El Gobierno de Madrid recomienda "quedarse en casa" en las zonas con más positivos,.
Pide que “se intenten evitar viajes innecesarios", aunque descarta por el momento los confinamientos selectivos,. ( fotos),.
El viceconsejero de Salud Pública y Plan COVID-19 de la Comunidad de Madrid, Antonio Zapatero, ha recomendado que en las zonas de la región con más casos de coronavirus “se intenten evitar viajes innecesarios” y se opte por “quedarse en casa”, pero ha descartado los confinamientos selectivos.
Tras visitar el dispositivo para la realización de test a vecinos de la localidad madrileña de Alcobendas, ha insistido en que se deben “evitar reuniones innecesarias” y ha señalado que es “absolutamente recomendable” que no haya más de diez personas en las viviendas. Con todo, ha enfatizado que “la situación actual en Madrid no amerita tomar medidas de confinamiento por zonas”.
Zapatero ha informado de que la Comunidad va a “hacer consultas” para establecer más medidas y recomendaciones “con respaldo legal” y relacionadas con la movilidad y las "actividades sociales", como la restauración, que genera agrupaciones de personas. “Por ahí puede ir alguna medida, siempre y cuando tengamos respaldo de la justicia”, ha añadido en el acto, que ha congregado a varias decenas de medios de comunicación y donde ha habido dificultades para respetar las recomendaciones de distanciamiento social.
Carabanchel, Usera, Villaverde y Puente de Vallecas
La Consejería de Sanidad no ha aclarado las zonas donde aconsejan quedarse en casa. No obstante, la Comunidad de Madrid identifica el sur de la región como la zona de mayor tasa de contagios y por ello ha seleccionado para desarrollar las pruebas aleatorias de PCR los distritos madrileños de Carabanchel, Usera, Villaverde y Puente de Vallecas, así como las localidades de Alcobendas, Móstoles, Parla y Fuenlabrada.De esta manera, los distritos del sur de la capital son los más azotados. En cuanto a la tasa de incidencia acumulada durante las dos últimas semanas de casos confirmados con infección activa (hasta el 18 de agosto, fecha en la que la Comunidad de Madrid aporta los últimos datos), las zonas con mayor incidencia son Usera (334 casos / 100.000 habitantes), Villaverde (222 casos / 100.000 habitantes), Puente de Vallecas (208 casos / 100.000 habitantes) y Carabanchel (199 casos / 100.000 habitantes).
"No se están cumpliendo las cuarentenas"
Según ha señalado el viceconsejero de Salud de Madrid, un aspecto que tiene que influir en la transmisión del virus es "la agregación de personas y las condiciones de habitabilidad y de relaciones sociales". Antonio Zapatero ha insistido en el cumplimiento de las medidas de prevención y ha advertido que "no se están cumpliendo las cuarentenas de los contactos" y en este sentido están haciendo "requerimientos" a la Policía Local para que se cumplan.La comunidad autónoma de Madrid encabeza la tasa de positivos de COVID-19 a nivel nacional. Los contagios diarios de coronavirus en España se han situado este viernes por encima de los 3.000 por tercer día consecutivo, con 3.650 casos detectados en las últimas 24 horas, de los que aproximadamente un tercio han correspondido a la región madrileña, que ha sumado 1.199 contagios, casi el doble que la siguiente comunidad con más incidencia, el País Vasco.
TITULO: EL MAGO DEL TIEMPO - Las fuertes lluvias ponen a prueba las Tres Gargantas,.
Las fuertes lluvias ponen a prueba las Tres Gargantas,.
Un millón de policías y militares trata de evitar las inundaciones en torno al gran embalse chino, donde el agua alcanza casi su cota máxima,.
El mayor proyecto hidrológico del mundo es una maravilla de la ingeniería que costó 22.000 millones de euros, tardó casi dos décadas en ser completado, sumergió 300 pueblos y desplazó a casi millón y medio de personas. El Gobierno consideró que la presa era necesaria porque es capaz de embalsar hasta 39,3 kilómetros cúbicos de agua del río Yangtsé y de producir un máximo de 22.500 gigavatios de electricidad, en torno al 9% de la necesidad energética total de China. Supone también una barrera eficaz para evitar grandes daños en caso de inundación, pero todo tiene un límite. Y las fuertes lluvias que están cayendo desde hace meses en el centro del país lo están poniendo a prueba.
Estos días, las autoridades han reconocido que el embalse de 1.045 kilómetros cuadrados está recibiendo 75 millones de litros de agua por segundo, un caudal récord que ha obligado a abrir once compuertas para aliviar la presión sobre la presa y evitar que se llegue al máximo para el que fue diseñada. Nunca antes se llevó a cabo una descarga tan grande, pero esos 49,2 millones de litros que salen despedidos no impiden que el nivel del agua continúe aumentando. Ya está a diez metros de la cota máxima –175 metros de una altura total de 185–, razón por la que hace ya semanas que las redes sociales se han llenado de rumores sobre el peligro que una rotura en el dique puede representar para las poblaciones río abajo.
