jueves, 18 de marzo de 2021

LA LOTERIA DEL VIERNES - Loteria del Padre - Viernes -19- Marzo - ¿Dónde está Wally? - La generación que se fue en silencio ,. / DIA DEL PADRE - VIERNES -19- MARZO,./ POLICIAS EN LA CALLE - Aumenta la vigilancia en Los Barruecos ante la gran afluencia de visitantes,. / EL DIVAN DE OLGA VIZA - La vieja guardia tira del carro ,.

 

TITULO:  LA LOTERIA DEL VIERNES -  Loteria del Padre - Viernes -19- Marzo - ¿Dónde está Wally? -    La generación que se fue en silencio ,. 

LA LOTERIA DEL VIERNES -  Loteria del Padre - Viernes -19- Marzo - ¿Dónde está Wally? -  La generación que se fue en silencio  , fotos,.

 

La generación que se fue en silencio,.

Las personas mayores han sufrido las consecuencias más duras de la crisis sanitaria y ahora con la vacuna recuperan la esperanza. Casi el 90% de los fallecidos en España como consecuencia de la covid tenían más de 70 años,.

La generación que se fue en silencio

El Alzheimer hizo mella en los recuerdos de María Jesús hasta que se fue en silencio el pasado 8 de abril a los 89 años. Sus familiares no pudieron acompañarla en sus últimas horas. «Perdió la memoria pero nunca la sonrisa, era el cariño hecho mujer», recuerda uno de sus dos hijos, que mantiene la pena de no haber podido despedirse. Lo mismo le ocurre a Félix, cuyo duelo dice no haber terminado. «Mi 

 Resultat d'imatges de ¿Dónde está  Wally?

 

padre fue un ejemplo al que quisiera llegar a parecerme. Se fue solo, sin verlo y sin el cálido abrazo de su gente». Tenía 86 años. Carmen tampoco tuvo cerca a ninguno de los suyos en su último viaje a los 96 años. «Se fue en la más absoluta soledad», escribe uno de sus hijos. La familia de Juliana y Agustín jamás olvidarán el fátidico mes de abril, en el se llegaron a producir hasta 12.000 muertes por encima de lo normal en nuestro país. Ella con 89 y él con 91 se fueron juntos. Ángela, de 85 años, fallecía tan solo cuatro días después que su marido Anselmo, también como consecuencia del coronavirus.

 Resultat d'imatges de LA LOTERIA DEL VIERNES  once

 

En cada fallecimiento hay una historia que en ocasiones se queda sin contar. Porque hay a quien nadie reclamó y cuyos cuerpos quedaron en algún frigorífico del Instituto Anatómico Forense. Un drama dentro de la propia tragedia. Víctimas a las que nadie llamó a su puerta ni preguntó por ellas. El peor de todos los finales.

 

 Resultat d'imatges de Loteria del Padre

 

Los más mayores no solo fueron duramente castigados por su vulnerabilidad al virus, también por la soledad a la que se enfrentaron en los peores días de confinamiento, en los que la recomendación de no salir de casa ni recibir visitas -por ser la población de mayor riesgo- les dejó completamente aislados en sus domicilios y ha causado para muchos de ellos estragos en su salud física y mental. Personas que hace un año vivían solas con plena autonomía, hoy padecen un cuadro de demencia no diagnosticado, según un estudio del departamento de Salud Mental del University College de Londres.

En España hay más de 2 millones de mayores que viven solos en sus domicilios y 360.000 en residencias, pero solo el 40% de estos últimos recibe visitas

Frente a esta triste situación, fueron muchas las iniciativas que surgieron para dar acompañamiento y apoyo a este sector. Teléfonos de atención o videollamadas para garantizar la actividad física fueron algunas de ellas. Una de las destacadas es la de la iniciativa Minutos en compañía o la start up social 'Adopta un Abuelo' un programa intergeneracional de compañía para que la tercera edad sobrelleve la soledad. Historias diarias que escuchan voluntarios al otro lado del teléfono desde domicilios desolados. Según datos del Ayuntamiento de Madrid la ciudad registra unos 650.000 mayores de 65 años, de los cuales un 25% se encuentra en riesgo por la soledad. En España hay más de 2 millones de mayores que viven solos en sus domicilios y 360.000 en residencias, pero solo el 40% de estos últimos recibe visitas.

