Cartas en el tiempo - Su cerebro era un caracol ,. / Las rutas de Ambrosio - Una tradición en riesgo de desaparecer ,. / LAS RUTAS DE VERONICA - Cuando un búnker también vale como solarium ,. / ¡ Qué grande es el cine ! - ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - EL HORMIGUERO VIERNES -3- Septiembre - Pepe Viyuela ,. / ¿Dónde estabas entonces? - Cuando la canción del verano era un pasodoble ,. Martes -24- Agosto ,. / Informe Robinson - Ha habido mucha tensión por no saber qué va a pasar,.

 

TITULO: Cartas en el tiempo - Su cerebro era un caracol  ,.

Cartas en el tiempo ,.

'Cartas en el tiempo' -Su cerebro era un caracol  ,.

  Miércoles -25 - Agosto a las 20:00 en La 2 / foto.

 

Su cerebro era un caracol,.

verano de... 1938

Dalí conoció a Freud, una de sus grandes obsesiones tras leer 'La interpretación de los sueños', gracias a Stefan Zweig,.

Una de las obsesiones del joven Dalí era conocer a Freud. Se había convertido en admirador del psiquiatra austriaco tras leer 'La interpretación de los sueños', traducida al español en 1922. Llamaba a su casa de Viena y le decían que no estaba. Y Dalí paseaba imaginándose que el psiquiatra lo acompañaba y pasaban toda la noche colgando cortinas en su habitación del hotel Sacher. Es de esperar que las cortinas no tuvieran, ni en sueños, la envergadura de las que Dalí hizo para Hitchcock en 'Recuerda'.

En junio de 1938 estaba el pintor en un restaurante de París comiendo caracoles. Y vio a Freud en un periódico. El fundador del psicoanálisis había llegado a París camino de Londres. Llevaba viviendo en Viena 79 años, pero era tiempo de nazis. De pronto, tuvo una visión. El cerebro de Freud era como un caracol. Y podía ser extraído del cráneo con una aguja. Todavía tenía más ganas de conocer a Freud, así que movió hilos. Primero tiró del millonario Edward James, vinculado al movimiento surrealista. Todavía no se habían distanciado, cosa que pasaría cuando James patrocinó el pabellón surrealista de la Feria Mundial en 1939 en Nueva York. Pero aún tenían una buena relación. En 1937, Dalí y James propusieron a Buñuel (por su cercanía a los republicanos) comprar un bombardero checoslovaco para la Guerra Civil. A cambio quería unas cuantas obras maestras del Prado para exhibirlas por todo el mundo y recaudar fondos para los republicanos (luego las devolvería). Por suerte, Buñuel no le hizo caso. Un bombardero checoslovaco. Cuando todavía no había acabado ese verano caliente de más (el 10 de septiembre), Göring dio un discurso en Núremberg: «Los checos son una raza miserable de pigmeos». El presidente checo, qué iba a hacer, dijo que había que mantener la calma.

Lo pintó en su casade Londres y Freud observaba su excitación pensando que era un tío muy raro

Vuelvo a Dalí. Edward James contactó con Stefan Zweig, amigo de Freud. Según cuenta Craig Brown en 'Hello, goodbye, hello', el escritor mandó tres cartas a Freud sugiriéndole que Dalí podía hacerle un retrato. Le recalcaba que era el único genio de la época y el más entusiasta difusor de sus ideas. La cita, con Zweig y James, tuvo lugar el 19 de julio de 1938 en Londres. Freud tenía 82 años y estaba muriendo de cáncer. Además, oía poco. Dalí no hablaba alemán ni inglés. Pero, según el pintor, se devoraron con los ojos. Y le enseñó 'La metamorfosis de Narciso'. Mientras Zweig y James hablaban con Freud, Dalí lo retrataba. Por supuesto, era un caracol. Los otros procuraban que Freud no lo viera. La excitación de Dalí mientras lo pintaba no pasó desapercibida a Freud, que susurró a James en alemán: «Ese chico parece un fanático. No es de extrañar que tengan una guerra civil en España si todos son así».

Por otro lado, el 24 de julio Nestlé había patentado el café instantáneo. 

