" Carmina, mi madre, es un buen modelo, cada dia me voy carminizando mas,."
-foto--LA ACTRIZ MARIA LEÓN,.
Divertida, inquieta, comprometida y muy familiar.
Así es la mujer que arrasa en televisión con la serie que, a base de
tópicos, se ha propuesto que nos riamos de nosotros mismos.
María no para de cosechar éxitos desde que en 2012 ganó el Goya a la mejor actriz revelación. Protagoniza Allí abajo, la serie que siguen más de cuatro millones de espectadores cada semana, pendientes de las cuitas de Carmen, una enfermera sevillana, e Iñaki, un vasco al que el accidente de su madre retiene en el sur. Pero hay más proyectos: en julio estrena 'Rey Gitano', de Juanma Bajo Ulloa. "Una comedia extrema y loca, en la que hago de rubia tonta", explica. Charlatana, inquieta y divertida, cuenta anécdotas sin parar y le gusta hacer reír, está claro. "Soy muy payasa", reconoce con orgullo.
- Mujerhoy. Copiando la pregunta que hace el vasco de Allí abajo, ¿los andaluces qué desayunan? ¿Gas de la risa?
María León. El cachondeo en Andalucía vale para las alegrías y las penas, va en el carácter. El humor y la risa son necesarios, es cuestión de supervivencia.
- MH: La serie se basa en las diferencias entre los del norte y los del sur, vascos y andaluces. ¿El lugar donde naces te define?
ML: La tierra y las raíces son necesarias para que salga un buen brote. Si no fuera de Sevilla, sería bastante diferente. El origen marca mucho...
-MH: ¿Las diferencias unen o separan?
ML: Unen, uno se acaba viendo reflejado en el otro y cae en la cuenta de que no somos tan distintos. Vascos y andaluces somos disfrutones, nos gusta la comida, los amigos, la tierra...
MH: ¿Los tópicos simplifican?
ML: A mí me gustan. Los defiendo porque tienen mucho de verdad. La dificultad está en trazar la línea entre reírte con y reírte de. Los personajes tienen que estar humanizados. Hay cosas que nos hacen gracia si les pasan a otros, pero debemos reírnos de nosotros mismos.
- MH: ¿Cumple usted con los tópicos andaluces?
ML: Sí, soy muy folclórica, y a mucha honra.
-MH: ¿Se sintió como pez fuera del agua cuando llegó a Madrid para ser actriz?
ML: He sido feliz en Madrid desde que llegué. Adoro Andalucía, pero de aquí no me mueven. Esta ciudad es muy canalla, tiene carácter, gente muy distinta y mucha necesidad de sobrevivir. Eso me gusta.
- MH: ¿Es usted como Carmen, su personaje?
ML: María y Carmen no tienen nada que ver. Solo tenemos en común que somos muy flamencas, con un carácter muy andaluz. La voy conociendo según me llegan los guiones y la intento defender, pero a veces me cuesta. Yo soy más moderna.
- MH: ¿En qué sentido?
ML: Soy bastante feminista y en televisión es complicado que a las mujeres se nos defienda, siempre somos las tontas, las que terminamos enamorándonos y consintiéndole todo al hombre. Me considero más inteligente que Carmen. Una de mis luchas con los guionistas es que los personajes femeninos no se pueden escribir como si fuéramos tontas, porque no lo somos. Somos muy listas.
- MH: ¿Que una mujer se enamora porque le regala flores?
ML: Hay que superar eso, las mujeres necesitan otra cosa. ¿Qué querrías para tu personaje? Me gustaría que fuera libre, independiente, que caiga en el juego del amor y tenga dudas, pero se defienda. Esa es la Carmen por la que lucho, luego ya veremos cómo es la que me escriben.
- MH: ¿Ha experimentado machismo en el mundillo de la interpretación?
ML: Experimentarlo no, pero es evidente que a la actrices nos ponen en pelotas en cuanto nos ven y eso es duro, porque te preguntas: ¿Por qué razón tengo que enseñar y ellos no?. Quiero pensar que las diferencias son cada vez menos, aunque existe todavía machismo. Es difícil encontrar buenos papeles de mujeres en el cine.
- MH: Pero ha interpretado algunos extraordinarios...
