martes, 30 de septiembre de 2025

España Directo -Economía - Los líderes de CC OO y UGT anuncian una “fuerte ofensiva salarial” tras el fracaso de las 37,5 horas ,. / Mi casa es la vuestra - El rey Felipe de Bélgica ,. Viernes - 3 - 10 - Octubre ,. / Detrás del muro - PÁGINA DOS - Libro - Julio Llamazares: «Las heridas morales de la Guerra Civil no han cicatrizado» ,. Martes - 7 , 14 - Octubre ,. / Cartas de amor - Lorena Bernal: «Me gusta expresar el amor que siento y dejarme amar»,.

   TITULO: España Directo - Economía -  Los líderes de CC OO y UGT anuncian una “fuerte ofensiva salarial” tras el fracaso de las 37,5 horas,.

Los líderes de CC OO y UGT anuncian una “fuerte ofensiva salarial” tras el fracaso de las 37,5 horas,.

 

foto - El secretario general de CCOO, Unai Sordo (izquierda) y el secretario general de UGT, Pepe Álvarez (derecha), tras la reunión de las Ejecutivas de los dos sindicatos.

Los sindicatos no pactarán la subida del salario mínimo sin no se prohíbe que las alzas sean absorbidas por los pluses,.

 Los secretarios generales de CC OO, Unai Sordo, y de UGT, Pepe Álvarez, han anunciado este martes que los principales sindicatos del país, tras el fracaso parlamentario para reducir la jornada, lanzarán una fuerte ofensiva salarial,.

TITULO: Mi casa es la vuestra -  El rey Felipe de Bélgica ,. Viernes -  3 - 10 - Octubre ,.

Viernes -   3 - 10 - Octubre   a las 22.00, en Telecinco, foto,.

 

 El rey Felipe de Bélgica,.

 

 Hijo secreto de Lorenzo de Bélgica

El rey Felipe de Bélgica concederá el título de príncipe al hijo secreto de su hermano Lorenzo - Clément Vandenkerckhove y su madre, Wendy Van Wanten, en una imagen del documental 'Clément, zoon van',.

Clément Vandenkerckhove pasará a ser miembro de la familia real belga, pero no estará en la línea de sucesión al trono ni recibirá ninguna dotación económica,.

 El rey Felipe de Bélgica le concederá el título de príncipe al hijo secreto de su hermano, Lorenzo de Bélgica, según recoge el diario local Het Laatste Nieuws. Una tradición inusual que parece continuar en la familia real belga. El joven Clément,.

 

TITULO: Detrás del muro - PÁGINA DOS  - Libro - Julio Llamazares: «Las heridas morales de la Guerra Civil no han cicatrizado» , Martes - 7 , 14 - Octubre    ,.


PÁGINA DOS - Libro - Julio Llamazares: «Las heridas morales de la Guerra Civil no han cicatrizado» ,.

 

Martes -  7 , 14 - Octubre  a las 22:00, en La2, fotos,.

 

Libro -  Julio Llamazares: «Las heridas morales de la Guerra Civil no han cicatrizado»,.

 

 

El escritor regresa a las librerías con 'El viaje de mi padre',.

  Julio Llamazares en las trincheras de Cérida de Rubielos, uno de los escenarios de la batalla de Teruel .

 Julio Llamazares en las trincheras de Cérida de Rubielos, uno de los escenarios de la batalla de Teruel .

 Julio Llamazares: en busca de las heridas abiertas de la Guerra Civil en la  España vaciada

Se arrepiente Julio Llamazares (Vegamián, León 1955) de no haber prestado atención a las historias que le contaba su padre sobre la Guerra Civil. Unas tribulaciones que recrea rehaciendo el recorrido de su progenitor por «la espina dorsal de península» hace casi 90 años en 'El viaje de mi padre' (Alfaguara). Sigue la ruta que Nemesio Alonso Díez, su padre, recorrió como soldado de los sublevados en la batalla de Teruel. «Es un libro de viajes, no de la guerra», asegura su autor que se propuso averiguar qué sintió y vivió su padre cuando dejó su remota aldea natal para aterrizar en la batalla de Teruel, «la más cruenta de la contienda, junto a la del Ebro, librada en el más frío del siglo XX».

