MAS QUE COCHES - O´Ward, compañero de Alonso, el mejor del 'Carb Day',. / Para Todos La 2 - La crisis sanitaria ha hecho que la ciudad registre 1.776 parados más que hace un año,. / Gigantes de La 2 - Alfonso XIII, el exilio y la bullabesa que no fue,. Jueves -20- Agosto ,./ ¡ Atención obras ! - Cine - Cuando el cuerno suena,.
TITULO: MAS QUE COCHES - O´Ward, compañero de Alonso, el mejor del 'Carb Day',.
O´Ward, compañero de Alonso, el mejor del 'Carb Day',.
El mexicano de McLaren y motor Chevrolet fue el
más rápido en los últimos entrenamientos previos a la carrera con
Fernando 23º y Palou décimo.
foto / La historias famosa de los vasos. Medio lleno. Patricio
O'Ward, compañero e Fernando Alonso con el mismo coche logró ser el más
veloz en el llamado Carb Day, el último entrenamiento libre de este
viernes previo a la carrera de las 500 Millas de Indianápolis y
lo hizo con el mismo coche que lleva el asturiano. Medio vacío. Alonso
volvió a clasificarse muy atrás, el 23 con una velocidad de 222,680
millas por hora. Es decir, potencial hay, pero el español aún no ha
logrado explotarlo. Fernando terminó el ensayo con 72 vueltas y sin mayores problemas y sigue confiado en poder hacer una buena carrera,
pero es consciente e que no será nada fácil teniendo en cuenta cómo le
ha ido hasta ahora en los momentos previos, porque realmente, salvo en
los dos primeros libres, nunca ha logrado estar con los mejores.
Otra cosa es Álex Palou, que terminó décimo en el Card Day con buenas sensaciones y cada vez que se ha subido al coche ha demostrado poder estar en la batalla.
Tras O Ward, Scott Dixon, el líder de la Indy Car, y dos campeones en
20156 y 2017, Alex Rossi y Takuma Sato. Ahora ya solo queda el momento
de la verdad.
La crisis sanitaria ha hecho que la ciudad registre 1.776 parados más que hace un año,.
Los
15.385 desempleados que había a finales de julio están lejos de los
13.609 que contabilizaban las listas del Sexpe en el verano de 2019,.
En los primeros días de febrero de 2020 Badajoz recibió con optimismo
un dato de paro esperanzador. Enero había terminado con 672 desempleados
menos de los que tenía la ciudad sólo un año antes, lo que consolidaba
una tendencia positiva en las cifras de empleo. En esas fechas había en
la ciudad 14.601 personas inscritas en las oficinas públicas de empleo y
quienes todavía no podían trabajar mantenían la esperanza de encontrar
un empleo pronto.
Cinco meses después, la ciudad vive una
situación complicada. El coronavirus ha hecho estragos en el mercado
laboral y los últimos datos que se han conocido hablan de una
destrucción de casi 1.800 empleos.
El
aumento exacto en el número de parados es de 1.776. Ese es el aumento
que ha experimentado la cifra de desempleados entre el 31 de julio de
2019 y el 31 de julio de 2020. La razón de ese desplome se encuentra en
la grave crisis económica que ha generado el coronavirus.
Ese
dato interanual a doce meses es el que utilizan los analistas para
estudiar la evolución del mercado laboral. En realidad, el número de
parados se ha reducido en casi 1.000 personas desde finales de abril,
pero ese descenso no logró evitar que 31 de julio hubiera 1.776
desempleados más que en julio de 2019, por lo que la subida acumulada
durante esos doce meses se sitúa en el entorno del 13%.
El
porcentaje es malo, pero no puede olvidarse que el parón económico a
partir de marzo ha sido intenso y que la reactivación económica que se
inició al desaparecer las restricciones a la movilidad todavía no ha
dado frutos suficientes.
Hay que remontarse a finales de 2017
para encontrar unas cifras de paro similares. Ese ejercicio se cerró con
15.976 parados, por encima de los 15.385 desempleados que hay ahora.
Entonces la tendencia era muy favorable y las listas del paro siguieron
menguando. Eso permitió que Extremadura cerrara 2019 por debajo de los
14.000 desempleados, unos 1.423 menos que en la actualidad.
