lunes, 24 de agosto de 2020

Juego de Niños - Extremadura en 1.200 dibujos.. Sábado -22- Agosto ,./ LA PANTERA ROSA - Y LUKE LUKE - Antonia de Oñate: «No debemos ridiculizar a los negacionistas de la Covid-19» ,. / EL CLUB COMEDIA - La vida postcovid desde el escenario,.

TITULO: Juego de Niños -   Extremadura en 1.200 dibujos ., Sábado -22-Agosto.
 
 Juegos de niños,.

  Sabado -22- Agosto a las 22:00 por La 1, foto,.

 

 Juego - Extremadura en 1.200 dibujos.



Extremadura en 1.200 dibujos,.

En solitario. Enrique Rodríguez Extremeño diseña, maqueta e ilustra un atlas de la región al que ha dedicado dos años de trabajo,.

pUn trabajo artesanoTodas las ilustraciones están hechas a rotulador. tDos años.Enrique Rodríguez Extremeño muestra la portada de un trabajo que le va a dar muchas alegrías. / HOY HOY
pUn trabajo artesanoTodas las ilustraciones están hechas a rotulador. tDos años.Enrique Rodríguez Extremeño muestra la portada de un trabajo que le va a dar muchas alegrías.
Extremadura en 1.200 dibujos. Así podría resumirse el Atlas de Extremadura que ha diseñado, maquetado e ilustrado Enrique Rodríguez Extremeño, un creador gráfico natural de Navalmoral de la Mata afincado desde hace años en Malpartida de Cáceres. Pero sería simplificar injustamente, puesto que se trata de un trabajo espectacular tanto por su contenido como por su cuidada encuadernación, que se ha hecho realidad gracias a una de las ayudas a la edición convocadas por la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Extremadura.
La pandemia que vivimos desde mediados de marzo ha impedido hasta ahora realizar una presentación adecuada, pero Rodríguez Extremeño está convencido de que cuando finalmente se haga posible el libro sorprenderá, si es que para entonces le quedan alguno de los 500 ejemplares que han compuesto esta primera edición realizada por Extremeño Estudio.

Un homenaje a Extremadura

«Este libro es, ante todo, un homenaje a Extremadura que invita a conocer sus infinitas caras, lugares y gentes con la mirada limpia, sin ideas preconcebidas, que dé pie a querer conocer más sobre esta tierra, sus raíces y su futuro. Este atlas ilustrado propone una aventura, un viaje a la infancia donde nos sumergíamos de cabeza en ilustraciones que nos abstraían a mundos y lugares lejanos y exóticos donde la imaginación hacia el resto», explica el autor.
Quienes han visto la obra afirman que es un derroche visual que fascina en cada página, en especial por los pequeños detalles que aparecen en las ilustraciones. Desde los mapas de Cáceres y Badajoz con sus monumentos más significativos hasta la historia de la región, pasando por los exploradores, los castillos, la arquitectura contemporánea, las tradiciones, las fiestas de interés turístico, la artesanía, las denominaciones de origen y las comarcas, en unos casos dibujados del natural y en otros, la mayoría, de fotografías.
Todo tiene cabida en este personalísimo atlas, sin apenas texto, ya que Rodríguez Extremeño asegura que quería más insinuar que enseñar. «Quería despertar la curiosidad del lector, que después buscará información sobre aquello que le haya sorprendido».
Natural de Navalmoral de la Mata, y afincado en Malpartida de Cáceres, es el director creativo de su propia agencia
«Yo creo que faltaba algo así», añade el autor, que no se olvida de los espacios naturales, los árboles singulares, hojas y flores, insectos, peces, anfibios y reptiles, mamíferos, aves o extremeños ilustres, que arrancan en Mario Rosso de Luna y terminan con Dulce Chacón. Dos años de intenso trabajo de este inquieto licenciado en Bellas Artes y graduado en Diseño Gráfico.
«Este libro surge casi por casualidad, cuando un día descubrí que tenía cuadernos enteros de dibujos de Extremadura simplemente porque había adquirido la rutina de al acabar la jornada dedicarle al menos un par de horas a un dibujo diario –recuerda–. Una semana me daba por castillos, otra por fiestas populares... Hasta que decidí darle forma y casi sin querer me embarqué en este proyecto que me ha llevado dos años de trabajo y que, en el fondo, no ha hecho más que empezar, ya que la distribución está resultando ser el hueso más complicado de todo el proceso».
De ayuda le han servido sus anteriores trabajos como diseñador gráfico, maquetador o director creativo en Madrid, Cáceres, República Dominicana o Mérida. Todo lo aprendido le ayudó a crear su propia agencia, Estudio de Diseño Extremeño, de la que ahora ha salido la editorial que ya hecho realidad el atlas. «A pesar de las dificultades creo firmemente en este proyecto».

