La noche encendida,.
'La noche encendida' no será solo un programa de charlas, espectáculo, música, comedia, sorpresas e invitados, presentado por Pedro Ruiz, por La 2,foto,. etc,.
Un año de una desgracia evitable,.
Listerioris en Andalucía,.
El brote de la carne mechada de Magrudis dejó 218 afectados y cuatro muertos,.
El hastío del plácido verano de 2019 se rompió bruscamente el 15 de agosto, cuando Andalucía declaró una alerta sanitaria por listeria monocytogenes vinculada a la carne mechada de la empresa sevillana Magrudis. Con 218 afectados, cuatro fallecidos y cinco abortos
se convirtió en el mayor caso de esta infección alimentaria registrado
en Europa y uno de los más importantes del mundo. Los datos descubiertos
con la investigación judicial, que llevó a prisión preventiva a los responsables de compañía,
dejaron al descubierto una cadena de irregularidades y evidenciaron los
controles laxos en materia de empresas alimentarias. Un año después,
desde Facua-Consumidores en Acción son claros respecto a si se ha
aprendido la lección: «No se han acometido las reformas al nivel que tocaban».
Junto con la salmonela, la listeriosis es una de las infecciones alimentarias más comunes. De hecho, la tendencia de casos en todo el mundo es al alza, y raro es el año en el que no se detecta un foco, generalmente de pocas personas y casi siempre en el entorno familiar. Sin embargo, la listeria provoca terror en los servicios sanitarios por cuanto la bacteria es difícil de detectar en los productos contaminados, ya que no cambia su sabor o su olor y, además, es capaz de sobrevivir en temperaturas extremas, especialmente en ambientes refrigerados como la nevera. Por si fuera poco, su capacidad de incubación alcanza los 70 días, lo que complica la identificación de cualquier foco, el primer paso para resolverlo.
Pese a estos elementos, el coordinador del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Andalucía, Nicola Lorusso, subraya que la capilaridad de la red andaluza permitió situar rápidamente el origen en la carne mechada de Magrudis. La misma red que permitió fajarse en los rastreos tan conocidos ahora por el coronavirus. «Se detectó muy rápido, y la respuesta fue temprana, en pocos días ya no había casos nuevos, salvo los de gente que ya lo había consumido, y el producto se había retirado del mercado», señala. «Fue un accidente muy grave que no refleja la generalidad de los casos».
Los expertos, sin embargo, cuestionaron esa rapidez, por cuanto en julio ya se detectó un aumento de intoxicaciones alimentarias. La batalla política estaba además servida, ya que en los primeros compases del brote la Junta de Andalucía alabó a Magrudis, origen del foco, como «una empresa ejemplar y colaboradora». La investigación judicial, que llevó a prisión preventiva durante seis meses a los dos dueños de la empresa, José Antonio Marín (gerente), y su hijo Sandro (administrador) por delitos contra la salud pública y tres homicidios por imprudencia grave, y los datos desvelados por Facua, se encargaron de tirar por tierra esas afirmaciones.
Según se demostró posteriormente, en febrero de 2019 la empresa ya conocía que sus productos estaban contaminados desde al menos Navidad, pero no paró la producción ni avisó a las autoridades sanitarias para retirarlos del mercado. Incluso trataron de ocultar el listado completo de productos que distribuían, de forma propia o con marcas blancas, Los informes toxicológicos confirmaron que la carne contaminada superaba entre «3.700 y 149.900 veces la contaminación máxima tolerable» de esta bacteria.
El elemento más llamativo, no obstante, es cómo se pudo llegar a ese punto, sobre todo teniendo en cuenta que Magrudis inició su actividad sin licencia y durante cinco años fabricó y vendió sus alimentos procesados sin cumplir los requisitos administrativos, desde una nave clandestina en un polígono que reformó también sin permiso.
Para Rubén Sánchez, portavoz de Facua, no funcionaron ni los controles del Ayuntamiento de Sevilla ni los de la Junta de Andalucía. «Las pocas inspecciones que se hacían no se hicieron bien, como prueba que una veterinaria municipal (encargada de las inspecciones) esté imputada en el caso», subraya.
