TITULO : MAS QUE COCHES - “Increíble” primera pole de Carlos Sainz en la Fórmula 1,.
“Increíble” primera pole de Carlos Sainz en la Fórmula 1,.
El piloto de Ferrari se convierte en Silverstone en el segundo español, tras Alonso, en liderar una parrilla de salida,.
Carlos Sainz - foto,.
En un circuito tan emblemático para la Fórmula 1 como el de Silverstone, rodeado de las sedes de la mayoría de las escuderías británicas que junto a Ferrari le dan esa incuestionable flema al certamen, Carlos Sainz se sacó ayer de la gorra una vuelta antológica para adjudicarse la primera pole position de su hoja de servicios, en el gran premio número 150 de su trayectoria. A sus 27 años y en su segundo curso enfundado en el mono de Ferrari, Sainz se convertirá este domingo (16.00, Dazn) en el primer español en liderar una parrilla de salida desde que Fernando Alonso lo hiciera en el Gran Premio de Alemania de 2012, curiosamente mientras también defendía el rojo de la marca de’Il Cavallino Rampante. Esta es la 23ª pole de un piloto nacido en España, por más que las 22 anteriores llevaran la firma del asturiano, que en Gran Bretaña saldrá el séptimo.
La espera fue larga si se tiene en cuenta que esta es la octava temporada de Sainz en el Mundial, y que solo Checo Pérez (216 pruebas) tuvo que esperar más que él antes de estrenar su casillero de poles. El escenario era inmejorable, tanto por el alma que radica en él como por el papel que jugó en uno de los episodios más decisivos del crecimiento del muchacho. El jueves 18 de julio de 2013, con solo 18 años, aquel chaval de apellido ilustre se subió por primera vez a un monoplaza de F-1, en el marco de una sesión de entrenamiento de esas que Red Bull emplea para tratar de descifrar el potencial de los jóvenes que forman parte del Júnior Team, su programa de formación. Metido en un Toro Rosso, el chico completó 39 vueltas y firmó el segundo mejor tiempo absoluto, superado solo por Daniel Ricciardo. Dos años más tarde, el equipo del búfalo rojo le hizo debutar al lado de Max Verstappen, con quien ha coincidido desde entonces, a pesar de que los objetivos de ambos fueran distintos. Hasta este curso.
En Canadá, hace dos semanas, el corredor de Ferrari estuvo a un tris de imponerse por primera vez, pero el neerlandés levantó un muro delante de él y ganó anchura, aprovechando la brutal tracción y aceleración de su bólido, para desactivar cualquier intento de ataque de su rival. Esta vez, los papeles estarán cambiados en la arrancada, que será el primero de los momentos en los que deberá mantener a raya a su ex vecino de taller.
En la típica jornada plomiza en Silverstone, marcada por el agua, Sainz fue el que mejor leyó las delicadísimas condiciones en las que se disputó la cronometrada, sobre una pista que la lluvia mojaba intermitentemente y que el trote de los monoplazas, auténticas aspiradoras de alta succión, iba secando con el paso de las vueltas. En esa coyuntura, el hijo del bicampeón del mundo de rallies (1990 y 1992) aprovechó un instante de tregua que dieron las nubes con el cronómetro ya a cero, y cuadró un giro que pasará a la historia. Junto a él, en la primera fila, partirá Verstappen, mientras que Leclerc lo hará el tercero.
“¿En serio?”, se preguntó Sainz, por la radio, cuando Riccardo Adami, su ingeniero de pista, le comunicaba el desenlace. “¡Es Increíble! Fue una buena vuelta, pero no pensaba que tan especial. Qué mejor sitio que este para conseguir algo tan especial”, prosiguió el protagonista de la jornada. “¡Bravo por Carlos!”, le felicitó Mattia Binotto, director de la Scuderia. “Esto demuestra que va ganando confianza con el coche, como ya se vio en Canadá. Y eso que no fue fácil, porque tuvo que ir adaptándose permanentemente al estado de la pista, y de las gomas”, zanjó el ejecutivo italiano.
TITULO: Para Todos La 2 -Injusticia y compasión,.
Injusticia y compasión ,.
