TITULO: Mi casa es la tuya - Rodrigo Fresán: "Me alucina que todo el mundo piense que su vida tiene interés" , ,. , Viernes -1- Noviembre,.
Mi casa es la tuya',.
Este viernes -1- Noviembre a las 22.00, Telecinco emite una nueva entrega de 'Mi casa es la tuya', con Bertín Osborne charlando con Rodrigo Fresán: "Me alucina que todo el mundo piense que su vida tiene interés",.
Rodrigo Fresán: "Me alucina que todo el mundo piense que su vida tiene interés",.
El
argentino cierra su tríptico sobre lo que significa la literatura con
'La parte recordada', una torrencial autobiografía inventada que tiene
mucho de carta de amor a Proust, Bellow, Ray Davies y Bob Dylan
En abril de 2017 la ex vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría le regaló a Oriol Junqueras un libro titulado La parte inventada. Su autor, Rodrigo Fresán, se convirtió de forma involuntaria en trending topic
y durante unas horas todos los medios hablaron de aquella novela
difícil de encasillar que iba sobre «las posibilidades de la ficción y
de la realidad». Dos años y medio después, y tras publicar La parte soñada, Fresán pone punto final a una ambiciosa trilogía con La parte recordada (Literatura Random House). Han sido diez años de escritura, tres libros y más de 2.000 páginas en total que reflexionan sobre la lectura, la literatura y todo lo que ocurre en el interior del que escribe, que es mucho.
Como sus predecesoras, La parte recordada es un torrente de erudición y cultura pop que desborda entusiasmo. Allí están todas las filias de Fresán, que son muchas pero podríamos resumir en dos
tríos: uno literario que forman Bellow, Proust y Nabokov y otro pop en
el que reina Bob Dylan y The Beatles y Ray Davies hacen de consortes.
«Para mi son grandes escritores. Me sorprendió mucho cuando la gente se
ofendió porque le dieron el Nobel a Dylan. Me parece mucho más grave
que se lo hayan dado a esa rusa que lo único que hace es desgrabar
casetes», opina. El protagonista de La parte recordada es un escritor y aunque no es exactamente Fresán, la mayor parte del tiempo se le parece mucho. «No soy yo aunque comparto con él muchas filias, no tanto las fobias. Es un personaje muy autocastigado y canalla, en la línea de Bellow y Philip Roth, que para mí son los dos grandes autores de personajes canallas. Es algo que extraño mucho en la literatura en español, ¿por qué todos los protagonistas son siempre buena gente? Vila-Matas tiene algo de eso pero, por lo general, los protagonistas son casi siempre heroicos. A mí me gusta lo contrario».
El protagonista tiene, decíamos, varias fobias. Una es viajar en avión (todo aquél que se remueva en el asiento al escuchar fasten seat belt encontrará un consuelo muy entretenido en el libro) y otra es la llamada «Literatura del Mi». Fresán se explica: «Eso es algo que le preocupa mucho más al protagonista que a mí. Él es consciente de que no puede jugar esa carta porque si cuenta su pasado, que entregó a sus padres a los militares argentinos, se hunde. Me hace gracia que la literatura metaficcional se presente como algo novedoso cuando está en Bellow, en David Copperfield de Dickens, por no hablar de Henry Miller o la Biblia. Lo que me parece alucinante es que todo el mundo piense que su vida tiene interés y merece ser escrita. Peor aún, que merece ser leída. Me parece una especie de mutación que ha aparecido a raíz de los blogs y la sobreexposición. Uno de mis héroes, Nabokov, decía que la realidad siempre está sobrevalorada. Otro es Proust, que es quien más y mejor escribió sobre el recuerdo. La gran lección de En busca del tiempo perdido es que lo mejor no es la autobiografía como ficción, sino la ficción como autobiografía».