.Dibujante en expediciones

Daniel Jiménez Urkía, compañero de carrera del autor y profesor de pintura, dice en el prólogo que el libro «recuerda, inevitablemente, a las antiguas expediciones que a tierras lejanas realizaban aquellos avezados equipos de exploradores entre los que siempre había un dibujante que, adelantándose al invento de la fotografía o en compañía de éste, plasmaba en su cuaderno de viaje todo cuanto veía a fin de poder dar testimonio, a su regreso, de la belleza y peculiaridades descubiertas en esas tierras».
Estamos, según el prologuista, ante un «potente y riguroso trabajo de investigación y compilación» y un homenaje a Extremadura «en el que su autor tiene a bien compartir generosamente dicha mirada, la suya, esa atenta y depurada perfección de su tierra que sin duda nos ofrece una nueva visión de Extremadura».
Rodríguez Extremeño cree que el atlas sólo será el inicio de una serie de trabajos de ilustración con temática extremeña.

TITULO: LA PANTERA ROSA - Y LUKE LUKE - Antonia de Oñate: «No debemos ridiculizar a los negacionistas de la Covid-19» ,.

LA PANTERA ROSA - Y LUKE LUKE -   Antonia de Oñate: «No debemos ridiculizar a los negacionistas de la Covid-19»   ,.    fotos.

Antonia de Oñate: «No debemos ridiculizar a los negacionistas de la Covid-19»

Antonia de Oñate, historiadora y directora de APR./José Ramón Ladra
Antonia de Oñate, historiadora y directora de APR.

«Es muy difícil establecer un diálogo con la sinrazón», afirma la historiadora, directora de la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico,.