El escritor rehizo durante seis meses y más de 800 kilómetros el itinerario de su padre desde La Mata de la Bérbula (León) hasta la Sierra de Espadán (Castellón), donde el joven soldado salvó la vida al destrozar la radio que le habían asignado, evitando así recibir órdenes que podían ser letales. Llamazares atravesó parajes hoy desolados, pueblos abandonados, estaciones derruidas, trincheras y búnkeres fantasmagóricos «en lo que hoy se llama la España vaciada» en pos de otros fantasmas.

El periplo bélico comienza en Caminreal, pueblo turolense al que su padre llegó en un vagón de ganado. «Se bajó del tren en un páramo a 22 grados bajo cero, cercado por los republicanos», rememora. Tenía apenas 18 años y se había alistado voluntario junto a su amigo de desventuras, Saturnino Díaz Tascón. Setenta años después, fue éste quien proporcionó al escritor las claves del recorrido de su padre, tras coincidir con él en el pueblo leonés donde veranea.

Aquellos chavales se vieron inmersos en la batalla de Teruel, «donde hubo 200.000 combatientes por una ciudad de solo 13.000 habitantes y en la que murieron 40.000 jóvenes de ambos bandos». «Tomada por los republicanos en un efímero éxito militar, fue pronto recuperada por los franquistas, de modo que fue la única ciudad que cambió de bando dos veces durante la guerra», destaca Llamazares.

«Mi padre hablaba poco y yo hacía oídos sordos a sus historias sobre el inhumano frío de Calamocha, que casi lo mata de pulmonía, con 41 grados de fiebre, entre compañeros amputados por congelación en lo que se llamó el Stalingrado español», cuenta el escritor frente a la abandonada estación de Caminreal.

Viaje sentimental

«Es un viaje sentimental para buscar en el paisaje las historias que no quise escuchar», resume Llamazares su libro. Un recorrido por escenarios donde aún perviven los restos físicos y laten los morales de «una guerra cuyas cicatrices siguen abiertas». «Se dice que una guerra se olvida en cien años, pero han pasado 90 y en las tertulias y en el Parlamento vemos como aún condiciona nuestra vidas un conflicto con un millón de muertos en un país de apenas 16 millones de habitantes entonces y con cien mil desaparecidos», sostiene. «La guerra acabará cuando se desentierre al último cadáver que sigue en las cunetas», asegura.

 
El escritor en uno de los parajes donde discurrió la batalla de Teruel.

El autor de 'Luna de lobos' y 'La lluvia amarilla' cree que «fue una masacre que dejó una gran herida moral en la sociedad española que todavía supura». «Hay reticencias a condenar la dictadura que la sucedió y discusiones sobre el tratamiento de las guerras en la enseñanza», añade. Para Llamazares «parece más fácil que cicatricen las heridas de una conflagración como la II Guerra Mundial, normalizada en Alemania, que las de nuestra guerra civil».

Paisaje como memoria

«Este no es un libro sobre la guerra, sino sobre sus paisajes», insiste el escritor. «Fui un gilipollas no escuchando a mi padre y tuve que buscar en el paisaje lo que no aprendí en casa. Porque el paisaje es memoria», dice, recordando la frase inicial de su primer libro, 'El río del olvido'.

Entre esos paisajes están las trincheras de Cérida, cerca de Rubielos, uno de los escenarios de la larga y cruel batalla de Teruel, que comenzó el 15 de diciembre de 1937 y terminó el 22 de febrero de 1938, segando la vida de decenas de miles de jóvenes. También el pozo de Caudé, en las afueras de Teruel, donde 1.006 republicanos fueron ejecutados y arrojados a un pozo seco o enterrado en las inmediaciones según el recuento de un vecino que anotaba los tiros que oía cada noche.

