sábado, 17 de octubre de 2020

La Hora Musa - Mala Rodríguez: "Hay más machismo en una parada de taxis que en el rap",. Martes -20- Octubre ,. / Cachitos de hierro y cromo - «Buenas tardes, soy Luz Casal, ¿cómo estás?» ,. Martes-20- Octubre ,./ Locos por las motos - Viñales golpea primero en un glaciar comienzo en Aragón ,.

 TITULO: La Hora Musa - Mala Rodríguez: "Hay más machismo en una parada de taxis que en el rap" ,.Martes -20- Octubre .
 





 'La Hora Musa', presentado por Maika Makovski ,a las 22:55 horas, en La 2 martes  -20- Octubre ,    , foto,.


Mala Rodríguez: "Hay más machismo en una parada de taxis que en el rap",.


La pionera de hip hop en España vuelve con su nuevo disco MALA, donde mezcla trap y ritmos latinos,.

Mala Rodríguez saca nuevo disco, 'MALA'.
Mala Rodríguez saca nuevo disco, 'MALA'. 

En el 2000, Snoop Dog, Ice Cube, Jay-Z y Eminem sacaban álbum. El hip hop era cosa de hombres. Aún. Pero en España una joven andaluza de apenas 20 años sorprendió con un disco de rap con deje flamenco: Lujo ibérico. La Mala Rodríguez había llegado para cambiar las normas. Tengo un trato, una de sus letras míticas, ha sonado incluso en la Casa Blanca: en 2015, Obama la escogió como una de sus canciones preferidas. Con su anterior disco Bruja (2013) se llevó un Grammy Latino y, siete años después y tras varios singles de éxito (como Mujer bruja con Lola Índigo), llega lo nuevo: simplemente MALA.

Pregunta. Hoy la música urbana es mainstream pero hace 20 años era casi marginal. ¿Cómo fue su inicio en el rap?

Respuesta. El hip hop era un nicho, un movimiento muy pequeño y muy raro en España. Cuando escuché a las raperas me volví loca: podías cantar todo lo que quisieras. Aunque crecí en Sevilla con una música más tradicional, yo quería rapear. Y no quería parecerme a lo que escuchaba, ser una copia. Un buen ejemplo sería Triana: cuando estaba de moda el rock progresivo y la gente flipaba con Pink Flyod, ellos marcaron su propio estilo. Triana es una joya muy grande. Y yo quería buscar mi sonido, mi sabor, de dónde vengo y quién soy...

P. Lo hizo a través de un hip hop aflamencado. Y sonaba bien...

R. La cultura hip hop nace de los suburbios de Nueva York en las comunidades afroamericanas y latinas. Era la primera música que sonaba en las fiestas, en paralelo al graffiti. Una música para demostrar quién eres, tu estilo. Por eso es tan auténtica, es expresarse a uno mismo. Pero soy de Sevilla y sería muy raro que imitara a esas raperas americanas. ¿De qué voy a hablar, del Bronx? No, de mis calles y de lo que vive una mujer. Lo que cuentan los tíos está muy bien pero a mí no me toca. En los conciertos a los que iba no había ni una mujer, salvo mi prima y mi mejor amiga. Aún así, los chicos siempre me respetaron y me aceptaron, me apoyaron al ver que buscaba mi estilo.

P. ¿Le molesta que aún se asocie el hip hop a un mundo especialmente machista?

R.¡Hay más machismo cuando paso por una parada de taxistas! Vamos a ubicarnos, señores... El rap no es misógino, el mundo entero es machista. No se puede demonizar un género, un movimiento cultural, que es precisamente todo lo contrario. El hombre vive en una cultura machista desde hace mucho tiempo. Sí, claro que escucho letras que pienso 'A este no le aguanta ni su madre'. Pero en el rock, el pop o la salsa también hay letras vomitivas.

P. ¿Siente que abrió puertas a una nueva generación de artistas urbanas? Como Lola Indigo, Bad Gyal, La Zowi...

R. Siento que por fin encajo, que no estoy sola. Yo no pretendía abrir camino a nadie, sólo trataba de sobrevivir. El cambio ha sido brutal. ¡Ahora hay una emisora que se llama 40 Urban!

P. ¿Y qué opina del fenómeno Rosalía? Se intentó crear una supuesta rivalidad entre las dos.

R. Yo no rivalizo con nadie. Rosalía me parece genial. Ha cogido mi testigo total. Está en el mejor momento para ser mujer y cantar en español, en el mejor momento de la música urbana. La fórmula de mezclar flamenco andaluz y el rollo urbano sólo la había hecho yo. Rosalía ha petado, es de cajón. Yo me alegro del éxito de todo el mundo, que no se haga líos la gente. Ahora, si vamos a hablar de flamenco prefiero a María Terremoto. Si hablamos de lo urbano y todo el rollito: Hola, sé lo que hace y mola. Lo que me da coraje es que se le dio más relevancia a esa polémica absurda en un momento en que yo sacaba una canción, 'Gitanas', que era muy importante...

