TITULO: Órbita Laika - Madroñera en el tiempo, nuevo libro sobre su historia,.
Lunes -4, 11 - Julio a las 22:30 en La 2 / foto,.
Madroñera en el tiempo, nuevo libro sobre su historia,.
A la una y veinte de la tarde, en el mercado municipal de Madroñera están los que no tienen más remedio. Ni una señora examinando la fruta, ni un hombre eligiendo el pescado más fresco. Nada. La mitad de los puestos tienen la persiana bajada, y la otra mitad está recogiendo. Y en el mercadillo que hay justo enfrente, lo único que sigue abierto es un puesto de golosinas. El resto, o se han ido o se están yendo.
Ese mínimo trasiego es el paisaje que contemplan desde una distancia cómoda, sentados en la acera y con el sol picando, tres jóvenes. Hasta aquí, todo normal. Lo extraño surge al detenerse en la estampa de ese trío de veinteañeros, a los que acompaña un cubo de barrendero, con sus ruedas, su manillar, su escoba y su recogedor.
A tres minutos andando desde allí en dirección a la plaza de Ramón y Cajal, la del Ayuntamiento, el paseante se cruza con otro barrendero, esta vez un hombre mayor afanado en retirar unas cuantas colillas y unos pocos papeles. «¿Es casualidad, alcalde, encontrarse con dos barrenderos a la una y pico de la tarde, a cien metros el uno del otro?» «Eso -resume Enrique García- no es casualidad, es una prueba de que se ha contratado a mucha gente».
El alcalde de IU se enciende los cigarrillos con un mechero del PSOE -«aquí no hay malos rollos, nunca los ha habido», tercia-. Apaga varios en un rato. «Sí, me cuesta dormir», reconoce García, que acaba de comenzar su segunda legislatura al frente del Consistorio con el mismo reparto de fuerzas que la anterior (cinco ediles para IU-Siex, tres para PP y tres para PSOE), aunque esta vez se quedaron a solo veinte votos de la mayoría absoluta.
El problema que le está quitando el sueño al alcalde es fácil de explicar: el Ayuntamiento debe medio año de sueldo a unos 140 trabajadores. No hay patrón que permita generalizar: unos tienen pendientes tres meses, otros seis, unos estaban a media jornada y se les adeuda menos, otros a jornada completa.
«No sé cómo han aguantado»
Matices aparte, la realidad de Madroñera (2.900 habitantes, 14 kilómetros al este de Trujillo) es que hay unos 140 vecinos que trabajaron o siguen empleados por el Consistorio y que llevan medio año sin cobrar un euro. Ahora son noventa los que cada mañana se levantan y van a trabajar, a pesar de que en su cuenta corriente, los gastos ganan por goleada a los ingresos.
No tiene duda un tendero que ve pasar el día a la puerta de su negocio. «Siete meses son una barbaridad. Yo no me acabo de explicar cómo han aguantado tanto. Yo, desde luego, si estuviera en una empresa, a los dos meses de no cobrar no volvía a trabajar, lo tengo claro».
A día de hoy, el Consistorio debe los sueldos de abril, mayo, junio, julio, agosto y septiembre, más la paga extraordinaria de verano. «A mí me dieron trabajo desde abril hasta agosto», cuenta Sergio, actualmente en paro y dedicado «a ir de arriba a abajo todo el día, sin nada que hacer». Le contrataron como peón de servicios múltiples, «igual que a todo el mundo aquí», apostilla el hombre, que explica que le han dicho que cobrará, «pero no se sabe cuándo». Aún así, es capaz de verle el lado positivo a la cuestión. «Por lo menos es un tiempo que has estado dado de alta», dice.
