TITULO: Cena con mamá - Pablo Martín-Aceña , Viernes -21- Mayo .
Viernes -21- Mayo a las 22:00 en La 1, foto,.
Pablo Martín-Aceña,.
Pablo Martín-Aceña: "Esta pandemia no será una hecatombe total porque no muere tanta gente como en las anteriores",.
Pablo Martín-Aceña (Madrid, 1950) Catedrático de Historia e Instituciones Económicas de la Universidad de Alcalá. En La guerra eterna (Galaxia Gutenberg) analiza los muchos cambios que las pandemias han provocado en el curso de la historia.
- Sin los gérmenes patógenos y las epidemias, ¿la historia universal sería distinta?
- Sin duda alguna. Las pandemias han afectado el curso de la historia. Ha habido algunas pandemias particularmente dañinas, de gran trascendencia por el número de muertes y el tiempo que han durado, que han cambiado el devenir de la historia universal y han sido puntos de ruptura entre una época y otra.
- ¿Qué cambios han traído a lo largo de la historia las pandemias?
- Cambios de todo orden, de toda índole, y eso ha supuesto el paso de una época a otra. En el mundo antiguo, la peste negra que se registró en tiempos del emperador Justiniano acabó con el Imperio Bizantino y dio paso al mundo medieval. Y la epidemia de peste negra terminó con la Edad Media y dio paso al Renacimiento a finales del siglo XIV y principios del XV. Las pandemias han provocado cambios sociales, cambios en las instituciones, cambios políticos y cambios económicos. Las epidemias que asolaron América tras la llegada de los descubridores fueron por ejemplo más mortíferas que las guerras y la violencia.
- La peste que a mediados del siglo VI azotó al Imperio Bizantino durante el mandato de Justiniano se llevó por delante a un tercio de la población, ¿verdad?
- Exacto. Esa peste duró mucho tiempo, se prolongó a lo largo de medio siglo y durante ese tiempo efectivamente llevó a la tumba a al menos un tercio de la población. Imagínese que trasladásemos ese porcentaje de muertes, y uno mucho mayor de afectados, a nuestro mundo. ¿Qué ocurriría si un 30% de los 7.700 millones de personas que somos en la actualidad desapareciera? Sin duda, habría cambios, con consecuencias sobre los mercados laborales, sobre el mercado de bienes y servicios, sobre las instituciones...
- Y en el caso del Imperio Bizantino, ¿qué cambios provocó esa epidemia brutal?
- Justiniano heredó un imperio que se estaba
recobrando después de la escisión y la quiebra del Imperio de Occidente.
Sin embargo, llegó la pandemia y frustró sus planes de reconstruir el
imperio. La peste provocó hambrunas, debilitó las bases económicas del
Imperio Bizantino, socavó su capacidad fiscal y redujo drásticamente el
número de soldados de su ejército. La pandemia de peste negra no fue la
única causa de la caída de Bizancio, pero sin duda contribuyó. También
desencadenó desplazamientos de población, porque en el campo faltaba
mano de obra. Provocó, por ejemplo, una mejora en el nivel de vida de
los trabajadores: al haber menos brazos para trabajar, los grandes
propietarios se vieron sometidos a una presión para mejorar las
condiciones de sus trabajadores para lograr así retenerlos, les
ofrecieron tierras, mejores arrendamientos, mejores salarios.
- Esas mejoras en las condiciones de vida de los agricultores también se registraron durante la pandemia de peste negra del siglo XIV, ¿verdad?
- Sí. Aunque también ocurrió con la peste de Justiniano, fue aún más evidente en la peste negra del siglo XIV, en la que de nuevo, en cuestión de 30 o 40 años, desapareció otro tercio de la población. Como no había gente, el ganado estaba suelto, los campos sin cultivar, las cosechas sin recoger... Y los señores feudales tuvieron que subir los salarios de sus trabajadores en la manufactura, en los gremios, y muchas instituciones se vieron afectadas. Hubo así un trasvase de riqueza, que no fue definitivo porque luego, a lo largo de la historia, se revierte otra vez. Pero durante un siglo mejoró el nivel de vida de los trabajadores.
- ¿Esa epidemia de peste negra puso fin a la Edad Media?
