A Crush, la pasta te aplasta - El último acto público de don Juan Carlos ,./ PUERTA CON PUERTA CANAL EXTREMADURA - Entre bares y Vara ,./ Trastos y tesoros - CANAL EXTREMADURA - El Badajoz se despide a lo campeón,.

TITULO: A Crush, la pasta te aplasta - El último acto público de don Juan Carlos ,.
 
  El viernes -7- Junio a las 22:00 por La 1, foto.

El último acto público de don Juan Carlos,.

El Rey se despidió ayer de su actividad oficial con una comida en familia y una corrida de toros dedicada a su madre en la plaza de Aranjuez

El Rey saluda desde el palco real de la plaza de toros de Aranjuez durante su última aparición oficial al recibir una calurosa ovación.

Toreaban 'El Juli', Morante de la Puebla y José María Manzanares, y la corrida, celebrada en la plaza de toros de Aranjuez y organizada por Carlos Zúñiga -gestor asimismo del coso gijonés de El Bibio-, estaba dedicada a la madre de Juan Carlos I, doña María de las Mercedes. Ese fue el escenario donde el Rey emérito dio ayer el adiós definitivo a su agenda oficial, el último de sus actos públicos tras casi cuarenta años de reinado. Y por ese motivo, ya desde mucho antes de las siete de la tarde, la hora de inicio de la corrida, y a pesar del calor sofocante, los alrededores del coso estaban abarrotados de curiosos conocedores de esa circunstancia y también de numerosos medios de comunicación, ansiosos por conseguir la foto de despedida. Para ellos posó el Rey antes de entrar a la plaza.
A su llegada al palco real, decorado con un retrato de su madre, don Juan Carlos recibió una gran ovación de los asistentes puestos en pie, que él agradeció con la mano en alto, saludando a todos. Luego sonó el himno. A su lado se encontraban la infanta Elena con su primogénito, Felipe Juan Froilán de Marichalar; la hermana del Rey, Pilar de Borbón, y su sobrina Simoneta Gómez-Acebo. Los más taurinos.
Cada uno de los otros protagonistas de la corrida -celebrada con motivo de la festividad de San Fernando-, es decir, los diestros, dedicaron al Rey su primer toro.
Pero, antes de hacer acto de presencia en la plaza, Juan Carlos I congregó a algunos miembros de su familia y a varios amigos en una comida de carácter privado que tuvo lugar en la finca de los Jardines de Oñate, en la misma localidad.
Quiso celebrar de esta forma su decisión de desaparecer por completo de los actos previstos en la agenda de la Casa Real, precisamente cinco años después de su abdicación en favor de su hijo, Felipe VI.
En el almuerzo, que estaba organizado por el empresario Pedro Trapote, viejo amigo suyo, le acompañaron también su hija Elena y su hermana Pilar de Borbón, además de María Zurita, hija de la infanta Margarita, entre otros.
A su llegada, en el asiento de copiloto de su coche, bajó la ventanilla para saludar a los informadores. Deseosos de obtener alguna declaración, le preguntaron por su retirada, a lo que él contestó saludando de nuevo.
A partir de ahora, don Juan Carlos seguirá haciendo el mismo tipo de vida que en los últimos cinco años y se le seguirá viendo en público casi con la misma frecuencia que ahora e, incluso, acudirá a algún acto oficial destacado, cuando quiera, sin la presión del anuncio previo. En términos militares, dicen fuentes próximas, «es como si pasara de reserva activa a reserva pasiva».
A sus 81 años, la voluntad del Rey emérito es disfrutar plenamente de su tiempo por primera vez en su vida, sin la atadura de los compromisos institucionales apuntados en la agenda. Ahora, su principal atadura es mantenerse en la mejor forma física posible para tener calidad de vida y, para ello, practica todos los días, con disciplina, una serie de ejercicios, ya sea natación, bicicleta o gimnasia, que le ayudan a fortalecer las piernas tras sus numerosas operaciones.
Y es que, aunque haya anunciado su voluntad de «dejar de desarrollar actividades institucionales», el Rey seguirá recibiendo correspondencia, visitas e invitaciones de personas, instituciones y Casas Reales extranjeras que quieran contar con él. Y lo más probable es que atienda algunas de ellas.

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Entre bares y Vara,.

foto / Ñete Bohigas rechazó al PSOE y es concejal por Ciudadanos.

Días de cafés con confidencias y políticos cantando como Alaska: «Pactando, me paso el día pactando»,.

