viernes, 16 de octubre de 2020

A vivir que son dos días - A vivir - Cadena SER - Las fronteras más extrañas del mundo... ¿dónde están? ,. / LA BRUJULA ONDA CERO - La Linterna La Cope - España no encuentra la cima ,.

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 A vivir que son dos días - A vivir -  Cadena SER,.
 

Escucha 'A vivir', con Javier del Pino, el programa líder de las mañanas del fin de semana en la Cadena SER.

 

Las fronteras más extrañas del mundo... ¿dónde están?,.

Dos islas a 4 kilómetros y un día de distancia, el hotel que en una mitad alojó a nazis y en la otra a franceses, la ciudad que recibe el Año Nuevo con 24 campanadas. foto,.

Las fronteras más extrañas del mundo... ¿dónde están?

Zoran Nikolic nació en 1975 en un pueblecito cercano al Belgrado de la antigua Yugoslavia, y creció en un país que, siendo él adolescente, se desintegró creando nuevas y férreas fronteras, surgidas de uno de los conflictos fratricidas más sangrientos que se conocen. Estos días, presenta su libro 'Atlas de las fronteras inusuales' (Ed. Geoplaneta), donde se ha encargado de recopilar historias escondidas tras esas delgadas líneas que en los mapas políticos dibujan y delimitan los países. A veces marcadas por la geografía, otras por el devenir de los acontecimientos, incluso por un regalo de bodas. Enamorado de los mapas desde crío, Nikolic sigue prefiriendo los mapas en papel, pese a ser ingeniero informático.

– ¿Cómo influyó la guerra de su país en su interés por las fronteras y en la idea de este libro?

– Mi interés comenzó mucho antes que esa sangrienta guerra, desde la primera vez que vi un mapa y un atlas. Fue amor a primera vista. Disfruté examinando todos esos países lejanos solo a través del papel, ya que no podía visitarlos en persona. Además, mi padre leía 'Politika', en aquel momento el diario más serio de Yugoslavia. Lo que más me gustaba de él era la abundancia de mapas bien hechos con los que ilustraban sus textos. Solía recortarlos y guardarlos en una caja. Sin embargo, cuando comenzaron los problemas se publicaron cada vez con más frecuencia en los periódicos mapas nuevos que representaban los territorios sobre los que las partes del conflicto iban teniendo el poder. Vivía en Belgrado, que estaba alejado de aquello, pero sabía que se estaban librando terribles batallas a solo 100 kilómetros. Estos nuevos mapas me acercaron a esos conflictos y me ayudaron a comprender mejor lo que estaba pasando. Qué y dónde, no el porqué. Ya lo sabía, pero entonces me di más cuenta de que una frontera es solo una línea que una persona puede trazar, pero que otra persona no tiene por qué aceptar. Lo peor de todo es que no hay razón para creer que eso cambiará. Estas líneas siempre lastimarán a alguien: a algunos porque serán separados de sus familias, que quedarán al otro lado de esa barrera artificial, a otros porque tendrán que mudarse de sus casas... En cualquier caso, mi hogar estaba lleno de nuevos mapas étnicos de Yugoslavia: Serbia, Bosnia, Croacia... Absorbí con gran interés la información que proporcionaban, aunque era consciente de que traían consigo sombrías noticias.

«Los mapas de la ex Yugoslavia que salían durante los conflictos en el periódico me ayudaron a entender qué pasaba y dónde, pero nunca el porqué»

De cerca le pilla uno de los primeros ejemplos del libro, el de Brezovica. En la antigua ex Yugoslavia, la frontera federal entre Eslovenia y Croacia atravesaba esa localidad.Su parte más grande estaba en el lado esloveno; y la más pequeña, en Croacia. Pero ambas siguen siendo un único municipio porque las autoridades «no están del todo seguras de por dónde pasa la línea fronteriza. Y aunque ahora, dentro de la UE, esto tiene menos importancia, hay una casa que no pertenece a ninguno de los dos países, lo que la sitúa en tierra de nadie». Algo similar sucede en Baarle, dividido en dos partes por la frontera entre Países Bajos y Bélgica, que cruza las calles varias veces, de modo que algunas casas tienen partes en ambos países. Para ayudar a comprender la situación, en cada edificio cuelga la banderita del estado al que pertenece.En algunos casos, la separación pasa justamente por el medio de la vivienda, y en ese caso, su nacionalidad viene determinada por la orientación de la puerta de entrada.

