DESAYUNO CENA FIN SABADO - Michael J. Sandel, el filósofo que triunfa en Harvard y en YouTube , fotos.
Michael J. Sandel: “Los ciudadanos tenemos derecho a opinar sobre cómo se gobierna Facebook”,.
Entrevistamos al filósofo más popular del mundo, premio Princesa de Asturias, y asistimos a una de sus multitudinarias clases en Harvard,.
Sandel, con su pinta de hombre corriente, llega acompañado por cinco ayudantes que ordenan el tráfico en el auditorio y vigilan el cumplimiento de la política “cero pantallas”. Móviles, tabletas y ordenadores personales están prohibidos durante la clase. “La distracción es el gran enemigo del saber en nuestro tiempo”, opina el profesor.
Métodos como estos han hecho de Sandel toda una celebridad socrática en Estados Unidos y más allá: venerado en Asia como una rockstar de las ideas, el día 19 de octubre recibirá en Oviedo el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales por “haber trasladado su enfoque dialógico y deliberativo a un debate de ámbito global”, según el jurado. La fama se la debe sobre todo a su curso Justicia, que dejó de impartir hace seis años, cuando ya se había convertido en una rutina inmanejable. Las clases las daba en un teatro para una media anual de más de mil alumnos. “Necesitaba una armada de ayudantes para manejar aquello”, recuerda. “Y eso no era lo peor. Me preocupaba repetirme con los ejemplos, las explicaciones y hasta los chistes”.
Pensador de masas
En la biblioteca. Michael J. Sandel convierte sus cursos en Harvard en libros de éxito. Lo hizo con Justicia. ¿Hacemos lo que debemos? (Debate, 2011. Traducción de Juan Pedro Campos Gómez). Y lo repitió con el seminario que imparte actualmente: Lo que el dinero no puede comprar. Los límites morales del mercado (Debate, 2012. Traducción de Joaquín Chamorro Mielke). Sus investigaciones en bioética las plasmó en Contra la perfección: La ética en la era de la ingeniería genética (Marbot, 2016. Traducción de Ramon Vilà Vernis). La editorial Gedisa mantiene en catálogo, por su parte, El liberalismo y los límites de la justicia (traducido por María Luz Melón).
En el aula virtual. La televisión pública estadounidense filmó en 2009 el curso Justicia, cuyos 24 capítulos de algo menos de una hora pueden consultarse en el canal de YouTube de la universidad y en justiceharvard.org.
En la televisión. Esta semana la plataforma audiovisual online Filmin ha estrenado con subtítulos en español El gran debate, una serie de cinco capítulos en los que Sandel aborda asuntos como la inmigración, la robotización o la privacidad.
En el aula virtual. La televisión pública estadounidense filmó en 2009 el curso Justicia, cuyos 24 capítulos de algo menos de una hora pueden consultarse en el canal de YouTube de la universidad y en justiceharvard.org.
En la televisión. Esta semana la plataforma audiovisual online Filmin ha estrenado con subtítulos en español El gran debate, una serie de cinco capítulos en los que Sandel aborda asuntos como la inmigración, la robotización o la privacidad.
Pese a tan plusmarquista currículo, el diploma que reposa sobre la chimenea del salón de su casa estilo Nueva Inglaterra en el acomodado barrio judío de Brookline (Massachusetts) no certifica que una vez impartió una clase para 14.000 alumnos en un estadio de Corea del Sur, sino el récord Guinness de flexiones por minuto (52) obtenido por el mayor de sus dos hijos, Adam, un mocetón interesado en el cruce entre fitness y filosofía (el otro, Aaron, es primatólogo).
Sandel recibió a Babelia una silenciosa tarde de mediados de septiembre, tres días antes de que el mundo conmemorase la primera década desde la caída de Lehman Brothers y la profunda crisis económica que siguió a esta. “Este aniversario ha servido para certificar una oportunidad perdida”, se lamentó el profesor. “Cuando aquello pasó, muchos pensamos que había llegado el momento de repensar el papel de los mercados. Nos prometieron reinventar el capitalismo, pero no lo hicieron”. ¿Es posible humanizarlo al menos? “Creo que deberíamos debatir cómo reconciliar el sistema con los valores cívicos de una sociedad justa, partiendo de la certeza de que el neoliberalismo de las últimas tres o cuatro décadas fue el causante de aquel desastre. Un capitalismo sin regular genera desigualdad, destruye las comunidades y despoja de su poder a los ciudadanos. Fomenta una ira de la que acaba siendo víctima la democracia, como hemos visto con la elección de [Donald] Trump, con el Brexit o con el auge de los nacionalismos xenófobos en Europa”.