Y eso es lo que hace Fresán a su manera en esta trilogía, usar la ficción como autobiografía. Algo que no deja de ser curioso porque el argentino tiene una vida rebosante de anécdotas legendarias y famosos: ha conocido a Borges, Vonnegut, Foster Wallace, Susan Sontag, a sus ídolos Dylan y Ray Charles; sus padres frecuentaban a Cortázar y García Márquez, su padrino es Quino, Rodolfo Walsh se escondió en su casa durante la dictadura... podríamos seguir y no acabaríamos.
Hay una especie de nostalgia que planea sobre La parte recordada que tiene que ver con cuando los libros importaban, resumida en una cita de Bellow que dice: «La literatura alguna vez unió a las familias tanto como las discusiones». «El año pasado me leí la biografía de más de 2.000 páginas de Bellow y me impresionó mucho el enorme peso que tenían antes los escritores en la sociedad. Salían en la portada de Times, eran figuras decisivas. Tampoco es que Bellow se sentara a comer contigo en la mesa y te hablara sobre los problemas de la narrativa judía en la década de los 50, era algo de lo que podías pasar si no te interesaba, pero al menos era una puerta que estaba ahí si te apetecía entrar. Ahora no hay mucho espacio para eso y así nos va. La idea de los escritores como titanes surcando la superficie de la tierra se ha perdido. En Estados Unidos un poco menos. No va a volver a ocurrir. Eran influencers». ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Fresán reparte culpas: «Un jefe de un periódico me dijo hace tiempo: de ahora en adelante sólo quiero que escribas sobre escritores con vidas interesantes. ¿Tiene Hemingway que haber pescado y corrido delante de toros para importarnos? Los escritores antes eran su obra. Y así nos va, no es un síntoma aislado. La gente hace colas a las dos de la mañana por un nuevo teléfono. Me recuerda mucho a Andy Warhol y a Philip K. Dick, ambos murieron justo cuando la realidad empezaba a parecerse demasiado a sus estéticas y sus ideologías».
Pero volvamos a la ex vicepresidenta, que tiene un cameo en la novela. La anécdota le sirvió a Fresán para dar el broche final a la historia, que termina, spoiler, con una «Barcelona en llamas» y una horda de antorchas acorralando al protagonista. «Me da un poco de miedo porque Mantra terminaba con un personaje secuestrando aviones y estrellándolos contra edificios y... dos meses después fue el 11-S. Espero que no sea visto como una llamada a la desobediencia civil».
TITULO: Pekín Express -Halloween, Iribar y Antognoni ,.
Pekín Express ,.
Cristina Pedroche conduce 'Pekín Express: La ruta de los elefantes', una aventura en mitad del Índico, en la que 10 parejas con perfiles muy diferentes, etc.
Halloween, Iribar y Antognoni,.
foto / Regreso a casa cuando declina el último día de octubre y se abre paso la fiesta de Halloween.
Niños y no tan niños vestidos de oscuro, muchos con churretes
sanguinolentos u ojos aparentemente vaciados. Un festival mortuorio que más que en Estados Unidos, de donde nos llega, me hace pensar en México, donde hoy es fiesta mayor, abrazo a los que se fueron, cuya comida favorita se pone en la mesa en una cena que honra su recuerdo. Aquí les evocamos llevando flores a su tumba o con pequeños ritos familiares. Nunca me he sentido tan feliz como poniendo a mi hija los calcetines como a mí me los ponía mi madre.
Este día en el que se abrazan la vida y la muerte me hace recordar a dos grandes futbolistas que en su plenitud tuvieron un pie en el Más Allá. El primero fue Iribar, que contrajo unas fiebres tifoideas que tuvieron en vilo a toda España y sobre todo a Bilbao. Mientras la fiebre le comía, los sacerdotes bilbaínos y sus feligreses pedían por él los domingos y se hicieron novenas. No hace mucho me contó: “Un día me vi a mí mismo como desde el techo, rodeado de mi familia. En eso, sentí un descenso brusco sobre mi cuerpo y me desperté. Se me fue la fiebre y el día siguiente estaba bien.” ¿Dónde viajó? No lo sabe pero volvió. Y siguió jugando.