El 90% de los muertos era mayor de 70 años

La pandemia recordó la debilidad de quienes lucharon y resistieron ante muchas de las penurias vividas en la historia de España. Muchos de ellos nacieron en la Segunda República y crecieron durante la Guerra Civil y el período de posguerra. Emigraron y volvieron. También vieron a los que se iban sin tener que irse. Vivieron y trabajaron durante la dictadura y la transición a la democracia, y envejecieron ayudando a sus hijos y nietos durante la crisis del 2008. Los ancianos fueron carne de cañón para este enemigo invisible que brotó de la forma más sanguinaria ante ellos, haciéndoles perder su condición individual y convirtiéndoles en números de la estadística en el recuento que se hace a diario. «Detrás de esas cifras existen personas que han levantado este país de la nada, personas que han construido una democracia plena a pesar de haber vivido una época a la que, incluso los que no la hemos conocido, no queremos volver», escribe en una carta José Antonio, que perdió a su madre por culpa del virus en una residencia salmantina. Leo, de 76 años, sufría Alzheimer desde hacía casi dos décadas. Una insuficiencia respiratoria se la llevó.

El virus es letal con la edad. Ronda el 14% desde los 70 a los 80 años y prácticamente supera el 30% para los mayores de 90, según los datos del Instituto de Salud Carlos III. Dicho organismo realizó recientemente una radiografía de la pandemia para determinar la media de edad de las víctimas de la covid: 78 años y con patologías previas. Ni los infectados ni las muertes se conocen con exactitud. A muchos ni les hicieron el test durante la primera ola. Casi el 70% de los fallecidos en España como consecuencia de la crisis sanitaria tenían más de 80 años, un porcentaje que se eleva hasta casi el 90% si se cuenta a los mayores de 70. Muchas de estas muertes se han producido en residencias de ancianos, uno de los lugares más castigados por este asesino que ahoga los pulmones de sus víctimas. «Los pacientes se morían solos, bueno con nuestra compañía, porque no estaba permitido que entraran los familiares. Los cadáveres se nos amontonaban. Morían muchos y no todos con patologías previas; a muchos aún no le había llegado su momento», cuenta una médica de una residencia de ancianos en Madrid.

El número de víctimas mortales en estos centros -ya sean públicos, concertados o privados- supera las 30.000, según datos procedentes de las comunidades autónomas. Un estremecedor informe de Médicos sin Fronteras que se hizo público en agosto mostró la dura realidad. «Entre finales de marzo y principios de abril, cientos de residentes vieron denegada la solicitud de acceder a los servicios de urgencias e ingresos hospitalarios, restringiendo su acceso según comunidades autónomas y días de evolución de la epidemia. Sin alternativa, las residencias se vieron obligadas a mantener alojados a pacientes positivos con pronóstico muy grave», explicaba el documento, que había recopilado los testimonios de trabajadores de 500 residencias en todo el país.

El número de víctimas mortales en las residencias supera las 30.000, según datos procedentes de las comunidades autónomas

En el año de la pandemia, el 8% de los residentes en geriátricos habrían fallecido a consecuencia del SARS-CoV-2. Ahora, cuando se cumple un año del estallido de la pandemia, estos centros ven la luz. Desde el 27 de diciembre, aquellos que vieron morir a sus compañeros comenzaron a recibir las primeras dosis del remedio de Pfizer y Moderna. En la primera ola fueron los olvidados y ahora se les colocó en el lugar en el que debían estar. Tras ser el escalón inicial de la estrategia de vacunación, vuelve a reinar la paz en el ambiente tras la inoculación de las dosis necesarias para la inmunización.