– ¿Cuál es su frontera favorita?

– Las fáciles de cruzar, sin trámites aburridos y desagradables. Como alguien que viene de una región donde las fronteras son a menudo un problema grave, me emocioné cuando visité los Alpes con mi esposa Danijela en 2015 y, en diez días, cruzamos varias fronteras estatales más de cincuenta veces sin mostrar el pasaporte o parar una sola vez. Diría que mi favorita es la que separa las ciudades gemelas de Tornio, (Finlandia) y Haparanda (Suecia), prácticamente una misma localidad hoy. Espero poder celebrar alguna vez la entrada del Año Nuevo en su plaza común, justo en la frontera de ambos países, pues como están en diferentes zonas horarias, el cambio de año se celebra dos veces en una hora.

Una isla 'a su aire'

Al otro lado del mundo, y no solo geográficamente hablando, se encuentra Sentinel del Norte:«Hay fronteras que nadie reconoce oficialmente, aunque no se dude de su existencia. Es el caso de esta isla perteneciente al archipiélago indio Andamán. Se encuentra solo a 50 kilómetros de la capital territorial, Port Blair, y es la única del conjunto habitada por una tribu que sigue en la Edad de Piedra y se niega a tener contacto con el resto del mundo, siendo sus entre 100 y 500 habitantes (se desconoce) muy hostiles con los forasteros, llegando a matar a pescadores y a algún misionero cristiano que recientemente se atrevió a acercarse con intención proselitista. «Todo esto ha llevado a establecer una frontera artificial alrededor de esta isla. Y, aunque oficialmente pertenece al territorio de la unión de las islas de Andamán y Nicobar, no tiene forma de gobierno local, llegando a considerarse un estado indefenido bajo protección de India. Las autoridades declararon en 2005 que jamás volverían a intentar establecer contacto con los sentineleses y que les dejarían a su aire. También optaron por desalentar cualquier tipo de acercamiento a la isla, tanto para evitar ataques de sus habitantes a los foráneos, como para evitar que los indígenas pudieran ser infectados con enfermendades mortales para ellos. Y establecieron una zona restringida de un radio de 5 kilómetros a su alrededor.

Otro caso curioso es el del archipiélago de las Diómedes, al norte del Océano Pacífico. Diómedes Mayor (Rusia) está separada de Diómedes Menor (Alaska, EE UU) no solo por la frontera política, sino por la Línea Internacional de Cambio de Fecha, una línea imaginaria que, de cruzarla, supone estar en un día o el siguiente. Hoy o mañana. «Sumado al hecho de que estas islas apenas distan 4 kilómetros entre sí, plantea esta singularidad: en un día despejado, desde Diómedes Menor, también conocida como Yesterday Island (Isla del Ayer), se puede ver el día siguiente en la vecina Diómedes Mayor, o Tomorrow Island (Isla del Mañana), donde los relojes se encuentran 24 horas por delante de los de la hermana pequeña. Con lo que la diferencia horaria entre ambas islas es de un día entero. La mera idea de que al observar una isla desde otra se vea otro país, otro continente y otro día al mismo tiempo suena de lo más rocambolesca».

Como las que debieron vivirse durante la Segunda Guerra Mundial en el pequeño pueblo de La Cure. Se encuentra justo en la frontera de Francia con Suiza, que lo divide en dos, al igual que algunos de sus edificios, como el Hotel Arbez, con unas habitaciones en un país y el resto en el otro. Más aún, la cama de la 'suite' nupcial también está dividida, lo que atrae a un buen número de turistas. «Durante la ocupación alemana de Francia, las tropas germanas podían hospedarse en el lado galo, pues estaba también ocupado, pero no podían hacerlo en la zona suiza, donde se alojaban al mismo tiempo miembros de la Resistencia francesa».

Las mugas del Covid

–¿Cuáles son las fronteras que le dan las peores sensaciones?