 

TITULO: Las rutas de Ambrosio - Una tradición en riesgo de desaparecer   ,.

El sabado -28-   Agosto a las 19:10 por La 2, foto,.

 Una tradición en riesgo de desaparecer ,.

Oficios de verano: Julián y José Luis Cañas. Barquilleros,.

«Los barquillos fueron la merienda preferida de una generación, pero si no nos ayudan, seremos los últimos del oficio y no habrá futuro»,.

 

El barquillero José Luis Cañas posa en la Plaza de Cascorro de Madrid..

Julián Cañas mamó la tradición familiar de los barquillos desde bebé. Literal. Su papilla era una mezcla de leche y de este manjar artesano. Cinco generaciones de Cañas llevan 130 años recorriendo las calles de Madrid para vender un símbolo tan castizo como el chotis o el oso y el madroño. Pero desde hace años, dedicarse a este dulce postre se ha convertido en un amargura. De las decenas de barquilleros de hace décadas sólo quedan ellos: las tiendas de chucherías, de zumos, las heladerías baratas y los 'chinos' son una competencia casi imbatible, el desapego de las nuevas generaciones de políticos, que se han criado sin haber comido nunca un barquillo, no ha ayudado y la pandemia los ha terminado de rematar. «A este paso, se va a perder el oficio», lamenta Julián, y lo escucha su hijo José Luis (en la fotografía), 30 años, que será el siguiente en luchar para que eso no ocurra.

De la corrala de la calle Amparo, 25, en el corazón de Lavapiés, sale un olor que evoca otras épocas. El obrador de los Cañas apenas ha cambiado desde los tiempos del abuelo de Julián, que igual que hacía su antepasado, repite receta y movimiento: echa a la plancha una base líquida de harina, azúcar, aceite, canela, vainilla o limón y la deja calentar hasta que está lista. Mil veces al día, un día tras otro, los brazos se acaban resintiendo. «Estoy de baja por los dolores en el codo», explica.

De martes a domingo, el trabajo se hace en la lonja y los festivos y los fines de semana, toca calle. La primera vez que Julián salió a vender tenía 10 años y su padre lo mandó a la Casa de Campo, pero podía ir con su carro donde quisiera. Ahora tiene 53 años y sólo puede hacerlo en el Retiro, en la Plaza Mayor, en calle Preciados, en el Rastro, en la Puerta del Sol y en la Almudena. «Durante años, los alcaldes Tierno Galván, Juan Barranco o Álvarez del Manzano nos trataron relativamente bien. Con Gallardón las cosas cambiaron. Nos dio permiso sólo para unos puntos concretos y en general, aquello fue el principio del fin. Muchos barquilleros se pasaron a otros trabajos, a la construcción, y acabamos quedando sólo nosotros», cuenta Julián. Y la situación no ha mejorado, al contrario, porque pese a contar con todas las licencias, todavía le toca lidiar con la policía, que tiene la última palabra sobre si pueden colocarse o no en una determinada calle. «Los guardias nos dicen 'aquí' o 'allí', no les importa nada dónde nos va bien», apunta este artesano, que no se explica cómo la ciudad de Madrid no valora más una de sus profesiones más características. «Los concejales son muy jóvenes y no saben qué es esto. Se deberían dar cuenta», ruega Julián, que ha pedido una reunión con el alcalde Almeida para intentar mejorar su situación.

Fotos en blanco y negro presiden el obrador de los Cañas, pero el barquillo pocas veces fue una profesión fácil. Quizá vivieron su edad de oro en los años 60 y 70, cuando se apostaban a la salida de los colegios y en los parques y los niños corrían a por su barquillo. «Era la merienda preferida en una época en la que los chavales tenían cuatro cosas», destaca Julián. Y tan emocionante o más que merendarse el barquillo era la tirada en la barquillera, cuando por una perra chica te podías llevar hasta diez barquillos.

Una montaña rusa

En el día a día, si llueve, los barquilleros no venden: ingresos cero y metáfora de un oficio que ha sido como una montaña rusa: a épocas buenas en las que los barquillos estaban de moda y hasta salían en las películas españolas de más éxito en el cine del desarrollismo les sucedieron otras en las que se les asociaba con la venta ambulante y se les prohibía dispensar el género, o sea, la ruina. «E incluso yo he vivido momentos, en los años 80, en que la policía nos perseguía con los caballos», rememora Julián.