- Eso es, hizo que el feudalismo y los grandes señoríos comenzaran a resquebrajarse. Los grandes propietarios y la nobleza perdieron poder. Y la Iglesia también perdió poder porque los campesinos, los grandes afectados, vieron que en las iglesias no les ofrecían solución, no encontraban ni el origen ni los remedios para tanto desastre. En esa situación, el laicismo ganó terreno. Y eso es el Renacimiento.
- En su libro llega a decir que el origen de la supremacía económica y tecnológica europea se gestó con esa epidemia de peste negra. ¿Por qué?
- El nivel de renta de los que sobrevivieron a esa pandemia aumentó, y accedieron a nuevos bienes de consumo diversificados. Pero también pudieron ahorrar, empezaron a invertir y todo eso elevó su nivel de vida y el nivel de vida en general. Ese aumento en el nivel de vida le dio a Europa un adelanto. Además, la peste negra impulsó la renovación tecnológica. Al haber menos mano de obra, menos brazos, era necesaria más mecanización. La necesidad, ya se sabe, es la madre de la invención, y eso es lo que ocurrió en Europa. El avance tecnológico europeo fue lo que permitió por ejemplo la conquista de América. Muchos se preguntan por qué no fueron los americanos los que conquistaron Europa en lugar de los europeos América. La respuesta es que había una diferencia tecnológica notable.
- Los virus y los gérmenes patógenos, ¿también jugaron un papel importante en la llamada "conquista" de América?
- Sí. Los conquistadores llevaron sus enfermedades, sus virus y bacterias y de manera involuntaria se las transmitieron a la población local. Es verdad que en la conquista de América hubo violencia, guerras y explotación. Pero no puede haber desaparecido de un plumazo toda la población del área del Caribe, de Mesoamérica y del Perú sólo por guerras, violencia y explotación. Las epidemias se llevaron por delante a muchísima población, seguramente fue un factor incluso más mortífero que los otros. En algún momento, los conquistadores y colonizadores se dieron cuenta de que la despoblación iba en su contra: se estaban quedando sin gente para trabajar. Porque ellos no habían ido a América para trabajar, sino para enriquecerse.
- ¿Cómo sería América de no haber llegado los conquistadores con sus virus y bacterias?
- Para empezar, no habría habido trata de negros. Sin las enfermedades que llevaron los conquistadores, no habría habido despoblación y no se habría llevado negros desde África para repoblar América. Los conquistadores se quedaron sin mano de obra en América, y la buscaron en el África. América no sería negra sin las enfermedades que llevaron los conquistadores. Sin las epidemias, la América que hoy conocemos sería distinta. No sabemos si sería mejor o peor, pero desde luego sería distinta. No habría habido esclavitud, sobre todo en Estados Unidos, en el Caribe británico, holandés, francés y, en menor medida, en el Caribe español.
- ¿Y las poblaciones autóctonas de América no contagiaron sus virus y patógenos a los conquistadores?
- Sí, los conquistadores también fueron contagiados por algunas enfermedades autóctonas. América no era un paraíso sin enfermedades, sólo que eran enfermedades distintas. Lo que ocurre es que esencialmente los que iban a América era para quedarse, entonces no había aviones. Así que los colonizadores no trajeron a Europa la mayoría de las enfermedades, las sufrieron en América. Pero aun así algunas trajeron, como la sífilis, una enfermedad americana importada a Europa.
- La epidemia de gripe de 1918, conocida como "la española", mató el a 50 millones de hombres y mujeres entre 15 y 40 años. ¿Provocó también cambios políticos y económicos?
- Sí, los provocó. Lo que ocurre es que la gripe de 1918 coincidió con el final de la I Guerra Mundial, y es difícil distinguir los efectos políticos, económicos y sociales que provocó de los de la I Guerra Mundial. Pero la epidemia de 1918 interfirió en el desenlace de la guerra y en las negociaciones del Tratado de Paz de Versalles. Algunos de los delegados que participaron en esas negociaciones estaban afectados por la gripe. Durante las conversaciones de paz, por ejemplo, el presidente Wilson tuvo la gripe y estuvo bastante enfermo. En esas negociaciones que determinaron la Europa de entreguerras la gripe estuvo presente.
- ¿Trajo cambios económicos?