Los contagios en las residencias de mayores se desplomaron en el último mes, confirmando de esta manera el efecto de la vacuna en estos centros. Los positivos disminuyeron en un 95% entre el 24 de enero y el 21 de febrero, según los datos que publicó el Gobierno a principios de este mes de marzo. En esa fecha, la inmensa mayoría de usuarios de las residencias ya hacía más de una semana que había recibido la segunda dosis de la vacuna, por lo que ya estaban desarrollando la pretendida inmunidad plena.

TITULO: DIA DEL PADRE  - VIERNES -19- MARZO,.

Familia Marfil Tallada: «De mis padres hemos aprendido a pelear»,.

Manuel Marfil, el patriarca, nació en Málaga y se instaló en Valencia porque a su mujer le tiraba mucho su tierra. Cuarenta años después conserva el acento y las costumbres andaluzas, aunque la afición por viajar la ha heredado de María José. «Hemos recorrido el mundo entero».-

María José Tallada, Manuel Marfil y sus hijos Paloma, Begoña y Héctor, en la nueva joyería que abrieron en plena pandemia. /D. TORRES
fotos / María José Tallada, Manuel Marfil y sus hijos Paloma, Begoña y Héctor, en la nueva joyería que abrieron en plena pandemia.

Llamándose de apellidos Marfil y Tallada parecía predestinado en la familia que su profesión iba a ser la joyería. «Todavía hay quien piensa que el nombre del establecimiento tiene que ver con el marfil», comenta Begoña, la hija mayor de un matrimonio que ha estado cuarenta años dedicado a la joyería. Empezamos la entrevista y Manuel Marfil se aposenta en un pequeño sillón extendiendo los brazos, como acaparando bajo su manto protector a la familia. «Le pregunto a usted primero, si le parece», y contesta: «Capitán Marfil». La expresión la repetirá varias veces durante la entrevista, e incluso enseña un colgante que representa un timón, y que lleva colgado al cuello. El lugar elegido para el encuentro es la nueva joyería inaugurada hace tan solo unos meses en la esquina de Cirilo Amorós con Hernán Cortés, en un cruce de calles que se han convertido en los últimos años en sinónimo de lujo y exclusividad. En el lugar se respira el estilo del interiorista Carlos Serra, que andaba metido en el proyecto en pleno confinamiento, y para el que se inspiró en el Nueva York del arquitecto valenciano Guastavino. Define muy ajustadamente lo que quiere transmitir esta familia, a caballo entre la primera y segunda generación, entre el pasado representado por la aguja de la corbata y las perlas enormes y el presente de unas joyas apenas visibles o una pieza que se puede ir componiendo como un puzzle.

-¿Cómo recuerda los inicios?

-Manuel. Yo tengo el corazón partido, porque nací en Málaga, pasé allí cuarenta años y otros cuarenta en Valencia. Aquí conocí a María José, me enamoré de ella y al poco tiempo nos casamos. En Málaga nacieron Begoña y Héctor.

-María José. Volvimos, porque la tierra tira mucho.

-¿Cómo fue el crecimiento?

-M. Desde que llegamos hemos hecho la ruta del capitán, desde plaza de España, pasando por Colón, ahora Hernán Cortes, siempre buscando el triunfo. Y cuarenta años después hemos aguantado el tipo y mantenemos orden, cultura, precio, respeto al cliente y confianza absoluta.

La familia Marfil Tallada, cuarenta años dedicada al negocio de la joyería.
 
La familia Marfil Tallada, cuarenta años dedicada al negocio de la joyería. 

-Pero usted, María José, no iba para joyera.

-MJ. Yo en realidad soy perito agrícola y estuve cuatro años trabajando en el Jardín Botánico, pero al casarme me fui a Málaga y lo dejé. He estado trabajando de joyera hasta que me he jubilado, y mis hijos nos han visto siempre.

-¿No quedó nada de lo de perito agrícola?

-MJ. Me quedó la afición por la jardinería, es lo que me gusta y me distrae, y todavía recuerdo la época en el Botánico, o en Bélgica, donde trabajé en un centro de investigación.

-En aquella época, ser mujer con una carrera universitaria, o salir al extranjero, no era lo más común.