P. En sus discos siempre hay algo de denuncia social: el machismo, las drogas... ¿Contra qué se rebela en este?

R. Tengo una trayectoria muy larga, me ha dado tiempo de dar muchas vueltas, pensar, vivir, experimentar un montón. Sigo siendo fuerte. No me rindo. MALA es parte de mi lucha personal, de buscar la felicidad. Claro que fuera hay muchas injusticias y gente que sufre... MALA es una mirada bastante interior. Aquí está la Mala más descarada, coqueta, introspectiva... Y son canciones que emocionan porque hay pasión.

P. La canción más honesta y dura es Mami. Sólo piano y voz para una balada sobre madres ausentes...

R. 'Mami' es un interludio. Cuando hago un disco me gusta que haya una armonía, un contrapeso. Vengo de gritar en una canción y aparece 'Mami': un momento de desnudez total. Es una canción terrible sobre la ausencia de una madre porque yo sentí la ausencia de la mía, la extrañaba mucho. En la Sevilla de los 80 era muy raro ser madre soltera y joven. Mi madre me tuvo con 17 años. Trabajaba mucho y nunca estaba. Éramos muy raras las dos.

P. Y encima a los 12 años ya le gustaba el rap...

R. Yo era muy rara, sí. He vivido cosas que me han llegado hondo. Hoy en día es normal tener una familia desestructurada. Pero nosotras fuimos unas adelantadas...

P.MALA suena más latino, incluso a reggeaton. ¿Y el hip hop?

R. ¡Hay de todo! Es importante que el sonido sea fresco. En 'Bruja' trabajé con Steve Lean [Esteban Correa, jovencísimo productor urbano] y me di cuenta de que se podía usar el trap: los sonidos concuerdan, es coherente y contemporáneo. El mensaje es como un puñetazo. En este disco he trabajado con gente de Turquía, Francia, Canarias, México... Internet nos trajo un sonido global y es una bendición: nos coloca a todos en el mismo lugar.

P. Serrat, Luz Casal, Kiko Veneno y, en 2019, Premio Nacional de Músicas Actuales para la Mala... ¿Ya era hora de que se reconociera el hip hop?

R. Eso fue lo más loco que me ha pasado, me hizo llorar. Antes no se me daba bola. Y que otros compañeros y artistas te valoren significa que ya no hay tantas barreras.

TITULO: Cachitos de hierro y cromo -  «Buenas tardes, soy Luz Casal, ¿cómo estás?» ,  ,Martes-20- Octubre ,. 

Martes-20- Octubre a las 22:00 horas en La 2, foto,.

«Buenas tardes, soy Luz Casal, ¿cómo estás?»

La artista hace gimnasia con Ella Fitzgerald y devora libros para olvidar que está lejos de su familia y de su piano. Las tardes las dedica a telefonear a todo el que se lo pide y a escuchar los estragos del virus,.

Luz Casal se dispone a iniciar una de sus largas maratones telefónicas en la casa de Málaga donde pasa el confinamiento. /
 
Luz Casal se dispone a iniciar una de sus largas maratones telefónicas en la casa de Málaga donde pasa el confinamiento.


Luz Casal (Boimorto, A Coruña, 1958) era una mujer de pocas palabras hasta que la pandemia clausuró a las gentes en sus casas. Incapaz de permanecer encerrada en su propio confinamiento, a finales de marzo decidió que sus tardes enjaulada las consagraría a proporcionar alas a otros. Desde entonces, lleva más de 1.500 citas telefónicas, casi todas con desconocidos, en las que escucha relatos de desesperación, pérdida y soledad, pero también de fortaleza y esperanza. Su voz, arrulladora y brumosa, obra milagros cuando al otro lado del móvil alguien descuelga y oye: «Buenas tardes, soy Luz Casal, ¿cómo estás?».

Lunes

El estado de alarma me pilló en Málaga. Había venido a un cumpleaños familiar y tenía previsto salir de viaje el domingo 15 de marzo, pero aquí me quedé. Madrid, Asturias, Galicia, no sé dónde habría elegido estar...

9.00 horas. Hoy me levanto temprano. Durante este confinamiento estoy haciendo esfuerzos por mantener una mayor disciplina en mi vida, de manera que no dejo demasiado espacio para darme cuenta de que no puedo salir.

9.15 horas. Desayuno fruta, té verde y pan.

11.15 horas. Buena parte de la mañana la dedico a leer los mensajes que me envía la gente a través de las redes sociales. El 90% son peticiones para que hable con un familiar que está solo, con una hija que ha enfermado... Me dejan sus teléfonos y yo les llamo. Cuando llegó la pandemia sentí que tenía que hacer algo más allá que relacionarme con la gente a través de la música.