“La distracción es el gran enemigo del saber”, dice para explicar que prohíba los ordenadores en clase
El último intento de Sandel de sacar el pensamiento de las aulas toma la forma de una serie de cinco capítulos de producción holandesa titulada El gran debate, que acaba de estrenar en español la plataforma audiovisual online Filmin. En ella, el profesor toca cinco temas de nuestro tiempo —inmigración, robotización, discriminación, desigualdad y privacidad— junto a un grupo de 20 jóvenes de la más diversa procedencia: entre otros, hay artistas de cabaré, raperos, exfutbolistas e ingenieras en robótica. La mecánica se parece bastante a una de sus clases. Él lanza preguntas sobre la desigualdad, la crisis migratoria, el sueldo de Cristiano Ronaldo o esos coches que se conducen solos, y los demás confrontan ideas. El escenario es el santuario de Anthiarus, a una hora y media de Atenas, “no muy lejos de donde nació la democracia y la filosofía occidental”, explica Sandel al principio de cada capítulo. “Son tiempos difíciles. Tenemos que encontrar la manera de razonar juntos sobre cuestiones morales difíciles”, añade a continuación.
Sandel ya ha grabado una segunda temporada de la serie holandesa en la estación de trenes de Haarlem. “De fondo, se ve a la gente ir y venir absorta en sus asuntos cotidianos. Es nuestra manera simbólica de decir que la filosofía guarda una fuerte relación con la vida actual, que no es un asunto abstracto o académico”. ¿No teme con esas puestas en escena ser criticado por banalizar el pensamiento? “No, si en ese trayecto no se sobresimplifican o se distorsionan los mensajes… En el fondo, se trata de un método de larga tradición. Sócrates no daba sus conferencias desde un púlpito, ni siquiera escribió libros o artículos. Y sin embargo, conseguía interesar a los atenienses en los debates de ideas”.
Su éxito podría encuadrarse en cierta corriente actual de pensadores virales de distinto signo y parecido verbo directo que acumulan clics cuando los medios de comunicación les dan voz y son reclamados lo mismo por las élites del Foro Económico de Davos que por un pequeño festival de las ideas. Se diría que el público acude a ellos en busca de herramientas prácticas con las que manejarse en un mundo en permanente cambio. “Es importante, con todo”, aclara Sandel, “que no se tome la filosofía como quien compra un libro de autoayuda. Eso sí sería banal. Significaría asumir que el único asunto del que se ocupa la filosofía es el yo, cuando es obvio que va mucho más allá. Veo que hay un tremendo interés por entender, que no para de crecer entre la gente corriente y también y sobre todo entre los jóvenes. Yo lo achaco a que el discurso público está totalmente desprovisto de ideas y a que el sistema educativo tampoco fomenta los debates”.
Ese interés justificaría su enorme seguimiento en Internet, que puede contemplarse también como una historia de éxito de la educación en línea, de la que es pionero. “Aunque nada iguala”, advierte, “el aprendizaje cara a cara. Cada nueva tecnología promete aumentar el diálogo y el entendimiento. Fue así con la televisión, la radio o el telégrafo. Y a la euforia siempre sucedió el mismo sentimiento de decepción al comprobar que las tecnologías acaban sometidas a la lógica de la compraventa y la publicidad”.
En su curso sobre mercado y moral pregunta si es justa la reventa de entradas para un concierto de Beyoncé
Y eso afecta también a nuestra privacidad, asunto al que Sandel, que no tiene Twitter ni Facebook, dedica uno de los capítulos de El gran debate. “Ha habido mucha discusión sobre el tema”, explicó en la entrevista, celebrada en una semana en la que la amenaza que para la democracia representa Facebook copaba las portadas de las revistas políticas. “Aunque no hemos reconocido la extensión real del problema. Lo que más me intriga es que a la gente no parezca importarle. Yo encuentro tres explicaciones: o bien no se dan cuenta de la mucha información que comparten al firmar sin leer esos contratos de uso de las redes sociales, cuya letra pequeña es demasiada letra y demasiado pequeña; o tal vez no saben lo que realmente hacen las compañías con esa información; o quizá lo saben pero no les importa. En cualquiera de los tres casos es un asunto de suma gravedad”.
Este y otros temas saldrán seguramente a relucir el próximo sábado en un encuentro con estudiantes en la Universidad de Oviedo. Será al día siguiente de recibir el Princesa de Asturias, en cuya nómina de galardonados figuran intelectuales como Mary Beard, Martha C. Nussbaum o Tzvetan Todorov. Cuando supo de la concesión del premio, el profesor se congratuló por que la distinción llegara precisamente de España. Su esposa, la también profesora de Harvard Kiku Adatto, es de origen sefardí (de ahí el apellido, el nombre se lo pusieron por haber nacido en la ciudad japonesa de Yokohama) y se prepara para acogerse a la ley de 2015 que permite acceder a la nacionalidad española a los descendientes de judíos expulsados. “Su familia tiene raíces en Sevilla”, aclara el filósofo, “de allí salieron en 1492. Se instalaron en Estambul. Luego dieron el salto a EE UU. Han preservado las tradiciones, también el ladino”. Vistos los antecedentes, Sandel no descarta mudarse a vivir a España cuando se retire.
