La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA - El Campus Calderón echa a rodar en Badajoz ,. / RADIO - TELEVISION - EL TRANVÍA DEL TIEMPO - Álvaro Clausí, octavo fichaje del Villanovense. / Adivina qué hago esta noche -Xavier ,./ El escarabajo verde -El gorrioncillo valiente,.
TITULO:
La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA -El Campus Calderón echa a rodar en Badajoz ,. La
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El Campus Calderón echa a rodar en Badajoz,.
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Cerca de 200 deportistas de toda España disfrutan ya de la XIII edición
del Campus Calderón en Badajoz. Un año más el deportista extremeño más
internacional, José Manuel Calderón, es el anfitrión durante una semana
de diversión, baloncesto y convivencia. El campus está organizado por la
Fundación José Manuel Calderón.
A las 11.00 de la mañana comenzaron a llegar los
campistas a la Rucab para enfundarse las equipaciones y comenzar a
agarrar los primeros balones. De ahí fueron a La Granadilla para la
presentación y empezar a entrenar. La magia de la NBA vuelve de nuevo a
la región en un evento especial y único en Extremadura. Cerca de 3.000
deportistas han pasado ya por este campus, llegados incluso de países
como Portugal y Reino Unido.
Una
de las novedades de este año será la visita el próximo viernes de otra
estrella de la NBA, Willy Hernangómez, pívot madrileño de los Charlotte
Hornets.
El Campus Calderón seguirá apostando por la inclusión a través
del deporte, por lo que este año también habrá un grupo de chavales
discapacitados que convivirán con los otros chicos y entrenarán gracias
al acuerdo con la Fundación CB e Ibercaja Obra Social.
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- TELEVISION - EL TRANVÍA DEL TIEMPO -Álvaro Clausí, octavo fichaje del Villanovense. ,. ,
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Álvaro Clausí, octavo fichaje del Villanovense,.
El
centrocampista de 26 años llega del Rápido de Bouzas y tiene un perfil
más defensivo, ya que puede jugar de central o de lateral derecho,.
El Villanovense suma más efectivos a la medular con el
fichaje de Álvaro Clausí Marín, alicantino de 26 años que llega
procedente del Rápido de Bouzas. «Mediocentro defensivo con amplia
experiencia en Segunda B, posee largo recorrido y alcance, capaz de
dominar las dos áreas y fuerte a balón parado aporta mucho trabajo y
solidaridad en la medular», lo definía el Villanovense ayer en un
comunicado. Ese perfil defensivo hacer que Álvaro también pueda jugar en
la posición de central e incluso como lateral derecho de forma puntual.
Comenzó como futbolista formándose en la cantera del
Alicante, siendo jugador en etapa juvenil en el Hércules y debutando con
el equipo senior en Segunda División. En la temporada 2013/2014
participó en el CD Alcoyano de Segunda B. Permanecería durante dos
temporadas en el filial del Real Mallorca una de ellas en Segunda B y
otra siendo campeón del grupo balear.
Ya
en la temporada 2016/2017 estuvo en el CE Sabadell, también en
categoría de bronce, para recalar después en el CD Eldense hace dos
temporadas en la Tercera División valenciana y el pasado curso compartir
temporada en Segunda B con el Ontinyent y Rápido de Bouzas. En total
fueron 21 los partidos que disputó la pasada campaña en ambos equipos.
El
centro del campo del equipo que dirigirá esta temporada Pepe Masegosa
empieza así a tomar forma y cuenta ya con Ángel Pajuelo, José Ángel,
Viñuela, Óscar Martín y Juampe, cada uno con un perfil diferente para
ofrecer alternativas al técnico sevillano.
Con Pawel en portería,
Javi Sánchez, Juanjo Neiva, Tapia y Mario Begines en defensa, además del
citado centro del campo, la línea ofensiva espera aún nuevas llegadas y
cuenta hasta el momento con el ex canterano Matheus para la próxima
temporada.
TITULO: Adivina qué hago esta noche - Xavier .
Lunes -8- Julio a las 22:55 por La Cuatro, foto.
Xavier se la juega y duplica el premio: Se lleva 60.000 euros y se lo dedica a su abuela,.
Su valentía le ha hecho duplicar el premio
Xavier ha llegado a 'Adivina qué hago esta noche'
con un único objetivo: Llevarse el premio suficiente para poder
rehabilitar la casa de su ya fallecida abuela. Tras llegar a la 'ronda
final' con 30.000 euros, Xavier ha decidido jugárselo todo a una única
carta para tratar de doblar el premio. Con muy buen tino, el concursante
ha acertado que Marta Romero baila danzas polinesias y se ha ido a casa
con 60.000 euros.
TITULO: El escarabajo verde -El gorrioncillo valiente,.
El gorrioncillo valiente,.