¿Es posible la reinserción? Es posible si se cree en ella. Es algo que jamás podría lograrse con la prensa pisando los talones,.
fotos / La vida no es una película. No es tan pedagógica como el cine puede serlo. Poco aprendemos de la experiencia, menos aún cuando nuestra opinión se ve acogotada por un sentimiento colectivo. La vida no nos permite ser espectadores que aparcan el drama en cuanto salen a la intemperie. La vida es la intemperie. La vida no es Pena de muerte,aquella película, aunque la historia estuviera basada en un hecho real, en la relación que la monja Helen Prejean mantuvo con un violador y asesino al que
acompañó como asistente espiritual hasta la silla eléctrica. Porque el asesino real no era Sean Penn. Lo cual no quita para que Sean Penn hiciera un impresionante trabajo; aunque, por mucho que lo intente, un actor no puede llegar a provocar el mismo miedo que un asesino de verdad. Sí es posible, en cambio, que despierte más piedad que un asesino de verdad. La monja de verdad no miraba con los ojos de Susan Sarandon, que son ojos que saben provocar empatía y compasión. Es muy probable que, como sucede en la vida real, tanto los familiares como los trabajadores de la prisión estuvieran de la monja hasta las narices y no acabaran de entender a una religiosa que decía cosas tales como: “Yo no sabía nada sobre este hombre, excepto una cosa: si había sido condenado a muerte, seguramente era pobre, y como yo estaba en ese lugar para servir a los pobres, acepté”. Es decir, no acababan de entender la propia palabra del hijo de Dios, aunque asistieran a misa cada domingo.
No sé si la película sacudiría conciencias en Estados Unidos. No lo creo. De hecho, desde que el cine es cine hay todo un género cinematográfico dedicado a los ajusticiados, más conmovedor si cabe si se descubre después que el ajusticiado era inocente. Pero allí el ciudadano que cree en la cadena perpetua o en la pena de muerte las defiende sin sonrojo, sin entrar a calibrar cómo juzgarán los demás su posición. Aquí somos más cucos. Vemos una película como la dirigida por Tim Robbins y volvemos a casa maldiciendo el sistema judicial americano, analizando la falta de piedad de un pueblo rocoso, que se rige por la falta de escrúpulos del Lejano Oeste; otro género, el de los westerns, que también creó una poética de la justicia a manos del individuo. Luego, cuando nos encontramos con asesinos de verdad, nuestro juicio cambia.
Muy poco se utilizan estos días los términos cadena perpetua o pena de muerte, pero en los discursos alertados de mucha gente es eso lo que resuena de fondo. Yo estoy en contra de cualquiera de esas dos penas, y así lo escribo. Si estuviera a favor de la cadena perpetua, también lo escribiría. En cualquier caso, parece que exista una alianza tácita entre el espectáculo que los recientes excarcelamientos proporcionan a los medios de comunicación y la torpeza del sistema judicial y penitenciario: ¿no ha habido otra manera más chapucera de que se produzcan? Los reporteros esperan a la puerta de las prisiones, y gentes de mala ralea (amigos de los terroristas) reciben a los liberados como si fueran héroes. En el caso de los “otros” asesinos se anuncia su posible llegada a tal o cual pueblo, y algunos programas convocan a los paisanos ante las cámaras a fin de que muestren su indignación y su miedo. La cuestión es provocar una alarma social que no se traduzca en nada, una alarma estéril, a la que encuentro una oscura intención: la de poner sobre la mesa dos soluciones que no se nombran, la cadena perpetua y la pena de muerte.
Me pregunto si antes de que nos desayunáramos todas las mañanas con el rostro de un criminal no sería posible evitar el espectáculo a las puertas de la cárcel y negociarle al expresidiario una existencia discreta en un lugar lejos de donde provocó tanto dolor; me pregunto también si antes de que se ande especulando sobre la peligrosidad de los que vuelven a la calle no habría manera de que los expertos valoraran ese riesgo caso por caso; al fin y al cabo, la posibilidad de que se vuelva a delinquir es más crucial que el arrepentimiento por lo que se hizo. ¿Es posible la reinserción? Es posible si se cree en ella. Se ha efectuado con éxito cuando se ha tenido la firme voluntad de rehabilitar a un menor, por ejemplo, que es algo que jamás podría lograrse con la prensa pisándole los talones.