- También. Lo que pasa es que la gripe del 18, a diferencia de las anteriores epidemias, duró menos de dos años. Es verdad que mató a mucha gente, a 50 millones de personas, y además infectó a 500 millones de personas de una población que entonces rondaba en total los 2.000-2.500 millones de habitantes, fue muchísima gente la contagiada. Pero sobre todo en esa gripe murieron los jóvenes. En la actual epidemia de coronavirus los fallecimientos se concentran mayormente en las personas mayores, pero en la gripe de 1918 murieron los jóvenes, la gente entre los 15 y los 40 años, es decir, los soldados que estaban en la guerra. De hecho, la mayoría de los contagios tuvieron lugar en las trincheras y en las fábricas, que no se cerraron porque lo prioritario era la guerra. Y al acabar la guerra había que celebrarlo, hubiera o no epidemia. Después de cuatro años de guerra la gente quería salir a la calle, divertirse... Eso hizo que fuera muy difícil contener la pandemia.
- En algunas pandemias, la reducción de población y escasez de mano de obra provocó mejoras en los sueldos y condiciones de trabajo, que tuvieron un efecto nivelador. ¿Ocurrió así con la pandemia de gripe española?
- En menor grado, porque fue una pandemia de corta duración y la recuperación económica fue bastante rápida. Es verdad que hubo una crisis de posguerra en 1919 y 1920. Pero a partir de 1921 -con mucha inestabilidad, con inflación, con desempleo, con los mercados de divisas completamente fragmentados y divididos- la economía se recuperó. Aumentaron salarios, pero los efectos niveladores fueron de menor intensidad que en pandemias anteriores.
- Las bacterias y los virus han arrasado culturas, países, civilizaciones. ¿Con más fuerza en ocasiones que ejércitos y revoluciones?
- Yo creo que sí. Las guerras terminan y las revoluciones se agotan, mientras que las epidemias, como no se sabía su origen, tampoco se podían aplicar remedios. La gripe de 1918, por ejemplo, se pensaba que estaba producida por una bacteria, cuando era un virus. Y con malos diagnósticos, peores remedios.
- La pandemia de coronavirus que estamos sufriendo, ¿va a provocar cambios en el sistema político o económico?
- Yo creo que no. Lo primero que es que esta pandemia, afortunadamente, quizá no vaya a durar mucho porque ya tenemos vacuna. No va a ser una hecatombe total, entre otras cosas porque no muere tanta gente. Ha muerto mucha gente, sí, pero en términos relativos y en comparación con pandemias anteriores, no va a haber un desastre demográfico de la envergadura de los que hubo en otras ocasiones. No va a quebrar el sistema capitalista, no va a quebrar el libre mercado, no va a quebrar la globalización, ni el comercio internacional, ni la cooperación mundial ni el sistema económico y político. La democracia se ve en ocasiones amenazada, pero no va a quebrar. Lo que sí que va a ocurrir es que va a cambiar nuestro estilo de vida y se van a acelerar cambios y transformaciones que venían desde antes de la pandemia: el teletrabajo, la digitalización, el progreso tecnológico, la preocupación por el medio ambiente...
- Como economista, ¿cuándo cree que nos recuperaremos de la crisis económica que ha desatado la pandemia de coronavirus?
- Es una pregunta difícil. Yo creo que ya estamos en vías de recuperación. En el momento en el que comencemos a estar más inmunizados y se comiencen a notar los efectos del intervencionismo masivo del Estado, empezaremos a recuperarnos. En Estados Unidos el presidente Joe Biden ya ha anunciado que va a inyectar billones de dólares en la economía, pero aún no ha empezado a hacerlo. Y de los 750.000 millones de euros que va a inyectar la Unión Europea todavía no se ha desembolsado un euro. Pero cuando se haga y cuando se vacunen no los europeos sino el mundo entero, la recuperación se empezará a consolidar.
- ¿Será una recuperación rápida, como la que hubo tras la gripe española?
- Creo que no, creo que será a medio y largo plazo, entre cinco y diez años. Lo que puede ser es que no nos hundamos más de lo que lo que ya nos hemos hundido, que se haya detenido la caída. Pero la recuperación va a tardar, y particularmente en un país como el nuestro, dada su estructura productiva, los que más lo van a pagar son los jóvenes.
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Imprescindibles' estrena en La 2 - Fallece Tony Luz, músico pionero y exmiembro del grupo Los Pekenikes ,.
Domingo -23- Mayo,.
Domingo -23- Mayo a las 21:30 horas en La 2, foto,.