Un par de meses antes de las elecciones municipales, entré en un bar recién abierto en Cáceres llamado Alcaraván y me echaron a la calle. En realidad, no me echaron, simplemente me preguntaron que si iba a comer y como, siendo las 12.30 de la mañana, dudé, el joven me dijo que no me podía servir en el salón con mesitas, a pesar de que no sabía si iba a pedir una tapita o un cruasán, como acababan de pedir las señoras de la mesa de al lado. No me ofendí, sino que salí del local disciplinadamente y sin protestar. Eso sí, me dio tiempo a asistir en una de las mesas a una escena premonitoria.
Allí, en una esquina del salón del Alcaraván, Belén Fernández, secretaria general del PSOE en Cáceres, entonces, y hoy, flamante diputada y portavoz adjunta del PSOE en el Congreso, hablaba con Ñete Bohigas, entonces, solamente exentrenador del Cáceres de LEB Oro y ahora, concejal por Ciudadanos en el Ayuntamiento de Cáceres. Belén intentaba convencer a Ñete para que fuera en la lista socialista.
No conté entonces aquella escena de seducción municipal y expulsión hostelera porque luego me fui a la tapería Oquendo, a tomar lo que no pude tomar en Alcaraván, y su dueño, Pablo Medrano, me dijo que el nuevo bar acababa de abrir y había que disculpar los pequeños fallos, además, en aquel momento, no me pareció oportuno contar la entrevista Belén-Ñete porque parecería un cotilla indiscreto. Curiosamente, dos días después se anunció que Bohigas entraba en la lista municipal de Ciudadanos.
Hoy, con el Alcaraván convertido en un local de éxito, Ñete ocupando una concejalía y Belén Fernández convertida en la extremeña con más proyección política nacional, no he podido resistir la tentación porque aquel encuentro fue premonitorio del que tendrán que celebrar PSOE y Ciudadanos para pactar o no, supongo que en un lugar más discreto que aquel saloncito-tapería con vistas a dos calles.
Extremadura está pendiente de los pactos y Fernández Vara, que después de aquella imagen en Mérida hace cuatro años, pactando con Podemos y oponiéndose al tratado de libre comercio con los Estados Unidos como condición para gobernar en Extremadura... Después de aquello, el hombre debe de estar preparado para cualquier pacto y me imagino a Vara negociando en taperías y asumiendo peticiones tan surrealistas como abogar por la unidad de España o renegar de Pedro... ¿De qué Pedro decís?
Sigo de bares. La otra mañana, tomando un café con un socialista de los que están en la pomada en Monte Bianco, de donde nunca me echan, sino que me llaman corazón y cosas así de bonitas... Tomando un café, el «de la pomada» me confesó que parecía bastante claro que Ciudadanos dejaría gobernar al PSOE en Cáceres, pero que lo de Badajoz estaba más difícil. Eso era antes de que cambiara el reparto pacense de concejales y Vox fuera imprescindible para montar un tripartito.
Estaría bueno que en Cáceres, después de cambiar a Elena Nevado por Rafa Mateos para facilitar un pacto con Ciudadanos, llegaran los de Rivera y se abstuvieran. Si no montan un pacto tripartito en Cáceres, no creo que sea por Vox, cuyo concejal, Teófilo Amores, es un señor de Ateneo con estilo y cultura más de viejo republicano que de neofascista atronador. En Cáceres, los primeros de la lista de Vox podrían parecer de cualquier partido, de hecho, son ex PSOE o ex PP. En Badajoz, parecen más de Vox.
Con Rafa Mateos me encontré en un paso de peatones mientras él ejercía de padre. Intercambiamos tres palabras y cuatro dudas. Cuando mi suegra me preguntó antes de las elecciones por los candidatos de la derecha, le dije que Rafa Mateos me parecía muy buena persona. Eso en política no sirve para mucho, pero a mi suegra le basta, al fin y al cabo, puede votar a Vara porque va a misa. Y así, entre bares y Vara, vamos sobrellevando estos días de pactos y confidencias. Tengo que volver al Alcaraván a ver si me entero de algo. Si no me echan, claro.

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El Badajoz se despide a lo campeón

foto - Éder Díez trata de salir de la presión de un jugador del Logroñés.

El equipo de Nafti se despierta del sueño en un partido trepidante y en el que estuvo por delante en dos ocasiones, pero un penalti le dejó fuera,.

El Badajoz se despierta de su sueño en Logroño. El equipo de Nafti cae con honores y la cabeza alta en un partido trepidante. Los pacenses cierran el curso con un 3-3 en Las Gaunas insuficiente para continuar con vida en el playoff. Lo tuvo en su mano y durante varios minutos remontó el 0-1 del Nuevo Vivero, pero después de una primera mitad incontrolable, en la segunda todo cambió, la UD Logroñés impuso más criterio y se acabó llevando la eliminatoria tras un duelo con altibajos para ambos equipos tanto en lo emocional como en lo futbolístico.

