involucionado. Es
hijo de la corrupción, una víctima del 'selfie'. Pero sus padres
intelectuales son los líderes políticos.
¿Cuál fue el mayor mérito de la duquesa de Alba?
Ser la duquesa de Alba. Y una mujer que todos los días de su vida
fue interesante, una estrella del pop. Me fascinaba su mirada. Sentías
que la historia te estaba mirando.
Isabel Pantoja va a montar un coro en la cárcel, dicen...
Ella va a convertir esa cárcel en la máxima rehabilitación de su persona, en uno de los mejores capítulos de su biografía.
Como venezolano, ¿ve la sombra del chavismo en Podemos?
No lo sé. Todavía estamos intentando descubrir a Pablo Iglesias.
Pero a mí me da muchísimo más miedo la impunidad de la corrupción que
Podemos. La corrupción puede destruir la democracia.
¿Y el chavismo no la ha destruido?
Lo conozco menos porque no he vivido ese proceso. Además, nunca me ha ido bien cuando he hablado de política...
¿Es partidario de ser padre a través de un vientre de alquiler?
Sí, es una decisión que Rubén y yo nos planteamos. Pero
necesitaríamos más ingresos y reorganizar nuestro calendario. Quizá la
ciencia evolucione aún más y podamos quedar embarazados los propios
hombres.
¿Se apuntaría?
Absolutamente. Si me pilla con el cuerpo en condiciones me apuntaría encantado.
TÍTULO: VIAJANDO CON CHESTER,
Domingo a las 21.30 horas
-foto-Risto Mejide y su Chester viajan este domingo con dos 'poderosos caballeros'
El exjugador del FC Barcelona, Johann
Cruyff, y el fundador de Telepizza, Leopoldo Fernández Pujals,
emprenden camino acompañados de Risto Mejide para charlar sobre sus
diferentes trayectorias profesionales, marcadas en ambos casos por
astronómicas cifras de dinero.
Dicen que el dinero no cambia a las personas, pero sí
todo lo que está a su alrededor. O que ser rico no da la felicidad,
aunque ayude a conseguirla. 'Viajando con Chester' emprende camino esta
semana con dos invitados que saben mucho de dinero y de sacarle rentabilidad
a sus carreras profesionales para comprobar qué hay de verdad en estos
dichos populares. El icónico jugador y entrenador del FC Barcelona,
Johan Cruyff, y el fundador de Telepizza, la primera gran cadena de
comida rápida española, Leopoldo Fernández Pujals, se sientan este
domingo a las 21.30 h, en dos sofás muy diferentes conectados por un
'poderoso caballero'.
Johan Cruyff: "Soy un hombre que más o menos sabe lo que vale cada uno, así que yo domino el dinero en el vestuario"
Ha sido uno de los mejores jugadores de fútbol de todos los tiempos, y
por si fuera poco, agrandó su leyenda siendo el entrenador del mejor FC
Barcelona de todos los tiempos (con permiso de Pep Guardiola). Johan
Cruyff viaja con Risto y Chester con la misma premisa de control y
dominio de la situación que le gustaba ejercer en el terreno de juego.
No en vano, tiene clara la clave de su éxito: “El mejor será siempre
quien domine el balón, porque sólo hay un balón en el campo. Si lo tengo
yo, no lo tienes tú, y mientras lo tengo yo, yo decido lo que está
pasando. Estoy bastante orgulloso porque ahora veo que muchos de
aquellos jugadores son entrenadores y repiten el proceso”.
Cruyff fue, en todos los términos, un hombre revolucionario que supo
ver la visión empresarial del deporte rey. Fue de los primeros jugadores
en tener un manager que se encargara de su representación y sus
contratos. “Cogí a mi suegro. Me aconsejó, me dijo que no estaba
recibiendo un trato justo por parte del Ajax. Yo tenía un contrato de
juveniles, pero jugaba siempre en el primer equipo. Fuimos a hablar un
día con la junta y les dije que no se estaban portando bien, que no me
pagaban el sueldo del primer equipo. No era justo”.
Con fama de pesetero¸ durante meses mostró su disconformidad a no
recibir dinero por lucir publicidad de una marca deportiva que le usaba
como imagen: “Estamos hablando de hace 40 años, en ese momento la
publicidad en el fútbol y en el deporte era muy poca. Y entonces
llegaron las grandes empresas que querían que lleváramos la camiseta sin
pagarnos. Yo les dije, ‘Tú vende la camiseta, pero sin mi cara; con mi
cara, hay que pagar’. Como no nos pusimos de acuerdo, en vez de las
tres rayas del logotipo oficial, quité una y jugaba con dos. Tenía una
camiseta diferente a la de todos”.
Su
afán por controlar la situación económica se mantuvo también en sus años
como entrenador. Cruyff negoció los sueldos de jugadores clave como
Guardiola o Stoichkov. “Yo soy el jefe del vestuario. Y en el vestuario
se sabe todo. También lo que gana cada uno. El número 10 no puede ganar
más que el número 1. Soy un hombre que más o menos sé lo que vale uno,
así que yo domino el tema del dinero en el vestuario. Siempre, toda la
vida lo he hecho”.
Leopoldo Fernández Pujals: "Las diferencias entre ricos y pobres no las ha de solucionar el estado"
Es el empresario modelo. El hombre hecho a sí mismo que hizo una gran
fortuna gracias a la excelente mezcla de mucho trabajo, esfuerzo y una
idea visionaria. Después de años haciendo pizzas hasta altas horas de la
madrugada, el hispano-cubano Leopoldo Fernández Pujals alumbró la que
sería la cadena española líder en comida rápida, la pionera Telepizza:
“Tuvimos muchas peticiones de franquicias y nos extendimos por toda
España. Salimos a Bolsa, las acciones se dispararon y no paramos de
crecer. Decidí vender la compañía y me pagaron 370 millones de euros.
Así me hice rico”.
Su trayectoria no
se quedó ahí. Años después entró a formar parte de Jazztel. “Cuando
llegué me di cuenta de que éramos pequeñitos y que no podíamos competir
con las grandes. Vi que la facturación de ADSL crecía y crecía y
decidimos meternos ahí para hacer negocio. Y ha salido bien”. Tanto es
así que ahora que la compañía ha sido vendida a la francesa Orange, y
por ello, Leopoldo recibirá más de 400 millones de euros por la venta.
Con una trayectoria plagada de éxitos, Fernández Pujals se ha forjado
una opinión muy clara y concisa acerca de gobiernos, políticas
económicas y neoliberalismos: “No conozco la reforma laboral de España,
en Jazztel no hemos despedido a nadie acogiéndonos a esta ley. Yo soy
liberal y creo que el problema de la crisis y la brecha social radica en
la formación. En las escuelas deberían formar a futuros empresarios y
emprendedores, para que hagan lo que yo he hecho. Las diferencias entre
ricos y pobres no las ha de solucionar el estado”.
Y cómo no, también tiene su propia opinión sobre el partido político del momento, Podemos: “El discurso de
Pablo Iglesias
me recuerda al que escuché en 1959 de la boquita de Fidel Castro. El
comunismo reparte pobreza, punto. Categóricamente te lo digo yo, y si
no, ve a Cuba. Y no hables con la casta totalitaria de izquierdas, habla
con el pueblo”.
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