A Jose, barrendero con tres décadas de experiencia en el Ayuntamiento, el panorama le ha obligado «a tirar de los ahorros». También él cree que la cosa podía ser peor. «No me pregunte a mí, que estoy solo y al fin y al cabo... Pregúntele a los casados y con hijos». Él habla y le interrumpe Santiago, jubilado tras más de treinta años en el Ayuntamiento, y al que la historia le sorprende solo relativamente. «En todo el tiempo que yo trabajé -relata-, hubo muchas veces que tardaron en pagar, hasta cuatro y cinco meses, pero es que siete...».
El propio alcalde lo reconoce. «El retraso de ahora no se ha generado en estos siete meses», previene Enrique García, regidor de IU-Siex, la formación que gobierna desde hace doce años. «Este Ayuntamiento siempre se ha retrasado en los pagos -añade-. Hace veinte años ya hubo gente que estuvo sin cobrar seis meses; a Iberdrola se le deben 1,2 millones de euros desde el año 1983, hay otros cargos importantes, y están llegando sentencias por impagos a proveedores, algunas de ellas de cuando yo era un niño». En lo que a los 140 trabajadores se refiere, las cuentas que ofrece el alcalde son redondas. «En total -resume- debemos 600.000 euros, y prevemos ingresar unos 700.000 de aquí al final del año».
Si no han pagado, argumenta el alcalde, es por varios motivos: el endeudamiento heredado, la merma de ingresos, el retraso en el pago de subvenciones por parte de otras administraciones (están esperando, por ejemplo, 40.000 euros para pagar a quienes atienden la guardería municipal y 47.000 euros para el consultorio médico), el grifo cerrado de los bancos y «la política expansiva en materia de empleo», según sus palabras, que podrían traducirse como contrataciones a troche y moche. «Sí, hemos contratado a más gente de la que podíamos pagar», reconoce Enrique García, que asegura que tampoco ha visto un euro desde marzo. Casado y padre de dos hijos, tiene una hipoteca y un préstamo para el coche, la casa se mantiene principalmente por el sueldo de su mujer, y dice que sí ha pensado en dimitir, pero tiene claro que no ahora, quizás se lo plantee más adelante, cuando escampe.
«Sí es verdad que más de uno me ha dicho por la calle que esto nos ha pasado por intentar ser demasiado buenos», comenta el regidor, que también tiene una respuesta a la pregunta de por qué contrataron a tanta gente. «Este pueblo vive de la construcción, y ya sabíamos lo que le ha pasado a la construcción en esta crisis. Lo hicimos por ayudar a gente que se quedó en paro, porque pensamos que era mejor que tuvieran trabajo, aunque fueran a tardar en cobrar». Dicho y hecho. Les contrataron. Trabajaron. Solo les falta cobrar.
TITULO : Zona indie - Cine - Un destino diferente (TV) ,.
Este lunes-4, 11 - Julio a las 23:30, en la ‘Zona indie’ de La 2 se emite la película, foto,.
- Reparto
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Susan Hoecke, Giorgio Spiegelfeld, Julia Bremermann, Jochen Kolenda, Klaus Schindler, Christin Alexandrow, Tobias Kasimirowicz, Kaya Marie Möller,.
- Alma quiere conseguir el trabajo de sus sueños en una clínica. Para ello, tiene que ayudar como médico rural en Söderholm, lo que le parece un problema.
TITULO: + Cotas - Un plan protegerá al millar de gatos que viven en las calles cacereñas,.
El Sabado -2, 9 - Julio a las 9:30 por La 1, fotos,.
Un plan protegerá al millar de gatos que viven en las calles cacereñas,.
Unificará el protocolo a seguir (alimentos, cuidados, control...) en las colonias de Cáceres, unas setenta. El objetivo es coordinar a los numerosos voluntarios que asisten a estos animales, muchos abandonados,.