Ahora, todo se ha unido para ponérselo difícil a los Cañas. El confinamiento fue casi la puntilla y por primera vez, Julián estuvo a punto de dejar el oficio. «Solo nos dieron 600 euros de ayuda y estuve dos meses apuntado en el Sepe (Servicio Público de Empleo Estatal) estudiando alemán para irme a Alemania a llevar un autobús», relata. Y a punto estuvo de hacerlo. «Pero tras el confinamiento abrió el Retiro y volví», concede.

El hijo de Julián, José Luis, de 30 años, es la quinta generación de barquilleros de la familia Cañas

La calle es un espejo de la vida y embutido en su vistoso traje de chulapo, Julián ve de todo. «Hablamos con mucha gente y nos hacemos muchas fotos. Hay gente que te pide permiso para hacérsela y luego no se lleva el barquillo y otros que directamente no te dicen nada y se la hacen», afirma. Sus clientes, ahora, responden a dos perfiles concretos. «Por un lado está la gente de fuera, de provincias, que son el 80% de las ventas y que nos aprecian sinceramente. Y luego están los abuelos madrileños que comieron barquillos hace 50 o 60 años, que iban con sus barquillos por el Paseo del Prado o por el de Pintor Rosales y que ahora se los compran a sus nietos. 'Yo los compraba a perra chica', te cuentan. Y oye, a los nietos les sigue gustando», subraya Julián, que lamenta que entre medias, hay una generación perdida, la de los padres. «Entre un barquillo y las 'chuches', los padres prefieren comprarles las 'chuches'».

Y eso que los barquillos también se han adaptado y ahora los hay de chocolate, aunque el clásico sigue siendo el más demandado. En la calle por un euro se puede comprar un barquillo 'parisién' («que son dos si tienes suerte con la tirada») y por cuatro euros, una bolsa de esta delicatessen de la familia Cañas que también se encuentra en pastelerías señeras de Madrid como El Horno de San Onofre o Mantequerías Bermejo. «A veces recibimos encargos del Hotel Ritz o de El Mayorazgo y también tenemos pedidos especiales. Hace poco, para una boda, preparamos un barquillo especial de color morado», explica Julián. El chef Chicote les encargó barquillos para rellenarlos luego con ensaladilla rusa.

Las Navidades en la Plaza Mayor, el 15 de mayo, patrón de Madrid, y las verbenas de la ciudad son los mejores momentos del barquillo. El peor, el verano, cuando la ciudad es un desierto. Ramoncín, José Mercé, el periodista Manolo Lama o el político de Vox Javier Ortega Smith son amantes de los barquillos. ¿Hay futuro? Julián mira a su hijo José Luis. «Si no nos ayudan, no. Está muy difícil».

 

TITULO: LAS RUTAS DE VERONICA -   Cuando un búnker también vale como solarium  ,.

El sabado-28- Agosto a las 18:10 por La 2, foto,.

  Cuando un búnker también vale como solarium,.

 

 Hubo un día en que fue un elemento defensivo frente a invasiones en Canarias y ahora se ha convertido en un solarium. La edifición en la playa de San Agustín, en Gran Canaria, es una de las muchas que se levantaron en las islas en el periodo de la Segunda Guerra Mundial en previsión de posibles ofensivas de los bandos contendientes. Canarias fue un enclave codiciado por aliados y alemanes para la batalla naval, sobre todo cuando el frente africano tuvo gran importancia. Con el paso del tiempo esas fortificaciones quedaron en desuso, algunas fueron derribas, otras acabaron bajo edificiones turísticas y quedan algunas en primera línea de mar que se mantienen como testigos del pasado. Y valen para tirar la toalla encima y tumbarse allí a tomar el sol. 

 

TITULO:  ¡ Qué grande es el cine ! - ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - EL HORMIGUERO VIERNES -3- Septiembre  -Pepe Viyuela   ,.

 

¡Qué grande es el cine!,.

