lunes, 28 de octubre de 2013

Lou Reed se apea del lado salvaje,./ LA CORANA, ENROSCADA, MOTOCICLISMO,. Jorge Lorenzo estira su reinado

  1. Mirar por encima del hombro fue una de las cosas que con mayor ahínco practicó Lou Reed. Se creía superior a la mayoría de los rockeros por ...

    Mirar por encima del hombro fue una de las cosas que con mayor ahínco practicó Lou Reed. Se creía superior a la mayoría de los rockeros por su educación universitaria y su destreza literaria, despreció a los punks, que le consideraban su padre, por su simplismo, y aborrecía a los periodistas porque le parecían poco interesantes. La actitud chulesca definía su carácter. Y sin embargo ha sido uno de los rockeros más admirados y queridos de la historia. Las redes sociales eran ayer un océano global de lágrimas. No era para menos.
    Reed, prototipo del neoyorquino duro y borde, murió ayer a los 71 años de las complicaciones derivadas de un trasplante de hígado en abril de este año, y deja una patrimonio musical difícil de igualar. Ni él ni su grupo, The Velvet Underground, fueron The Beatles ni The Rolling Stones. Pero sus millones de adictos pensarán que no ha habido nada tan impactante e inteligente en toda la historia del rock.
    La salud no fue su fuerte. En la adolescencia le achicharraron a electroshocks para 'curarle' su homosexualidad. De joven probó todas las drogas del mercado y se quedó con la peor, con la heroína. Las fotos de los conciertos de los setenta, en los que aparecía hincándose una jeringa de oro en el brazo, dieron la vuelta al mundo.
    También se contaba que, cuando estaba muy mal, se iba a una clínica de Suiza a cambiarse de sangre para volver a las andadas. Cuando dejó la heroína se agarró al alcohol. Y por fin lo dejó todo gracias a las filosofías orientales y al tai-chi. En los conciertos de su espectacular gira semiacústica 'Animal Serenade', en 2003, parecía un viejo prematuro. Llevó una vida nada ejemplar, que sin embargo le convirtió rápidamente en un mito con millones de fieles que hoy se sentirán con mal cuerpo, desolados, con el único consuelo de escuchar una vez 'All Tomorrow's Parties'.
    Nació en Brooklyn el 2 de marzo de 1942, pero vivió con su familia en Long Island hasta que de joven se marchó a Manhattan. De origen judío, su padre trabajaba de contable y, después de llevarle al hospital para que le pusieran los electrodos en las sienes, le pagó la universidad, un artículo muy caro en Estados Unidos.
    El 'New York Man' estudió periodismo, dirección cinematográfica y escritura creativa. En las aulas de Syracuse University conoció al poeta y profesor Delmore Schwartz, al que dedicó un par de canciones. Para entonces ya tocaba la guitarra, e inspirado por el magisterio de Schwartz se propuso llevar al rock 'la gran novela americana', la de Mark Twain, Francis Scott Fitzgerald y William Faulkner. Nada menos.
    Los buscavidas
    Al joven Lou le sobraba ambición. Y lo que hizo para demostrarlo fue llevar la escoria callejera a sus canciones y transformarla durante ese viaje en arte de primera. En 1964 empezó a componer para una discográfica y allí conoció a un músico británico, John Cale, que ampliaba sus estudios de viola en Nueva York y colaboraba con uno de los personajes más respetados de la vanguardia de la ciudad, La Monte Young.
    Ambos se fueron a vivir a un piso del Lower East Side, entonces una zona deprimida, y se reunieron con dos compañeros universitarios de Reed, el guitarrista Sterling Morrison y la baterista Moe Tucker, para formar The Velvet Underground. De este grupo minoritario se han escrito cientos de miles de páginas. Nadie ha tenido más seguidores entre las filas de músicos rockeros y en cada grupo indie que sale están algunos de sus acordes. 


    TÍTULO; LA  CORANA, ENROSCADA, MOTOCICLISMO,.

    Motos / moto gp


    Jorge Lorenzo estira su reinado

    El piloto de Yamaha consigue la victoria en Motegi para evitar el alirón de Márquez, segundo, Pedrosa, tercero

    No tenía otra opción que hacer valer su primera posición en la parrilla de salida y salir a por todas para alargar un poco más la vigencia de su reinado como campeón mundial. Jorge Lorenzo no se defraudó a sí mismo ni a su equipo y logró una salida espectacular para poner tierra de por medio desde el apagón del semáforo. El de Yamaha gana en territorio enemigo y evita que Márquez se proclame el debutante más joven en ganar el título mundial. Será en Valencia donde el de Honda pueda ganarlo, pues con los 13 puntos de diferencia con Lorenzo le basta ser cuarto aunque su rival gane en el circuito Ricardo Tormo. [Resultados del GP de Japón de MotoGP]
    Tras una salida espectacular, Lorenzo contó con la ayuda de Valentino Rossi para que hiciera tapón con las Honda desde la segunda posición que logró el italiano. Por desgracia, la presión le hizo mella demasiado pronto y perdió la oportunidad de seguir ayudando a su compañero de equipo. Fue suficiente porque Lorenzo metió la directa con los neumáticos más blandos y ya no perdió la primera posición. Las Honda le atosigaron durante buena parte de la carrera, pero dos pequeños errores de Márquez, que llegó a estar a tres décimas, le permitió levantar el brazo como campeón en Japón.
    Dani Pedrosa, que siempre estuvo en tercera posición, sufre con la Honda porque no conseguía acercarse a los dos primeros. A pesar de eso, en Motegi se vivió un hito fantástico para sumar al libro de récords del motociclismo español. Cuatro españoles coparon los cuatro primeros puestos de la máxima categoría. Lorenzo, feliz a medias, sabe que no tiene que hacer otra cosa que ganar y esperar una nueva carambola que le permita en Valencia luchar por defender su reinado. Lo tiene difícil, pero en este final de temporada todo puede pasar. Valencia, como en Moto3, dirá la última palabra.

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