CAUDAL RÉCORD
- 75
- millones de litros de agua por segundo recibe estos días la presa, de 1.045 kilómetros cuadrados de extensión.
Visita del presidente
La corporación que gestiona el pantano ha añadido que está trabajando de forma conjunta con otras infraestructuras similares río arriba para controlar el caudal, y Gao Jianguo, experto del Comité Nacional para la Prevención de Desastres, ha manifestado al diario 'Global Times' que solo hay peligro si la situación se mantiene durante mucho tiempo, algo que los meteorólogos descartan. En dos o tres días, lo peor habrá pasado, pronostican.Pero la gravedad del asunto ha quedado patente con los viajes que han realizado los principales mandatarios chinos. El propio presidente, Xi Jinping, ha visitado esta semana la provincia de Anhui para supervisar los trabajos de limpieza y acondicionamiento de las zonas afectadas. «Siempre me ha preocupado la gente que vive en zonas que sufren inundaciones. Pero el pueblo chino ha combatido estos desastres naturales desde hace miles de años y lo seguirá haciendo», ha declarado.
Por su parte, el primer ministro, Li Keqiang, llegó el jueves a Chongqing, otra de las localidades afectadas, y ha exigido a las autoridades locales que hagan todo lo que esté en su mano para proteger a la población. Cerca de allí, la mayor escultura de Buda del mundo, en Leshan, también se ha visto afectada porque el agua ha llegado hasta sus pies por primera vez en 70 años.
En esta situación, diferentes localidades, tanto río arriba como río abajo, han vuelto a evacuar a más de 170.000 personas para evitar que se repita una tragedia como la de 1998, cuando las fuertes lluvias dejaron más de 3.000 muertos. China ha desplegado también 1,2 millones de efectivos de la Policía y del Ejército en 17 provincias y ha reforzado 900 kilómetros de la orilla de ríos que amenazan con desbordarse.
En algunos puntos el agua ya ha sobrepasado con creces los límites de seguridad. En el puerto de Cuntan, por ejemplo, se ha superado en ocho metros. Sin duda, los próximos días serán cruciales. De que pare de llover no solo dependen vidas humanas, también la economía, que ya ha sufrido un golpe sin precedentes con la pandemia del coronavirus.
TITULO: Volando voy - Jesús Calleja - Ray Bradbury, el marciano que amaba los libros ,.
Ray Bradbury, el marciano que amaba los libros,.
El autor de 'Farenheit 451' abominó de internet, de las pantallas y de la tiranía de las nuevas tecnologías / Nacido hace un siglo, el escritor fue un genio sui géneris que casó la ciencia ficción con el humanismo mirando al futuro para entender el presente,.
Superdotado, prolífico, febril y precoz escritor, –decidió serlo con 3 años– su extensa obra bebió de un inagotable torrente de ideas y una poderosa imaginación. Tenido por un maestro de la ciencia-ficción, él decía ser un escritor de fantasía que miraba al futuro para abordar temas del presente. Para hablar de racismo, de la relación del género humano con la naturaleza, el pánico nuclear o la tiranía televisiva que demonizó mucho antes de su universal eclosión.
Reiteraba
que tanto ingenio digital tenía un lado deshumanizador. «Estamos
rodeados de demasiados juguetes tecnológicos, con Internet, los ipod,
los ipad… La gente se equivocó». Consideraba internet una estafa de los
fabricantes de ordenadores y despreciaba los videojuegos, que veía como
«una pérdida de tiempo para gente que no tiene nada mejor que hacer».
Tecleó en una máquina de escribir alquilada este magistral relato cuyo título alude a la temperatura a la que arde el papel y que François Truffatut llevó al cine en 1966. Anticipa una sociedad sometida y controlada por monitores planos e interactivos, sistemas de comunicación en red, una publicidad omnipresente y un discurso secuestrado por la corrección política. Según su autor, 'Fahrenheit 451' puede leerse como «la historia de un hombre que se enamora no de una mujer, sino de una biblioteca». Pero, paradójicamene, también dijo que «todos tenemos algún libro que nos gustaría ver arder».
«La ciencia ficción es una estupenda manera de pretender que estás escribiendo sobre el futuro cuando realmente atacas el pasado reciente y el presente», dijo este contradictorio amante de los libros y los periódicos. Vendedor de diarios en su juventud confió en el futuro del papel prensa. «Seguirán estando, porque tenemos que volver a enseñar a leer. Con el paso del tiempo se volverá a leer el diario, porque nos cansaremos de Internet», declaró al diario ABC.