Los especialistas en enfermedades infecciosas apuntaron que el brote debería servir para revisar las medidas de seguridad alimentaria. Pero Sánchez lamenta que, pese a las irregularidades demostradas por Magrudis, que fio todo a sus autocontroles, «la tendencia es precisamente a avanzar en la autorregulación de las empresas alimentarias, dejando en sus manos los controles tanto en número como en calidad».
Y lamenta que, por ejemplo, no se hayan puesto en marcha protocolos municipales para mejorar las inspecciones a empresas de este sector o que tampoco se haya modificado la ley de seguridad alimentaria «para incluir seguros de responsabilidad civil acorde al volumen de negocio». «No se quiere aprender la lección ni tener el mercado más controlado», zanja.
Junto con la salmonela, la listeriosis es una de las infecciones alimentarias más comunes. De hecho, la tendencia de casos en todo el mundo es al alza, y raro es el año en el que no se detecta un foco, generalmente de pocas personas y casi siempre en el entorno familiar. Sin embargo, la listeria provoca terror en los servicios sanitarios por cuanto la bacteria es difícil de detectar en los productos contaminados, ya que no cambia su sabor o su olor y, además, es capaz de sobrevivir en temperaturas extremas, especialmente en ambientes refrigerados como la nevera. Por si fuera poco, su capacidad de incubación alcanza los 70 días, lo que complica la identificación de cualquier foco, el primer paso para resolverlo.
Pese a estos elementos, el coordinador del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Andalucía, Nicola Lorusso, subraya que la capilaridad de la red andaluza permitió situar rápidamente el origen en la carne mechada de Magrudis. La misma red que permitió fajarse en los rastreos tan conocidos ahora por el coronavirus. «Se detectó muy rápido, y la respuesta fue temprana, en pocos días ya no había casos nuevos, salvo los de gente que ya lo había consumido, y el producto se había retirado del mercado», señala. «Fue un accidente muy grave que no refleja la generalidad de los casos».
Baja mortalidad
Esa atención temprana, como subrayó en su momento la Junta, contribuyó a alcanzar la menor tasa de mortalidad (1,4%) frente a brotes similares del resto del mundo, donde rondó el 20%. La clave en ese sentido fue la adopción de nuevos protocolos en atención primaria y hospitalaria, que contaron con el beneplácito de numerosas sociedades médicas, y un tratamiento inmediato. De hecho, se controló a todas las embarazadas andaluzas en aquel momento, uno de los colectivos más vulnerables, y cerca de 2.000 recibieron antibiótico de forma preventiva. Además, se recurrió a la biología molecular para identificar otras cepas de toxiinfecciones en esos días y poder vincular casos al foco de Magrudis, evitando de forma más rápida que hubiera nuevos afectados.Los expertos, sin embargo, cuestionaron esa rapidez, por cuanto en julio ya se detectó un aumento de intoxicaciones alimentarias. La batalla política estaba además servida, ya que en los primeros compases del brote la Junta de Andalucía alabó a Magrudis, origen del foco, como «una empresa ejemplar y colaboradora». La investigación judicial, que llevó a prisión preventiva durante seis meses a los dos dueños de la empresa, José Antonio Marín (gerente), y su hijo Sandro (administrador) por delitos contra la salud pública y tres homicidios por imprudencia grave, y los datos desvelados por Facua, se encargaron de tirar por tierra esas afirmaciones.
Según se demostró posteriormente, en febrero de 2019 la empresa ya conocía que sus productos estaban contaminados desde al menos Navidad, pero no paró la producción ni avisó a las autoridades sanitarias para retirarlos del mercado. Incluso trataron de ocultar el listado completo de productos que distribuían, de forma propia o con marcas blancas, Los informes toxicológicos confirmaron que la carne contaminada superaba entre «3.700 y 149.900 veces la contaminación máxima tolerable» de esta bacteria.