Cada
vez se acercan más a los humanos porque han aprendido que si no se
espantan obtendrán alimentos. Lo que estos pájaros desconocen es que la
comida basura perjudica su salud,.
fotos / Antes
eran las palomas. Nos sentábamos en la terraza de un bar y aparecían
ellas dispuestas a buscar comida entre nuestros pies o asaltar las mesas
recién abandonadas, aún con los restos del desayuno. Ahora siguen
llegando, pero no están solas. Ya no son las únicas que buscan alimento
en nuestras sobras. Se les ha unido el club de los gorriones. El Passer domesticus es pequeño, muy ágil, persistente e inteligente. Tampoco es que necesite mucha más presentación porque es una de las aves más comunes que existen. Es un pájaro que hemos visto toda la vida;
se podría decir que nos ha acompañado desde nuestro nacimiento, que
forma parte de nuestro paisaje vital, de nuestros recuerdos visuales y
auditivos, y también que nos resulta mucho más simpático que las
palomas. Se les ve tan frágiles y vulnerables que despiertan un difuso instinto maternal. Dan ganas de cuidar a los gorriones. O daban.
Vamos
a la terraza del mismo bar, nos disponemos a sentarnos en una silla y
nos detenemos ante la visión de un reguero de excrementos en el
respaldo. Apoyamos la mano en la mesa para mirar mejor y sentimos algo
resbaladizo bajo la palma. Hemos aplastado un montoncito de los mismos
excrementos, todos ellos producidos por nuestro amado gorrión.
Cada vez se acercan más a nosotros; es como si nos hubieran perdido el respeto y no les diéramos miedo. Hace
años estos pequeños pájaros solo se dejaban observar a distancia; en
cuanto nos acercábamos a ellos huían volando, pero su actitud ha
cambiado. En vez de escapar, se posan en el respaldo de una
silla, a medio metro escaso de distancia, y ahí se quedan, a la espera
de que caiga algo mientras miran a su proveedor de alimentos con la
cabeza ladeada. A veces da la impresión de que están por todas partes,
de que nos tienen rodeados.
Hace unos 10.000 años, los gorriones
se dieron cuenta de que junto a nosotros la vida les era más fácil.
Desde entonces nos han seguido a todas partes y han desarrollado una
relación de dependencia con los humanos tan estrecha que es casi
imposible hallar este tipo de pájaros lejos de los núcleos habitados por
el hombre. A diferencia de las zonas rurales, en las urbanas hay mucha más comida y menos depredadores. Además, caen bien y algunos parecen saberlo. «En
las ciudades, sus distancias de huida son más pequeñas que en el medio
natural, se han acostumbrado a estar más cerca de nosotros, lo que para
ellos es una ventaja adaptativa», explica Beatriz Sánchez,
responsable de Biodiversidad Urbana de SEO Birdlife. Los gorriones se
han percatado, por ejemplo, de que cuando un humano pasa cerca de su
nido les trae cuenta soportar su cercanía. Cuanto más resistan sin
escapar, más tiempo podrán pasar protegiendo a sus pollos.
En su proceso de adaptación, saben también que el mundo es de los audaces.
«Los individuos más osados, los que aguantan la presencia humana sin
espantarse, viven más y tienen más descendencia que los tímidos»,
dice Mario Díaz, ornitólogo del Museo Nacional de Ciencias Naturales.
En el mundo de los gorriones, la valentía sale rentable. «El que aguanta
más, tiene más tiempo para encontrar comida; los que se espantan,
acaban muriendo de hambre».
El proceso de selección está en marcha. Los
pollos aprenden de sus padres que permanecer junto a los humanos es
beneficioso para ellos y resisten más segundos sin escapar,
pero aún es pronto para saber si acabarán tomándose tantas confianzas
como las palomas. Quizá nunca se sepa, porque puede que sea tarde para
comprobarlo.
Sin insectos
En su mayor cercanía con el
hombre está su éxito, pero también su fracaso. Los gorriones son
granívoros, aunque tampoco les hacen asco a los bichos. Durante
la época de cría, deben encontrar cantidades significativas de insectos
para alimentar a sus polluelos y darles así las proteínas necesarias
para desarrollar sus músculos y plumas lo antes posible. Es un
objetivo cada vez más difícil de lograr en las ciudades, donde la falta
de zonas verdes o el uso excesivo de plaguicidas fitosanitarios han
mermado considerablemente la población de insectos.
A falta de otra cosa que llevarse al pico, los gorriones recurren a lo que tienen más a mano, que somos nosotros. «Toman comida procesada, que está perjudicando su salud», se lamenta Mario Díaz.
En terrazas, calles y papeleras han encontrado un supermercado repleto
de pan, bollos, azúcar, pizzas..., los restos que vamos dejando los
humanos. Son los pájaros más atrevidos los que se llevan la mejor parte
de estos alimentos, sin saber que, con este triunfo adaptativo,
perjudican a los suyos. «Están alimentando a sus pollos con comida basura y, aunque se desarrollen, su condición física es peor», asegura Beatriz Sánchez.