Cáceres acaba de aprobar la creación de un Plan de Gestión Integral de Colonias Felinas. Pero ojo, porque no se trata de que las calles puedan llenarse de gatos cuidados por voluntarios, ni de que se sigan abandonando sin más, ni de que estas colonias deban continuar creciendo, porque ni es lo adecuado, ni siquiera todos los felinos sobreviven fuera del ámbito doméstico. El nuevo plan busca la mejor solución posible ante la proliferación de gatos en las vías cacereñas, que suman en torno a un millar según los cálculos del propio ayuntamiento. La moda de tener mininos en el hogar ha derivado en esta irresponsabilidad por parte de algunos ciudadanos, y ya es posible contar unas 70 colonias callejeras.
Pero también hay numerosos voluntarios que se vienen preocupando del cuidado de estos animales. «Les alimentan y se encargan en la medida de lo posible de que permanezcan sanos. Su labor es impagable. Por eso hay que poner orden en este asunto, regularlo y organizarlo de manera segura y metódica», explica el alcalde, Luis Salaya, que se ocupa directamente del área de Medioambiente en la ciudad. De ahí la reciente adjudicación, por un importe de 14.833 euros, del ‘Diseño y Elaboración de un Plan de Gestión Integral de Colonias Felinas en Cáceres’, a la asociación Zoonia. Se trata de un colectivo de carácter nacional especializado en la responsabilidad animal, social y ambiental, que presta asesoría técnica y formación, y que trazará el protocolo para coordinar las colonias cacereñas.
«Nuestro trabajo consistirá en una labor de consultoría en responsabilidad integral para diseñar la organización y los criterios a seguir. Pero el auténtico protagonismo es el de las personas y entidades que realmente se implican cada día en atender a estos gatos, que son muchas en Cáceres. Vamos a acompañarles en el proceso para establecer el modo de gestionar de una manera eficaz y ética las colonias», indica Esther Esquembre, presidenta de Zoonia.
De este modo, el colectivo partirá de un estudio sobre la situación actual de la ciudad (gatos que viven en las calles, colonias, estado de las mismas, cuidadores...), y coordinará a todos los agentes implicados para «sociabilizar» esas colonias, es decir, para establecer un modo común de atenderlas de manera que formen parte del día a día de la ciudad. Se trabajará con las asociaciones y personas que ya se encargan del control de dichas comunidades felinas (policías, Colegio de Veterinarios, ayuntamiento, vecinos...), «siguiendo los máximos estándares nacionales e internacionales sobre gestión de colonias felinas, y por supuesto trabajando en coordinación con los distintos profesionales implicados, entre ellos veterinarios», detalla Conny Duarte, vicepresidenta de Zoonia.
El engranaje
Así, se decidirá el método de alimentación más favorable para que el mismo se respete en todas las comunidades felinas, la posible periodicidad de las desparasitaciones, las posibles vacunas y el protocolo de aplicación del sistema CER, tan importante en las colonias, que ya realizan los voluntarios (captura, esterilización y nueva suelta de los felinos en su territorio para evitar una reproducción descontrolada). Se establecerán distintos roles entre los voluntarios: alimentador/cuidador, coordinador, responsable de la gestión económica... También se cuantificará la inversión que los particulares y las asociaciones vienen realizando para cuidar los gatos, a fin de que el ayuntamiento pueda prever unas partidas anuales. Asimismo, se concretarán las entidades colaboradoras, los técnicos municipales responsables de estas cuestiones, los profesionales del Colegio de Veterinarios que se harán cargo de las mismas...
«Todo ello hay que exponerlo muy bien porque no se trata de promover las colonias felinas en la ciudad, sino de gestionar las que ya existen, conseguir que todos o casi todos los gatos estén sanos y esterilizados para que dichas comunidades envejezcan a un ritmo razonable», concreta Luis Salaya. «Queríamos haber comenzado antes», reconoce. «Nos pusimos en marcha al comenzar la legislatura, reuniéndonos con los colectivos animalistas y organizaciones implicadas, pero la pandemia del covid ha obligado a demorarlo», lamenta. «No vamos a esperar más, se trata de una cuestión de bienestar animal pero también de salud pública. Los gatos viven en contacto con vecinos y otras mascotas. Su control es importante», afirma.
