jueves, 25 de septiembre de 2025

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Deuda, pensiones y defensa: el fin de la abundancia,.

La Autoridad Fiscal calcula que España necesitará un ajuste de 30.000 millones por llevar el gasto militar al 3,5% del PIB. El BCE estima que la deuda aumentará en 10 puntos por el mayor gasto en defensa,.

 

 El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, saluda al secretario general de la OTAN, Mark Rutte. A lado de estos, el primer ministro holandés, Dick Schoof,.

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Se acabó la era de la abundancia. La combinación de pensiones, deuda y defensa aboca a España a décadas de austeridad, según los números que hacen el Banco Central Europeo y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef). Dicho esto, se trata de esfuerzos que ya se han hecho en otros momentos, como entre 2014 y 2018, y siempre que la economía aguante. Consistirían en frenar el crecimiento del gasto público y que este solo avance a tasas del 3% en lugar del 4% que subiría por inercia. Al final, esto se traduciría en que muchas partidas irían poco a poco perdiendo peso en la tarta de la riqueza nacional en favor de esta trinidad que de otra forma sería imposible de mantener. Serán tanques y pensiones sobre todo el resto.

La Autoridad Fiscal ha calculado que por cada medio punto de PIB que aumente el gasto en defensa habrá que ajustar al año un 0,13% del PIB durante cuatro ejercicios. Es decir: un 0,52%. Alcanzar el 2,1% del PIB en gasto militar conllevaría un ajuste cercano al punto de PIB. Y llegar al 3,5% del PIB implica un ajuste total en las cuentas públicas superior a 2 puntos de PIB. En euros, la cifra que habría que ajustar por defensa son más de 30.000 millones con el PIB actual. Es el equivalente a casi la mitad del gasto en educación, unos 63.000 millones, o un tercio más que el desembolso en prestaciones de paro, situado en 23.000 millones. La vivienda solo tiene un presupuesto del 0,5% del PIB, unos 7.000 millones.

La buena noticia es que estos ajustes no serían inmediatos: se irían dosificando año a año durante 16 ejercicios hasta 2040, según cálculos que hace la Airef basándose en los planes fiscales cuatrienales que hay que presentar a Europa. Es decir, el ajuste se estructuraría en cuatro planes haciéndolo mucho más digerible. La mala noticia es que esta austeridad puede durar mucho tiempo.

Para alcanzar el 5% del PIB en defensa comprometido con la OTAN, España podrá incluir en el 1,5% restante otras rúbricas como seguridad, ciberseguridad, fronteras o infraestructuras, y esto sería relativamente más fácil de justificar con partidas existentes.

A este esfuerzo habrá que sumar el que ya había que abordar para hacer frente al envejecimiento y la deuda. La Autoridad Fiscal estimaba, sin contar la defensa, un ajuste necesario de 3,16 puntos de PIB a distribuir en 16 años hasta 2040. El Gobierno ya se ha comprometido con Bruselas en su plan fiscal a 1,68 puntos del PIB entre 2025 y 2028, aunque no ha concretado cómo va a hacerlo. Y harían falta otros 1,48 puntos adicionales en los años siguientes hasta 2040. Esto permitiría poner la deuda en una senda descendente tal y como exigen las reglas europeas. Pero ahora además habrá que sumar al menos cerca de un punto de ajuste por el 2,1% de desembolso en defensa. Y para el 3,5% el ajuste total por deuda, envejecimiento y defensa se colocaría en el 5% del PIB, unos 75.000 millones, divididos en los 16 años de planes fiscales. Por dar una idea, es casi el 60% de toda la recaudación por IRPF.

Otra forma de ilustrarlo es tomando las cuentas cerradas del 2024: de los más de 30.000 millones que aumentó el gasto público, unos 9.000 millones se correspondieron con la remuneración de los empleados públicos; otros 3.000 se debieron a la subida de intereses, y 17.000 fueron por las prestaciones sociales, de las que las pensiones se llevaron la mayor parte. En estos números habría que hacer hueco a un incremento del gasto en defensa entre 3.000 y 5.000 millones, según al ritmo al que se haga. A la luz de estas cifras, el espacio para cualquier otro desembolso va a quedar muy reducido. Ya en la crisis de 2008 los ajustes fueron en detrimento de la inversión, recuerda Rafael Doménech, economista del BBVA.