-MJ. En el curso de Agrónomos éramos cinco o seis chicas y ellos doscientos y nos ponían en primera fila. Pero es que mi padre era médico y mi madre profesora de Mercantil, así que en mi casa nos lo inculcaron de pequeños, como yo lo hice con mis hijos. Es cierto que tienen la joyería, pero antes era importante que se prepararan.

«El capitán no se jubila nunca, siempre está en la proa del barco»

-¿Qué recuerdos tienen de su infancia?

-Begoña. El primer despacho estaba en casa. A nosotros siempre nos pareció natural que con la familia fuera unido el trabajo.

-Paloma. Recuerdo que en Navidades nos íbamos a Andorra, a nosotros nos dejaban en las pistas para esquiar y ellos con las maletas se iban a visitar joyerías.

-Héctor. Y gracias a sus viajes de trabajo a Andorra esquiábamos tres veces al año.

-P. Además, veraneábamos en Ibiza, donde mi padre siempre aprovechaba el mes para seguir trabajando, cargado con sus maletas visitando joyerías.

Hace ya veintiséis años que Héctor, el mediano, se incorporó a la empresa, donde empezó con unas prácticas de la carrera de Empresariales. Y se quedó. Paloma, la pequeña, lo tenía muy claro. «A mí siempre me gustó la orfebrería». Así que estudió Gemología, se sacó el título de tasador de joyería, se especializó en diamantes.

-¿Y usted?

-B. Yo también estudié Empresariales, como mi hermano, pero en mi caso empecé a trabajar en el departamento de márketing de una farmacéutica. Sin embargo, llegó un punto en que me planteé que yo también quería estar en el negocio familiar. No quería quedarme fuera. Hasta mi marido está en la empresa.

-¿Pueden dejar de hablar cuando cierran la puerta?

-B. Mi marido y yo no hablamos de trabajo, o al menos lo procuramos.

-Supongo que es una alegría que el negocio haya podido pasar a una segunda generación.

-MJ. Ya lo creo. Esto es fruto de nuestro esfuerzo y nuestro trabajo, y que pueda seguir gracias a ellos es una alegría.

«Para mí sería terrible que hubiera problemas entre mis hijos»

-¿Ha sido difícil dejar las riendas?

-M. Si yo todavía no lo he dejado. El capitán no se jubila nunca, está siempre en la proa del barco y viendo de dónde sopla el viento (ríen).

-MJ. Lo tiene más claro que el agua.

B. Y afortunadamente, porque nos da muchísima tranquilidad.

-¿Qué han aprendido de sus padres?

-P. Todo. A pelear, a saber lo que cuesta ganar el dinero, a trabajar las horas que haga falta.

-MJ. Hemos procurado darles ejemplo, y creo que lo hemos conseguido.

-B. Cuando mi madre tenía la joyería en un primer piso en la plaza de España sus ventas eran equiparables a las que hacemos aquí. Empezando de cero, sin publicidad, sin redes sociales. En la forma de tratar al cliente no ha habido mejor maestra.

-P. Y todavía hay gente que viene a nosotros porque se siguen acordando de ella.

-No son fáciles las empresas familiares.

-MJ. Es muy importante el respeto, y nosotros nunca hemos llegado a discutir. Cada uno tiene su opinión y no es fácil, las 24 horas del día juntos.

-B. Creo que es fundamental, además, repartir bien y saber cuál es el espacio de cada uno. Y puede que tengamos opiniones diferentes, pero lo resolvemos. Creo que nos han educado de la misma manera, y en este sentido es muy fácil.

«Es muy importante el respeto y saber cuál es el espacio de cada uno»

-¿Creen que puede haber sucesión en una tercera generación?

-B. Mi hijo ha estudiado ADE y el trabajo de fin de grado lo va a hacer sobre la empresa familiar, pero el objetivo es que se vaya fuera, empezar en otros sitios, como yo hice en su momento.

-M. Yo quiero que sea el futuro CEO en la empresa.

-P. Mis hijos y las de Héctor son pequeños todavía, pero una de sus hijas, cuando viene, se pone a dibujar las joyas y es una maravilla.

-¿Todavía regresa a Málaga, Manuel?