3 UD LOGROÑÉS CD

3 BADAJOZ

UD Logroñés

Buigues; Juan Iglesias, Caneda, Bobadilla, Iñaki; Rubén Martínez, Andy, Salvador, Ñoño (Víctor López, min. 75); Olaetxea (Marcos André, min. 61) y Ander Vitoria (Santos, min. 82).

CD Badajoz

Kike Royo; Toni Abad, Mario Gómez, César Morgado, Candelas (Eneko Zabaleta, min. 82); Higón (José Ángel, min. 73), Petcoff, Cidoncha, David Martín (Juanjo García, min. 64); Ferrón y Éder Díez.

Goles

1-0: Ferrón (en propia puerta), min. 4. 1-1: Ferrón, min. 18. 1-2: David Martín, min. 33. 2-2: Caneda, min. 37. 2-3: Ferrón, min. 42. 3-3: Andy, de penalti, min. 69.

Árbitro

Josué Palencia Caballero (Comité Vasco). Expulsó al fisioterapeuta local (min. 65) y al jugador visitante Higón (min. 89), estando en el banquillo, con roja directa. Amonestó a los locales Andy (25), Ander Vitoria (57), Iñaki (90) y Caneda (90), y a los visitantes Mario Gómez (12), Ferrón (25), Petcoff (46), Candelas (55), Cidoncha (62) y Juanjo (66) y a Guzmán (34) estando en el banquillo.

Incidencias

Las Gaunas. 9.141 espectadores, unos 350 seguidores del Badajoz. Partido de vuelta de la primera eliminatoria de la fase de ascenso a Segunda B. Se guardó un minuto de silencio en memoria de José Antonio Reyes, actual jugador del Extremadura UD.

No tembló el Badajoz -de verde en Las Gaunas- ni por el ambiente ni por verse por debajo en el marcador a los 4 minutos cuando Ferrón, en propia puerta, marcaba tras una falta lateral ejecutada por Ñoño. Es más, antes del tanto de los blanquirrojos, el cuadro de Mehdi Nafti había salido dispuesto a remontar con una actitud valiente y con personalidad. Tanta que Éder Díez pudo haber puesto a los suyos por delante en un centro de Candelas y un remate a la media vuelta que se marchó al poste.
Acto seguido vino el gol que complicaba la vida a los pacenses, pero que no amilanó el espíritu de los visitantes que siguieron pisando campo ajeno con continuidad. Sin embargo, en una contra se tambalearon los cimientos del Badajoz. Espectacular arrancada por la derecha de Juan Iglesias que vaticinaba un centro. Ander Vitoria lo esperaba rematar y Mario Gómez, despejar. En el forcejeo, el delantero cayó dentro del área, así que penalti y cartulina para el central. Ñoño asumía la responsabilidad, pero Kike Royo se hacía grande para dar vida a los suyos con una parada crucial para entender la continuidad del choque.
Con la moral por las nubes, más allá del 2-0 momentáneo en la eliminatoria, el Badajoz persistió donde más daño se le hace a la UD Logroñés; en los centros laterales. Prácticamente avasalló a su oponente hasta hacerle dudar y encontrar el permio a la persistencia. Ferrón se desquitaba con un golpeo que empataba el duelo y daba esperanzas a los suyos. Y sólo se habían jugado 18 minutos. Como era lógico, el ritmo bajó, pero no la intensidad ni la tensión, ya que cada acción era jaleada por los banquillos. En el campo, el bloque de Mehdi Nafti tomaba la iniciativa, pero con precauciones, sin tanta ansia como antes de las tablas. No sucedía nada importante, hasta que Iñaki dudó en el despeje y David Martín, más listo, chutó con potencia para batir a Buigues y colocar al Badajoz en la siguiente ronda, de manera momentánea.
Poco duraba la alegría, 4 minutos, cuando Ñoño sacaba una falta lateral pegado al banderín y Caneda, en el primer palo, firmaba las tablas. Aunque de nuevo volverían a cambiarse las tornas cuando Ferrón, en un saque de esquina, hacía el 2-3. Ver para creer una primera mitad con tantas sensaciones encontradas por ambos conjuntos.
En el segundo período varió la dinámica. La UD Logroñés estaba obligada y el Badajoz ya no gozaba de tanta posesión. Rubén Martínez estuvo a punto de equilibrar el marcador, pero Kike Royo estuvo ágil para desbaratar el tiro desde la frontal después de un saque de esquina.
Los anfitriones estaban un peldaño por encima en cuanto a las intenciones y ambos técnicos movieron ficha con Marcos André y Juanjo. El delantero resultó fundamental para que Kike Royo le hiciera penalti mediado el segundo tiempo. Andy sí que pudo engañar al meta logroñés. El Badajoz se quedó sin argumentos para reconquistar Las Gaunas y apeló a las acciones a balón parado para remontar, aunque sin fortuna.