Resultado de imagen de LA PANTERA ROSARaro es que en una conversación con Antonia de Oñate, directora de ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, no se deslicen tres o cuatro carcajadas por el camino. A esta historiadora, la ciencia y el pensamiento crítico -«el único que existe», dice- siempre le han entusiasmado, por eso ve con horror fenómenos en auge como los de los antivacunas y concentraciones como la que el fin de semana pasado protagonizaron miles de personas contra las mascarillas o negando la existencia de la enfermedad.
-Con tantos muertos sobre la mesa, ¿qué explicación le da?
Resultado de imagen de LUKE LUKE,.-No sabría dar una explicación exacta del fenómeno y yo creo que un sociólogo lo podría explicar mejor. Yo lo que veo, y por mi experiencia a lo largo de tantos años de trabajo, es que se trata de un movimiento en el que se unen muchos factores diferentes. Desde luego, uno es el negacionismo de la enfermedad y también el de un abordaje del problema desde perspectivas alternativas que no tienen ninguna eficacia demostrada y tampoco solvencia científica. A ello se unen otros dos factores que ya trascienden la cuestión científica. Por un lado, la oposición a las medidas que se toman desde el poder, apelando a un sentimiento de rebeldía. Es gente que no quiere ser tratada como borregos, que no quieren que les asimilen a una especie de masa anónima a la que se le vierte una serie de instrucciones que deben seguir ciegamente. Ellos consideran que esas instrucciones de salud pública están vulnerando sus libertades. Por el otro, el hecho de que las conspiraciones son fuente de dinero, así que imagínate esta que tiene además unos elementos cinematográficos importantes. Lo que sí creo es que a estas personas no se las debe ridiculizar ni tratar como si fueran ciudadanos de segunda. Es interesante entender cuál es su punto de vista y tratar de hacerles ver que la realidad va por otro camino porque nos jugamos muchísimo.
-Las voces de artistas como Miguel Bose, cuya madre ha muerto a causa del coronavirus, apelando a esa rebeldía y con teorías conspiranoicas locas tampoco ayudan.
-Es tremendo. ¿Cómo es posible que haya autoridades sanitarias, con una solvencia técnica y científica indudable, advirtiendo a la población y que no estés aceptando al menos abrir las orejas y, sin embargo, estés dispuesto a seguir lo que te diga alguien como Miguel Bosé, que con todos mis respetos está en una dimensión más allá de lo racional en este caso? No he seguido mucho sus palabras, pero tiene teorías loquísimas sobre conspiraciones de empresas farmacéuticas que luego no son empresas farmacéuticas sino que son fundaciones como la de Bill y Melinda Gates. Pensaba que tenía mejor fundamento intelectual y mejor formación. Es que además ha recibido una buena educación y me cuesta pensar que alguien que tiene una gran instrucción pueda llegar a decir estas cosas qué son tremendamente conspiranóicas y muy peligrosas. Es alguien, además, que tiene muchos seguidores. Un poco de responsabilidad nos vendría bien a todos.
-Curiosamente, en la misma concentración se reúnen negacionistas de la enfermedad y quienes te lo curan con un remedio casero...
-Es una locura. Por un lado se quejan de una vacuna que no existe. Hasta el presidente de la Universidad Católica de Murcia dijo el otro día que la iban a usar como vehículo para introducirnos un 'chis', ¡un 'chis'! No daba crédito cuando lo vi en el vídeo, desde ningún punto de vista, ni el prosódico, ni el0 académico... ¿Cómo es posible que este señor se permita decir está enormidad en un entorno académico? Y luego lo que dices: esta enfermedad que no existe, te la curo con una lejía diluida... No entiendo nada. Nos reímos, pero si te paras a pensarlo no tiene ninguna gracia.
«Unos dicen que la enfermedad no existe, otros que la curan. Nos reímos pero no tiene gracia»
-¿Qué hace a las conspiraciones tan atractivas?
-Pues que tienen elementos peliculeros. Todos hemos tenido quince años. No es mi caso, pero conozco a muchas personas que en su día iban a la sierra a buscar ovnis y que ahora son perfectamente racionales y científicas. Es que es una cosa fantasiosa, como de historias que se cuentan a la luz del fuego, y muchas veces la fantasía es más divertida que la realidad, aunque otras veces el conocimiento de la realidad es muchísimo más interesante. Pero a partir de cierta edad, estas cosas dejan de ser divertidas.
-Y más en mitad de una pandemia.
-Es que ponen en riesgo a personas tremendamente vulnerables Mi padre cumple 91 años este sábado y estoy temblando de miedo. Durante el confinamiento, he estado sin verles. Ahora, voy 15 minutos y a dos metros de distancia. Para mí es terrible que alguien, desde la superstición, la inconsciencia o la oposición al poder y la sinrazón, pueda ponerse cerca de mis padres y contagiarles una enfermedad que para ellos es la muerte. No soy partidaria de ridiculizarlos, pero sí creo que las cosas deben quedar claras. Morir intubado y solo en un hospital no tiene ninguna gracia. Es algo que supera a los marcianitos verdes o a cualquier otra tontería.
-Ha dicho en alguna entrevista que el pensamiento crítico en España ha avanzado mucho con respecto a los años setenta, ¿cree que internet está dando más voz ahora a un grupo que siempre ha sido pequeño?
