TITULO: Órbita Laika - La mano inerte ,.
Lunes -26- Julio las 22:00 en La 2 / foto,.
La mano inerte,.
Antonio se interesó por aquella marca. Ella le contó una larga historia sobre su familia,.
Antonio odiaba que el telediario se hubiera convertido en una acumulación de sucesos, desgracias y muerte: tras la información de un atraco a mano armada que terminó a tiros y la sección diaria dedicada a las ocupaciones de viviendas y los correspondientes anuncios de alarmas, le tocaba el turno a lo que se ha dado en llamar 'la tragedia de la inmigración': el naufragio de otra patera había dejado un reguero de cadáveres a su paso.
«Pobre gente», pensó Antonio mientras miraba fijamente la pantalla, abducido por la sucesión de cadáveres alineados y cubiertos con mantas. Una imagen sobrecogedora, pero desgraciadamente habitual esos días, cuando no dejaban de llegar aquellas precarias embarcaciones. De auténtica invasión hablaban algunos.
Entonces se fijó en ella. Una mano, inerte, sobresalía por un lado de la camilla. La cámara se había centrado en ella, manteniendo el plano. Era la mano de una persona de color con una marca singular y extraña.
Extraña para otros, pero no para él. Porque aquella era una marca que conocía bien. Le sorprendió la primera vez que la vio. Fue en la barra de 'El Paraíso', el club al que solía ir los sábados en que Lola y los niños bajaban a la playa sin él.
—¡Un fin de semana sin el muermo de vuestro padre!— decía Lola entre risas. Y allá que se iban, tan divertidos, dejándole solo un par de días.
Mentiría si dijera que aquella marca fue lo que primero le llamó la atención de Rokia. Con su sonrisa desbordante y ese culazo, los ojos no se iban precisamente a sus manos.
Sin embargo, sí que fueron las manos la parte anatómica de Rokia que Antonio más y mejor vio. Cuando abría los botellines de cerveza o los refrescos para los cubatas. Cuando sostenía el vaso en el que servía las bebidas. Cuando cogía los billetes para cobrar o le acercaba el datáfono para liquidar la cuenta.
Antonio habría preferido beberse su boca en vez de tanto güisqui de garrafón. Soñaba con acariciar su piel en vez de pasarse la noche sobando el cristal de los vasos que iba vaciando, uno tras otro, hasta salir dando tumbos para volver a casa. Solo. Siempre solo.
Una noche en que la cosa estaba tranquila, Antonio se interesó por aquella marca. Ella, con ojos soñadores, le contó una larga historia sobre su familia, el pueblo dogón al que pertenecía y su Malí natal. Sin embargo, cuando le preguntó cómo había terminado sirviendo copas en 'El Paraíso', a Rokia se le aceró la mirada.
—Mucho quieres tú saber— zanjó la conversación–.
Antonio pasó noches y noches fantaseando con Rokia. Con lo que haría con ella si se dejaba conquistar. Con lo felices que podrían ser. Las pocas veces en que el alcohol le infundía el valor suficiente para confesarle su amor, respiraba hondo y se lanzaba a recitarle algún ripio pseudopoético que había perpetrado en una servilleta. Entonces, ella se reía. Como Lola cuando se mofaba de él, llamándole cursi redomado.
—¿Por qué no te vas con otra chica cualquiera?— le preguntaba de vez en cuando Ángel, el encargado del local—. De momento, la Roka solo pone copas. Es un gancho, un anzuelo para gente como…
—…¿Para gente cómo yo?
—Sencillamente, la estoy reservando. Esa chica es una mina de oro. Y hasta que aparezca un mirlo blanco, ya me va bien sirviendo copas y poniendo cachondo al personal, dejándolo a punto de caramelo para que lo expriman las demás.
Antonio le había hecho una foto con el móvil a la pantalla de televisión. Amplió la imagen de la marca en la piel de la fallecida y no le cupo duda alguna. Aquella mano era la de Rokia. ¿Cómo era posible que su cadáver hubiera aparecido junto al de un puñado de inmigrantes ahogados?
Pasó noches y noches fantaseandocon Rokia,con lo felicesque podrían ser...
