domingo, 7 de julio de 2019

La Hora Musa - RECLUSAS POR EL TEATRO CON ELENA CANOVAS . Martes -9- Julio ,./ Cachitos de hierro y cromo - El diario HOY afianza su liderazgo en la región,. Martes -9- Julio ,.

TITULO: La Hora Musa - RECLUSAS POR EL TEATRO CON ELENA CANOVAS . Martes -9- Julio ,.

  'La Hora Musa', presentado por Maika Makovski ,
a las 22:55 horas, en La 2 martes - 9 - Julio , fotos.


 RECLUSAS POR EL TEATRO CON ELENA CANOVAS,.

La funcionaria que abrió el telón de las mujeres presas,.

Resultat d'imatges de RECLUSAS POR EL TEATRO CON ELENA CANOVASElena Cánovas lleva más de 30 años subiendo la cárcel al escenario. La directora de Teatro Yeses transforma reclusas en actrices, ilumina con arte el camino de la reeducación social y consigue atrapar la mirada de la sociedad. Es la exfuncionaria de prisiones que, incansable, demuestra el poder transformador del teatro al servicio de la reinserción


Si la historia de Elena te ha hecho pensar y tú también quieres ayudar a esta causa para cambiar el mundo
Esta función, tan real y prodigiosa como la vida misma, comienza en la antigua cárcel de Yeserías y continúa en sus ensayos en el Centro Penitenciario Madrid I Mujeres de Alcalá Meco. Es la historia de una funcionaria que consigue que mujeres encarceladas vuelvan a mirar a la vida de frente provocando múltiples metamorfosis. La protagonista logra que las reclusas viajen en avión para interpretar sus creaciones en el extranjero, que cosechen un sinfín de premios y ovaciones e incluso que lleguen a desayunar junto a Gorbachov y el Dalai Lama en el contexto del Fórum de las Culturas. La obra se titula Yeses y gracias al reparto, encabezado por Elena Cánovas, es pura realidad. Ella no es actriz, sino la directora de la compañía de teatro que saca la prisión a escena para que las internas pisen con firmeza todas las tablas que les presente el destino y que el resto, como espectadores, recordemos que el talego es parte de la sociedad.
En el primer acto de su biografía, Elena Cánovas recibió un uniforme, un manojo de llaves y un módulo a custodiar. Su cometido: recuentos y cacheos, la obligación de imponer la autoridad. Se había convertido en guardiana de ese hábitat artificial donde el sonido de los cerrojos y la omnipresente megafonía impone el ritmo de la vida en cautiverio. A los 23 años, recién divorciada, con dos niñas a su cargo y un título de asistente social bajo el brazo, acababa de obtener una plaza como funcionaria de prisiones. Huía de los trabajos de oficina que consideraba asfixiantes pero, al entrar en la cárcel de mujeres de Yeserías, no encontró el oxígeno que esperaba respirar.
La Ley General Penitenciaria de 1979, que Elena señala como “una de las más progresistas del mundo”, acababa de estrenarse. Llegó a la cárcel pensando en “cumplir el mandato constitucional que en el artículo 25 dice que, en las penas privativas de libertad, el fin primordial es la reinserción social”. Ahora, achaca a su anterior ingenuidad aquella visión idealista que había construido para su profesión. En realidad, “todo era muy desolador y muy poco proclive para la reinserción”. Se encontró a sí misma en un ambiente inhóspito donde “la seguridad empañaba todo”.