TITULO: DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - “En nuestra civilización las mujeres pueden crear vida, pero no arte”,.
DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - “En nuestra civilización las mujeres pueden crear vida, pero no arte”, fotos.
“En nuestra civilización las mujeres pueden crear vida, pero no arte”,.
"¿Si yo fuera como un hombre en todo salvo en mi cuerpo / te comprendería ahora por completo?”, entona Calvi en los primeros versos del disco. “Siempre me han interesado y he vivido con pasión esos temas, es normal que afloraran en mis letras, aunque esta vez me propuse escribir de forma más directa, no tanto entre líneas. Quería contar historias y, a la vez, transmitir una sensación de búsqueda de libertad”.
Un deseo reflejado en la música: “Con un sonido algo más crudo y salvaje, para el que Nick Launay se antojaba perfecto en la producción por su facilidad para hacerlo sentir orgánico. Lo había ya demostrado con los Bad Seeds”, alega Calvi. Y no solo con la banda de Nick Cave, también con otro de los proyectos del australiano, Grinderman, a los que teloneó en 2010. De dicho entorno surgió uno de los colaboradores estelares del álbum: el bajista de ambos grupos, Martyn P. Casey (“un músico increíble, fue asombroso poder contar con él”). El otro plus de prestigio lo aporta Adrian Utley, el multiinstrumentista de Portishead. “Deseaba ese sonido especial de sus teclados [sintetizadores analógicos, mellotron…], los preciosos paisajes sonoros que teje”, precisa.
Calvi define su nueva entrega como el desarrollo de “una utopía”: “Imaginarme, gráficamente, amando sin la carga que te inculcan de pequeña, esa copla de que ser homosexual es algo horrible”. El corte de cierre, Eden, alude a ello. “Una primera vez con una mujer sin evitar pensar: ‘¿cómo van a reaccionar mis amigos?". Y hay un par de canciones donde dinamita rancios estereotipos femeninos. “Porque soy un Alfa / yo divido y conquisto”, canta en Alpha. O el texto de la propia Hunter: “Nada perdura, nada perdura / ahora quiero jugar, quiero jugar / un sabor más, una vez más.
Pese a que la obra se grabó en los muy londinenses estudios Konk, propiedad de The Kinks (“de aspecto antiguo pero sonido genial”), no deja de tener lazos con Francia en su gestación. En buena parte del lustro transcurrido desde el álbum anterior (“mi sello nunca me apremió”), Calvi vivió en Estrasburgo con su novia francesa. “Y aunque estemos de vuelta en Londres, después de tres años juntas, no dejo de verlo como un segundo hogar”. Ya su primer eslabón artístico poseía conexión gala: un cover de Jezebel, éxito para Édith Piaf en 1951 (meses antes para Frankie Laine). Y no hace mucho, versionó en un EP en vivo a Christine And The Queens. “Creo que es muy inteligente en todas las cosas que hace”, afirma sobre la artista de Nantes.
Otra cosa es la influencia de su padre, italiano: “Solía poner ópera cuando yo era muy joven. Y quizá de ahí vengan el apasionamiento y romanticismo míos en lo musical, de la identidad mediterránea. Yo veía lo inglés como algo más tenso e irónico, con lo que no me identificaba”. La ópera, al margen de ciertos registros de su garganta, se ha convertido en un nuevo campo de operaciones tras componer The Sandman, a partir de un relato corto del escritor E.T.A. Hoffmann. De la puesta en escena se encargó el año pasado Robert Wilson. “Nos llevamos bien, aunque al principio estaba acongojada, su aureola intimida un poco”.
Ella, en cualquier caso, conoce lo que es tratar con luminarias: Brian Eno colaboró en su primer álbum y David Byrne, en el EP de versiones Strange Weather (2014). “Ambos comparten un entusiasmo real por la música, y la curiosidad por abordar cosas nuevas. Me resultó una actitud muy inspiradora”. Eno fue quien soltó la frase lapidaria sobre Anna: “Lo mejor desde Patti Smith”. Y al producir Rob Ellis (colaborador de PJ Harvey) su debut, surgieron las comparaciones habituales. “En el fondo, todo proviene de una civilización que ve la creatividad femenina como algo exótico y que se basa en la idea de que las mujeres pueden crear vida, pero no arte. Espero que eso esté cambiando de algún modo”.
TITULO: Las rutas Capone - Comarca Saja-Nansa,.
El programa visita las Cuevas del Soplao, pesca con Luis y su hermano Toño a bordo del 'Madre Mª Luisa', y conoce el trabajo centenario de los alberqueros y las rederas. Para terminar, Roberto cocinará para los pescadores con San Vicente de la Barquera y el Mar Cantábrico de fondo.

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