De discursos enardecidos todos somos capaces y hay verdaderos especialistas en buscar el aplauso; particularmente, me revientan esos opinadores que al hilo de un asunto tan sensible como este nos dan lecciones de humanidad, comprensión y psicología criminal. A veces pienso que aprovechan cualquier suceso sangriento para volver a defender algo a lo que no quieren ponerle nombre. Son cucos, muy cucos. Alientan el desasosiego y la venganza personal, y difunden la idea de que la justicia no existe. Ellos jamás apretarían un gatillo ni moverían el culo del sillón de contertulio, pero disparan frases como: “Si es mi hija la víctima, yo agarro al tipo y…”. De valientes por delegación está lleno el planeta. Pero no es ese tipo de actitud el que precisamos, sino medidas prácticas y sensatas que sosieguen los ánimos encendidos. A no ser que lo que se pretenda es alterarnos hasta el punto de que creamos que solo podemos esperar justicia de nuestras propias manos.
TITULO: Gigantes de La 2 - La artista coreana Dahye Jeong .- Jueves -7, 14 - Julio,.
Gigantes de La 2 - Programa de entrevistas, de cincuenta minutos de duración y emisión semanal, para La 2 Jueves - 7, 14 - Julio - 23:50 de Televisión Española.
La artista coreana Dahye Jeong.
La artista coreana Dahye Jeong gana el Loewe Craft Prize 2022, un reconocimiento a la excelencia artesana,.
El jurado del certamen de la firma española destaca el uso de “algo tan delicado como el pelo de caballo como material estructural” para la creación de su cesta, una pieza llamada ‘A Time of Sincerity’. El premio está dotado con 50.000 euros,.
Uno no sabría cómo relacionar A Time of Sincerity, nombre del trabajo ganador de la quinta edición del Loewe Craft Prize —galardón con el que la Fundación Loewe premia la excelencia artesana— con la etérea cesta que horas antes su autora, la coreana Dahye Jeong, hacía temblar con solo abanicarla en la exposición de finalistas en el Museo de Artesanía de Seúl (SeMoCA). Tejida con finísimo pelo de caballo, “expresa la robustez y la belleza de la vida”, decía la escueta ficha explicativa. Sean cuales sean las conexiones, Tiempo de sinceridad es un objeto de una belleza casi sobrenatural. “Algo perfecto, que no podrías decir si pertenece al pasado o al presente”, decía en rueda de prensa la tarde de este jueves 30 de junio la periodista Anatxu Zabalbeascoa, presidenta del jurado del certamen, al revelar el proyecto vencedor.
El bellísimo trabajo de Dahye Jeong es uno de 30 finalistas, seleccionados de entre más de 3.100 y venidos de 116 países, por un panel de 11 especialistas internacionales. El Craft Prize es la forma en que, desde 2016, la firma española Loewe visibiliza los oficios artesanos en su manifestación más exquisita. “Jeong usa algo tan delicado como el pelo de caballo como material estructural, lo cual le da flexibilidad a una pieza con apariencia arquitectónica. Es una manera contemporánea de aplicar y de dar visibilidad a una técnica que, desde hace 500 años, se usa para hacer sombreros casi invisibles, y que está en peligro de extinción”, decía poco después de la rueda de prensa Abraham Thomas, comisario de arquitectura, diseño y artes decorativas del Metropolitan Museum de Nueva York, y parte de los 13 miembros del jurado de esta edición. “Aquí no solo hablamos de objetos. Hay una dimensión histórica y cultural”, ha añadido.
Tampoco hablamos de un solo tipo de narrativa, tipología o idea de perfección: la primera mención de honor fue para las joyas sin montura de la alemana Julia Obermaier, hechas con piezas de cristal de roca superpuestas y cuyo tamaño les da la apariencia de pequeñas esculturas. Una sinuosa vasija de barro jalonada de placas cerámicas y atravesada por la huella de un cepillo de bonsái, con la que el sudafricanao Andile Dyalvane evoca la costa del sur de Inglaterra, obtuvo la segunda mención. “Este premio recompensa la habilidad, la capacidad humana, la sensibilidad, la dedicación, el tiempo… hay muchísimos componentes, que en cada pieza se mezclan de manera distinta”, explicaba Patricia Urquiola, miembro del jurado desde los inicios del premio.
