TITULO: Cartas Olvidadas - El talibán con corbata,.
El talibán con corbata,.
foto / No sé si es o no extremeño el talibán con corbata que nos ha salido por aquí ahora, Ignacio Bernaldo de Quirós Loring. Este prohombre, al que el doctor Feliciano Correa Gamero me define como talibán con corbata, no se dio cuenta, qué mala suerte, de que en el hermoso predio que administra, propiedad de papá, había una ermita, la de Santa ,
En los comienzos del siglo XXI el mundo se espantó de la barbarie cultural que supuso la destrucción a manos de los talibanes de decenas de esculturas de Buda, con siglos de historia. Las obras de arte tienen -con independencia de su antigüedad, que supone un valor añadido- en sí mismas su propio valor y deben ser conservadas. En estos días asistimos al 'desmontaje' -destrucción, según parece- del grupo escultórico 'La Piedad' que Juan de Ávalos esculpió para el frontispicio de la basílica del Valle de los Caídos. No sé en qué quedará esta 'aventura', mas parece que no es un hecho aislado sino, más bien, otro capítulo a sumar a la desaparición de los crucifijos en las escuelas, las soflamas de determinados políticos contra la Iglesia.
Los que hoy pretenden sustituir los signos de la identidad cristiana de nuestro pueblo, son herederos de los que en los años treinta incendiaron y destruyeron iglesias, esculturas y pinturas por el hecho de ser símbolos cristianos. Los talibanes destruyeron obras de arte que ofendían -según ellos- sus creencias. Nuestros talibanes de corbata (o sin ella) intentan hacer desaparecer las obras del arte religioso, no desde ninguna creencia trascendente, sino desde el odio a la Iglesia.
TITULO: Cartas en el Cajon - Tempus fugit,.
Tempus fugit,.
foto / Cuando uno pasa mucho tiempo en casa acaba ordenando –revolviendo– libros, carpetas, cajones, estanterías... Tiras cientos de papeles inútiles y redescubres objetos, notas o fotografías más que olvidadas. Y pones al día momentos y situaciones de un tiempo lejano que producen añoranza, sea ésta nostálgica y tristona, sea gozosa y risueño,.
Siempre pensé que a las cuatro y diez del día que Aute se fuese, el reloj me pillaría haciendo algo emocionante. Creía que, cuando me llegase la noticia, estaría viendo amanecer desde una azotea después de una noche de filosofía, guitarras y buena conversación; que habría cerrado, con nocturnidad y alevosía, cinco o seis bares; o que me despertaría sola, en un cuarto con vistas a un mar en calma, con toda la vida por delante para escribir estas líneas. En ningún caso, desde luego, imaginaba tener que despedir al hombre que hizo de la libertad un juego de espejos perpetuo desde una cuarentena que termina convirtiendo cada día en una copia de seguridad del anterior. El propio Aute cantó aquello de que «vivir es más que un derecho, es el deber de no claudicar», y en esta resistencia continua que se parece más a una claudicación de lo que nos gustaría reconocer, su pérdida nos sumerge en una profunda tristeza, intelectual y artística, de la que nos costará recuperarnos.
De Aute guardo menos de lo que me habría gustado, pero más de lo que merezco. Aquel concierto con el mejor amigo que tengo, la piel de gallina y la broma que nos ha acompañado, hasta ayer mismo, acerca de su eternidad -«los cinco pavos ya te los daré cuando palme Aute»-; el porro que se encendió con total impunidad, el día que lo conocí, en una institución educativa; la palabra de Miguel Munárriz, que seguirá alimentando su memoria con historias de colores que nos hacen sentirlo piel con piel; el multitudinario homenaje en Madrid, organizado por los muchos amigos que tuvo; la reconciliación con mi propio nombre, que empezó a gustarme tras comprender 'Al alba'; y la sabia lección de que vivir es, en el fondo, jugar.
TITULO: REVISTA TENIS - Sorribes y Muguruza, cara y cruz en Miami ,.