Y voy con Antognoni, estrella de la Fiorentina. Apodado ‘Il Bello’, fue un ‘diez’ puro cuando eso definía una función selecta: Suárez, Rivera, Velázquez... Italia se había clasificado para el Mundial de España pero él sufría críticas de prensa de Turín, Milán y Roma, lo que le presionó. En un partido contra el Genoa, ganando la Fiorentina 2-1, fue de modo temerario por un balón dividido con el meta rival, Martina. Se llevó un rodillazo terrible en la cabeza. Estuvo clínicamente muerto un minuto, en el que “vi luces”, diría luego. Se recuperó. Jugó y ganó el Mundial. Iribar y Antognoni tienen algo que contar en esta fecha antes luctuosa, hoy festiva.
Este día en el que se abrazan la vida y la muerte me hace recordar a dos grandes futbolistas que en su plenitud tuvieron un pie en el Más Allá. El primero fue Iribar, que contrajo unas fiebres tifoideas que tuvieron en vilo a toda España y sobre todo a Bilbao. Mientras la fiebre le comía, los sacerdotes bilbaínos y sus feligreses pedían por él los domingos y se hicieron novenas. No hace mucho me contó: “Un día me vi a mí mismo como desde el techo, rodeado de mi familia. En eso, sentí un descenso brusco sobre mi cuerpo y me desperté. Se me fue la fiebre y el día siguiente estaba bien.” ¿Dónde viajó? No lo sabe pero volvió. Y siguió jugando.
Y voy con Antognoni, estrella de la Fiorentina. Apodado ‘Il Bello’, fue un ‘diez’ puro cuando eso definía una función selecta: Suárez, Rivera, Velázquez... Italia se había clasificado para el Mundial de España pero él sufría críticas de prensa de Turín, Milán y Roma, lo que le presionó. En un partido contra el Genoa, ganando la Fiorentina 2-1, fue de modo temerario por un balón dividido con el meta rival, Martina. Se llevó un rodillazo terrible en la cabeza. Estuvo clínicamente muerto un minuto, en el que “vi luces”, diría luego. Se recuperó. Jugó y ganó el Mundial. Iribar y Antognoni tienen algo que contar en esta fecha antes luctuosa, hoy festiva.
TITULO: UN BUEN PLAN ES IR AL CINE - La monja,.
- Reparto
- Taissa Farmiga, Demian Bichir, Jonas Bloquet, Bonnie Aarons, Charlotte Hope, Ingrid Bisu, Jonny Coyne, Manuela Ciucur, Jared Morgan, Sandra Teles, Boiangiu Alma, Laur Dragan, August Maturo, Patrick Wilson, Vera Farmiga, Lili Taylor, Maria Obretin, Jack Falk, Lynnette Gaza, Ani Sava, Michael Smiley, Gabrielle Downey, David Horovitch, Tudor Munteanu, Lili Bordán, Scarlett Hicks, Izzie Coffey, Eugeniu Cozma, Beatrice Péter, Ana Udroiu, Andreea Sovan, Dana Voicu, Claudia Susanu, Mark Steger, Lidiya Korotko,.
- Cuando una joven monja se suicida en una abadía de clausura en Rumanía, un sacerdote experto en posesiones demoniacas y una novicia a punto de tomar sus votos, son enviados por el Vaticano para investigar. Juntos descubren el profano secreto de la orden. Arriesgando no solo sus propias vidas sino su fe y hasta sus almas, se enfrentan a una fuerza maléfica en forma de monja demoníaca, en una abadía que se convierte en un campo de batalla de horror entre los vivos y los condenados.... Spin-off de la película de terror de 2016 'The Conjuring 2'. Producida por Atomic Monster, productora del director especializado en el género de terror, James Wan.
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