«La guerra es un lugar donde jóvenes que no se conocen ni se odian se matan entre sí por la decisión de viejos que se conocen y se odian pero no se matan», cita Llamazares al piloto alemán Eric Hartmann, el célebre «diablo negro» de la Luftwaffe.

 
Julio Llamazares en las calles de Teruel. Jeosm

Su padre, fallecido en 1996 con 77 años, no sabría hasta mucho después que había combatido contra uno de sus hermanos, enrolado en el bando republicano. «Como tantos otros, acabó harto de su propio bando», afirma Lamazares.

 ¿Es pertinente otro libro sobre la guerra? «Lo mismo me preguntaron hace cuarenta años cuando publiqué 'Luna de lobos'», responde el escritor leonés. «No olvidemos que el libro más leído en la última temporada, 'La península de las casas vacías', de David Uclés, aborda la guerra en otra clave», concluye.

TITULO:  Cartas de amor -  Lorena Bernal: «Me gusta expresar el amor que siento y dejarme amar»,. ,.

 Lorena Bernal: «Me gusta expresar el amor que siento y dejarme amar»,. 

La modelo y actriz, que regresa al cine con 'Ya no quedan junglas', nos habla de la importancia de apreciar la vida y de buscar la felicidad en uno mismo,.


 fotos - Lorena Bernal ,.

Todo vuelve. Solo hay que esperar conjunciones inesperadas para que esa vuelta cobre un valor especial: Lorena Bernal ha vuelto al cine con 'Ya no que quedan junglas'. Ha vuelto a casa, a San Sebastián, porque la película se presentó la semana pasada en el Zinemaldia. Y ha vuelto a pisar esa alfombra roja por la que han posado también Angelina Jolie o Juliette Binoche: «Es un sueño hecho realidad. Yo, de pequeña, iba con mi libreta de autógrafos ver a las estrellas, a observarlas de cerca, porque quería ser actriz. Me gustaba ver su humanidad, como cuando Anthony Quinn me preguntó cómo estaba. Esa cercanía se me quedó grabada y he intentado a lo largo de mi carrera no perder ese lado humano con los demás.» Está encantada porque es su primera experiencia en el cine negro: «Interpreto a una fotógrafa que abre la puerta a la esperanza a un sicario. El mío es el único personaje inocente en un relato oscuro.» Y además, con un reparto internacional: Ron Perlman, Megan Montaner y Hovik Keuchkerian.

Vive en Londres desde que su marido, Mikel Arteta, fichara como entrenador del Arsenal, lo que le ha permitido incluso cenar junto al príncipe Guillermo: «Es un hombre educado al que le gusta mucho el fútbol, pero sobre todo es alguien que sabe escuchar. Es muy atento.» Fue en una gala benéfica, porque Lorena es una mujer que colabora activamente en distintas ONGs, como la de Eva Longoria: «Es una mujer llena de ideas y de energía que hace un trabajo maravilloso porque ves que todo el dinero va a la gente que lo necesita, con enfermedades raras y sin recursos.»

Lorena transmite la paz interior que le ha permitido escribir «Empieza por ti», un libro de autoayuda en el que apuesta por encontrar la felicidad: «Tenemos una única ocasión de vivir y hay que aceptar lo que uno tiene, por poco que sea, para aprovechar cada momento.» Se decidió a dar el paso como 'coach' porque «si creo que sé alguna manera de hacer que alguien esté en paz, que además puede crecer, sería injusto no compartirlo.» Se nota la calma con la que se enfrente a la vida: «la tengo en los momentos difíciles, pero también en los buenos, que puedo disfrutar mejor.» Aunque le gustaría «aprender a manejar los tiempos. Vivo tan en el presente que no planifico el futuro.» De gustos sencillos, no se considera caprichosa: «lo que tiene que venir, vendrá; lo que no, lo asumo y no me empeño en insistir.» Pero sí cree en la importancia de tener presente a los demás: «Puede que no sea detallista para regalar en un cumpleaños, pero si veo algo que sé que alguien necesita o le gusta, lo compro y se lo regalo, sea cuando sea.»