Siempre se podrá rascar algún punto de PIB en recaudación, reduciendo el esfuerzo por el lado del gasto. Pero conforme los ingresos públicos se acerquen al 45% del PIB, habrá una mayor resistencia a las subidas de impuestos. “Cuánto se podrá financiar con impuestos será otro debate para los próximos años”, dice Francisco de la Torre, inspector de Hacienda. Y agrega que si se suben los indirectos conllevará subidas de precios y, por tanto, alzas mayores en el gasto en pensiones.

Las cifras del BCE

La Airef no es el único organismo que hace estos números: hace unas semanas, el BCE señalaba en un análisis que el mayor gasto en defensa hará que el endeudamiento suba alrededor de 10 puntos de PIB en los países más endeudados como España. Tomaba como referencia el 1,5% del PIB que Bruselas permitirá subir el gasto en defensa sin que cuente para los nuevos planes fiscales que buscan bajar la deuda. Esta llamada cláusula de escape estará en vigor hasta 2028. A partir de ahí habría que buscar alternativas distintas de la deuda para financiarlo. En otro documento de hace un año, el eurobanco estimaba que España era uno de los países europeos que más necesitaba ajustarse a medio y largo plazo para hacer frente al envejecimiento, la deuda y la defensa. Lo cifraba en más de siete puntos de PIB, unos 100.000 millones de euros, una cantidad que iguala todo el presupuesto de sanidad, otro capítulo que va a sufrir presiones por el envejecimiento de la población.

El BCE indicaba que solo por el envejecimiento habría que ajustar unos 3 puntos de PIB basándose en estimaciones de la Comisión. Calculaba además que España precisaba ajustar otros 2 puntos de PIB únicamente para estabilizar la deuda. Un punto de PIB más para hacerla descender ciñéndose a las reglas fiscales europeas. Y lo que haga falta por defensa. Se trata de estimaciones orientativas y sobre las que hay muchas incertidumbres, admitía el documento. Pero recordaba que las cargas fiscales eran muy importantes y advertía de la urgencia: “No hay lugar para la complacencia, ya que cuanto más se retrase el ajuste mayor será su eventual coste”.

Una congelación gradual

¿Significa esto que hay que recortar? No necesariamente. Simplemente bastaría con contener las tasas de crecimiento del gasto: en vez de que crezcan al 4%, deberían repuntar al 3%, y eso podría ser suficiente en tanto que el crecimiento económico y los ingresos acompañen. “El ajuste fiscal necesario es grande si se compara en términos históricos, pero hay precedentes”, dice el informe del BCE. Destaca que algunos países como Bélgica, Irlanda y Finlandia han registrado superávits primarios, esto es sin contar el pago de intereses, del entorno del 5% del PIB durante más de una década entre 1990 y principios del 2000. En el fondo, la estrategia consiste en que, de forma gradual, a fuerza de crecimientos del PIB y de los ingresos, se vayan disminuyendo el peso de algunas partidas para ir haciendo hueco a otras. O dicho de otro modo: que crezcan menos que la economía y la recaudación y así se produzca un ajuste relativo incluso si en euros el presupuesto sigue creciendo.

Además, el BCE recuerda que las reformas podrían ayudar a elevar el tamaño de la economía y los ingresos, aminorando estos esfuerzos. El avance en la digitalización tiene un potencial enorme, explica. También apunta que las inversiones en defensa o por el cambio climático podrían reforzar el crecimiento dependiendo de su diseño. Un ejemplo: en Polonia se ha aumentado el gasto en defensa en más de dos puntos del PIB en solo un par de años. Al no contar con la capacidad suficiente para fabricarlo en casa, se ha visto forzada a comprar el 80% del material fuera. En consecuencia, el impacto estimado en la economía ha sido muy escaso.