El elemento más llamativo, no obstante, es cómo se pudo llegar a ese punto, sobre todo teniendo en cuenta que Magrudis inició su actividad sin licencia y durante cinco años fabricó y vendió sus alimentos procesados sin cumplir los requisitos administrativos, desde una nave clandestina en un polígono que reformó también sin permiso.
Para Rubén Sánchez, portavoz de Facua, no funcionaron ni los controles del Ayuntamiento de Sevilla ni los de la Junta de Andalucía. «Las pocas inspecciones que se hacían no se hicieron bien, como prueba que una veterinaria municipal (encargada de las inspecciones) esté imputada en el caso», subraya.
Responsabilidad civil
Esta imputación por prevaricación, de prosperar, conllevaría que el ayuntamiento podría ser declarado responsable civil subsidiario y asumir las indemnizaciones para los afectados, de los que 90 están personados con Facua. «Y hay muchos más afectados, pero la Junta no realizó análisis a muchas personas que presentaron síntomas similares, con lo que no se les puede vincular con el brote de Magrudis», aclara.Los especialistas en enfermedades infecciosas apuntaron que el brote debería servir para revisar las medidas de seguridad alimentaria. Pero Sánchez lamenta que, pese a las irregularidades demostradas por Magrudis, que fio todo a sus autocontroles, «la tendencia es precisamente a avanzar en la autorregulación de las empresas alimentarias, dejando en sus manos los controles tanto en número como en calidad».
Y lamenta que, por ejemplo, no se hayan puesto en marcha protocolos municipales para mejorar las inspecciones a empresas de este sector o que tampoco se haya modificado la ley de seguridad alimentaria «para incluir seguros de responsabilidad civil acorde al volumen de negocio». «No se quiere aprender la lección ni tener el mercado más controlado», zanja.
TITULO: La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA - Ciudades españolas Patrimonio de la Humanidad - Salamanca.
La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA -Ciudades españolas Patrimonio de la Humanidad - Salamanca . , fotos,.
Ciudades españolas Patrimonio de la Humanidad - Salamanca.
Salamanca es una de las ciudades con mayor tradición cultural y esplendor monumental. Durante siglos ha acumulado arte y sabiduria. No es una ciudad con universidad, sino un gran campus: una ciudad universitaria.
Es posible
que en el universo infinito
haya más planetas habitados
por especies inteligentes.
Nosotros solo conocemos el nuestro:
la Tierra.
Y a veces dudamos
de que seamos inteligentes.
(Música)
Por eso, quizá impresionados
ante el espectáculo de destrucción
en lo que fue llamada
Segunda Guerra Mundial,
los países del mundo decidieron
crear el 1945 la Unesco.
Organización de las Naciones Unidas
para la educación,
la ciencia y la cultura,
con la misión de salvar y conservar
lo mejor de la humanidad.
(Música)
40 años después,
el 6 de diciembre de 1985,
fueron declaradas en España
las primeras ciudades
Patrimonio de la Humanidad.
(Música)
(Música)
Salamanca despierta
grandes pasiones,
sentidas devociones
y eternos amores.
TITULO: RADIO - TELEVISION - EL TRANVÍA DEL TIEMPO - EL BOTIJO - Pinchar música,.
RADIO - TELEVISION - EL TRANVÍA DEL TIEMPO - EL BOTIJO - Pinchar música ,. , fotos,.
Pinchar música,.
Maratón de música contra el virus,.
DJ y capitán del Monterrubio. Rufino García recauda fondos para comprar material para el hospital de Don Benito después de marcarse el reto de pinchar durante todo un día,.
Eran las 10 de la noche del sábado cuando desde Monterrubio de la Serena empezó a sonar la música de Rufino García a través de sus redes sociales. Música con un fin solidario que no paró hasta 24 horas después y con una recaudación hasta ayer de casi 12.500 euros para colaborar en la lucha contra el coronavirus en el hospital Don Benito-Villanueva.