Fallece Tony Luz, músico pionero y exmiembro del grupo Los Pekenikes,.
Autor del tema 'El baúl de los recuerdos' compuesto para su exmujer, la cantante Karina, formó parte en la década de los 80 de 'Bulldog', uno de los grupos más emblemáticos del rock español
Antonio Luz Payer, conocido en el mundo musical como Tony Luz, tenía 74 años y padecía una grave enfermedad desde hacía varios meses. Guitarrista rítmico de Los Pekenikes fue telonero, junto al resto del grupo, del concierto que ofrecieron Los Beatles en la plaza de toros de Las Ventas el 1 de julio de 1965.
Además de ‘El baúl de los recuerdos’, fue autor y letrista del tema ‘En un mundo nuevo’, interpretado por Karina en el festival de Eurovisión de 1971, donde quedó en segunda posición. Tras dejar atrás su etapa en Los Pekenikes, funda en 1980 el grupo ‘Bulldog’, al más puro estilo rockabilly. En los conciertos organizados en la Escuela de Caminos, la banda coincidirá con Los Secretos, y será coetáneo de grupos como Los Rebeldes, Tennessee o Loquillo, a quien incluso llegó a producir algunos de sus primeros trabajos.
En 1983, ‘Bulldog’ publica su primer LP, con ese mismo nombre. Uno de sus temas, ‘El ingeniero rockero’, fue sin duda su mayor éxito. Con claras menciones autobiográficas, en un principio se iba a haber titulado ‘El arquitecto rockero’ (en alusión a los estudios que Tony Luz comenzó), pero la palabra ‘ingeniero’ permitía combinar con ‘rockero’ mucho mejor las estrofas.
Su carrera musical se alternó con la de diseñador gráfico en Hispavox. Para la discográfica realizaría cientos de diseños y algunas de sus más conocidas carpetas de discos. Tras su paso por ‘Bulldog’, definido por él mismo como la mejor de su vida, su última etapa musical la realizaría al frente de ‘Silvertones’. La banda, dentro del más puro estilo rocker publicaría en 2010 el álbum ‘Amigo Chet’, con mayoría de temas compuestos por el propio Luz.
Su última aparición pública en directo tuvo lugar el 20 de noviembre de 2016 en el teatro Rialto de Madrid, durante la gala de presentación de la asociación Pioneros Madrileños del Pop, en la que participaron 14 de los grupos más famosos de los 60. La grabación de aquel concierto se presentó en acto público el pasado 29 de noviembre en la SGAE, al que a Tony Luz ya le fue imposible acudir.
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De seda y hierro - Del 'Ja, ja, ja' al 'jo, jo, jo'. ¿Cómo se escribe la risa? .
Domingo -23- Mayo ,.
El Domingo -23- Mayo a las 20:20 por La 2, foto,.
Del 'Ja, ja, ja' al 'jo, jo, jo'. ¿Cómo se escribe la risa?,.
No todo el planeta lo hace con ese 'ja, ja' que nos parece tan obvio: del 'MDR' francés al '555' tailandés, pasando por el 'kar kar' del euskera y el 'kkk' portugués,.
Los tebeos son grandes contenedores de onomatopeyas, que, según la Real Academia Española (RAE), se definen como la «formación de una palabra por imitación del sonido de aquello que designa. Muchas palabras como quiquiriquí han sido formadas por onomatopeya». Y también como «palabras cuya forma fónica imita el sonido de aquello que designa; por ejemplo, runrún». Con 'Mortadelo y Filemón' aprendimos muchas formas de escribir, por ejemplo, los golpes: 'zas', 'pum', 'crac'... pero sobre todo a saber cómo recoger la risa, esa que nos provocaban sus viñetas y que, dependiendo de la situación, incluía la 'j' seguida de diferentes vocales: «Los tipos de risa se pueden representar con distintas onomatopeyas, como ja, je, ji, jo o ju –explica la RAE–. Incluso ese 'jua, jua' que se refiere más bien a una risa abierta o una carcajada». Eso sí, si hablamos de escritura formal, siempre va con comas para separar (ja, ja, ja).