-Es que internet es un patio de locos en el que hay de todo y se da voz a todo. Y yo creo que ellos han perdido algo porque entonces, en horario de máxima audiencia, teníamos a un señor, Jiménez del Oso, soltando dislates, en la única televisión pública disponible, que escuchaban más de diez millones de personas. Dislates sobre los alienígenas que habían hecho las pirámides, sobre el astronauta a los mandos de una nave que, según él, se veía en la tapa del sarcófago del rey Pakal. Está claro que hemos avanzado, pero eso no significa que estemos en un posición de bailar de alegría, ni mucho menos, eso quiere decir que tenemos una ventaja competitiva. Ojalá medios como internet sirvan para difundir cada vez más todo lo que tenga que ver con pensamiento crítico, qué es algo que trasciende al mundo de las ciencias y qué tiene que ver también con el mundo de las humanidades y el de las ciencias sociales.
-¿Cuál debe ser el papel de los medios de comunicación? ¿Deberían cubrir una manifestación como la del 16-A?
-A mí me resultaría un tanto extraño que un medio no cubriera una manifestación numerosa que sé que se ha hecho en una plaza céntrica de Madrid simplemente porque dicen unas tonterías muy gordas. Quizá hay un poco de recrearse en esos argumentos y darles mucha publicidad. Antes hablábamos del remedio casero, pues me inquieta cuando llega a los medios de comunicación y se difunde. Y alguien que lo ve se pregunta: «¿Y por qué no?». Esa no es la pregunta. La pregunta es: «¿Y por qué sí?». El '¿Y por qué no?' es la peor trampa que tenemoslos seres humanos en la cabeza y es la forma en la que todas estas cosas se cuelan en los medios.
-¿Qué se puede hacer cuando el presidente de EE UU dice que igual se puede curar con lejía?
-(Ríe). Yo no puedo entenderlo. Para mí Trump es un fenómeno que no soy capaz de comprender totalmente. Le han votado, ha sido elegido por su cuerpo electoral y no tengo nada que decir en ese sentido, pero me resulta muy llamativo que de repente se lance a decir esas cosas y que tenga esa incontinencia verbal, mientras los epidemiólogos se llevan las manos a la cabeza.
-Algo habrá hecho mal la ciencia y la comunidad científica...
-Es que la ciencia no es perfecta y eso es algo que todos tenemos claro. El método científico no es el perfectísimo pero es el mejor método que conocemos para llegar a resultados y al conocimiento de las cosas y tiene mucho que ver con la prueba y error, con el empirismo y con no aceptar como válida cualquier cosa que te cuentan, sino someterla al escrutinio, a la crítica, y hasta ahí podemos leer. Sabemos que la ciencia no siempre acierta y muchas veces se equivoca hasta que logra dar algún resultado, lo hemos visto con las úlceras de estómago. La ciencia no es la garantía de que llegaremos absolutamente a todo, pero es el único camino que conocemos para aprehender correctamente la realidad. No es infalible, no es palabra divina. Es un método que hay que seguir con rigor y con honradez. A veces se hace mala ciencia, ahora reconocer los límites del método científico o de los resultados de la ciencia no significa que te tengas que ir a manos del primer sujeto que te diga que no sé qué enfermedad se cura clavándote unas agujas.
«El método científico no es perfectísimo pero es el mejor que tenemos para llegar al conocimiento»
-Me refería más a la hora de acercarse a la sociedad. ¿Debe mejorar la divulgación?
-Es muy complicado porque solo tienes que ver las parrillas televisivas para darte cuenta de cuáles son los programas que tienen más audiencia y hasta qué punto cuesta trabajo meter programas de divulgación científica. Hace muy poco en La 2 se estrenó una serie documental excelente que se llama 'La navaja de Ockham', de Luis Cortés Briñol, compañero de ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, y se estrenó un domingo a las 23:30. Pues ya está todo dicho. De todas maneras, yo creo que el asunto trasciende a los medios de comunicación, porque a veces los culpamos mucho, pero yo creo que es algo que tiene también que ver con la educación y el civismo, que deben también impulsar el pensamiento crítico. Tampoco soy muy optimista al respecto. Si todos lo hiciésemos perfecto, el factor conspiranoico hablaría de que se trata de algo totalmente 'mainstream' y que ellos son las minorías selectas y escogidas...
-Da la sensación de que no se puede dialogar con ellos.
-Es que es muy difícil establecer un diálogo con la sinrazón. Cómo te sientas tú delante de una persona que te está diciendo que tomando lejía diluida se cura el síndrome de Crohn. El te va a decir que no es lejía. Si a esto le sumas los disparates y dislates que hemos llegado a oír a personas que son estupendos premios Nobel como Luc Montagnier, que te dice que la homeopatía es maravillosa y que funciona muy bien... Yo a esto siempre respondo: «Vale, veo tu premio Nobel y te lo subo a premio Nobel y presidente de la Royal Society». Como Venkatraman Ramakrishnan, cuya lucha contra la homeopatía le ha costado más de un disgusto en su país de origen, India. Pero claro, al final terminas haciendo un juego deargumentos de autoridad que tampoco tienen mucho sentido y que no son muy convincentes.