Con los años, Lorena ha ido matizando su romanticismo: «antes creía en los amores de película, ahora creo en el amor real. Me gusta expresar el amor y dejarme amar.» Lleva más de veinte años con Mikel, «con quien he llevado una vida de cambios constantes que nos ha permitido mantener la ilusión, la capacidad de sorpresa. Es, sin duda, quien mejor me conoce, y sentimos una preciosa confianza mutua, y consultarle cualquier duda antes de tomar una decisión porque sé que tiene una visión completa que le permite aconsejarme.»

Para la actriz, «lo mejor de vida son mis tres hijos. Ellos me han despertado un mundo emocional fascinante. Han sacado mi fortaleza, pero también mi fragilidad. Y miedos que no conocía. A través de su mirada veo el mundo con su ingenuidad y su belleza. Y he descubierto lo que significa el amor incondicional. Antes pensaba que los demás me querían según lo buena que fuera con ellos, pero mis hijos me quieren sin juicio alguno

Una pregunta la deja descolocada unos segundos: '¿Cómo le gustaría ser recordada por los suyos?, pero la respuesta le sale del corazón; «Que al pensar en mí se le llene el alma de amor, que sientan como un calorcito y se les escape una sonrisa.»

 
Lorena Bernal de pequeña redes,.

Diario personal

Emoji: «El que se tapa la cara con las dos manos, en plan ¡Ay, Dios! O el que abre los ojos como platos, porque me he olvidado de algo o para mostrar mi sorpresa. Mis hijos me dicen que uso siempre los mismos.»

Selfi: No pediría por mi, lo haría por mis hijos. A algún actor de cine de superhéroes o de sus series favoritas.

Sacrificio: Pierdes la transparencia al conocer a alguien porque no estás en las mismas condiciones, ya no somos dos desconocidos sin prejuicio alguno. Con la fama, los demás saben de ti, pero tú no sabes nada de ellos. No estamos en igualdad de condiciones.

Tierra, trágame: En un vuelo en el que viajaba un equipo de rugby, se pasaron todo el viaje diciéndome cosas. Al llegar, me puse tan nerviosa al salir, que me resbalé por las escalerillas.

Día a día: Sentarme a tomar un café.

Propósito: Tengo dos: mejorar mi puntualidad y llamar más a menudo a la gente con la que me gusta hablar.

Beso: Fue un amor de verano, bajo las estrellas que iluminaban el Mediterráneo. Fue precioso.

Perderse: Los Alpes suizos, en verano.

Miedo: En realidad, tres. Un miedo real, cuando alguien se apoya en una barandilla a gran altura. Uno inevitable, a los bichos como las serpientes, cucarachas o arañas. Y otro profundo, al sufrimiento de mis hijos.

10 años: Me cuesta verme porque mi hijo menor ya tendrá 20 años y mi papel de madre será distinto. Espero verme viajando, trabajando en el cine, escribiendo, pasando más tiempo con mi marido.

Niña: Era muy buena, bonita, pero un poco mandona. Ya de pequeña era muy artista: jugaba a presentar, a bailar. Pero era tranquila, podía pasarme horas observando. También algo madura para mi edad debido a mi intensa infancia, con muchos cambios y viajes. Cuando dejas a tu familia en otro país para empezar una nueva vida, te hace ver el mundo de otra manera: vine de Argentina, me fui a Francia a estudiar, empecé a trabajar en el mundo de la moda a los siete años, todo eso te abre los ojos. Salir y ver mundo te hace crecer.

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