  ¡Qué grande es el cine! fue un programa de cine dirigido por José Luis Garci y emitido por Televisión Española por su cadena La 2.
El programa comenzaba con una presentacLa actriz Juana Acostaión de la película que se emitía esa noche, posteriormente esta película se emitía y acababa con una tertulia entre Garci y los invitados del día sobre ella.¹​ El programa comenzó a llevarse a cabo en enero de 1995 y comenzó sus emisiones el 13 de febrero del mismo año., etc.

 

¡ Qué grande es el cine ! - ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - EL HORMIGUERO VIERNES -3- Septiembre - Pepe Viyuela ,.  fotos,.

 Pepe Viyuela,.

 

Es un gran elogio que me llamen payaso»,.

Pensó ser fraile o médico pero hoy es un cómico orgulloso de su oficio que cree que el humor es ahora «más necesario que nunca»,.

 

Pepe Viyuela.

Pensó ser fraile o médico. Estudió filosofía y acabó siendo actor y payaso. Algo que enorgullece a Pepe Viyuela (Logroño, 1963 ), pareja cómica en el cine de José Mota en 'García y García', que hoy llega a los cines. Por la calle le llaman Filemón y Chema, dos de sus grandes personajes. Y le agrada. 

 

–¿La comedia goza de buena salud en España?

–Sí. Cuanto más difíciles sean los tiempos, más se necesita la comedia para la convivencia. Para distender. Y hoy más que nunca. La risa y el sentido del humor son salvavidas que nos mantienen a flote en momentos duros.

–¿Somos un país de chiste?

–Tenemos motivos para reírnos de nosotros mismos y sabemos hacerlo. Nuestra particular idiosincrasia nos hace muy reconocibles en el mundo.

–¿Reírse de uno es obligatorio?

–Es conveniente y aconsejable.

–Cómico, mimo, actor... pero ¿sobre todo payaso?

–Sí. Es un gran elogio que me llamen payaso. Los admiro desde niño por su capacidad de reírse de sí mismos, por su aspecto estrafalario y por ofrecerse como médiums para invocar la risa. Entre cómico, actor o payaso, me quedaría con el payaso y renunciaría a los demás. Siendo payaso se puede ser poeta.

–De no ser payaso, ¿que sería?

–Pensé en la medicina, pero no obtuve la nota. Encontré el camino del payaso, que contribuye a la sanidad mental de la gente.

–El humor de 'La Codorniz' en la dictadura, ¿era más osado que ahora?

–El mayor peligro del humor y cualquier actividad creativa es la autocensura. Y vivimos tiempos en los que parece que da mucho miedo hablar. Llueven los zascas en las redes y estamos un poquito encabronados. Son ciclos, y este acabará porque el humor encorsetado se desvirtúa y fracasa.

–Estudió filosofía, ¿aprendió más de Aristóteles o de Mortadelo y Filemón y su creador, Ibáñez?

–De Ibáñez. Es muy poco metafísico, directo y reconocible. Es un gran filósofo que lleva más de medio siglo analizando la realidad española y nos ha enseñado muchísimo: desde el valor del trabajo, a reírnos y reconciliarnos con este país de pandereta. Es un genio que modifica y mejora la realidad con su trabajo.

–¿El humor puede ser dañino?

–Depende de cómo se use. El buen humor construye. El malo destruye. El que acosa y denigra en la escuela o el entorno laboral es nocivo y hay que erradicarlo.

–¿De qué no se ríe nunca?

–Del dolor ajeno. Hay que respetarlo. Es sagrado. Te puedes descojonar del tuyo, eso sí.

–¿De qué le ha salvado el humor?

–Del desánimo muchas veces y de la depresión en algunas. Puede convertirse en una vivificante corriente de aire fresco.

–¿Qué piensa José Viyuela Castillo de Pepe Viyuela?

–Me jode que sea más gracioso que yo. Tiene mucho más talento y es mucho más inteligente el payaso que yo.

–¿Chaplin o Buster Keaton?

–Charlot está más en mis orígenes, pero me quedaría con 'Buster Chaplin'.

–¿La peor pesadilla del cómico?

–Salir a escena y que no se ría nadie. Que te desprecien y te griten pírate. Me ha pasado muchas veces. Dedicarse al humor es vivir en riesgo permanente. La gente puede ser muy cruel.