Conservador, por no decir reaccionario, achacaba buena parte de los problemas de su país a «feministas, negros y homosexuales». Defensor de la familia tradicional y contrario al divorcio, vivió con su mujer Marguerite solo para mantener la convención de padre y madre ante sus hijos. De porte patriarcal y carácter bonancible, el hombre que soñó con barcos antiguos para surcar las arenas marcianas y que se anticipó al futuro con artefactos inquietantes nunca tuvo carné de conducir y aborreciera viajar en avión, una aventura que solo acometió ya entrado en años. Nació en Waukegan, Illinois, el 22 de agosto de 1920 y murió el 5 junio de 2012, con 92 años. Su deseo era ser enterrado en Marte, pero su restos descansan en el Westwood Village Memorial Park de Los Ángeles.
Bien editado en español, Nórdica acaba de publicar 'Un sonido atronador', con traducción de Maite Fernández, y el grueso de su obra está en el catálogo de Minotauro. «Nos obliga a reflexionar y conjuga la acción y el entretenimiento con la poesía, lo que dota a su escritura de una densidad que no tienen otros autores de ciencia ficción», señala Fernández, que le tiene por un verso suelto del género.
Nacido hace hoy un siglo, el escritor casó la ciencia ficción con el humanismo mirando al futuro para entender presente
Con 'Crónicas marcianas' (1950) situó al ser
humano sobre la superficie del planeta rojo entre 1999 y 2026. Se le
vinculó a los padres de la ciencia ficción del siglo XX como Stanislaw
Lem e Isaac Asimov, pero sus narraciones fantásticas tienen un aliento
poético y humanista, una clara intención moral y un extraño
romanticismo. En sus cuentos sobre la conquista de Marte describe al
planeta como un páramo de arenas azules y ciudades en ruinas. Logra que
el lector se apiade de los marcianos, que parecen al principio seres
espantosos pero acaban generando compasión ante la colonización humana
que llevó la viruela y otros males al planeta. Fue su excusa para
denunciar la devastación de la guerra y el germen autodestructivo que
anida en el ser humano. Ratón de biblioteca
Su obra más icónica es 'Fahrenheit 451' (1953), un alegato en favor de los libros y contra el domino de la imagen escrito por un ratón de biblioteca que halló en la lectura la universidad a la que no pudo acudir por falta de recursos. Bradbury fabuló en su mejor novela con un porvenir aterrador, un mundo atenazado por el totalitarismo y la deshumanización. Un civilización que condena y abrasa unos los libros que deben refugiarse en la memoria de los revolucionarios lectores.Tecleó en una máquina de escribir alquilada este magistral relato cuyo título alude a la temperatura a la que arde el papel y que François Truffatut llevó al cine en 1966. Anticipa una sociedad sometida y controlada por monitores planos e interactivos, sistemas de comunicación en red, una publicidad omnipresente y un discurso secuestrado por la corrección política. Según su autor, 'Fahrenheit 451' puede leerse como «la historia de un hombre que se enamora no de una mujer, sino de una biblioteca». Pero, paradójicamene, también dijo que «todos tenemos algún libro que nos gustaría ver arder».
«La ciencia ficción es una estupenda manera de pretender que estás escribiendo sobre el futuro cuando realmente atacas el pasado reciente y el presente», dijo este contradictorio amante de los libros y los periódicos. Vendedor de diarios en su juventud confió en el futuro del papel prensa. «Seguirán estando, porque tenemos que volver a enseñar a leer. Con el paso del tiempo se volverá a leer el diario, porque nos cansaremos de Internet», declaró al diario ABC.
Reaccionario
También dramaturgo, poeta y guionista –escribió guion de 'Moby Dick' para John Houston–, dejó más de 400 títulos, con decenas de colecciones de relatos y una veintena de novelas. Tuvo y tiene millones de lectores.Conservador, por no decir reaccionario, achacaba buena parte de los problemas de su país a «feministas, negros y homosexuales». Defensor de la familia tradicional y contrario al divorcio, vivió con su mujer Marguerite solo para mantener la convención de padre y madre ante sus hijos. De porte patriarcal y carácter bonancible, el hombre que soñó con barcos antiguos para surcar las arenas marcianas y que se anticipó al futuro con artefactos inquietantes nunca tuvo carné de conducir y aborreciera viajar en avión, una aventura que solo acometió ya entrado en años. Nació en Waukegan, Illinois, el 22 de agosto de 1920 y murió el 5 junio de 2012, con 92 años. Su deseo era ser enterrado en Marte, pero su restos descansan en el Westwood Village Memorial Park de Los Ángeles.
Bien editado en español, Nórdica acaba de publicar 'Un sonido atronador', con traducción de Maite Fernández, y el grueso de su obra está en el catálogo de Minotauro. «Nos obliga a reflexionar y conjuga la acción y el entretenimiento con la poesía, lo que dota a su escritura de una densidad que no tienen otros autores de ciencia ficción», señala Fernández, que le tiene por un verso suelto del género.
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