– Tengo un mal presentimiento sobre las fronteras siempre que pienso en todas aquellas alrededor de las cuales hay conflictos de larga duración, y para las que aún no se ve una solución con la que ambas partes estarían satisfechas. Por ejemplo, las mugas entre Armenia y Azerbaiyán, Corea del Norte y Corea del Sur, numerosas fronteras 'artificiales' en el continente africano, la aún por determinar entre Israel y Palestina, las internas de Bosnia y Herzegovina... pero también muchas no reconocidas que pueden causar nuevos conflictos o renovar los viejos. Tengo mejor sentimiento por las fronteras entre los estados miembros de la UE porque están perdiendo cada vez más su significado. Y espero que esta tendencia continúe incluso después del fin de la pandemia, aunque me temo que esta tendrá un impacto negativo grave en la posibilidad de cruzar fronteras estatales en todo el mundo.

EN NUESTRO PAÍS, LA ISLA QUE HA CAMBIADO DE MANOS 700 VECES
Medio año de Irún y el otro medio, de Hendaya La Isla de los Faisanes (España-Francia)

Se trata de un condominio, es decir, un territorio cuya administración es compartida por dos o más países, y además es el más pequeño del mundo. La Isla de los Faisanes (Konpantzia en euskera e Ile des Faisans en francés), con 6.800 metros cuadrados, se encuentra casi en la desembocadura del río Bidasoa, no está habitada y se constituyó como condominio de Francia y España por el tratado de paz firmado en el siglo XVII. Lo pactado fue que durante medio año pertenece a la ciudad guipuzcoana de Irún (de febrero a julio, ambos incluidos), y el otro medio, a la localidad francesa de Hendaya. De este modo, en los últimos 350 años ha cambiado de manos más de 700 veces.

La frontera entre dos estados más corta del mundo Peñón Vélez de la Gomera (España-Marruecos)

El Peñón Vélez de la Gomera es uno de los enclaves militares de España en el Norte de África. Se encuentra a 120 kilómetros al sureste de Ceuta, «y era una isla rocosa hasta que, en la década de 1930, a raíz de un terremoto, comenzaron a depositarse grandes cantidades de arena entre la isla y la masa continental, lo que terminó por formar una lengua de tierra. Exactamente allí se encuentra la frontera terrestre más corta del mundo, de solo 85 metros de longitud. La 'isla' mide 400 por 100 metros, es decir, menos de 2 hectáreas, y está habitada por militares».

Una localidad española en territorio francés La villa de Llívia (Cataluña)

Localidad catalana en territorio francés, a 20 kilómetros al este de Andorrra y a uno de la frontera hispanofrancesa, donde viven unas 1.500 personas. Se le concedió el estatus de villa a principios de la Edad Media y cuando en el siglo XVII España y Francia establecieron su frontera en los Pirineos por medio de un acuerdo, España tuvo que entregar todos los pueblos del norte de la Cerdaña a Francia, pero conservó Llívia gracias precisamente al haberle otorgado ese privilegio (villa).

Gobernado por obispo español y el presidente francés El principado de Andorra

Microestado situado en los Pirineros, entre Francia y España. El libro remonta su origen a cuando el emperador franco Carlomagno entregó esta tierra a la población local como recompensa por luchar contra los musulmanes que llegaban de España. En el siglo X, se cedió la autoridad de este estado al obispo católico de la ciudad catalana de Urgel, quien un año más tarde firmó un contrato con los condes franceses de Foix para que le dieran protección. De aquello, Andorra es hoy un principado gobernado por dos figuras, una de ellas elegida por el Vaticano y la otra, el presidente francés, aunque desde que se promulgó la nueva Constitución, en el siglo XX, los copríncipes han visto reducida su figura a actos ceremoniales como jefes de Estado que son, y Andorra tiene su propio presidente.


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LA BRUJULA ONDA CERO,.

 La Brújula es un programa de radio de la emisora española Onda Cero, presentado y dirigido por David del Cura. Es el tercer espacio en audiencia en la franja nocturna, retransmitiéndose entre las 20 y las 24 horas, tiempo que dedica a un análisis de la actualidad, el deporte, la economía (con el espacio denominado La Brújula de la Economía) y el debate político., etc,.
 

 
La Linterna La Cope ,.
 
  'La Linterna' es el programa de radio informativo, político y económico, cultural y de debate nocturno de la Cadena COPE. Dirigido y presentado desde 2009 por Ángel Expósito, se emite de lunes a viernes de 19:00 a 23:30 horas, correspondiendo la última hora de los viernes a 'La Linterna de la Iglesia', dirigida y presentada por Faustino Catalina., etc. 
 