–El 'cacaculopedopís' ¿no falla?

–La escatología y los tropezones son infalibles. El peligro es abusar y caer en la pesadez. Un buen pedo llamará la atención en cualquier sitio.

–¿Harto de que le llamen Chema, como el tendero de 'Aída'?

–Lejos de cargarme, me encanta. Que te llamen como tus personajes sin saber quién eres es la prueba de que tu trabajo funciona. Es reconfortante. Lo agradezco de corazón.

–¿A Filemón le tiene simpatía?

–Muchísima. Sería un sueño volver a hacerlo, pero no está en el horizonte. En su momento me dio vértigo y ahora me daría placer.

Platos rotos en el monasterio

Con 16 años fui a conocer una orden religiosa en Italia en la que me planteé entrar. El primer día en el monasterio, en la cena, con el refectorio lleno de frailes graves y silentes, cogí un montón de platos para ponerlos sobre el carro y se fueron todos al suelo. Sudé tinta.

A los frailes no les hizo ni puta gracia que hiciera añicos la vajilla. Comprendí que era mejor ser payaso que fraile. Que quizá había nacido para hacer reír con mi torpeza». 

 

TITULO: ¿Dónde estabas entonces? - Cuando la canción del verano era un pasodoble     , Martes -24- Agosto,. 

Este martes -24- Agosto  ,. , a las 22.30, La Sexta emite una nueva entrega de la tercera temporada de '¿Dónde estabas entonces?', presentada por Ana Pastor. foto,.

  Cuando la canción del verano era un pasodoble  ,.

Partitura original de 'Paquito el Chocolatero'.

 

Biografías veraniegas

'Paquito el Chocolatero' fue compuesta en 1937 por Gustavo Pascual Falcó. Fuen un homenaje a su cuñado Francisco, que regentaba una fábrica de chocolates,.

Cuenta la leyenda que hubo un tiempo en el que en varios pueblos de Navarra las orquestas que iban a ser contratadas para las fiestas patronales tenían que demostrar que en su repertorio se encontraba 'El sitio de Zaragoza'. Nadie diría que un tema tan napoleónico llegaría a ser, en algún rincón de la geografía, una canción del verano.

La canción del verano existía antes de que el francés Georgie Dann desembarcase en España para intentar destrozar la cultura musical de varias generaciones. El pasodoble, por ejemplo, ya era una fábrica de 'hits' muchos antes de que se impusieran 'La barbacoa' o 'El chiringuito'.

El pasodoble más famoso de España es 'Paquito el Chocolatero', una canción que nos recuerda los tiempos en los que las fiestas locales no podían existir sin las tardes de toros y las actuaciones de la banda municipal en el quiosco de la música. Para muchos miembros de la 'generación Z' narrar esto es como hablarles de Atapuerca.

'Paquito el Chocolatero' fue compuesta en 1937 por Gustavo Pascual Falcó. El tema estaba destinado a tocarse en las fiestas de Moros y Cristianos de la localidad natal del autor, Cocentaina, en Alicante. Se trataba de un homenaje a Francisco, un cuñado del compositor que regentaba una fábrica de chocolates.

Desde Cocentaina se fue extendiendo a toda España y este pasodoble se convirtió en un himno que desde entonces no puede faltar en los eventos más cañís. En 2007 fue la canción más tocada en directo, según un informe de la SGAE.

TITULO:  Informe Robinson -  Ha habido mucha tensión por no saber qué va a pasar,.   

 Ha habido mucha tensión por no saber qué va a pasar,.   

Gorka Santamaría lidera como capitán un vestuario del Badajoz ávido de fútbol y sacudido por unas persistentes dudas institucionales,.

 

foto / Gorka Santamaría, con el brazalete de capitán ante el Benfica B.

Gorka Santamaría se ha convertido en uno de los veteranos del Badajoz, no por edad, pero sí por peso específico. Con la retirada de Guzmán Casaseca y las marchas de César Morgado y Kike Royo, le toca tirar del carro como líder del vestuario y portador del brazalete de capitán. A sus 26 años cumple su tercera temporada en el club blanquinegro, etc,.