TITULO:  EL CLUB COMEDIA - La vida postcovid desde el escenario,.


La vida postcovid desde el escenario,.

Artistas extremeños. Un humorista, un mago y un músico nos relatan cómo se han sentido en la vuelta al espectáculo ante un público distanciado y con mascarillas,.

La vida postcovid desde el escenario

fotos / Decía Juan Seller, humorista pacense conocido como Juan y Punto, que su primera actuación después del estado de alarma fue complicada porque no sabía si el público, con la mascarilla puesta, se estaba riendo.
Como él, muchos artistas sienten que a partir de entonces la vida desde los escenarios ha cambiado. En unas disciplinas se nota más que en otras, pero monologuistas como él que interactúan con el público tienen que reinventarse para seguir dando bolos con éxito mientras el coronavirus sigue siendo una amenaza.
Hay músicos, como Javier Alcántara, que no ven mayor problema en el nuevo formato de conciertos, en el que público y artistas deben mantener la distancia de seguridad.
Jorge Luengo, el reconocido mago placentino, explica que en su caso también ha tenido que prescindir de trucos y adaptarlos a la nueva normalidad. En ella, por citar un ejemplo, mago y espectador ya no pueden tocar la mismas cartas.
Los tres relatan aquí su experiencia sobre cómo se han sentido en su vuelta a los escenarios después de unos meses extraños en los que los espectáculos públicos han pasado a otra dimensión.

Juan y Punto, monologuista

«La mascarilla mitiga las risas»

Juan y Punto vive de sus actuaciones desde hace más de veinte años. Ha sido monologuista del Club de la Comedia y ha paseado su ingenio por cientos de escenarios de España. «Llegó la pandemia y el 90% de las actuaciones se suspendieron hasta nuevo aviso». Ha hecho algún show por videoconferencia a directivos de una empresa que le contrató, «una experiencia nueva en la que pedí que activaran los micros porque sin escuchar las risas no se podía», dice.
El pasado 3 de julio volvió a actuar en vivo gracias, como él dice, «a que el alcalde de La Albuera se echó 'palante', algo que agradecemos los artistas que vivimos de esto».
El monologista Juan y Punto en La Albuera el 3 de julio.
El monologista Juan y Punto en La Albuera el 3 de julio.
El día del show le llamó la atención ver a miembros de Protección Civil, una alfombra anticovid y un sitio tan diáfano como la Casa de Cultura, donde caben más de 300 personas, con sesenta sillas separadas. «Por supuesto, todo el mundo iba con mascarilla, esto mitiga las risas y en mi caso afecta al sonido. Ves los ojos de la gente de la primera fila, pero no es el mismo cariño que te da ver las caras de todos sonriendo. En condiciones normales, los hay que se ríen, los que sonríen, y los hay que se carcajean, lo cual da pistas de cómo va la actuación. Además yo uso gente del público y ahora sin ellos es más difícil. Digamos que hay que aprender de nuevo y hacer otro formato de monólogo».
El que está girando ahora mismo se titula 'Punto en boca. Escucha que te diga' y lo ha actualizado con situaciones típicas de la pandemia. «Pero el contacto ahora mismo es muy frío, como si hubiera en medio una barrera», explicaba a HOY este artista que sigue cerrando actuaciones y ya tiene fechas comprometidas para 2021.