 

España no encuentra la cima,.

Las comunidades están teniendo muchos más problemas en esta segunda ola para doblar la curva sin confinamientos tan duros como los de primavera, foto,.

España no encuentra la cima

A España le está costando en esta segunda ola volver a «doblar la curva» mucho más que la primera vez. Las estadísticas del Ministerio de Sanidad que a finales de marzo y principios de abril dibujaron un pico perfecto seguido de un descenso franco en los casos no se han vuelto a repetir. Las tablas con las que trabajan los epidemiólogos del equipo de Fernando Simón ahora, dicen los expertos, hacen «dibujos extraños», sin marcar una tendencia clara.

La única conclusión, y a falta de antecedentes de una pandemia de tal magnitud en los últimos cien años, es que nadie se atreve a asegurar con certeza que España (más allá de algunas regiones o provincias) haya alcanzado ya la cima de esta segunda ola.

Es más, en Sanidad empiezan a dudar que en esta nueva oleada tenga que darse obligatoriamente ese nítido pico. Algunos de los expertos del Centro Nacional de Epidemiología apuntan a que cabe la posibilidad de que la cima de la primera oleada se haya convertido en esta segunda en una «suerte de un altiplano» con algunos desniveles en el que solo habrá una bajada nítida cuando llegue la ansiada vacuna, se alcancen niveles muy altos de inmunidad o las comunidades autónomas sometan a sus poblaciones a unos confinamientos tan estrictos como los de la pasada primavera. Ninguno de estos tres escenarios, por ahora, está cerca.

El análisis de las cifras, desde luego, abona la tesis de que España se ha instalado en un «altiplano». En la primera oleada, todo fue muy rápido y claro. El 14 de marzo se decretó el estado de alarma nacional; solo 17 días después, el 31 de marzo, se alcanzó el récord de contagios con 9.222 casos; tres jornadas después, el 2 de abril, España tocó el techo de mortalidad con 950 fallecidos en 24 horas. Y punto. Desde entonces todos los parámetros cayeron al unísono. Y casi de forma simultánea todos los indicadores tocaron suelo en una horquilla de diez días, entre el 15 y el 25 de junio. La estadística dibujó una pirámide casi perfecta.

Mucho antes

Nada que ver con lo que está ocurriendo desde que en la primera quincena del pasado julio arrancara esta extraña segunda oleada, de la que en Sanidad no se atreven a vaticinar casi nada. Sobre todo porque en el resto de los países occidentales la segunda onda parece haber empezado este mes de octubre y, por lo tanto, no hay referencias de su comportamiento.

Así las cosas, lo que más desconcierta a los expertos es que durante los dos primeros meses (desde principios de julio a principios de septiembre) la pandemia creció de forma menos vertiginosa que en la primera oleada pero de forma sostenida. Sin embargo, desde que España superó por primera vez en esta nueva normalidad los 10.000 positivos diarios el pasado 4 de septiembre viene moviéndose, con ciertas oscilaciones, en cifras muy similares. Hasta el punto de que en solo dos ocasiones ha bajado esos diez millares de contagios diarios.

Los máximos de los indicadores en esta segunda oleada tampoco guardan ningún orden aparente. El 18 de septiembre los positivos diarios tocaron techo con 14.389 casos, pero desde entonces tampoco los picos menores se suceden y no hay una tendencia clara a la baja, pues de hecho esta misma semana ha habido varias jornadas con más de 12.000 notificaciones en 24 horas. La incidencia acumulada marcó su máximo con 294 positivos cada 100.000 habitantes el 29 de septiembre, once días después de la cifra récord de casos. Su tendencia, a diferencia del número de contagios, sí que parece a la baja, pero presenta muchos altibajos que no se vieron en la primera onda.

Esta aparente tendencia positiva de la IA, que Sanidad considera el parámetro más fiable para determinar la evolución de la epidemia, sin embargo choca frontalmente con lo que dice el otro índice que en el CCAES es la biblia: el número de casos con fecha de inicio de síntomas en las últimas semana. Este parámetro, sin que nadie encuentre todavía una explicación lógica, tocó su máximo histórico este viernes con 10.000 positivos, sembrando aún más dudas a unas estadísticas salpicadas de incógnitas.


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