Ahora bien. ¿Por qué mantener los gatos en las calles? ¿No sería mejor llevarlos a todos al Refugio u otras instalaciones? La respuesta a estas preguntas evidencia por qué los profesionales son los que deben coordinar las soluciones. «Los veterinarios especialistas en felinos comunitarios, en el control de colonias, explican que no es lo mismo un gato acostumbrado a vivir en una casa, con una familia, que otro ya habituado a la calle, cuya familia es la colonia. Si encierras a este último, su nivel de estrés le provocará tales consecuencias que acabará con su vida. Por ello, solo pueden ser recogidos de la vía pública aquellos gatos que son sociables con las personas», detalla Conny Duarte.
Pero además, las colonias debidamente controladas tienen «varias consecuencias positivas para la ciudad, que hacen que sean vistas como un beneficio, no como algo negativo», matiza Esther Esquembre. Así, por su propia naturaleza, los gatos comunitarios se convierten en «biocontroladores», explica. «Los especialistas que estamos consultando coinciden en señalar que cuando se han hecho barbaridades como sacar a todos los gatos callejeros de ciertas zonas, han proliferado los roedores o las propias cucarachas. Al final, por tanto, aportan un beneficio al equilibrio natural», subraya el alcalde.
Pero hay otras ventajas, «entre ellas los vínculos que se generan con la propia ciudadanía», puntualizan desde Zoonia. Y es que el contacto con los animales produce bienestar a muchas personas, tanto a vecinos como, sobre todo, a quienes ayudan al buen estado de la colonia. «Esta relación tiene una óptima repercusión en la salud mental --destaca Esther Esquembre--, porque se fomentan valores positivos al actuar para mejorar el entorno».
Y es que los gatos están ahí «principalmente por una situación de abandono», recuerdan desde Zoonia. La mayoría son animales de compañía, domésticos, dejados en las calles, «y cualquier daño que se les haga tiene consecuencias administrativas pero también penales», advierten. No se trata por tanto animales salvajes o silvestres, sino en situación de semilibertad, cuya responsabilidad legal corre a cargo de las instituciones, en este caso del ayuntamiento.
«De ahí la necesidad de establecer protocolos conjuntos para las colonias. Hay muchísima gente que trabaja en ellas y debemos unificarlos», indica Luis Salaya, recordando además que la gran mayoría de estas personas saben lo que hacen y por tanto no contribuyen a incrementar la población felina irresponsablemente. También incide en que la mejor vida para dichos animales ya es la propia calle, se trata del hábitat donde pueden sentirse cómodos, «siempre que se encuentren debidamente alimentados, seguros, sanos…». Quizás su presencia llama más la atención ahora que muchas familias tienen mininos bien cuidados en su hogar y se sensibilizan con estas situaciones.
Zoonia realizará un primer estudio de la situación y ya ha comenzado las entrevistas con organizaciones, voluntarios, veterinarios… Posteriormente tomará dos o tres colonias para aplicar en ellas, de modo piloto, el protocolo que se vaya gestando en colaboración con todos los agentes que ayudan en este ámbito. Luego se ampliará al resto. El proceso es muy interesante, porque los voluntarios, a la vez que alimentan a los gatos, van controlando su estado, si hay algún enfermo, si falta otro, si ha llegado uno nuevo (ojo porque suele ser rechazado por el resto). Además, este plan integral formará a los agentes implicados y se acreditará debidamente a las personas cuidadoras para que conozcan las normas establecidas y el funcionamiento.
Se adoptan menos de la mitad
En cualquier caso, por muchos voluntarios que existan, por muchos protocolos que se gesten, lo que parece claro es que el problema de los gatos abandonados no se subsanará, precisamente, hasta que no cejen los abandonos, máxime en un momento en que tener gatos en casa se ha convertido en una tendencia. Desde el Refugio San Jorge de Cáceres vienen recogiendo sobre todo felinos de unos 6 o 7 meses, es decir, ejemplares criados en los domicilios, acostumbrados ya a tener todos los cuidados domésticos, que de repente se dejan en la calle porque los dueños no quieren gastarse dinero en su esterilización.
