viernes, 18 de octubre de 2013

Casillas se da tres meses para ser titular,./ Higgs, el científico y el hombre

  1. -foto-Casillas ya se ha puesto límite. Tres meses. Si en ese tiempo no vuelve a la titularidad en el Real Madrid se planteará la partida hacia otro ...

    FÚTBOL,.

    Casillas se da tres meses para ser titular,.

    • El portero del Real Madrid asegura que si en enero sigue sin jugar se plantearía irse,.
    • Ancelotti sigue apostando por Diego López en la Liga y Del Bosque confió en Valdés para defender la portería de ‘La Roja’ en el partido clasificatorio para el Mundial ante Bielorrusia,.
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      Casillas ya se ha puesto límite. Tres meses. Si en ese tiempo no vuelve a la titularidad en el Real Madrid se planteará la partida hacia otro destino en el que se le asegure un puesto fijo en el once inicial y que le permita recuperar su ya cuestionada posición dentro de ‘La Roja’. «A día de hoy, mi objetivo es pelear y luchar por jugar todos los días. Si no lo hubiera tenido claro, le hubiese dicho al presidente que me quería ir en septiembre, salir de aquí sí o sí, o en Navidad. Si dentro de tres meses la situación no cambia y me hacen la misma pregunta, a lo mejor contesto que me estoy planteando irme. Soy humano, futbolista, llevo sin jugar nueve meses, y también se me pasa. Quiero seguir aquí, ganando más títulos con el Real Madrid, pero llegará un día en el que a lo mejor tengo que tomar una decisión». Claro, conciso y sin artificios. El de Móstoles, en un acto publicitario celebrado este jueves, fue un paso más allá que en el partido de Copa de Europa ante el Copenhague, el primero oficial que jugaba ante la afición del Bernabéu tras más de ocho meses. Entonces, después de mucho tiempo sin hablar, apostó por «apretar los dientes» para reconquistar la portería blanca y explicó que su objetivo era acabar su carrera como merengue, pero dejó una puerta abierta al insinuar que, pese a sus intenciones iniciales, nadie sabe «qué pasará mañana».
      Y ese mañana tiene fecha. Es enero, el cierre del mercado de fichajes invernal. Si para entonces Carlo Ancelotti mantiene su confianza en Diego López, el capitán de la entidad de Chamartín estaría dispuesto a escuchar ofertas. Más aún si el italiano cumple con su idea de acabar con la alternancia en la portería -con el gallego en la Liga y Casillas en la ‘Champions’- con la llegada del nuevo año, cuando se empiecen a decidir definitivamente los títulos.
      Mensajes preocupantes
      Los mensajes que le llegan a Iker son cada vez más preocupantes. En su club, su técnico ha dado el torneo de la regularidad a su compañero, mientras que la competición continental y la Copa del Rey las ha reservado para el ‘Santo’. Pero la alarma ha saltado en la selección española, su gran refugio en estos meses difíciles por la lesión y por su prolongado paso por el banquillo, primero con Mourinho y este año con Ancelotti. Vicente del Bosque desafió a todos al convocarle primero y luego ponerle por delante de Valdés y Reina durante la Copa Confederaciones. Pero el pasado viernes, ante Bielorrusia, con la clasificación para el Mundial en juego, el salmantino confió en el portero del Barça y justificó su decisión alegando que Casillas sólo había disputado un partido completo en las últimas semanas. El clavo ardiendo al que se había aferrado para mantener la confianza y la fe se le doblaba. A pesar de que sí jugó contra Georgia, el seleccionador rompía con lo que parecía inamovible hasta la pasada semana.
      Ahora, ya sabe que Brasil 2014 pasa por jugar en el Madrid. Por eso, aunque ve «normal» que «después de seis años» Del Bosque le convoque en un momento en el que no ha sido «tan protagonista», le ha quedado claro que «para ir a la selección hay que jugar en el club». Para ello quiere «aprovechar cada oportunidad» que tenga y considera que, en estos momentos, lo está haciendo.
      Además, hizo una férrea defensa del perfecto estado de la mano izquierda que se lesionó en enero y aseveró que «no es que esté igual de bien, es que está mejor» que antes de la fractura en la base del primer metacarpiano e insistió en el empeño que está poniendo en demostrar que «Iker Casillas sigue estando ahí». De hecho, mandó un mensaje directo a la parte de la grada que no le apoya: «A la gente que no le agrade que esté tranquila, que haré todo lo posible para que vuelva a sentirse identificada con su capitán. A los que me han demostrado su cariño les digo que voy a estar mejor».
      También se acordó del técnico que le relegó al ostracismo. Dijo que no guarda rencor a Mourinho, destacó las «cosas buenas» que vivió junto a él y alabó la capacidad del portugués para sacar de los jugadores «ese plus que se había perdido para devolver al equipo a donde tenía que estar», y reveló que, cuando se vuelvan a encontrar, tendrán que decirse «muchas cosas a la cara», como, según Casillas, han hecho «siempre».