La encarnación de un personaje poliédrico

La rigidez que encontró en la cárcel no iba con aquella joven inconformista que deseaba contagiar a las reclusas su entusiasmo por la vida: “Tenía que establecer una distancia con la interna que me dolía profundamente porque yo quería también realizarme en mi trabajo. Entonces me di cuenta de que me había equivocado”. En busca de un giro argumental en la trama, rescató la pasión por el teatro que le había inculcado su profesora de literatura. Aquella docente y actriz frustrada de la niñez había puesto en ella la semilla que, contra todo pronóstico, estaba a punto de florecer en un tiesto de hormigón y concertinas. Nuestra protagonista superó las pruebas para entrar en la Real Escuela Superior de Arte Dramático (Resad) y nuevas raíces brotaron para su personaje. “A partir de ahí, cambió mi vida”, afirma Elena. Lo que no sabía es que el teatro sería también el balón de oxígeno con el que insuflar vida en la biografía de más de 700 mujeres condenadas durante su paso por prisión. En este segundo acto, Yeses estaba a punto de entrar en escena.
Representación del Grupo Yeses.
Representación del Grupo Yeses.Como telón de fondo, las sábanas que vestían las camas de las celdas y para el escenario, dibujos sobre rollos de papel manila. En 1985, cuando puso en marcha el proyecto, nadie imaginaba que aquel grupo de presas dirigido por Elena llegaría a salir del furgón para encaminarse al escenario sin esposas, que viajaría a Berlín llevando la metadona de una de las intérpretes en el avión, ni que conseguiría profesionalizar la compañía ampliando el reparto con actores profesionales y hasta con un agente de policía interpretándose a sí mismo encima del escenario. La frase de Elena “no se os ocurra marcharos porque hacéis polvo al grupo” siempre funcionó y, a pesar de las oportunidades, jamás una actriz Yeses se dio a la fuga. El premio Dionisos otorgado por la Unesco, el galardón de la Unión de Actores con el que compañeros de profesión reconocieron su andadura y el prestigioso Premio Max que obtendrían en 2017 serían inesperadas sorpresas aún por llegar.
Fueron los propios profesores de la Resad quienes animaron a Cánovas a plantarse ante la directora del centro penitenciario para proponerle la creación de un taller de teatro. A diferencia de los compañeros que observaba en las clases de arte dramático, aquellas mujeres “habían vivido”. Contaban con el bagaje de haber experimentado “vivencias antes de tiempo muy al límite que podían aportar a sus personajes”. Muchas de ellas eran chicas de su misma edad a las que la vida les había asignado roles abocados a finales infelices, pero que a través del teatro podían hacerse con herramientas indispensables para su retorno al tejido social.

El poder transformador del teatro

Independientemente del delito cometido, las reclusas a su cargo cumplían condena por no haber sabido convivir. La mayor parte de las chicas Yeses no habían recibido una educación con la que desarrollar sus aptitudes, carecían del apoyo de un contexto familiar sólido y sus vidas estaban marcadas por la pobreza o la drogadicción. La cárcel debía propiciar ese espacio donde volver a aprender a vivir en sociedad: “Son personas desprovistas de los medios que hemos tenido la mayoría y hay que aprovechar el tiempo de la cárcel para dárselos, para que sea constructivo”. Para Elena, “el castigo es la privación de libertad” y el tiempo impuesto en la pena debe suponer un antes y un después: “Ese tiempo se tenía que convertir en uno de aprendizaje y de enriquecimiento”, algo que para Elena “es una deuda que tiene la sociedad también con ellas”.
El teatro no solo representa un espacio de libertad e intimidad donde crear y olvidar su cautiverio, sino también un reto donde enfrentarse al crecimiento individual y colectivo, a la autodisciplina y al aprendizaje del respeto por la convivencia. A diferencia de la vida, aquí sí se permiten ensayos y los errores cometidos pueden convertirse en recursos para representar lo humano desde la verdad. Tras pasar por Yeses, las reclusas “son chicas totalmente distintas” porque adquieren “conciencia de sí mismas, de su dignidad, de que pueden luchar en la vida”. Casi todas comparten “un sentimiento de injusticia sufrida” y por eso, a través de los textos dramáticos, algunos como Mal bajío creados por ellas mismas desde prisión, “denuncian las actitudes machistas, pelean la igualdad y son obras que siempre están cargadas de un mensaje de lucha por la justicia social”.
Elena Cánovas ha hecho partícipes a más de 700 reclusas de la libertad del teatro.
Elena Cánovas ha hecho partícipes a más de 700 reclusas de la libertad del teatro.
En palabras de Lorca: “El teatro es una escuela de llanto y de risa, y una tribuna libre donde los hombres pueden poner en evidencia morales viejas o equívocas, y explicar con ejemplos vivos normas eternas del corazón y del sentimiento”. En esa escuela de vida, Elena y las Yeses encontraron un potente revulsivo contra la exclusión y cada vez que suben a la tribuna, ponen en evidencia verdades a las que prestar una renovada atención. Como indica la dama del teatro que encontró en las penadas una familia de amigas: “Solo nos acordamos de las cárceles cuando un amigo o un familiar tiene la mala suerte de pasar por allí. Si no, las prisiones son un apéndice del que no queremos saber nada”.
Para ilustrar la marginalización aún presente, Elena recuerda le etimología de la palabra con la que nos referimos en la calle a este espacio de vigilancia y castigo: “El talego es un trozo de tela donde se meten cosas y luego se cierra. En ese sentido, las cárceles son lugares donde entran personas y se cierran también; no sabemos nada de ellas”. Pero la esencia del teatro y su fin último es el de mirar y ser mirado, y por eso, en este viaje de dos direcciones, tanto intérpretes como público salen enriquecidos. Para muchas de las reclusas, Yeses ha supuesto “una tabla de salvación” y para los espectadores en libertad, un antídoto contra la indiferencia. La magia ocurre en el parpadeo, en ese lapso de libertad entre la subida y bajada del telón que permite que todos podamos vivir muchas más vidas.
        TITULO:   Cachitos de hierro y cromo -  El diario HOY afianza su liderazgo en la región . Martes -9- Julio ,.