El énfasis en la defensa puede perder fuerza en algún momento. Pero sí parece claro que el gasto tendrá que subir. Este llegó a tocar el 3% en España en los años ochenta con la incorporación a la OTAN. Pero como explica el BCE en su informe, todos los países redujeron su gasto militar al acabarse la Guerra Fría. Y en Europa usaron ese dividendo de la paz para aumentar la protección social, señala. Según datos de la OCDE que recogen prestaciones, servicios y ayudas sociales a través de impuestos, Estados Unidos tenía antes de la pandemia un gasto social del 18% del PIB, mientras que Francia lo situaba en el 30% del PIB, Alemania, en el 25% y España en el 25%. Y estas cifras parecen haber aumentado tras la covid.

Margen hasta 2027

No obstante, el Gobierno español tiene margen este año y el siguiente para cumplir con las exigencias europeas. La prórroga presupuestaria le ha permitido congelar partidas. Los fondos europeos le han dejado mantener ciertas rúbricas que de otra forma habrían ido contra el presupuesto, como la formación o las inversiones en infraestructuras y renovables. Y según datos de la Comisión, el Ejecutivo ha tomado medidas de ingresos por valor de 14.000 millones entre 2024 y 2026: por un lado, retirando las bajadas de impuestos por la inflación como la del IVA. Por otro, la no deflactación del IRPF y las subidas en Sociedades y cotizaciones. Estos tres elementos le brindan espacio dentro del plan fiscal actual hasta 2027.

Pero a partir de 2027 los ajustes son ineludibles porque además se acaban los fondos europeos, según cálculos de la Airef sin contemplar la defensa. Aunque la cláusula de escape permite aumentar el gasto en defensa hasta 1,5 puntos de PIB, esto solo retrasaría el ajuste por el gasto militar. A partir de 2028 esta cláusula decae y habrá que encontrar soporte financiero para ese desembolso.

El elefante en la habitación

Aun así, el elefante en la habitación son las pensiones, la principal partida del gasto público con un importe de más de 200.000 millones de euros. Como explica el profesor de la URJC e investigador de Fedea, Miguel Ángel García, todas las reformas desde 1995 han ido encaminadas a contener el crecimiento del gasto en pensiones. Que este se modere. Hasta la de José Luis Escrivá entre 2021 y 2023: con estas reformas se ha dejado que la partida crezca sin límites pensando que ya se obtendrán los ingresos. Esto complicará mucho este ejercicio de austeridad. Las previsiones de la Comisión y la Airef esperan que el presupuesto de pensiones aumente en unos 3 puntos del PIB para 2050. Y estos números son incluso conservadores: el gasto en pensiones ya ha escalado en tres puntos de PIB desde 2010 con dos millones de pensiones más. Y esto ha ocurrido sin que haya llegado a la jubilación el baby boom, que hará que las pensiones pasen de 11 a 17 millones.

Con esos 6 millones de pensiones más, se vaticina que el gasto del sistema va a subir lo mismo en los próximos 25 años que en los 15 precedentes con dos millones más. Y esto se justifica porque se espera que se disparen las jubilaciones demoradas más allá de la edad legal; porque se proyecta que la productividad va a mejorar sus registros, y porque se prevé que la pensión media baje respecto al salario medio. Para esto último harían falta reformas, como la ampliación del periodo utilizado para calcular la pensión, que no han sido aprobadas.

TITULO: REVISTA PANTALLA SEMANAL CON  - Sánchez y el amor ciego de su electorado,.

 

Sánchez y el amor ciego de su electorado,.

 Sánchez y el amor ciego de su electorado

foto - Pedro Sánchez ,.

Está por ver si esa condición de Sánchez como novio eterno de su electorado todavía puede tener algo que decir en el rumbo de la política española en los próximos meses, aunque en el PSOE ya no le vean capaz de enamorar ni a su mujer

Escuché la semana pasada a Ignacio Urquizu, del que siempre aprendo, explicar en La Sexta, en Al Rojo, que los votantes del PP son muy críticos con la gestión de su partido de los incendios, pero que no ocurre lo mismo con los socialistas. Y añadía, sobre la base de sus conocimientos como reputado sociólogo, que esto mismo se puede extrapolar a otros temas. Conclusión, los votantes del PSOE viven en un estado permanente de enamoramiento de su líder, y no hay engaño, deslealtad o infidelidad que les siente a cuerno quemado. Mientras que a Alberto Núñez Feijóo no le perdonan ni una.