Rufino García es DJ, futbolista y, desde hace algún tiempo, también olivarero. Profesiones muy dispares con un denominador común: su personalidad. Comprometido y solidario dentro y fuera del terreno de juego, había pasado los últimos días pensando en cómo podía ayudar ante esta crisis sanitaria y encontró la respuesta en la música.
«Me llegaban noticias de la situación en la que está el hospital comarcal y, después de darle vueltas, pensé en qué podía hacer yo para ayudar y dar entre todos un ejemplo de solidaridad a los de arriba», esa reflexión, sumada a su pizca de locura, le llevó al reto de intentar pinchar música en directo durante 24 horas a través de Instagram. «Doce horas me parecían pocas y ni mis amigos pensaba que lo podía conseguir. Pero intenté aprovechar mi 'protagonismo' porque, aunque no soy David Guetta, me conocen en bastantes sitios por mi trabajo», explicaba a HOY mientras la recaudación sigue creciendo a través de la plataforma 'Go Fund Me'.
A sus 31
años, porta con orgullo desde hace varias temporadas el brazalete de
capitán del CD Monterrubio. Un líder en su equipo que esta vez se
enfrentaba a un reto individual por el que muchos no apostaban. «Estuve
24 horas haciendo simplemente lo que sé, pero tenía miedo de que la
gente no respondiera», reconoce con la voz ya recuperada, después de
despertar casi afónico tras la maratoniana jornada. Sin embargo, se
equivocaba en ese temor, pues ya antes de empezar la sesión había recaudado 2.000 euros.
Las cantidades, muchas de ellas anónimas, iban desde algunas de 10 euros a otras que llegaban a superar los 800. La Asociación de Mujeres 'El Pilar', el CD Monterrubio o el Coro Romero Entrejarales no han dudado en sumarse a esta causa solidaria en la que la música no dejó de sonar en ningún momento. Para ello contó además con la colaboración de los extremeños Aurelio Gallardo, JM Rodríguez y Jesús Moreno. Mientras tanto, él apenas paraba para comer allí en el estudio o ir al baño. «Por momentos me entró ansiedad y casi no veía las letras en la pantalla», aunque ver cómo subía la cifra le iba dando ánimos para seguir. «Durante las 24 horas me iban llegando datos de cómo iba creciendo y también me llegaban mensajes de ánimo, aunque pensaba que tendría un cuarto de hora para sentarme en el sofá, pero no estuve solo en ningún momento», prosigue sobre esa sesión que llegó a alcanzar un pico de 700 personas y que contó en todo momento con al menos medio centenar de espectadores siguiendo su música en directo.
Ahora, todo ese dinero recaudado se va a traducir en material sanitario, gracias también a la colaboración del Ayuntamiento de Monterrubio de la Serena y en coordinación con la gerencia del hospital comarcal, que no acepta donaciones económicas. Si bien, la plataforma que ha utilizado para las donaciones se lleva un tanto por ciento por la gestión. «Con ese dinero, que no es mío sino de todas las personas que han donado, se van a comprar materiales para un hospital que no sabemos si algún día vamos a tener que utilizar cualquiera de nosotros», explica el joven, que ha entablado conversaciones con el Consistorio de esta localidad pacense para gestionar las compras. Pero advierte, su intención es que el proyecto siga creciendo ya que la iniciativa seguirá activa en los próximos días para que aquellos que estén interesados puedan seguir haciendo donaciones. De momento, ya ha superado los 12.400 euros que se traducirán, en definitiva, en salvar vidas.
Rufino García es DJ, futbolista y, desde hace algún tiempo, también olivarero. Profesiones muy dispares con un denominador común: su personalidad. Comprometido y solidario dentro y fuera del terreno de juego, había pasado los últimos días pensando en cómo podía ayudar ante esta crisis sanitaria y encontró la respuesta en la música.
