La presentadora de «En tierra hostil»: «Me preocupa el uso político del reportaje sobre Venezuela» foto
Alejandra Andrade se
defiende de las críticas de Willy Toledo: «Me molesta que me digan que
miento, yo he contado lo que he visto»
«En tierra hostil» (Antena 3) emitió anoche un reportaje dedicado a Caracas (Venezuela), uno de los reportajes más complicados para su presentadora, Alejandra Andrade. «Estoy preocupada por el uso político que se está haciendo del reportaje. Este programa trata de españoles en lugares peligrosos, y según la ONU Caracas es uno de ellos, donde hay varios españoles secuestrados», afirma en oposición a voces críticas como la del actor Willy Toledo, que criticó el programa en las redes sociales.
[Bronca entre Willy Toledo y «En Tierra hostil» por el reportaje sobre Venezuela]
La idea inicial era centrar el reportaje en los ocho secuestros que e producen al día en el país, pero una vez allí vieron que no podían obviar el problema del desabastecimiento, que también afecta a muchos compatriotas. «Hay señoras mayores que llevaban meses sin beber leche, hombres sin medicinas..», relata la presentadora, que reconoce que en el país te alertan tanto sobre el peligro que acabas teniendo cierta «paranoia». «Yo no hago un programa de viajes, en el que muestro los mejores rincones del país, que los habrá, busco a los españoles que lo pasan mal».
La periodista ha tenido que enfrentarse a las críticas en redes sociales del actor Willy Toledo, que les acusó de «mentir» sobre las colas en las tiendas y de rozar el «sensacionalismo». «Respeto todas las opiniones y a veces es mejor no entrar en polémicas, pero me molesta que me acusen de mentir. No eran actores, yo he visto una realidad, la he grabado y la he contado».
«En tierra hostil», consciente de que en televisión también hay que entretener, logra esa tensión televisiva contando las vivencias del equipo, músicas, etc... «Pero la base es la información, yo soy reportera», subraya Andrade, concentrada en concluir la edición de «Las claves», el programa que acompaña a «En tierra hostil»,.
TÍTULO: Aquí la Tierra ,.
"Aquí la Tierra" es un programa diario de TVE, de 20.30 a 21.00 donde Jacob Petrus nos ofrece una mirada inédita y entretenida sobre nuestro planeta. fotos,.
Chamán Aracá
sostiene las ranas de las que se extrae el veneno para aplicar el kambó,
una medicina natural que regenera el sistema inmunitario
"La Tierra es una farmacia viva que debemos preservar"
Más de 150 horas de grabación en Brasil, México, Francia, Inglaterra y
España se sintetizan en 'Hijos de la Tierra', un documental de 35
minutos que pretende ser un vehículo transmisor de las ventajas de la
medicina natural, Patrimonio de la Humanidad.
“Para conectar con uno mismo, poder ser libre, crecer y recordar qué hacemos aquí, es necesario sentir a La Naturaleza”, me comenta el fotógrafo Patxi Uriz, colaborador habitual de Condé Nast Traveler y codirector de este documental junto a Axel O'Mill que reúne el testimonio de chamanes, druidas, alquimistas y yerberos.
Lo último que habíamos sabido de Patxi era que iba y venía viajando al Amazonas contactando con todo tipo de hombres (y mujeres) sabios: aquellos que son capaces de curar con lo que la madre Tierra nos brinda. Su intención era realizar un documental divulgativo sobre plantas medicinales con la idea de preservarlas, y en aquel momento (hablo de hace más de un año), ya contaba con el merecido apoyo del Gobierno de Navarra.
Hoy el proyecto ya está acabado y fue presentado en junio en la Casa de América. De hecho, uno de sus más fervientes colaboradores, Ricardo Awanach, un chamán de la etnia xuar ecuatoriana, quien le había acompañado con la “indiomentaria” durante la presentación en la Filmoteca de Navarra
y en Casa América, había fallecido (o “había hecho la maleta” como
metafóricamente explicó el portador de la noticia por teléfono). El
triste suceso tuvo lugar a los tres días de la esperada presentación del
documental en Madrid.