Frágil equilibrio
Incomodidades urbanas
Pese a que la ciudad es
un buen refugio para los pájaros, también es un lugar que les puede
resultar incómodo. El ruido del tráfico está perjudicando a las aves
urbanas, cuyos machos tienen que modificar su canto para que se les oiga
durante la época de celo. La contaminación lumínica, acrecentada con
las luces led, también está cambiando sus ciclos vitales. Para ellos no
hay día ni noches.
132
millones es la población
estimada de gorriones en España. En 1998 se calculaba que su número
ascendía a 163 millones. Entre 2008 y 2018, la especie ha experimentado
un descenso poblacional del 21%. En ciudades como Londres o Bruselas
están casi extintos.
Exterminio en China
En 1958, el Gobierno de
Mao Zedong puso en marcha una campaña para acabar con los gorriones, a
los que se acusaba de comerse el grano de las cosechas en China. Su
exterminio trajo consigo grandes plagas de langostas, que entre los años
1959 y 1961 arrasaron los cultivos y mataron de hambre a entre quince y
treinta millones de personas.
En un reciente estudio sobre el gorrión común, SEO Birdlife menciona a los investigadores que han llegado a la conclusión de que
la excesiva ingesta de restos de comida humana «parece no aportar a las
aves la cantidad necesaria de nutrientes esenciales como ácidos grasos,
vitaminas o minerales». Este efecto, sostienen, «es peor en el
caso de las crías, ya que, al igual que ocurre con el crecimiento, se
sabe que un déficit de alimentos ricos en antioxidantes durante el
desarrollo compromete el funcionamiento de sus defensas en la vida
adulta».
La mala alimentación es uno de los motivos que parecen
explicar el alarmante declive de la población de gorriones en toda
Europa. En Londres han desaparecido entre el 90 y el 95% de los individuos de esta especie, al igual que en Glasgow, Edimburgo y Dublín.
En ciudades como Bruselas, Amberes, Gante o Hamburgo, estos pájaros
están casi extintos y su número ha disminuido drásticamente en Berlín,
París y Praga. Según SEOBirdlife, se estima que, entre 2008 y 2018, «la
especie ha sufrido un descenso poblacional del 21%, lo que implica unas
pérdidas del orden de 30 millones de aves en tan solo una década».
Emigración
No
se conocen muy bien los motivos, pero hay una lista de candidatos. «El
aire de las ciudades está más contaminado, las calles están en general
cada vez más limpias, con menos basura, y hay menos insectos en los
parques», enumera Mario Díaz. Beatriz Sánchez añade a esta lista los
nuevos diseños arquitectónicos de las ciudades. «Muchos edificios son de
cristal o planchas de cemento y cuando se rehabilitan los inmuebles
antiguos se tapan todos los huecos para mejorar su eficiencia
energética. Los gorriones cada vez encuentran menos lugares donde
anidar». Para huir del desastre, muchos han optado por
emigrar desde los núcleos urbanos hasta la periferia, donde ya han
comenzado a dar problemas. «Se han desplazado a las áreas
industriales, a lugares donde hay instalaciones de logística
alimentaria», revela Jonás Sánchez, portavoz de la Asociación Nacional
de Empresas de Control de Plagas (Anecpla), cuyos miembros atienden un
creciente número de llamadas de empresas asediadas por los gorriones. «Los
excrementos se acumulan en zonas donde se almacena pan de molde, arroz o
azúcar, y son un peligro para la salud. Además, anidan bajo las tejas y
acaban levantándolas», argumenta Sánchez.
La solución no
pasa por acabar con los pájaros, sino por «retirar sus nidos o taparlos
tras la cría para que no vuelvan a ser ocupados y buscar otras zonas
donde puedan ir y tenerlos vigilados. No se trata de hacer desaparecer una especie, sino de convivir con ella, de buscar un punto de equilibrio», recalca el portavoz de Anecpla.
Las
cifras del declive son preocupantes, pero no lo parecen tanto desde la
terraza de un bar a la hora del aperitivo. Allí abundan los gorriones,
no dan la sensación de ser una especie en retroceso, pero es que tampoco
tienen muchos más lugares donde ir. «Como tienen menos recursos, acaban
acumulándose a nuestro alrededor», apunta Beatriz Sánchez. Mario Díez
lo expresa de otro modo. «Los gorriones no tienen opción de irse de las
ciudades, no saben vivir sin nosotros». De alguna manera, somos los
barrotes de una jaula cada vez más pequeña. A su vez, ellos son una
especie de termómetro que anuncia el futuro que nos aguarda. «Lo
más preocupante es que sospechamos que los factores que causan el
declive de los gorriones también están afectando a los humanos», advierten los expertos.
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