José Joaquín Martínez Egido, profesor titular de Lengua española en la Universidad de Alicante, confirma que, «realmente, no significa lo mismo un 'ja, ja' que un 'je, je'. Siempre suele estar ligado a quién se ríe, al 'de qué' se ríe o al referente al que vaya dirigida la risa. No creo que haya un convencionalismo que se adopte por todos, pero sí un entente cultural en quien pone esa risa por escrito y el contexto de producción y recepción». De hecho, la RAE informa que ja, je, ji, jo y ju «pueden reflejar distintos matices de la risa (irónica, incrédula, malvada, sarcástica...), pero son el contexto y la propia redacción los que frecuentemente establecen o refuerzan su valor». Un 'je, je' podría denotar cierta malicia al reírse de lo que le ha pasado a alguien. El 'ji, ji' es perfecto para burlarse o incluso la risita que sale al hacer una travesura. Un 'jo, jo' representaría una buena risotada... Pocos saben que en nuestro diccionario de la RAE existe una palabra procedente de Chile que es 'jajajear': «Reír en forma burlona, dando a entender no sentirse afectado». Y aunque no esté aceptado, se puede escribir 'jajajá' como si fuera un sustantivo –por ejemplo, 'Su jajajá resonó por todo el teatro'–, pero entonces iría siempre acentuado como palabra aguda, con tilde en la última 'a'.
Ahondando en el mundo del tebeo, leyendo los cómics de superhéroes, quedaba claro que, pese a los 'bocadillos' traducidos al castellano, había onomatopeyas integradas en los dibujos que quedaban en inglés y constataban un hecho: si alguien gritaba de dolor en ese idioma no decía 'ay' sino 'auch', y cuando el Joker se reía lo hacía con un 'ha ha ha'. Aclara la RAE que las «onomatopeyas e interjecciones no son reproducciones exactas del sonido que pretenden reflejar, por lo que existen variaciones entre las distintas lenguas». En el caso de la risa, para representarla en castellano «se ha fijado convencionalmente el uso de la interjección 'ja', escrita con jota, y no la forma 'ha', propia de otras lenguas, como el inglés o el francés. Hay que recordar que, salvo en voces procedentes de otros idiomas, la hache no representa ningún sonido en español».
Lourdes Oñederra es fonóloga y académica de número de Euskaltzaindia, la Real Academia de la Lengua Vasca. En este idioma, el euskera, la risa se escribe 'kar kar', que proviene de la palabra 'karkaila', carcajada en castellano, aunque es posible encontrar también en tebeos de 'Asterix' traducidos a esta lengua, a Obelix riéndose con un sonoro «jo, jo, jo», muy propio de él. Oñederra hace referencia a esta diferencia de las onomatopeyas entre idiomas, poniendo como ejemplo el ruido que hacen los cerdos. «En euskera, el 'oink oink' del castellano se convierte en 'kurrin kurrin'. Es verdad que en la risa, en los diferentes idiomas, suele haber por lo general 'j' y 'h', y que en euskera hemos tomado esa 'k' para el 'kar kar', pero en realidad todos ellos son sonidos que salen de la garganta, de atrás, como la propia risa. La 'r' final es más difícil de explicar como onomatopeya, pero viene de esa palabra 'karkaila', carcajada. Además, funciona más como un adverbio, es decir, como un modo de reflejar que se habla con risa. No es tanto que se parezca o no a cómo nos reímos, pues eso lo hacemos todos de forma parecida, sino hasta dónde evoluciona una palabra, una forma».
Para entender las diferencias que las distintas lenguas hacen al escribir sonidos que suelen ser iguales en todas partes, Oñederra explica que las onomatopeyas no solo se forman copiando el sonido al que quieren representar, sino también por convenciones formales. «Por ejemplo, el canto del gallo que en castellano es 'quiquiriquí', en inglés es 'cock-a-doodle-doo', que incluye la palabra 'cock', gallo en ese idioma. Para algunas lenguas las cosas se van complicando y no tiene por qué construirse solo a partir del sonido, van más lejos, se alargan». Y luego, añade, está el hecho de que en las diferentes lenguas, las letras tienen distintos sonidos, por eso el 'miau' de nuestros gatos es 'meow' en inglés. Existen también formas de expresar la risa por escrito que no tienen que ver con el sonido en sí, como el famoso 'LOL' inglés, un acrónimo que viene de la expresión 'laughing out loud', que puede traducirse como reírse en voz alta o reírse mucho tiempo, a carcajadas.