18.00 horas. Me siento en mi butaquita y marco el primer número. Llamo a Antonio, un gallego de 92 años que vive con su mujer de 90, por petición de su nieto; a Rosalina, una enfermera contagiada que está encerrada en una habitación de su casa, separada de sus hijos; a David, un técnico de rayos de un hospital madrileño que cumple 46 años; a Rosa, una mujer de 39 con parálisis cerebral a la que una amiga quiere arrancarla una sonrisa. Enlazo entre 40 y 50 conversaciones cada día, hasta las 19.55 horas.

20.00 horas. Salgo a aplaudir a los sanitarios y a todos los colectivos que están dando la batalla.

Martes

13.00 horas. Antes de comer hago un poco de gimnasia basada en los calentamientos de cuando hacía ballet. Pongo a Ella Fitzgerald o a Soundgarden y adapto mis movimientos a ellos.

15.30 horas. Recojo la mesa. A menudo tengo ocurrencias cuando hago tareas corrientes que no implican una entrega física o intelectual. Surgen de forma primaria en forma de un título, una frase, un verso, una melodía... Aquí no tengo piano, así que no puedo desarrollarlo, pero no dejo que se escapen por si tiene algún interés. Lo último que he grabado es 'hastío que llega a ser dulce', algo así.

18.00 horas. Llamo a Paco, un enfermero de Ibiza que se pregunta si después de la euforia volverá el olvido de la Sanidad; a Merche, a la que le han detectado cáncer de pecho; a Celia, de 19 años, autónoma en paro, como sus padres....

Miércoles

9.20 horas. El despertar es un momento muy chulo. Me siento con energía y llena de planes.

14.00 horas. Como variado. Afortunadamente, me traen la comida ya preparada.

17.30 horas. Me preparo mentalmente para empezar a llamar. Es bonito ver sus reacciones cuando les digo quién soy. Me reconocen enseguida, pero no están seguros de creérselo. Dicen que mi voz y mi forma de hablar trasmiten calma, pero mi espíritu no es apacible, es reflexivo. Si no caótico, mi ser interior se inclina más por la complejidad que por el equilibrio.

20.15 horas. Hoy he tenido que dar varios pésames. Si alguien me estrujara como a una gamuza, no saldría nada. Pero tengo fortaleza, templanza y paciencia para volver mañana a esta butaquita. Vienen de fábrica.

1.30 horas. No es fácil que me duerma, así que recurro a los mismo ejercicios de respiraciones que hago antes de salir a cantar.

Jueves

10.30 horas. Estoy viviendo un presente intenso. No tengo mucha capacidad para pensar en mi misma, ni en mi futuro inmediato. Mi vida se ha quedado suspendida. Lo único que deseo de forma viva pero sin ansiedad es que esto acabe y retomar el ritmo. No me imagino qué voy a hacer además de salir a la calle.

19.00 horas. Llamo a Rocío, una fan malagueña que tiene un hijo con autismo profundo y a un patólogo de Oviedo que me trató. Tiene una hija con cáncer. Un día me escuchó decir en la radio que yo era una mujer valiente y se echó a llorar. Tenía en su mano el informe que confirmaba que volvía a tener cáncer. Quiero darle las gracias y hacerle llegar mi ánimo.

20.30 horas. Me quedo conmocionada, pero satisfecha. Aunque hay una predisposición general al desánimo y la ansiedad, recojo tanta alegría por una simple llamada.

Viernes

12.00 horas. Siempre he sacado las cosas que me preocupan, que deseo o que me aterrorizan a través de la música. Así me expreso y me relaciono. Algunas canciones me han servido de terapia. Como 'Entre mis recuerdos'. El principio fue un consuelo cuando lo vi escrito: 'Cuando la pena cae sobre mi, el mundo deja ya de existir, miro hacia atrás y busco entre mis recuerdos...' Mi padre acababa de fallecer de forma imprevista y aquello fue mi forma de exorcizar el dolor.

18.30 horas. Llamo a Juan, un policía nacional que es cantante lírico con registro de tenor. Le pido un trocito de un aria. Me canta 'O sole mio'; a Pedro, un funcionario de prisiones que dice sentirse querido por los reclusos; y a Laura, una mujer con espina bífida que tiene a sus padres a su cuidado...

23.00 horas. Soy lectora contumaz. Me ayuda a abstraerme. Estoy terminando 'Las ciudades del mar', de Josep Plá.

2.00 horas. No sé cómo me va a afectar esta experiencia. Solo me preocupa levantarme con el ánimo suficiente para seguir escuchando a la gente.


TITULO: Locos por las motos - Viñales golpea primero en un glaciar comienzo en Aragón  ,.