No ganó la joyera Trinidad Contreras, única española entre los 30 finalistas, pero las dos piezas independientes (pero combinables) que componían Crypsis, su proyecto, representan la misteriosa riqueza de una idea alternativa de hacer joyería. Contreras produce piezas únicas con materiales poco comunes en un oficio más habituado a las piedras preciosas como son el gres o la cerámica. Gracias a esta convocatoria, “la joyería contemporánea tiene un lugar para mostrarse junto a otras disciplinas”, decía la artista durante la muestra previa a la deliberación, exhibición que permanecerá en el SeMoCA de la capital surcoreana hasta el 30 de julio. El poderío de esta convocatoria, que por ahora ha pasado por Londres, París, Madrid, Tokio y ahora Seúl, supone un altavoz como casi ninguno para unos artesanos que suelen moverse en el reducido circuito de las galerías especializadas. También una inyección económica: el premio está dotado con 50.000 euros.
Para el norirlandés Jonathan Anderson, director creativo de Loewe y artífice del Craft Prize, “lo importante ahora es mantener la integridad y preservar el nivel”. ¿Qué han aprendido en estas cinco ediciones? “La importancia de la narrativa: los vídeos que hemos hecho con los participantes no solo consisten en ganar; estamos creando una plataforma para que la gente pueda interactuar, descubrirse unos a otros”, afirma el diseñador. “A veces estamos tan absorbidos por hacer Loewe para Loewe que es estupendo poder trabajar en una plataforma en la que, por raro que pueda sonar, otra gente cuente su historia… ¡aunque yo esté contando la mía ahora mismo!”.
TITULO: ¡ Atención obras ! - Cine - La televisión también quiere ser verde: cómo ‘Servir y proteger’ disminuyó la contaminación en su rodaje,.
La televisión también quiere ser verde: cómo ‘Servir y proteger’ disminuyó la contaminación en su rodaje,.
La serie vespertina de La 1 es pionera en materia de sostenibilidad en televisión, mientras la industria avanza en su deseo de limitar su emisión de huella de carbono,.
foto / Un rodaje de una producción de gran presupuesto genera en tan solo cinco días una media de 20.000 botellas de plástico, 27.000 kilómetros en desplazamientos y ocho toneladas de CO₂, calcula la compañía española Mrs Green Film, que trabaja con la Academia de Cine y el Ministerio de Cultura para acercar la producción sostenible al sector audiovisual. Con ella ha colaborado durante cinco meses el drama policiaco Servir y proteger, que se emite de lunes a viernes en las tardes de La 1. Esta ficción es pionera en televisión a la hora de abrazar medidas verdes en los ya de por sí complejos planes de trabajo de una serie diaria.
El resultado del informe que elaboró la empresa especializada para ellos desveló que generaban 308 toneladas de CO₂ al año. Desde ese momento, los responsables de esta ficción han ido reduciendo esa cifra. “En nuestro caso, el transporte y la gestión de residuos eran los aspectos más contaminantes”, apunta por teléfono Emilio A. Pina, productor ejecutivo de la compañía Plano a Plano, responsable de la serie. Cada día de trabajo, su numeroso equipo artístico y técnico se traslada al polígono industrial de Cobo Calleja, en la localidad madrileña de Fuenlabrada, donde se rueda. Servir y proteger, que está a punto de cerrar su sexta temporada en antena y lleva más de 1.200 capítulos emitidos, no tuvo la oportunidad de trabajar con Mrs Green Film en el proceso de preproducción de la serie e incorporó las medidas sugeridas con toda la infraestructura necesaria para grabar la serie ya en marcha.
Sin llegar a ser tan nociva como la industria cárnica o la textil, se estima que la audiovisual es responsable de entre el 2 y el 3% de la huella de carbono emitida en todo el planeta. Así lo afirmó Nina Hauser, asistente de sostenibilidad del Austrian Film Institute, y Linn Rott, que ocupa un cargo equivalente en la Lower Austrian Film Comission (LAFC), durante su participación a mediados de junio en el Evia Film Project. Este encuentro internacional convocó en Grecia a varios agentes de la industria para encontrar vías comunes de colaboración con las que lograr que su práctica sea más sostenible. La cita, organizada por el Festival de Cine de Tesalónica, se celebra en un lugar muy simbólico, el norte de la isla griega de Evia. Durante el verano pasado, esta zona quedó asolada por los incendios forestales que avivaron las elevadas temperaturas provocadas por el calentamiento global. En las carreteras de acceso a Limni, que acogió uno de los encuentros profesionales de este ciclo al que acudió EL PAÍS, pueden verse tramos completos de árboles calcinados, cuyos tísicos y oscuros troncos sin apenas ramas parecen cruces de cementerio.