El portugués, como el euskera, utiliza la 'k' para escribir la risa. Es decir, se escribe 'kkkkk' y se pronuncia como 'kja'. Existe además otra forma de dejar constancia de las carcajadas por escrito, por ejemplo, en mensajes de móvil, que es 'rsrsrs', es decir, la abreviatura de la palabra 'risos', en español, risas. Curiosamente, pues no comparten raíz, en coreano también se emplea esa 'kkkkk'.
La 'h' suena en inglés similar a una 'j' muy suave, igual que en las palabras 'he' (él) o 'ham' (jamón). De ahí que su 'ha ha' sea el equivalente a nuestro 'ja, ja'. Además, también tienen el citado 'LOL' para representar la risa a carcajadas, fórmula muy extendida en los mensajes de WhatsApp incluso en nuestro idioma.
En Francia tienen un equivalente al acrónimo inglés 'LOL', y es 'MDR', que viene de 'mort de rire' (muerto de risa). También emplean las onomatopeyas 'hé hé hé' y 'ah ah ah'.
En el diccionario queda reflejada la risa como 'ah ah', con la 'h' al final, que en italiano es muda. Y se hace así para diferenciarlo del verbo haber, porque 'ha' significa 'tiene'.
Islandia expresa por escrito su risa con 'hi hi', lo que recuerda a nuestra forma de reírnos cuando queremos hacerlo de forma un tanto burlona o traviesa.
La letra 'x' se pronunia en griego similar a nuestra 'j', de ahí que su forma de escribir la risa sea 'xa xa xa'.
Ese 'www' que utilizan los japoneses proviene de 'warai', la pronunciación de la palabra risa en nipón.
La pronunciación del número 5 en tailandés es practicamente la misma que como suena la risa, así que en ese idioma, cuando quieren expresar por escrito una carcajada lo hacen así: '55555'. Cuántos más 5 haya, más risa.
En Malasia son mucho más ahorradores, en lugar de escribir tres veces la misma fórmula, que allí es el 'ha', le colocan detrás un 3 y así se sabe que va por triplicado.
Una de las formas más peculiares y largas de plasmar por escrito la risa es la que emplean en Nigeria, donde usan ni más ni menos cinco letras: 'LWKMD', el acrónimo de 'laugh wan kill me die', algo así como 'me muero de la risa'.
La Fundeu ha recopilado cerca de un centenar de onomatopeyas, estas son algunas de ellas tal como deben escribirse:
Aullido del lobo: ¡auuu!
Balido de la oveja: ¡beee!
Pájaros: ¡pío, pío, pío!
Canto del gallo: ¡quiquiriquí!
Cloquear la gallina: ¡cloc, cloc!
Cuco: ¡cu-cu, cu-cu!
Grillo: ¡cri, cri!
Gruñido del cerdo: ¡oenc, oenc!
Ladrido del perro: ¡guau, guau!
Maullido del gato: ¡miau, miau!
Mugido de vaca: ¡muuu, muuu!
Parpeo del pato: ¡cua, cua, cua!
Rana: ¡croac!
Rebuzno: ¡hiaaa, hiaaa!
Relincho: ¡hiiii, hiiii, hiiii!
Ronroneo del gato: rrr rrr rrr
Zumbido de abejas: zzzzzzzz
Aplausos: ¡plas, plas!
Asco: ¡aj!; ¡puaj!
Beso: chuic; mua
Bofetada: ¡zas!; ¡paf!
Caída: ¡catapumba!; ¡pumba!
Carraspeo: ¡ejem, ejem!
Comer: ñam, ñam, ñam
Conversación: bla, bla, bla
Desperezarse: ¡oaaa, oaaa!
Estornudo: ¡achís!
Grito de dolor: ¡ay!
Hipo: ¡hip!
Llanto de un bebé: ¡bua, bua!
Ronquido: rrrrrrrrr
Silencio: ¡chist!; ¡chiss!; ¡chsss!
Sueño: zzz, zzz, zzz
Burbujas del agua: ¡glu, glu, glu!
Chapoteo: ¡chap, chap! ¡chop, chop!
Lluvia suave: plic, plic
Rama que se quiebra: ¡crac!
Viento: sss sss sss
Motocicleta: ¡brrrum, brrrum!
Ametralladora: ¡ra-ta-tá!
Bomberos: ¡uuuuh, uuuuh!; ¡niinoo, niinoo!