 


En un día marcado por el frío y el fuerte viento, las Yamaha dominaron los primeros entrenamientos libres de MotoGP, con Suzuki a buen nivel y Ducati en problemas,.

Maverick Viñales, en el circuito de Alcañiz. /EFE
 
foto / Maverick Viñales, en el circuito de Alcañiz.

Había comentado este jueves Dovizioso que creía que el Motorland de Aragón iba a ser un buen circuito para Ducati, pero también para Yamaha, un extremo, este último, con el que coincidían los pilotos de la casa japonesa, que intuían que la M1 2020 tenía muchas posibilidades de adaptarse bien al trazado turolense. La primera creencia de Dovizioso no se cumplió, por lo menos en la jornada inicial del gran premio. La mejor de las motos italianas, tras dos sesiones, terminó siendo la de Zarco, undécimo, y fuera del grupo de los diez primeros que provisionalmente estarían en la Q2 del sábado. Dovizioso terminó justo por detrás del francés. «Si miras a todas las Ducati, y sobre todo el ritmo que tenemos, que es más o menos el mismo, ves que estamos igual», analizaba ya por la tarde. «Para mí, sobre todo, el problema ha sido meter los neumáticos en temperatura, especialmente en las curvas de izquierdas. En las de derechas no estaba mal, comparado con el año pasado estaba bastante bien, pero en las de izquierdas sí que tenía muchos problemas. Y estoy preocupado para mañana por la mañana, por la temperatura que va a haber», reconocía sobre el factor que marcó la jornada, baja temperatura sumada al fuerte viento, lo que también dejó a los pilotos de la marca italiana con la duda de saber cuánto podía haber influido el cambio forzado en el pilotaje por el aire y si eso incrementó la incapacidad de llevar los neumáticos a su temperatura adecuada.

Lo que sí acertó el italiano fue el papel de Yamaha, arrolladora en el arranque en Alcañiz, con sus tres motos en las tres primeras plazas, lideradas por Maverick Viñales. «Yo no voy a arriesgar nada mañana por la mañana, porque hace mucho frío y con una caída te puedes hacer daño. Es mejor esperar a la tarde para atacar. Lo bueno es que hoy hemos sacado un buen tiempo y seguro que no habrá diez pilotos por la mañana que lo bajen. Por la mañana hará mucho frío, y sobre todo en las curvas 2, 13 y 14 se nota mucho. Aún así esperamos que baje el aire porque es muy frío, y eso ayudará a los neumáticos a funcionar mejor porque esta mañana era como rodar sobre hielo», analizó el piloto español.

En un campeonato caracterizado sesión tras sesión por la igualdad, Viñales le metió más de dos décimas a Quartararo y más de cuatro al tercero, Morbidelli. Mir finalizó a 730 milésimas, la misma diferencia que separó su cuarto puesto del decimoséptimo de Oliveira, un dato que refleja esa desigualdad inicial. Yamaha voló, Suzuki consiguió un buen resultado con sus dos pilotos entre los diez primeros y Honda asomó la cabeza tras el podio de Álex Márquez en Francia, el primero de la marca japonesa en 2020, y en el trazado en el que Marc Márquez ha dominado en las últimas temporadas, con cuatro victorias en los cuatro años en los que Michelin lleva ejerciendo de proveedor único. La marca francesa, no obstante, se está viendo apretada por lo exigente que para los neumáticos está siendo este curso, desde Le Mans por el frío, protagonista en el Motorland hasta el punto de que la primera sesión de MotoGP tuvo que retrasarse media hora para encontrar más calor y evitar que los pilotos corriesen en zona de riesgo térmico (un factor multiplicado por el frío viento y por la suciedad de la pista relacionada con el fuerte aire). De hecho, todas las sesiones del sábado comenzarán treinta minutos más tarde para evitar estos problemas.

Todo esto en una jornada a la que se llegó con la resaca del positivo por covid-19 de Valentino Rossi, que cuenta con perderse no sólo este Gran Premio de Aragón sino también la semana que viene el de Teruel, que se disputa en el mismo escenario. En clave pandemia, a primera hora de la mañana del viernes se informó de la ausencia de un segundo piloto, Tony Arbolino, cuarto de la general de Moto3 a veinte puntos del líder, lo que le convertía en uno de los contendientes por el título. El italiano coincidió en un vuelo París-Milán con un pasajero que dio positivo lo que le obliga a cumplir una cuarentena de diez días (según la normativa de su país), un periodo que le permitirá reincorporarse para la segunda cita aragonesa. En esta categoría el viernes terminó con Raúl Fernández como el más rápido, con el líder Albert Arenas tercero. En Moto2 el mejor crono del día fue para Di Giannantonio y Edgar Pons (hijo de Sito Pons) fue el mejor español, cuarto.



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