sábado, 24 de octubre de 2020

7 DIAS CITAS , SI TIENES MINUTOS Y DESCANSO - ¡ BUENOS DIAS JAVI Y MAR ! - CADENA 100 - CALLEJEROS - Al rincón de pensar - Martes -3- Noviembre - Elecciones muy polarizadas ,. / LA NOCHE LARGA, MUJERES EN PRIMERA LINEA, - LA CHICA LUNES - 2 - DOMINGO -8- Noviembre - DOS DIAS Y UNA NOCHE - MARTES -3- Noviembre - Alaska ,. / Viajeros Cuatro -Ciudad Tel Aviv ,. / ¿Te lo vas a comer ? - Así era la salsa de tomate hace 300 años,. - Alberto Chicote . / Ven a cenar conmigo - EL HOROSCOPO - Ansu Fati y Vinicius, los nuevos reclamos del clásico ,.

   TITULO: 7 DIAS CITAS , SI TIENES MINUTOS Y DESCANSO - ¡ BUENOS DIAS JAVI Y MAR ! - CADENA 100 - CALLEJEROS - Al rincón de pensar - Martes-3- Noviembre- Elecciones muy polarizadas,.

¡ BUENOS DIAS JAVI Y MAR ! - CADENA 100 ,.

 Lo mejor del programa ¡Buenos días, Javi y Mar! que se emite cada mañana en CADENA 100 de 06:00 a 11:00 y que presentan Javi Nieves y Mar Amate,etc.
 

 Al rincón de pensar Martes -3- Noviembre,. 
 
 Al rincón, anteriormente conocido como Al rincón de pensar, fue un programa de televisión español en el que cada semana dos personajes de plena actualidad (cantantes, políticos, actores, deportistas) se someterán a las preguntas Risto Mejide en su particular rincón. Se emitió los martes a las 00:00 horas en
Antena 3., etc.

 

Elecciones muy polarizadas,.

Debate presidencial 2020: Las claves del primer cara a cara de Trump y  Biden | Elecciones USA | EL PAÍS

foto / Siempre hemos dicho que Estados Unidos era otro planeta. Aunque aquí no queramos entenderlo. No solo por su legislación con su sacrosanto derecho a poseer armas de fuego; o su economía, el mes que arrancó la pandemia tenía una tasa de desempleo del 3,3% mientras en España estábamos en el 13,8%; o su historia democrática, fue el primer gran país que dio el voto a la mujer y quizás el único en el que no ha habido nunca una dictadura. Es singular incluso su sistema electoral para la presidencia. Los electores no votan directamente al presidente, sino a unos delegados, con voto teóricamente cautivo casi todos ellos, que escogerán al presidente.

Podríamos seguir. Hay algo, sin embargo, en lo que en estos momentos se asemejan enormemente a España. Aludo a la polarización de la sociedad. Casi sin precedentes en Estados Unidos. Los dos partidos importantes, republicanos y demócratas, son ahora más homogéneos y su única cosa en común es el desprecio por el otro campo (esto me suena a nuestra Celtiberia actual). No es que les pirre la polarización, pero culpan sistemáticamente al adversario de haberla creado. La escisión se traslada a los medios de información. Las cadenas CNN y NBC son proBiden y la Fox proTrump. El presidente es uno de los principales responsables, no el único, de esa tirria, que le venía siendo rentable, hacia el contrincante. Para Trump, Biden es un dormilón distraído que va a arruinar el país con sus amigos 'rojos'; y para el demócrata, más templado, el presidente es una fábrica de desprestigio de Estados Unidos.

Hay comentaristas que indican que la radicalidad del posicionamiento afecta incluso a los lugares frecuentados (Starbucks para los 'progres' y Dunkin Doughnuts para la derecha) y la indumentaria (ropa de camuflaje y prendas de yoga respectivamente).

Esta actitud a cara de perro, dentro de un orden, la hemos visto en el único debate que se ha celebrado hasta ahora, en el que quizás Biden, al salir como perdedor y aguantar el tipo, ganó puntos; el demócrata, aparte de ir delante en los pronósticos, recaudó mas dinero en agosto que el presidente (365 millones versus 210), lo que es algo ominoso para Trump –pero hasta el rabo, como vimos hace cuatro años, todo es toro–.

