El domingo -14 - JULIO a las 18:00 por La Sexta, foto,.
José Manuel Calderón, jugador extremeño en la NBA: «No estoy preparado para dejarlo todavía»,.
«El campus siempre va a ser en Extremadura, eso lo tengo claro y para mí es lo más importante»,.
-Un año más el Campus Calderón llega a Badajoz, ¿qué supone para una estrella internacional compartir esta semana con los chavales?
-Para mí es algo muy especial. Es el momento especial de cada año. Es un evento en el que juntamos a mucha gente, con muchas personas involucradas y casi 180 niños. Sobre todo, por tener esas familias detrás, que repiten y nos dan ese voto de confianza, señal de que estamos haciendo las cosas bien. Tenemos una responsabilidad y estamos encantados.
-Su implicación con el campus es total. ¿Cómo reaccionan los chavales cuando le ven y comparte con ellos momentos del día a día?
-Bien. La verdad es que ellos se lo pasan mejor cuando no estoy porque están como más libres y cuando me ven se ponen un poco tensos. A veces les tienes que sacar las palabras por el nervio, pero al tercer día todo genial. Hacen muchas preguntas sobre qué vas a hacer el año que viene, algunos con detalles de baloncesto... Como con ellos casi todos los días y para ellos es especial verme allí, comer la misma comida y disfrutar con ellos.
-El campus es el buque insignia de la Fundación, pero son muchas las iniciativas en marcha que revierten en la Extremadura.
-Vamos a hacer diez años en 2020, hemos crecido muchísimo y estamos muy orgullosos de todas las cositas que vamos haciendo. El director general de Deportes ha nombrado el proyecto nuevo de 'Come bien, vive mejor' con el que hemos llegado a 55 colegios para concienciar al niño la importancia de la alimentación y la actividad física. Otro proyecto sobre botellón y drogas, son muchas cosas. Ahora el día 19 inauguramos la segunda zona de juegos en el Hospital Villanueva-Don Benito como hicimos aquí en el Materno Infantil hace un par de años. Estamos felices de tocar cada vez a más niños y familias, que es lo que importa. Intentando aportar nuestro granito de arena para que en Extremadura los niños tengan las mejores opciones posibles.
-Por aquí se ven a sus pequeños, ¿alguno seguirá sus pasos?
-Manuel está en el campus, pero no le veo el pelo, tiene 9 años , es su segundo año ya y está encantado. Le gusta mucho. Gonzalo todavía no juega y Jaime, que tiene 7 años, está haciendo tenis y de momento no le ha enganchado el baloncesto.
-El campus se ha consolidado como un referente a nivel nacional. ¿Le han tentado para llevárselo a otra ciudad?
-Al principio había algún sitio que nos dijeron de hacer allí otra semana o llevármelo, pero creo que tenemos un grupo de entrenadores y monitores muy importante que hace que esto funcione. Muchos de ellos se cogen esta semana de vacaciones en sus trabajos para poder venir al campus, no puedes alargarlo a dos, dividirlo no nos interesa. Y para que yo pueda estar aquí una semana realmente involucrado que es lo que lo hace especial. Lo estuvimos haciendo en Cáceres muchos años, ahora estamos en Badajoz y no sé si algún día en el futuro lo cambiaremos a otro sitio, pero siempre va a ser en Extremadura, eso lo tengo claro y para mí es lo más importante.
-En cuanto a su futuro, pregunta obligada. ¿Qué va a hacer? ¿Seguir jugando o piensa ya en la retirada?
-Va a depender del tipo de ofertas que tenga, si realmente son importantes o no. Cada vez me tira más mi familia. La próxima semana o en diez días tomaré una decisión y decidiré lo que voy a hacer si jugar otro año más en la NBA o directamente quedarme a vivir con ellos allí porque tengo otras cosas que hacer. Por ellos sería dejarlo y empezar a hacer otro tipo de retos.
-¿Tiene ofertas sobre la mesa?
-Han llegado y ahora tenemos que ver si nos interesa, si deportivamente para ellos y para mí es interesante. Tiene que ser algo que nos llame la atención para poder jugar en la NBA. No quiero pensar mucho más allá de diez días porque tampoco me he hecho a la idea de qué es lo que quiero hacer y no estoy preparado para dejarlo todavía. Vamos a ver.
-¿Y volver a la ACB? Mirotic ha rechazado buenos contratos para regresar a España.
-No porque es tiempo para mi familia. Quiero darle la oportunidad a todos por igual de que sigan aprendiendo inglés, siendo bilingües porque el mayor es así y ese es el reto que tenemos. Ellos han estado moviéndose porque yo me movía y ahora me toca adaptarme a ellos. Volver ahora a España no es el momento.
-¿Pero le han llamado equipos españoles?
-Me han llamado alguna vez y siempre he dicho que era NBA o nada. No es por ofertas, sino porque desde el principio dije que cuando terminara la NBA sería para dejarlo y esa es la decisión que he tomado profesionalmente.