Escopeta y fusil: ¡pum!
Pistola: ¡bang!; ¡pam, pam!
Explosión: ¡buuum!; ¡pum!
En general: ¡cataplán!; ¡cataplum!; ¡cataplún!; ¡catapum!; ¡plum! ¡pum!
Contra el agua: ¡paf!; ¡zas!
Contra el suelo: ¡plaf!; ¡clonc!
En la puerta: ¡toc, toc!; ¡pon, pon!
Campana: ¡talán, talán!; ¡tolón, tolón!; ¡din don!, ¡din, don, dan!
Campanilla: ¡tilín, tilín!
Colchón, muelles: ¡ñeeec, ñeeec!
Reloj: tic-tac, tic-tac, tic-tac
Teléfono: ¡riiin, riiin!
Trompeta: ¡tarara! ¡tararí! ¡tururú!,.
TITULO:
Noche Sexo - Monica y el sexo - Del 'porno para mamás' a la colmena del patio de colegio ,.
El viernes -21- Mayo 0.40 / Cuatro, foto,.
Del 'porno para mamás' a la colmena del patio de colegio,.
Gill Hornby comienza a desbancar a ’50 sombras de Grey’ y se convierte en la sensación de la temporada literaria británica,.
Empezar una carrera literaria en la edad madura, cuando tus hijos mayores son ya unos veinteañeros independientes, no debe de ser fácil. Si además tu hermano se llama Nick Hornby y tu marido, Robert Harris, dos novelistas superventas cada uno en su género, la cosa se complica aún más: la tensión de saber que, hagas lo que hagas, te compararán con estas dos megaestrellas del mundillo literario británico puede bloquear a cualquiera.
Y sin embargo, Gill Hornby se ha convertido en la sensación de la temporada en el Reino Unido con su primera obra, The Hive (La colmena). Tanto impacto ha generado el libro que muchos en la crítica y en el público coinciden en que el nuevo género en el que se ha adentrado Hornby, el de la novela de madres que esperan a sus niños a la puerta del colegio, está sustituyendo ya en las estanterías al desgastado porno para mamás de 50 sombras de Grey.
Pero ojo, las madres de las que habla Gill Hornby (ella tiene cuatro vástagos) no son unas santas que se limitan a intercambiar consejos. El título, La colmena, alude a la pelea soterrada entre ellas para convertirse en la abeja reina: la que que sabe ganarse el favor de los profesores o la que epata a sus compañeras-rivales con las mejores recetas de cocina. Todo está basado en hechos reales. En una ocasión me encontré en un grupo de mujeres que cocinaban y que se hacían llamar Gourmet Gamble (Apuestas de gourmet). Yo misma me dije: Dios, ¿qué estás haciendo aquí?, cuenta Hornby en una entrevista en el Guardian. Y ella misma resume qué le empujó a escribir sobre una temática tan apasionante pero a la vez, no demasiado explotada. Yo no entiendo por qué la gente escribe de otras cosas que no tengan que ver con la familia. Todo el drama y toda la comedia están en ellas.
Aunque siempre quiso escribir una novela, Gill Hornby asegura que nunca creyó que podría hacerlo porque le ha faltado confianza. Pero mi marido siempre me animó a que lo hiciera y ya con 50 años, sin que los niños me necesiten demasiado, encontré no solo con el espacio mental para escribir, sino que también percibí que tenía algo que contar, explica. La chispa, sin embargo, fue más prosaica. Hornby se encontraba en Tenerife cuando la ceniza volcánica dejó sin vuelos a Europa durante unos días. Se ofreció a enviar al Daily Telegraph, el periódico en el que trabajaba como columnista, historias de británicos que se quedaron en tierra. Como al Telegraph no le pareció interesante, Hornby las escribió para el Guardian. Y el Telegraph la despidió. Ese fue la gasolina que necesitaba para ponerme a escribir.
Hornby sabe que muchos la mirarán con lupa y que le costará quitarse de encima el sambenito de hermana de y mujer de. Nunca me he sentido a la sombra de Nick o de Robert. Lo único es que los dos han tenido unas carreras tan excepcionalmente impresionantes que habría sido humillantes si yo hubiera escribo un libro y hubiera sido un fracaso de ventas. Pero me las he arreglado para que las cosas salieran bien.
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