Dentro de este ambiente, el presidente ha jugado la carta de la nominación de la magistrada Amy Coney Barrett para miembro del Supremo. Fustigado como antifeminista, busca dos cosas: en primer lugar, adular al voto femenino, sobre todo al conservador, proponiendo una candidata muy preparada, católica conservadora y que en el examen que ha tenido lugar en el Senado ha sabido escabullirse –táctica frecuente en los que necesitan la aprobación de la Cámara alta– en las cuestiones comprometidas. Ha dado a entender que el aborto con el que ella no comulga es ya inamovible, pero no ha querido comprometerse con la gravedad del cambio climático. En segundo lugar, Trump pretende dejar la impronta ideológica de su partido: si pasa Barret, la Corte contará con seis magistrados tachados de conservadores, su presidente a veces da sorpresas, y tres más cercanos a lo que Biden representa. El cambio es tan importante que los demócratas, heridos con que se haga la confirmación de Amy Barrett a la carrera, lo que los republicanos no permitieron que se produjera con el último designado por Obama que no pudo ser examinado, amenazan con una bomba atómica sobre la que Biden no ha querido pronunciarse. Si ganan las Cámaras y la presidencia, aumentarán el número de magistrados. La iniciativa es peligrosa. La Constitución fija en nueve el número de los mismos. Así están los ánimos.

La impresión es que Amy Barret será aprobada, no habrá suficientes senadores republicanos díscolos, y podrá sentarse el mes que viene a discutir cuestiones como la reforma sanitaria de Obama, lo que constituye la mayor preocupación de los demócratas. El tema es delicado, hay senadores, uno de Carolina del Sur, por ejemplo, que piensa que la reforma, que dio cobijo sanitario a más de veinticinco millones de personas, fue nefasta y contraproducente. Sin embargo, hay Estados en que su supresión o recorte pueden significar una huida del voto.

La pandemia va a afectar al resultado electoral sin que se sepa hasta qué punto. Estados Unidos sufre 225.000 muertos pero con una población de 332 millones de habitantes continúa teniendo una tasa inferior a nuestros 54.000. Es decir, que las fanfarronadas de Trump –«hemos hecho un trabajo increíble», ¿ de verdad?– son menos graves que la rotundidad pretenciosa de nuestra ministra Celáa: «Lo hemos hecho todo absolutamente bien». ¿Todo?

Sin la covid, Trump lo tendría más sencillo. Los sondeos también están polarizados, tanto como los titulares de los periódicos, que, por las divergencias, dan para una tesis, y el conocido Gallup, que ha ofrecido conclusiones no siempre coincidentes en estos meses, apunta a que el balance económico del presidente, a pesar de que Estados Unidos ha superado los 10 millones de desempleados, no es negativo. Mientras en otros terrenos se le suspende, en este le dan un 54%, cota parecida o superior a la sus predecesores al final de su mandato. Una mayoría, 55%, admite que ellos y sus familias están mejor que cuando Trump llegó al poder en 2016.

El voto por correo divide asimismo. Muchos Estados del país admiten que se pueda hacer por carta postal o presencialmente días antes. En 2016 lo hicieron así casi uno de cada cuatro electores. Trump detesta el procedimiento. Dijo el día 15 en Miami –donde afirmó que los 416 millones de dólares que debe a Hacienda son, para una persona como él, «calderilla», lo que probablemente no le quitó un voto– que el voto no presencial va a producir fraude y desastres. Sus adversarios coligen que es prepararse el terreno para no admitir los resultados.

¿Cambiará la política de Estados Unidos si gana el favorito Biden? En algo, pero en menos de lo que calculan los enemigos de Trump. El Obamacare podrá respirar con más tranquilidad, los europeos brindarán con cava o champagne al desembarazarse del rubio zafio y podrán abordar con Washington el cambio climático y otras cuestiones cruciales. En algunas, sin embargo, habrá sorpresa. El venerado Obama ni adoraba la ONU ni estaba entusiasmado con Europa, creía que el centro del planeta se había desplazado hacia Oriente. Ahí existe una manzana de la discordia. Las fuerzas vivas de Washington están hechas un lío con China. ¿Subrayan su violación de los derechos humanos o sus intentos imperialistas de dominar sus oceános, se defiende llegado al caso a la democracia taiwanesa? Biden querrá que nos mojemos. Nosotros huimos, cuando hay gigantes, del agua.