Construcción y servicios
Razones para la preocupación, hay; también motivos para la
esperanza. No se puede olvidar que entre abril y julio se redujo el paro
en casi 1.000 personas en número absolutos. En ese período el sector
que mayor influencia tuvo en la reactivación económica fue el de los
servicios, que tiene en la actualidad 824 desempleados menos que hace
tres meses (–6,77%).
Además, las estadísticas muestran que durante
el mes pasado la mejor evolución se dio en la construcción, donde hay
ahora 182 desempleados menos que a finales de abril (–15,81%).
También
la industria ha logrado reducir el número de parados (–10,88%) mientras
que la agricultura contaba a finales de julio con 70 desempleados más
que a finales de abril, un dato que tiene que ver con la finalización de
algunas de las campañas agrícolas.
En todo caso, esas cifras
deben ser observada con cautela puesto que en los datos del Sexpe no se
incluye a las personas que todavía hoy están afectados por algún
Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y que confían en
recuperar su actividad laboral cuando la situación de su empresa mejore.
Baja más entre los hombres
Otro dato significativo es el que hace referencia al sexo de los
desempleados. El paro se ha reducido desde finales de abril más entre
los hombres (–8,59%) que entre las mujeres, donde la bajada es del
2,61%.
La explicación está en la menor incidencia que tuvo la
pandemia en el empleo femenino, que en su mes más duro (del 1 al 30 de
abril) disparó el paro masculino en el 13% mientras que entre las
mujeres sólo se experimentó una subida que se situó en el 7,48%.
TITULO:
Gigantes de La 2 -Alfonso XIII, el exilio y la bullabesa que no fue ,. . ,Jueves -20- Agosto ,.
Gigantes de La 2 - Programa de entrevistas, de cincuenta minutos de duración y emisión semanal, para La 2 Jueves -20- Agosto,. - 23:50 de Televisión Española. Presentado por Mari Cruz Soriano,.
Alfonso XIII, el exilio y la bullabesa que no fue
Alfonso XIII fotografiado al desembarcar en Marsella el 15 de abril de 1931y plato de bullabesa.
Es
falso que tras el triunfo de la Segunda República el rey anduviera más
preocupado por comer sopa bullabesa en Marsella que por su propia
familia o por la situación política que dejaba atrás en España,.
Tras
la polémica salida del rey emérito de España y los rumores (ahora
confirmados) de su viaje a Emiratos Árabes Unidos no han faltado quienes
tiraran de archivo para comparar la situación actual de Juan Carlos de
Borbón con la de su abuelo Alfonso XIII. También él se fue
precipitadamente del país y no por falta de escándalos económicos o de
líos de faldas, sino por la proclamación de la Segunda República el 14
de abril de 1931.
Esa misma tarde el rey Alfonso XIII (1886-1941)
cogió las maletas y salió de Madrid para nunca más volver. Entonces no
lo sabía, pero desde entonces hasta su muerte en Roma diez años después
no pondría nunca de nuevo el pie en España. Don Alfonso no fue quizás
una persona ejemplar y desde luego tampoco el mejor monarca posible,
pero le persigue una injusta y falsa leyenda que durante estas últimas
semanas ha vuelto a salir a relucir para, supongo, probar su inmoralidad
y de paso ciertos paralelismos con su nieto. No sabemos qué estará
comiendo don Juan Carlos en Abu Dabi, pero seguro que no ha podido
probar una sopa bullabesa como la que desde hace décadas se atribuye al
capricho de su abuelo recién salido al exilio. Se suele dar por bueno el
cuento de que cuando abandonó el país en barco rumbo a Francia, lo
primero que hizo el rey destronado al bajar a tierra en Marsella fue
embaularse una tradicional bullabesa de pescado
en este puerto provenzal. Lo escandaloso no es que el rey comiera ni
que la desgracia no le hubiera quitado el apetito, sino que
supuestamente hizo remover Roma con Santiago para conseguir que le
sirvieran su capricho a deshoras, más ocupado en satisfacer sus deseos
que en pensar en su país, en su papel institucional o en su mujer e
hijos, que se habían quedado en Madrid a a espera de coger un tren en
dirección a París.