Hauser y Rott consideran que “la permanente sinergia entre instituciones locales”, como la que ambas mantienen en su país, es clave para que salga adelante algo tan complicado como readaptar los caóticos procesos de trabajo de un rodaje en favor de la sostenibilidad. Una de las herramientas por la que abogan es “una calculadora de huella de carbono que esté diseñada de forma específica para la industria del cine” y también por una figura como la del ecomanager, un asistente que se incorpora al equipo de producción para asistir a sus profesionales en estas medidas medioambientales.
El proceso de preproducción es clave, más incluso que el de rodaje, para que el plan dé resultados positivos, explican desde Creast, empresa que mide el impacto medioambiental en esta industria y que ha asistido en este aspecto a la ceremonia de entrega de los premios Goya 2022.
Poner las cosas en orden desde el principio ayuda a lidiar con el caos que viene después, argumenta Eduardo Viéitez, expublicista que decidió fundar esta empresa tras comprobar todos los desperdicios que dejaba atrás la creación de un solo anuncio. “Para producir un capítulo de una serie de unos 60 minutos se movilizan cada día entre 100 y 1.000 personas, dependiendo del tamaño de la producción, y se necesita mucha energía en sus instrumentos técnicos”, dice. Yolanda Costas, responsable de la sostenibilidad en cine en Creast, recuerda que también deben reforzarse los sistemas de reutilización de vestuario y, en especial, de decorados: “Muchos equipos no saben lo que hacer con ello, porque necesitarían naves enormes para almacenarlo, y a menudo esos materiales se convierten en gigantescos residuos”.
Un ‘ecomanager’ didáctico
Ambos defienden que la figura del ecomanager no debería basarse en instalar un policía medioambiental en el set. Además de ser útil en la fase inicial de diagnóstico, debería tener una verdadera función didáctica con la que educar al equipo, para que sus miembros adopten en el futuro una nueva forma de trabajar sin necesidad de tener vigilancia externa.
Titus Kreyenberg, productor en la empresa alemana Unafilm, explicó en Evia Film Project que necesitó meses para completar el informe necesario para su ecomanager, con datos detallados al milímetro. “Hay que especificar qué modelo exacto de equipos de iluminación va a necesitar el proyecto, qué tipo de energía se va a emplear, qué traslados… y todo ello con mucho tiempo de antelación y sin tener en cuenta los imprevistos”, profundizó. El ecomanager sugería cambios a partir de ese exhaustivo informe previo pero sin olvidar que esas medidas no deberían comprometer el resultado artístico final. “Hay todavía mucho sobre lo que dialogar en esta nueva forma de trabajo sostenible”, defendió durante su intervención.
Cuando el presupuesto no es muy alto, en proyectos independientes, aplicar estas medidas puede incluso ahorrar costes, explica Myriam Sassine, al frente de la compañía libanesa Abbouy Productions y también presente en el Evia Film Project. En su caso particular, en un rodaje de 35 días de duración, aunque de no gran tamaño, fueron capaces de “ahorrar más de 1.000 recipientes de papel y plástico al día”.
Pina opina que el sector debería comenzar a crear referencias de las necesidades básicas de plan sostenible de los diferentes tipos de producción: un largometraje, una serie diaria, un serie de prime time… para evitar errores y repetición de esfuerzos. A partir de su experiencia pionera, también considera relevante la colaboración de las autoridades públicas en aquellos lugares que acogen (y a menudo incentivan) los rodajes, “con la mejora del transporte público o de la gestión de residuos”, sugiere. En el cine, el “sello verde” se ha convertido en un requisito obligatorio para optar a las ayudas del ICAA, pero no lo es en televisión, explica el productor ejecutivo. “A partir de hacerlo nosotros, creo que TVE se ha tomado en serio este asunto y ha llegado a un acuerdo para comenzar a usar una calculadora de huella de carbono [llamada Albert]. En las televisiones públicas, debería ser algo también obligado”, defiende.
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