ML: Sí. Pepita, de La voz dormida, fue un regalo. Y Sara, de Marsella, una perdedora, pero una gran mujer. He tenido la suerte de trabajar en proyectos donde se ha cuidado el papel de la mujer. Benito Zambrano es un director que ama a los personajes femeninos. Me siento afortunada, pero es complicado encontrar papeles con profundidad. Y de la televisión, ni hablamos...
- MH: Sí, por favor, digamos...
ML: La tele es bastante machista: los hombres son chulos y las mujeres, tontas. Programas como Mujeres, hombres y viceversa me parecen denigrantes. A mis sobrinas les tengo prohibido verlo. Que cinco chicas se peleen por un chico me parece increíble.
- MH: ¿Lo ve como un paso atrás?
ML: Somos nosotras las que acabamos tirando el trabajo de otras generaciones por la igualdad. Cuando sale una con las tetas aquí [forma dos globos con las manos a la altura del cuello] y medio culo al aire para que un chico la mire... ¡¿Perdona?!
- MH: ¿Y qué opina de los piropos? ¿A favor o en contra?
ML: A mí me gustan los piropos con arte y con salero.
- MH: El personaje que interpreta Mariano Peña en la serie le lanza este: ¡Si te viera Lorca, te hacía un poema!.
ML: ¿Puede haber algo más maravilloso que un poema de Lorca? Me gusta que me piropeen y piropear; me sienta bien en el corazón.
- MH: ¿Estar guapa forma parte del trabajo? ¿Cuánto tiempo le lleva?
ML: Ninguno, porque abuso de estilistas y maquilladores. Sin ellos, no iría ni a la vuelta de la esquina. Aunque hay que saber estar fea. Mi hermano Paco me dijo una vez: En la interpretación hay que estar fea, para después ir a recoger los premios guapa.
- MH: Dijo usted en una entrevista que le había pedido la mano a su novio y que quería casarse y ahora estamos impacientes...
ML: Ya, la he liao parda, diciendo eso... Pero es que soy muy sincera.
- MH: ¿Pero habrá boda o no?
ML: Estoy feliz, enamorada y tranquila. La boda está hecha, porque Juan y yo tenemos ese compromiso, lo que quise decir es que haremos una celebración. Me gustaría por mi abuela, por la familia... pero no voy a firmar papeles, no creo que sea necesario.
-MH: ¿Ni se va a vestir de blanco?
ML: Y si lo hago, lo contaré después. Lo mismo un biquini blanco...
-MH: ¿Y quiere tener hijos? ¿Teme que la maternidad afecte a su carrera?
ML: El cuerpo de un actor es su instrumento, lo dejas al personaje para que viva a través de él. Y ahora se lo he dejado a Carmen. Me gustaría ser madre, pero eso requiere un parón, y ahora es momento de labrar. Pero llegará y será bueno para mi carrera.
- MH: ¿Tomaría a su madre como modelo?
ML: Es una mujer libre. Su papel de cotilla gritona no tiene que ver con ella. Nos enseñó a querer, respetar y aceptar como somos; es un buen modelo. Hay cosas que cambiaría, porque son otros tiempos, pero sí tomaría ejemplo de cómo nos ha criado Carmina. Sus hijos somos felices.
- MH: Muchas mujeres juran y perjuran que jamás serán como sus madres...
MH: Cada día me voy carminizando más. Es verdad que a una edad renegamos de nuestros padres, a mí me pasó un poquito. Hay cosas que te parecen un horror y dices: Ay, mamá, por favor, qué vergüenza. Pero luego te tragas tus palabras y piensas: Manda cojones, estoy haciendo lo mismo por lo que estaba riñéndola.
- MH: ¿En su casa sucedió el cuento al revés? ¿Un día su madre les dijo: "Quiero ser artista"?
ML: Mi casa es una casa de artistas. Mi padre, Antonio, nos inculcó el amor por el arte. Pero Carmina nunca quiso ser actriz. Lo hizo por generosidad a su hijo Paco. Por suerte, se le da bien y se lo pasa pipa.
- MH: Como se descuiden, su madre acabará haciéndoles sombra...
ML: ¡Y que lo digas! Carmina es mucha Carmina, pero no le gustan los saraos. Ella hace su trabajo y se va a casa, con su Antonio.
TÍTULO: 7 DIAS CITAS, PROTAGONISTA, LISA LOVATT - S MITH,.
