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LA LOTERIA DEL VIERNES - ¿Dónde está Wally? - Lotería del Niño - Los tropezones de los concejales cacereños .
LA LOTERIA DEL VIERNES - ¿Dónde está Wally? - Lotería del Niño - Los tropezones de los concejales cacereños , fotos,.
Los tropezones de los concejales cacereños,.
Casos mediáticos. Desde la retirada de un falso escudo franquista a votar a favor de una operación que afectaba a terrenos familiares,.
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Circular sin seguro durante un año y sin haber pasado la ITV de su vehículo le ha costado dos puestos a Andrés Licerán, la concejalía de Seguridad y la portavocía municipal. No ha sido el primer concejal que tiene una sonada metedura de pata. En los últimos años, los tropezones de miembros de la Corporación con alguna trascendencia público,.
Sobre el anuncio del cese de Andrés Licerán como concejal de Tráfico, Seguridad Ciudadana y Policía Local se pronunció este jueves el portavoz del PP local, Rafael Mateos, antes del pleno en el que los populares tienen previsto presentar una moción para pedir su renuncia de todos sus cargos en el ayuntamiento.
En declaraciones a los medios, lamentó que la decisión que tomó este miércoles alcaldía “es insuficiente” y “llega tarde”.
Mateos volvió a calificar los hechos cometidos por Licerán de “gravísimos” y reiteró la petición de su grupo para que abandone el consistorio. “No solo está incapacitado para ser concejal de policía sino que debe dejar todos sus cargos”, concluyó.
TITULO: POLICIAS EN LA CALLE - La Policía Local identifica a tres jóvenes por rayar cinco coches estacionados en la calle San Juan,.
La Policía Local identifica a tres jóvenes por rayar cinco coches estacionados en la calle San Juan,.
Los agentes descubrieron a tres personas, dos de ellas menores, dañando la chapa de varios vehículos con una navaja y un cuchillo de cocina,.
foto / Agentes de la Policía Local de León.
La Policía Local del Ayuntamiento de León intervino en la madrugada de este jueves en las cercanías de la calle San Juan de la capital leonesa donde se produjeron daños intencionados en cinco vehículos.
Los agentes se personaron en torno a las 1:30 horas y vieron a tres personas, dos de ellas menores de edad, que según un testigo, estaban rayando con una navaja varios vehículos estacionados.
Los agentes realizaron exámenes a todos los coches y observaron rayones en distintas partes de los mismos.
La Policía Local tramitó las diligencias correspondientes y dio aviso a los familiares de los menores, además de localizar en las inmediaciones un cuchillo de cocina tirado en la acera.
TITULO: EL DIVAN DE OLGA VIZA - Locos por plantarse ante los bombos,.
Locos por plantarse ante los bombos,.
Los fanáticos más fieles de la Lotería regresaron al lugar del 'feliz crimen' de la fortuna con aforo reducido, mascarilla y sin poder moverse de sus butacas,.
Había un deseo intenso, casi loco, por volver a plantarse ante los bombos del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad y oír en vivo y en directo el sonsonete millonario de los niños de San Ildefonso. El Teatro Real volvía ayer a acoger público, tras celebrar el año pasado un sorteo con el patio de butacas desierto. Con aforo limitado y extremas medidas sanitarias y de seguridad, no faltaron los fieles fanáticos de la fortuna que cada año se disfrazan para su cita con esa diosa que llena de felicidad y millones a una minoría y deja a la mayoría confiando en tener buena salud.
Un deseo que, en tiempos de pandemia y ante el implacable avance de la variante ómicron del coronavirus, también era más intenso que nunca. Fuera, una sonora manifestación de loteros cabreados reclamaba actualizar unas comisiones congeladas desde hace más de tres lustros que consideran injustas. A las 9:12 horas, sin incidencias, comenzaban a girar bombos y bolas entre más silencios que aplausos. Once minutos después Yanisse Alexandra Soto y Luis Alcides Paniagua cantaron el primer premio, un quinto. Fue un sorteo como a cámara lenta y hubo que esperar hasta las 12:12 horas para que Yanisse Alexandra, de nuevo, y Paula Figuereo cantaran el 86148, un Gordo remolón que desde la madrileña estación de Atocha viajó en tren a toda España y que es el Gordo con la cifra más alta de toda la historia del sorteo.
A las siete y medía de la mañana había abierto sus puertas el Teatro Real entre vítores de las apenas 180 personas con acceso a una sala con capacidad para más de 1.700. Hasta cinco días de cola hicieron algunos habituales del sorteo, unos frikis reincidentes como 'Chuchi', Jesús Ruiz, que viajó desde Cantabria a Madrid y fue el primero en entrar al Real. Lo hizo disfrazado de «viuda de la Lotería», tras pasar varias noches «de tanto frío como ilusión», según dijo un veterano con 14 asistencias al sorteo y que jugaba 51 décimos, tantos como años tiene este clásico originario de Novales que cada año apuesta por el 00000.
Manoli, de 84 años, también regresa cada año al lugar del 'feliz crimen' de la suerte y pasó varias noches en vela para asegurarse una plaza como testigo presencial. Ante el aumento de casos de la covid-19, su familia no quería que hiciera cola, pero ella no se arredró. Esta madrileña sorprende cada año con su disfraz, esta vez de estrella fugaz, tras presentarse los anteriores ataviada de bombo, ranita o árbol navideño. En su poder 50 décimos.
Juan Manuel López, de 40 años, volvió a viajar desde León disfrazado de prelado y confirmando con su mitra y su casulla de pedrería su condición de «obispo oficial del sorteo». Llegó a la cola a las cuatro y media de la mañana del sábado, para «relevar a Chuchi». «Después de 600 días sin poder entrar, es como si fuera la primera vez», aseguró este forofo de la lotería navideña que jugaba 72 décimos.
Novatos
Eva y Christian, novatos y con más de 60 números en sus bolsillos, llegaron desde Castellón y tras una noche de cola accedieron al Real disfrazados, ella de conejo de la suerte y él de calamar.
La movilidad estuvo restringida para todos los asistentes, que debieron permanecer en su butaca, sin moverse ni para ir al baño. No pudieron ingerir alimentos ni bebidas. Debieron mantener en todo momento la mascarilla bien ajustada y guardar las distancias. Ni ellos ni los críos que cantaron el Gordo y los demás premios departieron con los periodistas acreditados.
A las puertas del Real otra cantinela con menos cadencia y mucha más rabia: la de los loteros que exigían unas comisiones «más justas» por cada décimo navideño que venden.
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