TITULO: LA NOCHE LARGA, MUJERES EN PRIMERA LINEA, - LA CHICA LUNES - 2 - DOMINGO -8- Noviembre - DOS DIAS Y UNA NOCHE - MARTES -3- Noviembre -Alaska ,. 

DOS DIAS Y UNA NOCHE - MARTES -3- Noviembre.

 El programa está conducido por la periodista catalana Susanna Griso. Cada semana visitará la casa de un personaje famoso relevante y mediante el hilo conductor de la entrevista, irá desgranando la vida de los famosos. Como novedad la periodista se instalará en las casas de los invitados durante dos días pasando una noche allí. El martes -3- Noviembre  ,  a  las 22:40 por antena 3, etc.

 LA NOCHE LARGA, MUJERES EN PRIMERA LINEA, - LA CHICA LUNES - 2  - DOMINGO -8- Noviembre - DOS DIAS Y UNA NOCHE - MARTES -3- Noviembre -Alaska ,.

 Alaska,.

 

fotos / Alaska: "Si pensase en todas las cosas de las que he sido musa, me daría una apoplejía",.


México D.F., 1963. Presentar a Olvido Gara es desperdiciar líneas.Ya saben quién es. Estrenó ayer en Madrid, en el teatro Calderón, La última tourné, la obra con la que lleva tres años girando por España y que ni el coronavirus ha frenado.

¿La Última Tourné pueda ser un título premonitorio en estos tiempos?
Arrancamos antes de que estallase todo esto, así que... Aunque a lo mejor si estrenásemos ahora, sí me daría un poco de cosa. Espero que no sea mi última tourné, pero

La casa de Alaska y Mario es una retrospección al sofá, a los cientos de horas de telerrealidad que los convirtieron en uno de los binomios más improbables y fascinantes de la cultura pop de los últimos años. Nos invitan a la cuarta planta, que ellos llaman la casa azul por el mural de Juan Gatti que decora una de las paredes del salón, donde han recreado el famoso local Pepermeal de Las Vegas que conocieron cuando se casaron allí hace exactamente 20 años.

Faltan sólo unas horas para el aniversario, pero Mario (Madrid, 5 de julio de 1974) no se puede contener. "Te he comprado una edición limitada del peluche Blackie the Cat de Gary Baseman", sucumbe al arrebato, pero sin nada que ofrecer entre las manos. "Bueno, es que yo no tengo lo que se dice paladar inglés, así que, por si acaso, los regalos sólo los elijo. Luego, si le gustan, ella se los compra y yo los pago". A su lado, Alaska (Ciudad de México, 13 de junio de 1963) aplaude, lo acaricia con ternura y recuerda en voz alta aquel primer viaje juntos a la ciudad de los casinos: "Llevábamos sólo seis meses de relación, nos conocíamos muy poco, así que todavía sentíamos algo de vergüenza... Recuerdo que nos encerramos en la suite del Hotel Excalibur para ver los últimos capítulos de una telenovela mexicana que nos tenía enganchadísimos...". ¡Soñadoras de la vida! Corean al unísono.

Luego Mario interviene con su habitual desparpajo para condimentar la historia. "Antes de darnos el 'sí, quiero' en la wedding chapel, nos bajamos al bar a tomar unos frozen margaritas... Los bebimos tan rápido que nos casamos con dolor de cabeza y todo". Nada que hiciera presagiar las dos décadas de gozosa simbiosis profesional y personal que les preceden. "Seguimos discutiendo mucho, es algo que nos gusta y que, por supuesto, no vamos a dejar de hacer", se jacta. "Pero ya no es como antes, que se nos cruzaba un cable y amenazábamos con pintar la casa de blanco y ponerla a la venta". Y añade ella: "Creo que la clave de esta relación es habernos enamorado de la persona y de nada más. Lo que más me gustó de Mario fue su carácter, aunque a veces me desquiciaba un poco...".