El contraste entre el conformismo de un electorado y la permisividad del otro deja la duda sobre hasta qué punto influye en estas diferencias la sombra que proyecta desde su sofá Santiago Abascal.

Aquellos que están en las máquinas demoscópicas de los partidos explican esta asimetría en tres factores. El primero, la narrativa. El PSOE, con su debilidad parlamentaria y política a cuestas, sigue siendo capaz de colocar el relato a los suyos. El segundo, radica en la capacidad de Pedro Sánchez de conectar emocionalmente con su base. Y el tercero, la psicología del votante: el elector progresista es más indulgente con los fallos de su líder porque lo que más le importa es que les sirva de escudo frente a la extrema derecha.

Esto lleva a preguntarme por ¿hasta qué punto la capacidad electoral de Sánchez depende más de su victimismo personal que de la gestión? Y, sobre todo, si el PP tendrá capacidad de dar la vuelta al desgaste que le ha dejado los incendios en sus comunidades autónomas. No me cabe ninguna duda de que la siguiente batalla para el PSOE (alineado con Vox) es conseguir que Alfonso Fernández Mañueco quede «prisionero» de Abascal.

El escudo sentimental, en el que continúa parapetado Sánchez, le funcionó en las últimas elecciones generales, y, en Moncloa, sus estudios dicen que es de las pocas bazas que les quedan para enfrentarse a una situación en la que, si nos atenemos a lo que dicen las encuestas, en España hoy hay una abrumadora mayoría de derechas. Está por ver si esa condición de Sánchez como novio eterno de su electorado todavía puede tener algo que decir en el rumbo de la política española en los próximos meses, aunque en el PSOE ya no le vean capaz de enamorar ni a su mujer.

 

TITULO : CON LA PELOTA CON  - Liga  Fútbol - El Rayo pica, la Araña mata ,.

Liga Fútbol - El Rayo pica, la Araña mata ,.

Resultado Final - Atlético Madrid - 3 - Rayo Vallecano - 2 - , foto,.

 Hat-trick de Julián para la victoria de un Atleti que vio cómo un Rayo muy competitivo le remontó el 1-0 inicial. Chavarria y Álvaro llevaron el pánico al Metropolitano.

 El Rayo pica, la Araña mata - AS.com

Cambios

Giuliano Simeone (55', Nahuel Molina), Nico González (55', Koke), Álvaro García (65', Fran Pérez), Pathé Ciss (65', Óscar Valentín), Pacha Espino (65', Alemão), Giacomo Raspadori (72', Javi Galán), Pedro Díaz (78', Unai López), Matteo Ruggeri (78', Antoine Griezmann), Marc Pubill (78', Conor Gallagher), Gerard Gumbau (84', Isi Palazón)

Goles

1-0, 14': Julián Álvarez, 1-1, 45': Josep Chavarría, 1-2, 76': Álvaro García, 2-2, 79': Julián Álvarez, 3-2, 87': Julián Álvarez

Tarjetas

Arbitro: Alejandro José Hernández Hernández
Arbitro VAR: Daniel Jesús Trujillo Suárez, Raúl Martín González Francés
Koke (49',Amarilla), Balliu (53',Amarilla), Marcos Llorente (85',Amarilla), Josep Chavarría (86',Amarilla), Pathé Ciss (91',Amarilla), Le Normand (95',Amarilla), Andrei Ratiu (96',Amarilla), Sergio Camello (97',Amarilla)

Tres puntos no suturan, pero sí ayudan a cerrar la herida del Atlético en este comienzo de temporada, tras un partido intenso entre varios estados de ánimo. De la alegría a la euforia pasando por la decepción y el miedo. Y esa Araña tejiendo hilo para coser y llevar con su estrella al equipo de regreso a la luz. Con al fin la tostada de su lado.

