El viernes -16- Noviembre a las 22:00 por La 1, foto.
La poesía «serena y sutil» de Basilio Sánchez le otorga el Loewe,.
«Vivimos en una sociedad muy pulcra en lo material pero pobre en lo espiritual», lamenta el ganador de la XXXI edición del galardón,.
El jurado valoró «la indagación y revalorización de la tradición clásica» del poemario ganador en el que Sánchez «busca nuevos registros, sonidos y significados». «Es el poemario de un artesano de la palabra, no de un iluminado», destacó. «Está escrito con una austeridad no exenta de sensualidad», y «revela una poética sutil, serena y sin estridencias», según aseguró Piedad Bonnett, vocal del jurado que presidió Víctor García de la Concha. También fueron vocales Francisco Brines, José Manuel Caballero Bonald, Ben Clark, Antonio colinas, Soledad Puértolas, Aurora Ejido Jaime si les y Luis Antonio de Villena.
En su acta presentaron al libro ganador como «algo insólito», lo que constituye «la gran novedad de una obra que da cuenta de un poeta en pleno dominio de sus facultades, que hablará tanto a lectores adultos, jóvenes. «Es un libro que reafirma la poesía como un acto de fe y un camino de vuelta a lo esencial», agregó Bonnett.
«Es una meditación, el libro de horas de un contemplativo o el breviario de un paseante solitario» apunta el satisfecho autor. Destaca como sus poemas son una celebración de la naturaleza «ahora que vivimos en una sociedad muy pulcra en lo material pero pobre en lo espiritual». «Es la visión de quien toma conciencia de la realidad en la que vive y se rebela a través de la poesía y la belleza», explicaba el feliz autor extremeño.
Médico intensivista, responsable de la UCI del Hospital de San Pedro de Alcántara, Basilio Sánchez (Cáceres, 1958) entiende la poesía como «verdad y belleza relacionada con lo más íntimo». Tiene una larga trayectoria poética que ha alternado son su profesión. «Es el médico quien está en contacto con el sufrimiento y se abre a la poesía, que es una manera de humanizarse», dice este facultativo en activo, jefe de servicio de la UCI y que sigue haciendo guardias, una obligación de la que se exime a los médicos de más de 55 años.
«Intento ser buen médico y buen poeta», asegura Sábchez, que ha publicado casi una docena poemarios desde que fue reconocido en 1983 con un accésit del premio Adonáis. Entre su títulos figuran 'Esperando las noticias del agua', 'Cristalizaciones', 'Las estaciones lentas, 'Entre una sombra y otra' o 'El cielo de la cosas'. También fue finalista del premio Jaime Gil de Biedma en dos ocasiones (1995 y 2003) y ganador del premio de poesía de la Fundación Unicaja y del TIFLOS.
La Fundación Loewe convoca desde 1987 su Premio Internacional de Poesía «con el fin de impulsar la calidad en la creación poética en lengua castellana». Convoca también cada año el Premio a la Creación Joven para un autor menor de 30 años, que de nuevo ha quedado desierto. Los libros premiados son publicados dentro de la Colección Visor de Poesía. De los casi 900 poemarios presentados este año, un 20 porciento procedían de Hispanoamérica, con Argentina, México y Colombia como los países con mayor índice de participación. En España, las provincias con más obras presentadas fueron Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla. Un 15 por ciento de los autores son menores de 30 años.
TITULO : PUERTA CON PUERTA CANAL EXTREMADURA - Vino, jazz y flamenco ,.
Vino, jazz y flamenco,.
Crónica de una cena en Badajoz hablando de constancia y proyectos,.
En la mesa, coincidí con Juan Barrero y Toni, su señora. También cenaban a mi lado Pepe Cortés y Jesús Ferrer, es decir, las almas gemelas que impulsan esa iniciativa singular llamada Jazz y Vinos. Jesús Reynolds, presidente del Banco de Alimentos en Badajoz, y Manuel Brito, secretario de esta fundación solidaria, ocupaban otros lugares en la mesa, que se cerraba con la presencia de Pilar Andújar, cuya academia de danza amenizó la velada.
Detalles que me parecieron significativos: el año pasado, Juan Barrero vendió 700.000 botellas de vino y en 2018, llegará a las 810.000. Estas cifras lo convierten en uno de los principales distribuidores de España. Al tiempo, le exigen innovación en las instalaciones. Por ello, ha inaugurado un nuevo almacén de 3.000 metros cuadrados con sala de catas. Tras 35 años de esfuerzo comercial, su empresa da empleo a 18 enólogos y someliers. Todo ello guiado por una frase que recordó y que escuchó al dueño del restaurante Txistu de Madrid: «Nada sustituye a la constancia, ni tan siquiera la inteligencia y la formación. La constancia y la decisión lo conquistan todo», frase que viene a ser la misma que guiaba a Camilo José Cela: «Quien resiste, gana». La empresa de Juan Barrero hace las cartas de vinos de 300 restaurantes de la región, muchos de cuyos dueños estaban presentes, y ha extendido su red comercial a Cáceres.
Al hablar de sus nuevas instalaciones, comentamos la necesidad de conservar bien el vino, una de las asignaturas pendientes de las grandes superficies. Hablamos de bodegueros que, cuando descubren botellas suyas mal conservadas, las compran para que ningún cliente se las lleve y se sienta defraudado. Esto hicieron Fernando Toribio (Viña Puebla), en un almacén de Cáceres, y el dueño de bodegas Torres en un restaurante de Badajoz, donde compró tres botellas de sus vinos y fue derramando el contenido de las copas en un macetero, todo con tal de mantener el prestigio.
Jesús Reynolds explicaba que el Banco de Alimentos atiende en Badajoz a 16.000 personas y se suscitó un tema que me interesa: la positiva y creciente dinámica participativa que se nota en Badajoz, comparando con otras ciudades de la región, una sociedad civil pacense que me parece ejemplarmente activa. Reynolds y otros comensales argumentaron que se trata de un movimiento interesante, pero bastante reciente, algo tan nuevo como admirable.
Avanzaba la noche. Juan Barrero confesaba que en su casa no existe la palabra no. Pepe Alba nos contaba sus proyectos con jamón. Pilar Andújar detallaba que imparte una día a la semana flamenco terapéutico en la Asociación contra el Cáncer porque el movimiento del brazo en el baile flamenco es bueno para combatir determinados ganglios.
Los 159 invitados aplaudían, con cada cambio de vino extremeño (Habla, Carlos Plaza, Alius, Coloma), las coreografías de Pilar Andújar, muy contemporáneas, con una magnífica fusión del flamenco y el jazz y una maestría sorprendente en los bailarines (Diego, hijo de Pilar, Raquel, Lorena y Lucía). La propia Pilar, que llegó a actuar en el Gran Teatro de Cáceres con la Paquera de Jerez, la Niña de la Puebla y Juanito Valderrama, cerró la cena con unas sevillanas a ritmo de blues. Constancia y decisión en la sala y en el escenario.
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