Javier Alcántara, músico

«Hay ganas de conciertos»

En la música, sin embargo, todo es más sencillo, no ha variado tanto. Al menos según Javier Alcántara, músico pacense que tiene 15 actuaciones en su agenda hasta el 19 de septiembre, incluido su paso por el Festival de jazz de Cáceres el 8 de agosto.
Con su grupo Short Stories Band (junto a Pablo Romero, Narci González y Pepín Muñoz) ofreció el primer concierto de la región y uno de los primeros de España tras el estado de alarma. Fue el 21 de junio en Mérida, previsto inicialmente en la Sala Trajano, pero trasladado al entorno del Templo de Diana para facilitar el distanciamiento. «Fue todo muy diferente, pero la gente respetó en todo momento el distanciamiento y para todos fue un subidón. La gente pidió bises, como si hubiera ganas de conciertos».
Javier Alcántaray su banda en Mérida el 21 de junio.
Javier Alcántaray su banda en Mérida el 21 de junio.
Para él, el escenario es un lugar seguro y el lugar del público también si se mantiene la distancia, algo posible, según Javier Alcántara, con todo tipo de música, no solo con el jazz que él practica y que «requiere otro tipo de escucha».
Lo que ve mal es que las decisiones que se toman para evitar contagios perjudiquen siempre a la cultura. «Lo último en incorporarse ha sido la cultura, y si hay rebrotes es lo primero que se quita. Me parece injusto que se llenen bares y aviones y eso mismo no pueda hacerse en un teatro cuando la cultura es necesaria en la sociedad, no es solo un entretenimiento», critica.

Jorge Luengo, mago

«Es como volver a empezar»

Para Jorge Luengo, mago y mentalista cacereño, la pandemia no le ha privado de seguir ofreciendo su arte gracias a cinco cámaras que tiene en casa. Pero en cuanto ha regresado a sus espectáculos en vivo se ha encontrado con una situación muy diferente, no solo en los recintos, que suelen ser al aire libre y esto trastoca los ángulos que requiere un mago. «He notado al público triste», señala antes de reconocer que durante su primera actuación después del confinamiento, en un evento de una empresa en Madrid, sintió algo especial. «Fue casi como la primera vez», reconoce.
Pero hay más cosas diferentes desde que irrumpió el coronavirus. «En la magia –resume Jorge Luengo– hay tres fases: la preparación, el efecto y el momento en que me sorprendo y comento el efecto. Pues justo ahí ahora falta el codazo cómplice con el de al lado, al que le decimos: ¿ha visto eso?. En general la reacción es buena, pero el público está más frío».
Sin embargo, explica que debido a que cada vez se hacen más cosas 'on line' muchos artistas ya se van acostumbrando a que no haya 'feedback' (reacciones) de manera permanente.
Jorge Luengo.
Jorge Luengo.
Sin embargo, a diferencia de la música o el humor, en la magia se requiere la participación del público. Ahora siguen interviniendo porque si no, sería como una obra de teatro, pero no interactúan, hay una línea divisoria que no se puede cruzar.
De todos modos, Luengo afirma que ya se está adaptando al nuevo formato que podría llamarse postcovid. «No es igual actuar para 700 personas pretendiendo que todos participen, que para 50, donde todos deben sentirse especiales en algún momento, o para la televisión en directo, grabado, pues a partir de ahora surge un formato más. Para mí es como volver a empezar, toca estudiar y ponerse en la piel de un aprendiz, descubrir cosas nuevas y mejorar».

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