Salió a dar una vuelta para ordenar sus ideas. ¿Habría sufrido un accidente tratando de escapar de 'El Paraíso'? O lo mismo había aparecido el famoso mirlo blanco, Rokia se resistió y la cosa se salió de madre… Sea como fuere, Antonio tenía claro que alguien había tratado de desembarazarse del cadáver mezclándolo con el de aquellos pobres náufragos que, un día sí y otro también, aparecían en las costas de la provincia. Muertos muchos de ellos.
Su primer impulso fue llamar a la policía, pero se lo pensó mejor. Tendría que explicar cómo y por qué conocía aquella marca y Lola no tardaría en atar cabos. Ya podía oírla, haciendo mofa y escarnio sin parar:
—Míralo el tontito, enamorado de su negrita. ¿Qué habías pensado? ¿Redimirla y formar un hogar? ¡Ay, Antonio! Mira que eres imbécil…
Siguió dándole vueltas a la cabeza. ¿Y si Lola, además de reírse, le dejaba? ¿Y si no le perdonaba sus devaneos en 'El Paraíso'? ¿Y si decidía que por ahí no pasaba y cogía las de Villadiego? ¿Y si se iba, de una vez por todas, dejándole solo?
Entonces lo tuvo claro.
—¿Oiga? ¿Policía? Me llamo Antonio Martínez y quiero denunciar un asesinato.
TITULO : Zona indie - Cine - La sombra del poder .
Este lunes-26- Julio a las 23:30, en la ‘Zona indie’ de La 2 se emite la película, foto.
- Reparto
- Cal McCaffrey (Russell Crowe) es un veterano periodista del Washington Globe viejo amigo del prometedor congresista Stephen Collins (Ben Affleck), uno de los políticos del momento. Cuando la ayudante y amante de Collins aparece muerta en el metro, éste recurre a Cal para demostrar que no fue un suicidio. Durante la investigación, se descubren ciertas pistas que podrían hacer que todo es parte de una trama mucho mayor de la que imaginaban... Adaptación de la popular miniserie homónima de la BBC.
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TITULO: + Cotas - El vuelo de los 40 ratones ,.
El Sabado -24-Julio- a las 9:30 por La 1, foto,.
El vuelo de los 40 ratones,.
verano de... 1960
El Sputnik 5 fue el primer vuelo espacial en que los seres vivos que mandaron volvieron también vivos,.
La perrita Laika, a bordo del Sputnik 2 (1957).
La perra Laika no solo murió en el espacio como única tripulante del Sputnik 2, tuvo un entrenamiento terrorífico. Su muerte la convirtió en heroína y hasta en sello, pero más le habría valido seguir siendo una perra callejera. O no, yo qué sé. La inmortalidad. Se elegían perros callejeros porque se les suponía resistencia al frío y al hambre. Los metían en sitios cada vez más diminutos y los colocaban en centrifugadoras que simulaban la aceleración del movimiento y en máquinas con los ruidos de una nave espacial. Supongo que una resonancia magnética habría bastado. Laika fue el primer ser vivo en órbita. También el primer animal que murió en órbita. Duró unas pocas horas por el sobrecalentamiento de la nave. Y el pánico. Pero el Sputnik 2 siguió orbitando cinco meses más con la perra muerta en su interior. Menos mal que se quemó al regresar a la atmósfera (había sido lanzada el 3 de noviembre de 1957). Por supuesto, en la URSS dijeron que no había sufrido. Tardaron unos 50 años en contar la verdad. El sacrificio de Laika salvaría a los canes futuros de las perrerías de los científicos.
En 'La noche del 4 al 15' (Periférica), Didier da Silva recuerda el Sputnik 5. Con el cinco romano, también se denominaría así la vacuna rusa contra el Covid 19. Pero el Sputnik 5 no se llamaba así, fue una denominación incorrecta en Occidente. Era Korabl-Sputnik 2 o Vostok-1K No. 2. Pero más fácil Sputnik 5, como es más fácil Paquirrín que Kiko Rivera. El satélite artificial fue el tercer vuelo de prueba del cohete lanzadera Vostok. Y aquí viene lo bueno, el primer vuelo espacial que mandó seres vivos que volvieron vivos. Se lanzó el 19 de agosto de 1960. Y ocho meses después, gracias a lo que los soviéticos habían aprendido, pudieron mandar a Yuri Gagarin.
