sábado, 3 de enero de 2015

SI TIENES MINUTOS Y DESCANSO, LAS, MADURITAS Y EL DIESEL,./ EL HOROSCOPO, VICKY MARTIN BERROCAL, DISEÑADORA, MODA, ESTILO,..

TÍTULO: SI TIENES MINUTOS Y DESCANSO, LAS, MADURITAS Y EL DIESEL,.

foto

Lo de 'las maduritas y el diésel' es de David Bustamante, en una entrevista de Virginia Drake en XL Semanal. Decía Busta que las mujeres más descaradas, las que le dicen las cosas más procaces, son las “maduritas de 50”. Porque, supone, “para una mujer madura no es lo mismo subirse a un diésel que a un coche de gasolina”. Y él, por supuesto, a sus 32 años, se siente un 'purasangre', un 'gasolina'.
Si los 'diésel' masculinos quieren defenderse, es cosa suya. Pero me da la impresión de que a ellos no les importa mucho la fanfarronería de Busta. Más que nada porque ese aire de superioridad suele ser propio de los hombres jóvenes respecto de las mujeres mayores y no al revés. Y a ellos, a los 'diésel', les importa lo que digan las mujeres y no Busta. Es una cuestión de cultura y de tradición. Y por eso nos irrita más a nosotras, sobre todo cuando somos maduritas de 40, o de 54, como es mi caso. Porque estamos cansadas de esa vieja idea sobre los roles de la edad.
Por supuesto, algunas maduritas encontramos infinitamente más atractivos que a Bustamante a muchos diésel de 40, de 50 y de 60. O de 30, que es lo que algunos, los más tradicionales, no entienden. Que los roles de la edad están cambiando a una velocidad increíble. Pasa con las ricas y famosas como Madonna, Sharon Stone o la fallecida duquesa de Alba, y pasa con las mujeres normales y corrientes. Que lo de ellas nos parece tan aceptable y natural como lo de ellos, lo del presidente Hollande y su novia 20 años más joven, o lo de Julio Iglesias y su mujer 30 años menor, o lo de Michael Douglas, o lo de Fernández Tapias, o lo de Rodrigo Rato, y otros muchos. Tantos diésel, que diría Busta, emparejados con 'gasolinas' como él.
¿ El dinero? ¿El poder? Es posible que parte de la explicación para las mujeres sea la misma que se ha aplicado a ellos. Las mujeres son cada vez más poderosas y a algunos hombres también les atrae el dinero, el poder o la fama. Pero hay otra motivación mucho más interesante para nosotras y es que las mujeres no buscan la protección y la seguridad económica como antaño. Porque se la procuran ellas mismas. Por eso somos mucho más libres para elegir. Y más inesperadas y sorprendentes para las viejas mentalidades.
Algunas buscan seguridad. Otras, belleza. O ganas de vivir. O conversación. O sexo. O valores comunes. A veces lo encuentran en hombres de edad semejante, y otras, en hombres mucho mayores. O mucho más jóvenes. Como les pasa a ellos. Como dice ese chiste que circula por la Red, tras varias imágenes de Madonna, Sharon Stone y compañía con sus novios, “si aún no tienes novio, no te preocupes, es que aún no ha nacido”. Ahora, decidimos, elegimos y nos reímos. Aunque algunos 'gasolinas' presuntuosos aún no se hayan enterado.

TÍTULO: EL HOROSCOPO, VICKY MARTIN BERROCAL,DISEÑADORA, MODA, ESTILO,.


-foto- VICKY MARTIN BERROCAL,DISEÑADORA, MODA, ESTILO,.