Había salido el Cholo con mensaje (Galán, fuera el último día de mercado, por delante de Ruggeri, fichaje para ese carril) y una rareza: Nahuel era titular pero no para adelantar a un Llorente que seguía atrás, como tercer central. Da igual. Es como si siguiera en Anfield. Incansable y encomiable. Porque si tanto Rayo como Atleti salieron como dos púgiles que, antes del golpe, primero tantean, de un centro del 14 brotó el primer hilo de la Araña. El Rayo que había salido al Metropolitano con seis cambios, sin Álvaro o De Frutos, doble lateral (Balliu y Ratiu) y Alemão como 9 puro, lo hizo frío. El Atleti, mientras, se pedía el balón para despertar de una vez y que el dinosaurio ya no estuviera en la misma habitación. No había descanso para Koke y para Griezmann: el verano rejuveneció al equipo pero, cuando se trata de finales, Simeone tira de los clásicos. De la vieja guardia. Precisamente de Grizi fue el primer aviso: una internada en el área con una conducción escurridiza que acabó en Batalla. Pero ahí quedaba. Pronto el movimiento táctico del Cholo se descubrió genialidad: Nahuel ejercía de pantalla para liberar a Llorente de rivales y que el 14 demostrara que, da igual donde juegue, es titular en todas sus versiones. Todo gasolina y pundonor. Su centro desde la derecha voló al segundo palo, allá donde aguardaba Julián, que lanzó una volea a la red y al maldito dinosaurio. Con el 1-0 el Atleti tenía una tarea: conservarlo.

El Atlético de Madrid remonta y gana 3-2 con tres goles de la Araña. El conjunto rayista da la vuelta al partido tras el primer tanto colchonero

Koke se multiplicaba, omnipresente, mientras el Rayo se arrancaba el frío con más balón y un Isi fino, córner a córner. Pero Hancko barría con liderazgo apabullante para alejar el peligro de ese área que los guantes de Oblak ya no defienden como antes. Alemão pidió penalti justo por un empujón del eslovaco antes de que Julián tuviera la de cada partido para ampliar el marcador. Grizi filtró, Nahuel centró y la Araña, con todo a favor, picó fuera. La llegada del descanso fue el puñetazo del Rayo: Chavarría se sacaba un zapatazo desde 30 metros que voló como misil a la escuadra de ese Oblak que se ha quedado sin milagros. 1-1. En efecto, de nuevo el Atleti había perdido su ventaja. Y Godín en la grada, de visita. Ay, en sus tiempos estas cosas no pasaban.

El partido regresó con el Atleti masticando impaciencia. Primero por el Rayo, que salió en parsimonia y mucho después de que los del Cholo hubieran regresado. Después, por el resultado. La misma foto de cada partido esta temporada repetida. Si Oblak salvaba con un paradón ante Isi, alrededor de Batalla, trifulca: Llorente caía en su área reclamando penalti, y el portero rayista se acercó, preguntando no sé qué, lo que encendió a Koke. El capitán le agarró la nuez y el meta cayó exagerado. Amarilla. Y el nuevo testamento del VAR, en acciones como esta, de diferentes interpretaciones, ya no entra.

El Atleti se había volcado sobre su portería. Con velocidad, fluidez y llegando por los dos costados. Grizi, iluminado y Nico Gonzalez ya en el campo. Un Nico que mandó fuera un cabezazo con todo a favor y la portería vacía. Al asedio le faltaba premio mientras el Rayo probaba con otro disparo lejano, ahora de Balliu, ahora fuera. El partido ya estaba roto. Los cambios sentaron mejor a los de Iñigo, letales al espacio y muy competitivos. Álvaro lo demostró rebasando con gol a Oblak en el mano a mano tras una contra. Fuera de juego, se pitó. Pero lo rompía Hancko. Y aquí el VAR sí entró. Válido. El tiempo de la Araña comenzó: Batalla paró un cabezazo de Giuliano y el rechace lo pateó con furia Julián Alvarez a la red. Tres minutos después, el larguero escupió fuera un trallazo de Giuliano. El gol de la victoria tenía dueño: esa Araña que llegó al final aún en la hierba para recibir en la frontal, acomodársela y romper la red. Su hilo ahí de nuevo para salvar y dejar el partido en la euforia. Y al Atleti con tres puntos más para el segundo derbi de la semana. Listo para el Madrid.

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