Aparte de esta despedida (una casualidad que podía no ser tal, sino más bien una misión cumplida), el documental había comenzado su andadura por el circuito de festivales nacionales e internacionales y estaba comenzando a cosechar éxitos (Festival de cine de Zaragoza, entre otros).
No era para menos. Más de 150 horas de grabación en cinco países y culturas distintas resumen cómo la medicina natural es un Patrimonio de la Humanidad, que está siendo agredida por las grandes laboratorios farmaceúticos, “que mandan a sus mejores técnicos a la selva a aprender con los chamanes las propiedades de las plantas medicinales, para luego sintetizar y patentar estos principios activos”, sin que prácticamente nos enteremos.
Además, “estos medicamentos tienen muchos efectos secundarios mientras que las plantas medicinales carecen de esos efectos. No es que digamos que la medicina química es mala, simplemente que la medicina natural debería de ser un complemento de esta medicina. Pero la hipocresía del sistema, que protege los intereses de la industria farmaceútica impide que tengamos acceso a estos conocimientos”.
Todo comenzó en 2011, cuando Patxi recibió “una invitación para hacer
un libro de fotografía sobre plantas medicinales de la Península Ibérica
y del Amazonas”. Sin embargo, la idea ya le había rondado la cabeza un
tiempo atrás, durante los días y las noches que pasó haciendo el Camino de Santiago –de St Jean de Pied de Port hasta Finisterre– “un camino que en su día fue de peregrinaje y paso a la edad adulta, considerada como una etapa de madurez espiritual”.
Viendo el interés que había despertado con su relato, Patxi continuó: “Los druidas venían de la Europa celta, hacían el Camino de Santiago hasta Finisterre y era el trayecto hasta el final de la Tierra conocida. Para ellos era una especie de máster de formación tanto en lo espiritual como en el vasto conocimiento de las plantas medicinales. La gente, conocedora de aquello, sacaba a los enfermos al camino para que los curasen”. La semilla de esta necesidad divulgativa terminó germinando cuando un anónimo naturópata y botánico, profesor universitario en Sao Paulo, le propuso elaborar un libro sobre plantas medicinales. Durante sus encuentros y sus viajes le relataba todo tipo de experiencias con “los hombres sabios de la selva”. “Él y su mujer habían comprado unos terrenos en el Amazonas para preservar determinadas especies de plantas” y eran muy queridos y respetados por los chamanes. “Es decir, tenían todos los contactos y la forma de llegar a ellos”, remata Patxi.
“El documental comenzó llamándose Navazonia por aquella simbiosis entre las plantas medicinales de Navarra y el Amazonas. Según fuimos rodando vimos que había muchos más profetas, hijos de la Tierra,
que transmitían generosamente sus conocimientos, como por ejemplo
druidas y alquimistas aquí en Europa. De hecho, el documental lo
renombramos Druidas y Chamanes. Pero, durante
el montaje, fuimos descubriendo más y más gente que trabajaba y conocía
los ritmos de la Tierra, y finalmente creímos que el título Hijos de la Tierra realmente englobaba a todos”.
Entre las catorce interesantes personalidades que participan en el documental, se encuentran el reconocido etnobotánico Juan Plantas, un sabio madrileño que comparte sus conocimientos desde su finca de La Vera, en Cáceres; Josep Pamies, el pagés de la estevia, o el gran druida Terry Dobney, que vive en Avebury, Inglaterra.
Llegados a este punto de la conversación con Patxi Uriz, tocaba hacer examen de conciencia, Patxi añadió: “El ser humano no puede prosperar violando las leyes naturales a las que está sometido. Estamos en un momento de emergencia en el que o nos detenemos y tomamos consciencia de que somos hijos de la tierra, o iremos de mal en peor”. Es evidente que el materialismo y el estrés al que nos somete la sociedad nos aleja de la naturaleza y de la toma de conciencia. Pero una vez que veamos el documental, tal vez sintamos su llamada: “Vivimos de espaldas a la naturaleza sin darnos cuenta de que la explotamos vorazmente”.