Tres años antes, Laika había muerto en el Sputnik 2 a las pocas horas del lanzamiento
En agosto de 1960 nacieron Antonio Banderas, Zapatero y Sean Penn. Dos están como cabras. El Congo Belga se independizó el 30 de junio de 1960. Su primer Primer Ministro fue Patrice Lumumba (asesinado el 61). El cóctel Lumumba (variante barata del Brandy Alexander) fue muy popular en España durante la Movida. Cuando todos éramos racistas y nos preocupaban menos los perros espaciales.
Y no hay que volver a la pobre Laika, que el 28 de julio ya se les desintegró el invento y los perros que habían lanzado murieron al estrellarse contra el suelo. Se llamaban Lisichka y Chayka. El 19 de agosto los afortunados fueron champiñones, moscas, 40 ratones, dos ratas, un conejo y dos perras, Belka (Blanca) y Strelka (Flechita). La perras, por perras, recibieron tratamiento de estrellas. No se lo vas a dar a los 40 ratones. Strelka está disecada en un museo y uno de los seis cachorros que tuvo fue Pushinka, que Jrushchov regaló a JFK. Luego este llamaba pupniks a los cuatro perros que parió Puchinka.
TITULO: Generaciones -Una vida animando ,.
Una vida animando ,.
Oficios de verano
Se enamoró del hotel al que lo llevó su hermano siendo un chaval y ya no ha salido de ellos. Su alma es hoy Benidorm. «Hasta los días que tengo la cabeza loca, bailo, sonrío y 'p'alante'»
Piuuuuuuuu!!'. El altavoz portátil Sytech de 250 vatios aúlla cuando se acopla al ser enchufado en el escenario de la piscina-lago. Con capacidad para casi 800 almas. William Cruz, animador jefe del hotel Magic Robin Hood, carraspea antes de coger el micrófono. Al fondo, las montañas que rodean Benidorm y el perfil de algunos de sus colosales rascacielos. Sol de más de 30 grados. «¡Holaaaaa! ¡¡Helloooooo!! ¡En cinco minutos! ¡Five minutes, cinque minuti, cinq minutes, fünf minuten...! ¡No se pierdan el aeróbico en la piscina!».
'Bzzzzzzz'. El Sytech de 250 vatios zumba esta vez, antes de empezar a atronar una música bailonga que ejerce como el flautista de Hamelín sobre hamacas, la barra del bar piscinero y hasta en lo alto de los seis toboganes. Unas 40 personas, la mayoría mujeres, se plantan en formación en el agua. Junto a Will se coloca Ricky. 24 años, también de la República Dominicana. «Es mi hijo», ríe William, mientras guiña socarrón un ojo. El 'hijo' le da un USB con la música al 'padre'. El 'Inna Feat' de Juan Magan inunda de ritmo el recinto. Los 40 gimnastas acuáticos son ya 60. Llega el 'Far l'Amore', una versión de Bob Sinclair del clasicazo de Rafaella Carra.El agua vibra, ya con 80 personas. Palmas. Gritos. Risas. Yarranca otro día en el corazón de la animación de William Cruz.
«¿Cuánto llevo en esto? Toda la vida». Y Will, un dominicano de 37 años, recuerda aquel día que su hermano, jefe de animación de un hotel italiano en Santo Domingo, le llevó con 18 añitos a contemplar el espectáculo nocturno. «Me enamoré, vi que era lo mío. Soy una persona muy activa. Soy feliz haciendo feliz a los demás». Aunque esto es un poco como la vida de un cómico. La sonrisa va delante aunque la procesión vaya por dentro. «Hasta los días que tengo la cabeza loca, bailo, sonrío y 'p'alante'».
Su reloj suena a las siete de la mañana. «Un cafetito», una ducha y empezar «con música: rap, salsa y merengue» es la ceremonia con la que activa sus jornadas. «En cuanto llego al hotel soy otra persona». Esto de animar todo un verano tiene algo de circo. Por lo artístico, que igual te lleva a mover a una multitud en una piscina, que dominar disciplinas imposibles como 'futpong' (una mesa que combina fútbol y ping-pong) o futbolín humano (un campo de futbito en el que patear un balón amarrado a cuerdas), que a dirigir un espectáculo musical por la noche haciendo «de todo». Will recuerda aquella noche que un cliente en Santo Domingo le puso un reto. «¿Bailarías como Michael Jackson? Te pareces a él». Él respondió con incredulidad. Cuando imitó al mito del Moonwalker, el turista le obsequió con un billete de 100 euros.