 Martes - 9 - Julio  a las 22:00 horas en La 2, foto.



El diario HOY afianza su liderazgo en la región,.

Lectores de prensa generalista en Extremadura./2ª Ola EGM 2019Gráfico
Lectores de prensa generalista en Extremadura. / 2ª Ola EGM 2019

Con 104.000 lectores diarios, cuadriplica los que tiene El Periódico de Extremadura, según los datos de la segunda ola del EGM de este año,.


El diario HOY de Extremadura mantiene su liderazgo entre la prensa extremeña con un total de 104.000 lectores diarios, según los datos de la segunda ola de este año del Estudio General de Medios (EGM). Eso significa que el 62,28 por ciento de los 167.000 lectores de información general de la región confían en el diario HOY para informarse, frente a solo un 16,17 por ciento que eligen El Periódico de Extremadura –27.000 personas–. De esta forma, el diario HOY casi cuadriplica en número de lectores a su más directo competidor.
Más del 62 por ciento de las personas que leen prensa diaria en la región eligen informarse a través de este medio
La macroencuesta que mide tres veces al año la audiencia de los medios de comunicación certifica que HOY refuerza su posición de líder en las dos provincias extremeñas, Un total de 71.000 personas en Badajoz y 33.000 en Cáceres escogen cada jornada este periódico. En Badajoz la penetración de HOY es del 78 por ciento por ciento frente a un 2,2 por ciento de El Periódico de Extremadura, lo que supone que ocho de cada diez lectores de prensa en la provincia de Badajoz eligen el diario HOY para informarse y que la presencia de nuestro competidor es prácticamente inexistente.
En los datos que ofrece el Estudio General de Medios disgregados por localidades, en los que se estudian diferentes rangos por población (que van desde municipios de menos de 2.000 habitantes a los superiores a 50.000, así como pueblos de tamaño intermedio), HOY es el periódico de pago más leído en todos ellos en Badajoz. Especialmente destacables son los 21.000 lectores en la capital pacense, donde el EGM muestra que El Periódico de Extremadura ya no tiene lectores, como tampoco en Mérida, ya que literalmente les da cero lectores.
HOY solo en la provincia de Cáceres tiene más lectores que El Periódico de Extremadura en toda la región
Los datos muestran incluso que en la provincia de Badajoz hay más lectores que se decantan por los medios nacionales para informarse antes que por El Periódico de Extremadura (7.000 El Mundo, 7.000 El País, 2.000 el ABC, 2.000 La Razón y 2.000 El Periódico de Extremadura).
La última ola del Estudio General de Medios muestra también que la prensa gratuita se desploma en la capital pacense, ya que La Crónica de Badajoz, único medio impreso diario, ha ido perdiendo lectores paulatinamente, pasando de los 16.000 que tenía en la primera ola de 2017 a apenas 3.000 lectores diarios en esta última ola, teniendo, por tanto, una presencia testimonial.

Líder también en Cáceres

Por lo que respecta a Cáceres, la última ola del EGM destaca que el diario HOY solo en la provincia cacereña tiene más lectores que El Periódico de Extremadura en toda la región (33.000 lectores tiene HOY en Cáceres frente a los 27.000 del otro medio de prensa escrita a nivel regional). Esto supone que en la provincia de Cáceres el 43,4 por ciento de los cacereños prefieren nuestro diario frente al 32,8 por ciento que eligen El Periódico de Extremadura –25.000 lectores,.


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