Y es que, según el informe publicado por Ecologistas en Acción en las fiestas navideñas, el número de animales abandonados ha aumentado, al igual que su compraventa. Por el contrario, las adopciones de mascotas han bajado. La organización recuerda que el 40 % de los perros y gatos que llegan a nuestras casas lo hacen como regalo. Este dato refleja que cerca de la mitad de las personas o familias que se hacen cargo de los animales, no han participado en la elección, desconocen de inicio las necesidades biológicas y afectivas del animal, y por tanto su responsabilidad de cuidados y seguridad.
Si tienen la suerte de llegar a un refugio, solo el 49% de los perros abandonados serán adoptados, un porcentaje que en el caso de los gatos se reduce al 42%.
TITULO : Generaciones -Preguntar al que sabe ,.
Preguntar al que sabe ,.
foto / Si alguien me preguntara por la quinta esencia, piedra filosofal o llave maestra de la vida, le respondería, sin duda: saber preguntar. Y si me interrogaran sobre por qué encuentro naufragados procesos educativos, sistemas gerenciales, métodos de comunicación y labores periodísticas, agregaría: porque no sabemos preguntar.
Este planteamiento complementa otro, hecho en esta tribuna: con la garlancha de la memorización y el buldócer que arrasa el pensamiento crítico se está destruyendo la capacidad de pensar. Engolosinados en saber + saber respuestas, nos hemos olvidado del arte de la pregunta, que es el ábrete sésamo del conocimiento.
¿Cuántos riñones tenemos? –preguntó el profesor de Medicina a su atento auditorio de 21 alumnos.
44 –le respondió un estudiante disimulado en la última fila.
Traigan una palada de pasto para este burro –determinó el docente–. Y se sale de clase.
Transitó rumbo a la puerta, desconcertado ante sus compañeros, pero antes de salir el alumno se dirigió al profesor:
Tenemos 44 –dijo– “Tenemos” es plural. 22x2= 44. Disfrute del pasto, profesor.
Albert Einstein decía: “Si yo tuviera una hora para resolver un problema y mi vida dependiera de la solución, gastaría los primeros 55 minutos en determinar la pregunta apropiada.
Porque una vez supiera la pregunta correcta, podría resolver el problema en menos de cinco minutos”.
Saber preguntar, enunciar la pregunta adecuada, es clave en casi todas las actividades que son la vida.
Educar, por ejemplo. En la abolición del pensamiento aplicado y en el desconocimiento de que lo importante ahora es que la información está ahí y que debemos aprender a utilizarla, seguimos extraviados en la tarea de potenciar el pensamiento crítico. Memorizamos y recitamos desde el parvulario hasta el posgrado, esterilizando la innovación y extirpando la creatividad.
No sobra decir que saber preguntar es la clave del buen periodismo. Es palanca hermanada con otra para mover un mundo ansioso de verdades: saber escuchar.
La ausencia de esos dos motores convierte las entrevistas en una pugna de vanidades y hace del encuentro con los grandes protagonistas happy hours de té y galletitas.
Si la calidad de nuestras vidas está determinada por la calidad de nuestro pensamiento, a esta última la determina la calidad de nuestras preguntas.
Aquellas elaboradas y dotadas de oportunidad, información exigente, pertinencia, humildad y valor para enunciarlas.
La próxima semana comienza en Cartagena el Hay Festival, que es una conversación de cuatro días. No hay que temer por los invitados –Mario Vargas Llosa, Herta Müller, Fernando Savater–, si los encargados de hacer las preguntas y encender la chispa entienden su misión. Al fin y al cabo, una buena pregunta es también el abrebocas de una buena charla. ¿O no?,.
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