Pero animar, como en el circo, también implica una sonrisa agridulce lejos de los tuyos. Entre rap, salsa y merengue, los primeros pensamientos de Will son para Nuria, su mujer, y Daniela, su niña de 6 años. Las tiene en Madrid, su pareja trabajando en Correos, aunque en verano residen en Oliva, otro enclave playero a unos 40 minutos de Benidorm. Su mente también vuela al otro lado del charco. Piensa en Wilkeimy, su otro niño de 8 años, y en Winanyely, su mujercita de 18. Yen sus padres, y en sus cinco hermanos. «Es duro estar lejos de ellos, pero hablamos y nos vemos a diario, es lo bueno de la tecnología hoy...». Su 'verano', en noviembre y diciembre, lo pasa casi todo en su país.
Los aplausos estallan en la piscina del Magic Robin Hood cuando Will y Ricky acaban su baile acuático. Cervezas, cócteles y platos de papas cambian de mano en mano alrededor de los animadores mientras caminan hacia su siguiente bolo. Will no va demasiado lejos. Por los altavoces suena 'Idilio', de Willie Colon. Asu paso sale Ana Caballero, una turista de Tarragona. «Estoy aquí una semana con mi hermana. Vine el año pasado y me encantó». Y se lanza a bailar agarrada a Will.
«Y se me agota ya la paciencia por ti, esperando / Que a besos yo te levante al rayar el día / Y que el idilio perdure siempre al llegar la noche».
La contoneante letra de 'Idilio' se apaga con otra ondanada de aplausos ante el improvisado baile. La piscina protagonizará una hora más de actividades, con la 'alfombra mágica' como centro de atención, una tira de gomaespuma que atraviesa toda la lámina de agua y por la que los bañistas intentan cruzar mientras Will y Ricky la agitan con ahínco. «¡Ey negro!», bromea la camarera Sara García cuando el animador se acerca a por una botella de agua. Toca coger un 'buggy' para revisar parte de las instalaciones de los 100.000 metros cuadrados que ocupa el hotel. El mozo de zonas, Sergio, repasa el lugar con una escoba. El hotel casi parece el de cualquier verano antes de la pandemia. Lejos quedó la pesadilla de los meses cerrados y el ERTE. Se alojan estos días unas 1.600 personas de algo más de 2.000 plazas. Casi todo españoles. Aún se nota el rastro del veto británico. «Y esto es un hotel ingles casi en un 90%», apunta Will.
El vehículo recorre el área de cabañas con jacuzzi y llega a la zona deportiva. Martha y Ángela sonríen tras el mostrador de la zona en la que se entregan patinetes para el circuito de skate, palos para el minigolf, patines, balones… «¿Te has bronceado, eh?», pregunta irónica la primera al dominicano. Más risas.
El reloj avanza hacia las tres de la tarde. De 10.00 a 15.00 horas y de 20.00 a 24.00 horas es el horario del animador. Llega el momento de reponer fuerzas. «Tengo que tomar arroz todos los días. Si no, es como si no hubiera comido. Herencia de mi país», ríe Will. Hidratos a manta que, sin duda, quema. Arroz a banda y un muslo de pollo es su menú hoy. Con agua. Los chupitos solos de Ron Brugal, para algún instante de ocio.
Por la tarde Will sigue las costumbres españolas. «Un poco de siesta no falla, hay que adaptarse al lugar», ríe. Recargar pilas para la tarde, cuando le esperan la 'minidisco' con los clientes más jóvenes y luego el espectáculo musical. Cuatro noches a la semana llega la cena medieval, en un recinto cubierto que simula la arena de las justas del Medievo y en el que cenar muslos de pollo con las manos viendo a los caballeros batirse. Eso es cosa de especialistas. Will lo cuenta mientras controla el planning de la semana. «Esto es mi vida. Si ellos se animan, yo soy feliz».
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