Sorribes y Muguruza, cara y cruz en Miami,.
El pundonor de la canadiense Bianca Andreescu acabó con las esperanzas de la irregular Garbiñe y evitó un duelo español en cuartos,.
El tenis español vivió una jornada de alegría por el inesperado pase de Sara Sorribes a los cuartos de final del Abierto de Miami y decepción por la eliminación de su mayor estandarte, Garbiñe Muguruza. Solo el pundonor de la canadiense Bianca Andreescu, octava cabeza de serie, evitó un duelo español en los cuartos de final de Miami, segundo torneo WTA 1000 de la temporada.
En medio de una persistente y sofocante humedad, Andreescu no se dio por vencida al perder el primer set frente a Muguruza (12º favorita) y se llevó el triunfo 3-6, 6-3 y 6-2 en el último duelo del lunes en el Hard Rock Stadium.
«Creo que fue un partido igualado. Tuve muchas oportunidades en el segundo set para mantener la cabeza pero no las aproveché», lamentó Muguruza en la videoconferencia de prensa. «La diferencia fue física. Me ha faltado energía y chispa ante una jugadora muy rápida. Me resentí del partido de ayer», dijo la española, que 24 horas antes había batallado casi tres horas para batir a la rusa Anna Kalinskaya.
Tras ganar el segundo set, Andreescu apretó el acelerador en la última manga rompiendo el servicio de la española en las dos primeras oportunidades. Lamentándose de sus errores ante la mirada de su entrenadora, la exfigura oscense Conchita Martínez, Muguruza lanzó un último intento por alargar el set con una pelota de ruptura con 5-2 abajo.
Andreescu, sin embargo, salvó la situación y llevó el juego al desempate en el que liquidó el partido con un punto de servicio seguido de un grito de alivio. «No fue fácil. Me dije a mí misma que tenía que confiar en el proceso y ser paciente, y creo que eso se está demostrando aquí en Miami», dijo la canadiense, que aspira a volver a la senda de éxitos de 2019, año en el que conquistó el Abierto de Estados Unidos y los torneos de Indian Wells y Toronto.
Por su parte, Muguruza se mostró satisfecha de su rendimiento en el arranque de 2021, en el que lleva una veintena de partidos ganados y rompió una sequía de casi dos años sin títulos alzando el torneo WTA 1000 de Dubái. La española había saltado a la élite del tenis con sus triunfos en Roland Garros en 2016 y Wimbledon en 2017.
«Posiblemente es mi mejor principio de año. Hoy es duro pero en cinco minutos cambiaré la cara y miraré a la temporada de tierra, que es mi superficie favorita», dijo la tenista, nacida hace 27 años en Caracas.
Antes de la despedida de Muguruza llegó la celebración por ver a la sorprendente Sara Sorribes, número 58 del ranking de WTA, entre las ocho mejores de Miami. Sorribes venció a la tunecina Ons Jabeur, número 30 de WTA, por 6-4, 0-6 y 6-1 en dos horas exactas de juego en las que volvio a exhibir su gran momento de forma y su resistencia física.
«Estoy súper feliz. Creo que jugué quizás el mejor partido de mi vida. Estoy jugando el mejor tenis de mi vida, seguro», dijo la tenista, de 24 años. Esta temporada, la castellonense lidera el circuito en partidos que han alcanzado las dos horas de duración, incluidos sus dos primeros duelos en Miami ante las estadounidenses Bernarda Pera y Jennifer Brady (13º sembrada).
«Me sorprendo cada día con la manera en que estoy jugando ante este tipo de jugadoras. Solo puedo decir: 'wow», celebró Sorribes, que fue capaz de sobreponerse a la pérdida de un segundo set en blanco. «En ese momento pensé que no lo estaba haciendo tan mal. Pero el nivel es muy parejo y no lo tienes que hacer demasiado mal para quedar 6-0», subrayó.
Sorribes, que nunca ha llegado a una tercera ronda de un Grand Slam, conquistó este mes su primer título de WTA en el torneo de Guadalajara.
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