Lisa Lovatt-Smith, la editora de 'Vogue' que lo dejó todo por África
-
La impulsora de la revista de moda en España vive en Ghana y gestiona un hospicio
-
Revive en el libro 'Mañana quién sabe' (Ed. Turner) su apasionante y azarosa vida
-
Íntima de Anna Wintour, vive en una choza de barro junto a su marido y sus hijos
Lisa Lovatt-Smith, en el orfanato que gestiona en Ghana.
EL MUNDO
Con tan sólo 19 años, Lisa Lovatt-Smith, barcelonesa de padres
ingleses, logró lo imposible: hacerse un hueco como editora gráfica de
la edición británica de 'Vogue'. Un mundo de tiburones y alguna que otra
sirena al que sobrevivió poniéndole siempre una sonrisa y que ahora revive en 'Mañana quién sabe' (Ed. Turner), el libro de su vida.
A una edad muy temprana y siendo ya íntima de Anna Wintour, le fue encargada la tarea de dar forma a la biblia de las últimas tendencias en nuestro país para terminar más tarde de corresponsal en París. Su rutina diaria pasaba por codearse con lo más granado del 'bon chic, bon genre' de la industria: diseñadores, 'top models'...hasta que conoció a Sabrina, una pequeña de cinco años, hija de una familia desestructurada.
Sin pensarlo demasiado, la siempre valiente y decidida Lisa decidió adoptarla mientras seguía trabajando en la revista. Pero, cuando la dulce Sabrina se hizo mayor, su rebeldía también se disparó: llegaron las malas compañías y la expulsión del insituto. Inmersa en una vorágine incotrolable, Lisa emprendió un viaje sin retorno al marcharse junto a su hija de vacaciones a un orfanatao en Ghana. Aquella escapada temporal se terminó convirtiendo en su forma de vida. Lisa cambió sus tardes de compras con las Missoni o las sesiones de fotos con Mario Testino po la gestión de dicho orfanato. Lo dejó todo, incuso a su novio, el actor Eric Adjani, hermano de la conocida Isabelle Adjani.
Actualmente, Lovatt-Smith vive con su marido y sus cinco hijos (adoptados y acogidos) en una choza de barro y saca adelante una pequeña ONG, 'Orphanage África',
un hospicio que acoge anualmente a más de medio centenar de niños
huérfanos y abandonados en Ghana, muchos de ellos con sida, que ya
cuenta con varias oficinas en Europa.
Por lo demás, Lisa no echa nada de menos su vida de antes, es abuela de dos niños gracias a su hija Sabrina... y la semana que viene estará en España presentando su libro. Amigas como Rossy de Palma, Victoria Abril y Laura Ponte están invitadas. Sería lógico que no quisieran perderse la obra que compila una existencia tan excepcional.
A una edad muy temprana y siendo ya íntima de Anna Wintour, le fue encargada la tarea de dar forma a la biblia de las últimas tendencias en nuestro país para terminar más tarde de corresponsal en París. Su rutina diaria pasaba por codearse con lo más granado del 'bon chic, bon genre' de la industria: diseñadores, 'top models'...hasta que conoció a Sabrina, una pequeña de cinco años, hija de una familia desestructurada.
Sin pensarlo demasiado, la siempre valiente y decidida Lisa decidió adoptarla mientras seguía trabajando en la revista. Pero, cuando la dulce Sabrina se hizo mayor, su rebeldía también se disparó: llegaron las malas compañías y la expulsión del insituto. Inmersa en una vorágine incotrolable, Lisa emprendió un viaje sin retorno al marcharse junto a su hija de vacaciones a un orfanatao en Ghana. Aquella escapada temporal se terminó convirtiendo en su forma de vida. Lisa cambió sus tardes de compras con las Missoni o las sesiones de fotos con Mario Testino po la gestión de dicho orfanato. Lo dejó todo, incuso a su novio, el actor Eric Adjani, hermano de la conocida Isabelle Adjani.
Por lo demás, Lisa no echa nada de menos su vida de antes, es abuela de dos niños gracias a su hija Sabrina... y la semana que viene estará en España presentando su libro. Amigas como Rossy de Palma, Victoria Abril y Laura Ponte están invitadas. Sería lógico que no quisieran perderse la obra que compila una existencia tan excepcional.
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