Es tan puntual que llega a la cita antes que los fotógrafos, estilistas o maquilladores, y lo primero que uno piensa al verla es que no merece la pena que la maquillen porque a las nueve de la mañana ya tiene una cara tan fresca y agradable que no es necesario perder tiempo en ello. Vestida con unos vaqueros y una camisa negra, con su presencia confirma por qué tantos hombres la consideran una mujer de bandera de 41 años, y por qué suscita la envidia de algunas mujeres.
"A mí las mujeres no me envidian, solo se identifican conmigo. Me ven cercana, sin complejos, porque esto es lo que soy y porque defiendo lo que tengo. No puedo defender otra cosa más que a mí misma. Soy una mujer con curvas. Rotunda en todo y muy clara, y por eso siempre digo lo que siento, porque me da igual caer mejor o peor, no tengo miedo de nada".
Como una estratega que en su defensa dispara toda su artillería en los momentos iniciales, Vicky Martín Berrocal utiliza un torrente de gestos y frases cortas que sirven para que el entrevistador intuya que su arrebatada forma de ser posiblemente no se ha torcido desde niña junto a un padre empresario taurino y una madre modelo profesional.
"Yo soy yo gracias a mi madre, que me inculcó muchas cosas y estuvo muy pendiente de mí. Fue la que me empujó a amar el mundo de la moda de esta manera tan exagerada. Es lo que mamé de siempre. Y fíjate, ella fue una mujer muy estricta, pero ayer se atrevió a decirme: 'He conseguido tener a la hija que soñé'. Y lloré, después de tantos años...".
Vicky Martín Berrocal. (Fotos:Juan Aldabaldetrecu).
Vicky no solo ha heredado la pasión por las pasarelas. Además de tener su empresa de moda, es la imagen de Violeta by Mango, ropa para mujeres con curvas en unos tiempos en los que Marilyn Monroe no sería considerada un 'sex symbol'. Habla así de su colaboración con la firma: "Me irrito viendo lo que es atractivo hoy y lo que fue hace años. El de ahora 'pa mí es na'..., sin despreciar, por supuesto, a las grandes modelos". Y pone ejemplos: "Conocí a Sofia Loren y fue la única persona que me ha dejado sin palabras. No fui capaz de hablarle y, cuando me pasó la mano por lo alto, quise morirme. ¡Qué disparate de tía! Igual que cuando veo a Monica Bellucci, o fotos de Marilyn o Ava Gardner, que son todas mujeres mujeres, con mayúsculas, con curvas. Pero ahora eso ha desaparecido y lo que vale es 'no tener na'. O sea, no tengo pecho, no tengo cadera, no tengo barriga, no tengo piernas, no tengo 'de na', solo hueso".
¿Las mujeres como tú, seguras e independientes, dan más miedo a los hombres?
Sí, sin duda. Quieren a una que puedan manejar, que no se rebele, sumisa, no a alguien con personalidad o carácter. A ellos les gusta ser muy protagonistas y, cuando llega una señora que está a su altura, les molesta. Es mejor permanecer en la sombra, pero lo que pasa es que ahora tenemos un protagonismo increíble. Hemos cogido nuestro sitio.
Pero sigue habiendo polémica sobre embarazos y derechos de las trabajadoras.
Es una locura. Si no nos quedamos embarazadas, ¿qué va a ser este país dentro de equis años? ¿Hay algo más maravilloso que esperar un hijo?
Eres una mujer separada, como tantos cientos de miles en España. ¿No estás harta de que te pregunten si quieres volver a tener pareja e hijos?
Harta... harta no, porque tengo mucha paciencia (risas) Pero parece que no se puede estar soltera, que por narices tienes que casarte con un hombre y, una vez que se termina un matrimonio, juntarte con otro y tener hijos. Yo puedo estar sola toda la vida. Soy feliz. Si estoy en pareja soy tremendamente dichosa, pero si no tengo a alguien que de verdad me sume, para quedarme igual, mejor como estoy. No rindo cuentas a nadie. Voy y vengo y hago lo que quiero. Lo malo es que si te tiras muchos años así, a ver quién es capaz después de plantarse delante de ti y parar esa libertad. [De pronto detiene su torrente desbordado de respuestas. Mira a un lado y parece rebuscar en su cabeza entre las cosas que algún día no dijo, para volver a retomar la pregunta]. Pero vamos, sí, y otra cosa que me cansa mucho es el hecho de que Manuel [su exmarido Manuel Díaz El Cordobés] y yo seamos un ejemplo en este país por el hecho de admirarnos, querernos y llevarnos bien. Me parece lamentable, ¡Dios mío!, tenía que ser lo normal. ¿Por qué nos olvidamos de los momentos buenos de la pareja? ¿Quién nos obligó a casarnos, a tener hijos? Es tremendo que, una vez que la historia se termina, nos acordemos solo de lo malo. A esas cosas que suelen preguntarte, respondo siempre igual: "Pues sí, me llevo muy bien con mi ex; sí, espero tener un novio; sí, la maternidad llegará pronto...", y así durante 12 años en los que, por supuesto, he tenido pareja.