-Una vez llegue ese momento de la retirada, ¿cuáles son sus planes?
-Me gustaría seguir ligado al baloncesto de alguna forma. No dedicarme solo a mis cosas que tengo por ahí, algo saldrá. Tampoco quiero entrar mucho más en detalles porque todavía no es el momento.
TITULO: ESPAÑOLES POR EL MUNDO - Una felicidad razonable ,.
Una felicidad razonable,.
Aún quedan personas que se abstraen con un libro y no necesitan gustar a nadie,.
El caballero de la imagen es protagonista de una foto robada. Atardecía en el parque de El Rodeo de Cáceres, pero él no estaba sentado en el parque, escuchando el rumor de la cascada, el canto de los pájaros o el viento enredándose en las ramas de unos árboles que hace nada eran retoños y tienen ya un porte emocionante. No, el hombre estaba sentado en un banco junto al asfalto, frente a la avenida Pablo Naranjo: cuatro carriles que dividen en dos el parque. Prefería el ruido de los coches y el fragor de los acelerones (en ese tramo, los 'fitipaldis' hacen de las suyas) porque a veces, el silencio entorpece la lectura, combate con ella y la vence, mientras que el ruido, derrotado de antemano por la literatura, es enemigo fácil y resulta más sencillo concentrarse escuchando motores que escuchando el silencio.
Yo subía a la Montaña, como cada tarde, poseído por la euforia de un crepúsculo tranquilo y dispuesto a ascender generando adrenalina y escuchando mi música cuando pasé junto a él y me pareció un hombre feliz al estilo de antes: un libro, mucha concentración y una historia bien narrada que nos atrapa frente al tío moderno que, mientras camina, no se separa de sus auriculares sin hilos, ni de su teléfono con Spotify. Y sí, mucha adrenalina y mucha satisfacción, pero el tío moderno necesita cada 200 metros consultar el Whatsapp y el correo por si hay algún mensaje trascendente.
El hombre tranquilo de la foto no necesitaba nada más que la lectura para embeberse y olvidarse del resto. Al pasar a su lado, sentí envidia y unos metros más adelante me detuve, lo fotografié y guardé el retrato en mis notas con un título: 'Una felicidad razonable'. Al romper mi rutina de smartphone y ascensión, estaba negándome a mí mismo. Y al fotografiarlo, estaba inmortalizando la esencia de la verdadera dicha: abstraerse, dejarse llevar, leer, sin bits, sin likes, sin tuits, sin estímulos externos.
Lo reconozco, quisiera volver a ser como ese desconocido que leía tan tranquilo y tan feliz, ajeno a quien lo fotografiaba y a quien le pitaba desde el coche al pasar como si estuviera viendo un prodigio. Me gustaría ser capaz de desembarazarme de todo lo superfluo, volver a ser antiguo y cateto, capaz de sobrevivir con un libro y un cuchillo. Y digo lo del cuchillo porque al día siguiente de la foto me acerqué a El Faro, a Casa Espaço, y descubrí artilugios nunca vistos cuyo uso desconozco: el desmenuzador de nuez moscada, la cuchara para kiwis, el cubilete para colocar cuchillos y hasta un jabón de acero inoxidable para lavarme la mano con él y eliminar así el olor a pescado y ajo.
Mi abuelo llevaba con él una navajina que le servía lo mismo para abrir una botella que para pelar un melocotón. Con aquella navajina, podía superar cualquier circunstancia o contratiempo y no necesitaba peladores, abridores ni sacacorchos galácticos de esos que abren las botellas de vino al tiempo que irradian una luz azul marciano. Con una navajina y un libro, uno puede sobrevivir a la necesidad y al aburrimiento. Además, el libro y la navaja agudizan el ingenio y avivan la imaginación. No lo dan todo hecho. En realidad, no dan nada hecho, pero animan a hacerlo, a imaginar, a modelar, a recrear, a soñar.
Fotografié varias veces al señor feliz que lee. Ni se inmutó. Estaba demasiado a gusto para preocuparse de un retrato. Seguramente, habrá quien vea esta foto y teclee un me gusta donde se encierren la nostalgia y la melancolía: «Yo también fui así». Ese me gusta es, en realidad, un ya no me gusto.
El miercoles -10- Julio a las 21:00 por La 2, foto.
Los setenta: Qué está pasando,.
Tras la separación de los Beatles, la música popular explotó en una variedad de nuevos formatos y géneros: Del rock de los sesenta pasamos al soul, a la música disco, el hip hop y el punk.
Los Setenta es la última serie documental de la CNN
producida por Tom Hanks y Gary Goetzman, en asociación con HBO y el
productor ganador del EMMY Mark Herzog. A través de 8 episodios, la serie viaja atrás en el tiempo hasta la década de los 70.
Repasa los personajes y los eventos más importantes que influenciaron y
consolidaron una década que tuvo un profundo impacto en Estados Unidos.
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