«Me llegaban noticias de la situación en la que está el hospital comarcal y, después de darle vueltas, pensé en qué podía hacer yo para ayudar y dar entre todos un ejemplo de solidaridad a los de arriba», esa reflexión, sumada a su pizca de locura, le llevó al reto de intentar pinchar música en directo durante 24 horas a través de Instagram. «Doce horas me parecían pocas y ni mis amigos pensaba que lo podía conseguir. Pero intenté aprovechar mi 'protagonismo' porque, aunque no soy David Guetta, me conocen en bastantes sitios por mi trabajo», explicaba a HOY mientras la recaudación sigue creciendo a través de la plataforma 'Go Fund Me'.
Recaudación
- 2.430 euros.
- 1 La iniciativa cuenta con más de 320 donantes a través de la plataforma 'Go Fund Me', en la que aún se pueden realizar donaciones dentro de la campaña 'COVID 19 - Rufino García', con aportaciones que van desde los 10 euros a los 840.
24 horas de solidaridad
Con la mesa de mezclas preparada y la camiseta de su equipo, comenzaban veinticuatro horas ininterrumpidas de música de un estilo comercial con ritmos latinos que le caracteriza, pero también con toques flamencos y otros estilos que amenizaran la cena, la madrugada o el despertar de los espectadores que tenía en cada momento del día. «También aproveché para enseñar a la gente este oficio, algunas veces mal visto, para que vieran cómo realizamos este trabajo», afirma Rufino, que realizó esta sesión en su estudio donde llegó a escuchar algunos aplausos, los de los sanitarios frente a ese estudio al que se acercaron en ambulancia para agradecerle esta iniciativa. «Fue emocionante, tanto personas de forma individual como familias, empresas y asociaciones aportaron su granito de arena haciendo donaciones, hubo incluso una persona que donó íntegramente su nómina», afirma aún emocionado, «no me lo esperaba así».Las cantidades, muchas de ellas anónimas, iban desde algunas de 10 euros a otras que llegaban a superar los 800. La Asociación de Mujeres 'El Pilar', el CD Monterrubio o el Coro Romero Entrejarales no han dudado en sumarse a esta causa solidaria en la que la música no dejó de sonar en ningún momento. Para ello contó además con la colaboración de los extremeños Aurelio Gallardo, JM Rodríguez y Jesús Moreno. Mientras tanto, él apenas paraba para comer allí en el estudio o ir al baño. «Por momentos me entró ansiedad y casi no veía las letras en la pantalla», aunque ver cómo subía la cifra le iba dando ánimos para seguir. «Durante las 24 horas me iban llegando datos de cómo iba creciendo y también me llegaban mensajes de ánimo, aunque pensaba que tendría un cuarto de hora para sentarme en el sofá, pero no estuve solo en ningún momento», prosigue sobre esa sesión que llegó a alcanzar un pico de 700 personas y que contó en todo momento con al menos medio centenar de espectadores siguiendo su música en directo.
Final emotivo
«El final fue emotivo para un trabajo de varios días, porque no son sólo las 24 horas que se vieron en directo. Pero este dinero no es mío, es de todos los que han estado y han colaborado». En ese final de la sesión, con 'La mujer de verde' de Izal sonando de fondo, se podía ver a Rufino García emocionado por lograr el reto.Ahora, todo ese dinero recaudado se va a traducir en material sanitario, gracias también a la colaboración del Ayuntamiento de Monterrubio de la Serena y en coordinación con la gerencia del hospital comarcal, que no acepta donaciones económicas. Si bien, la plataforma que ha utilizado para las donaciones se lleva un tanto por ciento por la gestión. «Con ese dinero, que no es mío sino de todas las personas que han donado, se van a comprar materiales para un hospital que no sabemos si algún día vamos a tener que utilizar cualquiera de nosotros», explica el joven, que ha entablado conversaciones con el Consistorio de esta localidad pacense para gestionar las compras. Pero advierte, su intención es que el proyecto siga creciendo ya que la iniciativa seguirá activa en los próximos días para que aquellos que estén interesados puedan seguir haciendo donaciones. De momento, ya ha superado los 12.400 euros que se traducirán, en definitiva, en salvar vidas.
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