Además, reúnes algunas características, como ser independiente, casada con un torero, andaluza, guapa, que pueden asustar aún más, ¿no?
Me han echado todos los hombres de este país encima, pero falta 'el Hombre' con mayúsculas. Y es algo que escuchas y percibes. Trato a las mujeres cuando vienen a vestirse o a casarse, y te comentan que ese asunto está muy difícil. O, al contrario, quien te dice: "Pensaba no casarme pero ha llegado la persona que creía que no existía". Eso te da esperanza de que haberlos, haylos. ¿Dónde? No lo sé.
Antes las mujeres de más de 40 eran invisibles, pero hace años que se rompió ese mito.
Hoy es la mujer de 30 de hace años. Antes quien cumplía los 50 o 60 parecía una abuela. Recuerdo que la mía con esa edad ya era una señora mayor. Pero ahora veo a algunas que son un 'pivón'. Depende de la actitud ante la vida. No de la edad.
¿Ni del peso?
Tampoco. Y discuto mucho con esto. No somos un cuerpo, sino un alma. Qué más da la talla y todas estas cosas... Igual con la edad. Una puede sentirse deseada con 40,50,60 y más.
¿Y te sientes deseada?
No sé si lo soy o no. No me lo planteo cada vez que me levanto. Simplemente vivo y ya.
¿Y crees que la moda diseñada para mujeres está pensada para figuras imposibles?
Está pensada para siluetas irreales. Se busca a alguien que puedas coger una camisa, tirársela desde lo alto y que le quede bien, un abrigo y un pantalón. Y yo creo que hay que rellenar. Como diseñadora, prefiero vestir un cuerpo.
Has comenzado diseñando vestidos de gitana, de fiesta, de boda... ¿Estamos para fiestas?
Para todas las que el cuerpo aguante. Hay que cambiar el chip, hay que tener, por lo menos, las ganas.
¿Te ha costado abrirte camino entre las firmas de moda? ¿Te respetan?
Es un mundo muy cerrado y cuesta empezar, pero después te encuentras a grandes diseñadores que admiran lo que haces, que te tienen en cuenta, y a los que les gustaría trabajar contigo.
¿Y te has sentido extraña alguna vez?
Soy mucho de vivir y no pensar. Me guío por la intuición y mis sueños. Los peleo. Lucho como una jabata y creo en mí y en mi proyecto, y eso es lo que me ha hecho llegar hasta aquí.
Cuando empezaste tu hija tenía cinco años. Ahora, ¿cómo es tener una niña adolescente? ¿Te gustaría decirle lo que te dijo tu madre ayer?
Ojalá... Ser madre es complicadísimo y más con esta edad en la que todas creen que saben más que tú, que estás desfasada. Te da coraje. Y le dices: "¡Quiero que seas esto, esto y esto, una mujer responsable, que la vida no es fácil, y eso te lo tienes que grabar, porque hoy eres una privilegiada, pero no te olvides de que la cosa da un giro en dos segundos y necesitas cartas para jugar y saber utilizarlas!".
Nada fácil...
No quiero que sea como yo. No pido una copia mía. Tiene un padre que es un ejemplo, un tío que ha luchado... con orgullo, con pundonor, en una profesión dificilísima. A él le digo: "Llévatela en la furgoneta con la cuadrilla a dar una vuelta por España a ver qué opina. Porque claro, todo les parece fácil, y su madre se tiene que 'jartar' a currar para tirar 'palante'...".
Pero tú también tuviste una vida fácil, sin estrecheces económicas, con colegio en Suiza...
Sí. Me tocó la lotería el día que nací. Mi padre fue un señor que venía de una familia bien, pero también se lo curró. Era un jabato y estuvo trabajando hasta el día en que murió. Un hombre muy seguro, muy libre, que conseguía lo que quería. Heredé de él ser peleona. Pero nunca dejo de mirar lo que hay alrededor de mí y veo lo que tengo y pienso: con esto voy a ser feliz. Hay gente mucho mejor que yo, pero también peor. No podemos estar todo el día queriendo más, anhelando ser lo que no eres, eso es lo que te provoca infelicidad. [Vuelve a perder su mirada, tal vez para recordar las palabras de su madre, pero pronto retoma las suyas]. Pues sí, nací en una familia estupenda, pero lo realmente maravilloso es que me enseñaron a vivir.
¿Y lo de Vicky, en vez de Victoria, te queda de la infancia?
No lo sé. Boris Izaguirre siempre me dice: «¿Pero cómo se puede llamar una mujer como tú Vicky, pero eso qué es?». Creo que empezaron a llamarme así en la universidad, pero hoy empieza a gustarme que me digan Victoria. Será la edad...
Al principio me has dicho que eres una mujer sin miedo. ¿Es verdad o solo una forma de defenderte?
Siempre lo digo, pero también hay algún temor. Sobre todo el de perder a la gente que quiero. No tengo ningún apego a lo material, porque soy capaz de sobrevivir donde me pongan. Me asustaba perder al hombre que más quise en mi vida, y lo perdí. A partir de ahí esa sensación se diluye, porque siempre pensaba: "Cuando esto ocurra, ¿qué va a ser de mí?". Pero un día te das cuenta de que han pasado ya varios años y, como ves, aquí sigo


No hay comentarios:

Publicar un comentario