-M. Ahora llevo varios meses sin ir, pero cuando pase esto quiero volver y comerme un espeto de sardinas y disfrutar de un poquito de flamenco.

-¿Han pasado miedo con el Covid?

-M. Si veo el miedo, yo le doy un capote, como el torero. Hay que adaptarse.

-MJ. Hemos estado prácticamente confinados estas semanas. Manuel ha empezado a venir algún rato por la mañana, lo traigo yo en el coche y así se distrae.

-¿Es de los que morirá con las botas puestas?

-M. Claro. Con las botas y la gorra. Ya le digo que algo tiene el capitán, que las mujeres siempre se vuelven (ríe).

-P. Hasta los amigos le llaman así.

-B. Y cuando nos vamos de viaje, siempre lleva su gorra puesta.

-¿Les gusta viajar?

-M. Nos hemos recorrido el mundo entero, desde el Polo Norte hasta el cabo de Hornos, la India, China, NuevaZelanda.... hasta llevé el barco español de la Copa América. El mundo es tan bonito... y España también.

-B. Hemos viajado mucho juntos, desde que éramos pequeños, ahora con los nietos, que también viajan solos con los abuelos. El último viaje fue a Marrakech y lo pasamos tan bien...

«Si veo el miedo yo le doy un capote, como el torero. Hay que adaptarse»

-Qué placer ver a la familia unida, ¿no, María José?

-MJ. Para mí sería terrible ver problemas entre mis hijos.

-Mirando ahora hacia atrás, Manuel, ¿cree que ha tenido suerte en la vida? Momentos duros siempre hay.

-M. Pero con sacrificio, viendo donde uno se ha equivocado y con la imagen de Dios cerca se supera todo. Suerte también he tenido, mucha. Con todo lo que he pasado, un marcapasos y un toro que casi me cogió («es que el capitán quiso torear», ríen).

-Cuéntemelo.

-M. En Arévalo salió un toro de 600 kilos y se fijó en mí. Mi socio se tiró de cabeza al callejón, a mí en el burladero no me hacían sitio y me quemó el pantalón. «Haberse tirado», me decían. Otra vez, en la finca de un amigo yo estaba en la plaza y cuando vi al toro hacia mí me quedé quieto. Pasó por mi lado. Luego decían: «no he visto a alguien con más valor en mi vida». En realidad, estaba paralizado por el pánico. Eso es suerte (ríen).

   TITULO : POLICIAS EN LA CALLE - Aumenta la vigilancia en Los Barruecos ante la gran afluencia de visitantes,.

 

Aumenta la vigilancia en Los Barruecos ante la gran afluencia de visitantes,.

Los agentes recuerdanal público que no está permitido hacer pícnic sobre el césped ni dejara los perros sueltos enel monumento natural,.

Policías en el Barrueco de Arriba, ayer./ Armando
 
foto / Policías en el Barrueco de Arriba, ayer.

«Esto se pone a reventar. El otro día le comentaba a un amigo que parecía la entrada a un centro comercial, un coche detrás de otro». Lo cuenta Satur González desde uno de los principales accesos al monumento natural de Los Barruecos. Aquí lleva 26 años con sus burros, todo un reclamo para las familias con niños que quieren dar un paseo, etc,.

 

TITULO:  EL DIVAN DE OLGA VIZA -  La vieja guardia tira del carro ,.

 

La vieja guardia tira del carro,.

Once de los catorce goles que ha anotado el Santa esta temporada los han firmado jugadoras que lograron el ascenso,.

Nayadet, Parralejo, Rovirola, Estefa y Blanca celebran un gol. / PAKOPÍ
 
Nayadet, Parralejo, Rovirola, Estefa y Blanca celebran un gol. /  foto,.

Inmerso en el último tercio de la competición, el Civitas Santa Teresa ha convertido en patrón lo que era una tendencia. El bloque del ascenso se ha asentado como columna vertebral de un equipo con una identidad heredada de Reto Iberdrola y que, con ciertas dosis de perseverancia y paciencia, ha adaptado a la élite para exprimir sus prestaciones, etc,.

 

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