“Para conectar con uno mismo, poder ser libre, crecer y recordar qué hacemos aquí, es necesario sentir a La Naturaleza”, me comenta el fotógrafo Patxi Uriz, colaborador habitual de Condé Nast Traveler y codirector de este documental junto a Axel O'Mill que reúne el testimonio de chamanes, druidas, alquimistas y yerberos.
Lo último que habíamos sabido de Patxi era que iba y venía viajando al Amazonas contactando con todo tipo de hombres (y mujeres) sabios: aquellos que son capaces de curar con lo que la madre Tierra nos brinda. Su intención era realizar un documental divulgativo sobre plantas medicinales con la idea de preservarlas, y en aquel momento (hablo de hace más de un año), ya contaba con el merecido apoyo del Gobierno de Navarra.
Campos de colza junto a la ermita de Eunate, en Navarra
Aparte de esta despedida (una casualidad que podía no ser tal, sino más bien una misión cumplida), el documental había comenzado su andadura por el circuito de festivales nacionales e internacionales y estaba comenzando a cosechar éxitos (Festival de cine de Zaragoza, entre otros).
No era para menos. Más de 150 horas de grabación en cinco países y culturas distintas resumen cómo la medicina natural es un Patrimonio de la Humanidad, que está siendo agredida por las grandes laboratorios farmaceúticos, “que mandan a sus mejores técnicos a la selva a aprender con los chamanes las propiedades de las plantas medicinales, para luego sintetizar y patentar estos principios activos”, sin que prácticamente nos enteremos.
Además, “estos medicamentos tienen muchos efectos secundarios mientras que las plantas medicinales carecen de esos efectos. No es que digamos que la medicina química es mala, simplemente que la medicina natural debería de ser un complemento de esta medicina. Pero la hipocresía del sistema, que protege los intereses de la industria farmaceútica impide que tengamos acceso a estos conocimientos”.
La chamana Josefina Chávez, profesora de medicina y naturopatía de la Universidad de Michoacán
Viendo el interés que había despertado con su relato, Patxi continuó: “Los druidas venían de la Europa celta, hacían el Camino de Santiago hasta Finisterre y era el trayecto hasta el final de la Tierra conocida. Para ellos era una especie de máster de formación tanto en lo espiritual como en el vasto conocimiento de las plantas medicinales. La gente, conocedora de aquello, sacaba a los enfermos al camino para que los curasen”. La semilla de esta necesidad divulgativa terminó germinando cuando un anónimo naturópata y botánico, profesor universitario en Sao Paulo, le propuso elaborar un libro sobre plantas medicinales. Durante sus encuentros y sus viajes le relataba todo tipo de experiencias con “los hombres sabios de la selva”. “Él y su mujer habían comprado unos terrenos en el Amazonas para preservar determinadas especies de plantas” y eran muy queridos y respetados por los chamanes. “Es decir, tenían todos los contactos y la forma de llegar a ellos”, remata Patxi.
Celebración del Gorset (equinoccio de primavera) a cargo de la Orden Druida Mogor
Entre las catorce interesantes personalidades que participan en el documental, se encuentran el reconocido etnobotánico Juan Plantas, un sabio madrileño que comparte sus conocimientos desde su finca de La Vera, en Cáceres; Josep Pamies, el pagés de la estevia, o el gran druida Terry Dobney, que vive en Avebury, Inglaterra.
Llegados a este punto de la conversación con Patxi Uriz, tocaba hacer examen de conciencia, Patxi añadió: “El ser humano no puede prosperar violando las leyes naturales a las que está sometido. Estamos en un momento de emergencia en el que o nos detenemos y tomamos consciencia de que somos hijos de la tierra, o iremos de mal en peor”. Es evidente que el materialismo y el estrés al que nos somete la sociedad nos aleja de la naturaleza y de la toma de conciencia. Pero una vez que veamos el documental, tal vez sintamos su llamada: “Vivimos de espaldas a la naturaleza sin darnos cuenta de que la explotamos vorazmente”.
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