Pregunta.- Usted era su jefa entonces. ¿Cómo acabó saltando la chispa?

Mario Vaquerizo.- [Interrumpe] Mira, todo aquello del fan que consiguió cruzar al otro lado de la barrera es mentira. O al menos yo no lo veo así. Conocí a una chica que me gustaba y me lancé. Siempre he pensado que hay que ser decidido en la vida. Si no haces las cosas cuando las sientes, luego siempre es demasiado tarde. Yo era un despropósito, un promocionero de Subterfuge que en las giras dormía en hoteles de mala muerte. Ella, una estrella. Pero se alinearon los planetas tras un concierto en la Sala Bikini de Barcelona. Me dije: ahí que voy. Y le planté un beso, que por suerte fue correspondido.

Alaska.- Yo me quedé impactada. Me lo esperaba y no me lo esperaba. Claro que me gustó, pero tampoco sabía cómo resolver la ecuación...

M.V.-. ...Así que nos fuimos a un bar que se llamaba El coño de tu prima y seguimos bailando.

P.- En la obra La última tourné interpretan a los integrantes de una compañía de variedades que se ve obligada a reinventarse a principios de los 90. ¿Cuántas vidas tiene un artista?

M.V.- Yo no creo en la reinvención, sino en los contrastes. El teatro no es una prolongación de nosotros, sino un camino alternativo que nos permite explorar con otros personajes. En El amor sigue en el aire yo hacía de hippie anticapitalista, es decir, de todo lo contrario a lo que soy. En esta nueva obra de Félix Sabroso [que estará de gira hasta finales de diciembre], Olvi interpreta a Paca Castellón, una vedette venida a menos que se gana la vida contando chistes picantes. ¡Irreconocible!

A.- Nos divierte mucho someternos a los rigores del guión y disfrutamos tanto del tiempo que compartimos en el escenario con Bibiana [Fernández], Manuel [Bandera], Marisol [Muriel], Cayetano [Fernández]..., que lo que empezó casi como un experimento ha terminado cristalizando en una compañía estable a la vieja usanza.

P.- El cambio de década trajo la Expo del 92, los Juegos Olímpicos y La macarena. ¿Pero cuánto se perdió en el trasvase?

A.- El año 1992 marcó un cambio de paradigma. Sobre todo en el teatro. ¿Qué podía hacer una compañía de variedades frente a la vanguardia que ofrecía La Fura dels Baus en Barcelona?

M.V.- Ganamos muchas cosas, como el espectáculo Pasodoble, con Rocío Jurado y Carmen Jara interpretando Azabache... Lo malo es que los españoles empezamos a tomarnos muy en serio. De pronto, nos creímos los más modernos del mundo.

A.- A ti te pilló más joven, pero todo eso ya pasó en el 85. Coincidiendo con el décimo aniversario de la muerte de Franco, toda la prensa extranjera, desde el New York Times hasta Vogue Alemania, se vino a Madrid para hacer el reportaje de marras sobre lo mucho que había cambiado España. Nos creímos lo más. Y no éramos lo más, ni lo menos. Pero tampoco lo mismo.

P.- Y antes de que hubiera bolas de cristal, ¿alguien imaginaba que la Transición llegaría a ser tan cuestionada?

A.- Se ha analizado hasta el extremo un modelo que es ejemplar en el mundo. Cuando los extremos ceden a favor de un pacto de Estado, como cuando Carrillo se sentó con el Rey, se sobreentiende que habrá cosas que arreglar más adelante. Pero salimos del paso, que era lo importante. Ahora los tiempos son distintos y no hay que mirar atrás. La forma de hacer política ha cambiado radicalmente.

M.V.- La era de Internet nos ha norteamericanizado. Ahora los políticos son super stars, auténticas vedettes. Muy profesionales y maravillosos, todo hay que decirlo.

A.- Puestos a comparar, habría que imaginar a Calvo Sotelo subiendo un tuit con un community manager al lado para que no cometiera faltas de ortografía. Antes los políticos estaban solos ante el peligro y se escribían sus discursos. El mundo millennial de hoy está más interconectado y en manos de multinacionales y corporaciones. Un lío.

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