La
historia de la bullabesa real se ha repetido por activa y por pasiva,
pero hasta ahora nadie ha dado datos o citas que la fundamenten. La
contó por vez primera –que yo sepa– en 1998 María Emilia González
Sevilla en su libro 'A la mesa con los reyes de España', explicando que
«cuando Alfonso XIII abandonó España desde Valencia, rumbo a París,
desembarcó en Marsella como primera etapa de un vieja sin retorno. Allí
él y su mayordomo el duque de Miranda buscaron alojamiento en el mejor
hotel de la ciudad. Pero no había habitación. Don Alfonso se identificó
como el rey de España y el conserje, abochornado e ignorante de que
estaba ante un rey exiliado, se disculpó y les asignó unas habitaciones
que mandó desalojar y habilitar de inmediato. Pero Alfonso XIII lo que
deseaba en ese momento era almorzar una bullabesa, antojo que le confesó
al de Miranda. Como a la puerta del hotel empezaron a concentrarse
algunos periodistas enterados de la llegada del monarca a la ciudad y de
la situación en España, Alfonso XIII y sus acompañantes salieron del
hotel por una puerta de servicio y consiguieron llegar al restaurante
del puerto y almorzar su ansiada sopa de pescado». Ojo aquí porque el
rey no salió de España desde Valencia, sino desde Cartagena en la
madrugada del 14 al 15 de abril. Tampoco llegó a Marsella sin saber en
dónde se alojaría: tal y como cuenta la prensa de la época al
desembarcar cogió directamente un taxi que le llevó al famoso Grand
Hotel Noailles-Métropole, uno de los mejores de una ciudad en la que
desde hacía al menos 24 horas se oían rumores sobre la escala que el rey
haría allí de camino a París para encontrarse con su familia.
La
misma historia sin fundamento ni fuentes comprobadas se contaría sobre
la bullabesa de Alfonso XIII en 'Yantares de cuando la electricidad
acabó con las mulas' (Miguel Ángel Almodóvar, 2009) y de mano de Jaime
Peñafiel en sus obras 'La mesa está servida, Majestad' (2011) y
'Anécdotas de oro' (2019), dando detalles como que el barco con el rey a
bordo atracó en Marsella a mediodía y que su ansia de sopa de pescado
asomó a las 3 de la tarde, hora en la que los restaurantes ya estaban
cerrados.
Es
tan fácil como asomarse a la hemeroteca para rebatir todo esto. El
periódico marsellés 'Le Petit Provençal' fue el primero en dar el 17 de abril de 1931 la noticia de la presencia del ex-rey español en suelo francés.
El runrún que desde hacía días situaba a don Alfonso en Marsella
permitió que hubiera reporteros a pie de puerto y que le sacaran varias
fotografías cuando al alba del día 16 de abril (exactamente a las 5.45
de la madrugada) el crucero de la armada Príncipe Alfonso atracó en el
puerto. Desde allí la prensa le siguió hasta el hotel Noailles, ante el
que dio un par de rápidas declaraciones («no he abdicado, tan sólo he
dejado a mi pueblo para evitar una guerra civil») y en donde descansó
desde las 7 de la mañana hasta las 11. A mediodía cogió en compañía de
su escueto séquito un tren a París, así que no tuvo mucho tiempo en
Marsella ni para comer sopas ni para nada más. El director del hotel,
monsieur Benoit, contó a los reporteros que el rey había desayunado en
el mismo hotel y lo único que enlaza con el cuento de la bullabesa es
que según este señor el monarca había comido con buen apetito. Si se le
antojó o no sopa de pescado para desayunar no lo sabemos, pero sí que el
Noailles puso un magnífico servicio de cocina a su disposición y que no
le hubiera hecho falta salir a ningún garito portuario a comer la
dichosa bullabesa de la ignominia. Ya ven que podemos echarle echarle en
cara muchas cosas a Alfonso XIII, pero no que se fuera de picos pardos
culinario el primer día de su exilio.
TITULO: ¡ Atención obras ! - Cine - Cuando el cuerno suena,.
José, el boticario de Medina
de los Azores, se casó con la bella Irene, antes corista en un
espectáculo musical. Después de siete años de matrimonio, Irene ha
llegado a la frialdad total, desesperada por no tener hijos. Según el
médico del pueblo, José es estéril, pero la ciencia local hace el
ridículo cuando José y tres mujeres se quedan encerrados una noche en el
castillo, y después de una triunfal actuación las tres quedan
embarazadas, José, preseguido por los vengativos familiares, tiene que
esconderse.
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