      1. Peter Higgs es tan esquivo como la partícula a la que da nombre. El ganador del Premio Nobel de Física, junto a François Englert, no es amigo ...
        Peter Higgs es tan esquivo como la partícula a la que da nombre. El ganador del Premio Nobel de Física, junto a François Englert, no es amigo de la prensa. Sin embargo, este físico teórico ha dejado a un margen su inveterado recelo hacia los informadores y ha concedido una entrevista en exclusiva a XLSemanal. Los lectores del semanario podrán encontrarse este domingo con el padre de una teoría, la del bosón de Higgs, que sorprendió en su día a la comunidad científica y que causó no pocas resistencias entre sus colegas, incrédulos ante una tesis osada.
        La Academia Sueca de Ciencias reconoció la semana pasada a los padres de una teoría que permite comprender por qué las partículas subatómicas tienen masa, lo cual es clave para entender el universo.
        En la entrevista, realizada por Fernando Goitia, Higgs se muestra bienhumorado y a la vez sorprendido por el interés que de pronto ha suscitado su persona. Acostumbrado a pasar desapercibido, Higgs no se hace a la idea de que ahora es toda una notoriedad. El científico recibió a los periodistas en el salón Kelvin de la Royal Society de Edimburgo, la misma casa de la que eran miembros de Adam Smith o Benjamin Franklin.
        A sus 84 años, cuando aún le requieren para disertar de la partícula de la que habló por primera vez en 1964, el físico conserva toda su lucidez e inteligencia para recrear aquellos años en que concibió una teoría que se antoja todo un rompecabezas. Pese a su espíritu animoso, el físico británico ya ha anunciado que piensa retirarse el próximo año de la labor investigadora. Desde que la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) realizara el año pasado un experimento que confirmaba lo que hasta entonces se movía en el campo teórico, Peter Higgs no ha parado de impartir conferencias. Antes se complacía con una vida sosegada y plácida, algo que quiere recuperar. Aunque ha atraído todas las miradas, su audaz teoría fue formulada casi al mismo tiempo por otros científicos, como el laureado Englert y el ya fallecido Robert Brout. Al desarrollo de su hallazgo contribuyeron de forma decisiva el equipo de Tom Kibble, Gerald Guralnik y Carl Richard Hagen. En sus alocuciones Higgs nunca se olvida de nombrarlos.
        Esta prueba de modestia no es nueva en él. Es un hombre que en 1999 rechazó que el Gobierno británico le nombrara Caballero porque consideraba que era un honor prematuro.
        Amante de la música de Bach y Händel y frecuentador de museos, conciertos y teatros, utiliza siempre que puede el autobús para desplazarse y gusta de estar informado de los lugares que visita, también de sus conflictos y problemas. Higgs ha contado alguna vez que se le ocurrió su teoría cuando paseaba por los montes Cairngorms, en su querida Escocia, en 1964. Tuvo que pasar casi medio siglo para que gracias al Gran Colisionador de Hadrones (LHC), el acelerador de partículas más potente que ha construido el ser humano, se corroborara la validez de los planteamientos de Higgs, Englert y compañía. Ahora recibe media docena de invitaciones cada día para explicar su descubrimiento ante audiencias de personas doctas y curiosas que le idolatran. Pero antes tuvo que pasar lo suyo.
        Su teoría fue recibida con escepticismo y hasta con frialdad. Y eso que Peter Higgs apuntaló sus ideas en cálculos matemáticos con los que vencer la desconfianza de los más recalcitrantes.
        A Higgs no le gusta que su hallazgo haya sido bautizado con el título de la 'partícula de Dios'. Él es un hombre de ciencia, un hombre entregado a la mecánica cuántica y poco dado a misticismos. Todo se debe a una carambola. Leon Lederman -premio Nobel de Física en 1988 por su trabajo sobre los neutrinos- escribió un libro en que se refería al bosón como la «partícula maldita». A los editores les asustó el atrevimiento y postularon una denominación que hizo fortuna: «la partícula de Dios».
        Si bien Higgs siempre fue un alumno que descollaba en la escuela, el interés por la física le llegó de forma tardía. Fue Paul Dirac, padre de la mecánica cuántica moderna, quien le inoculó la pasión por la física teórica. Consiguió su doctorado en 1954 en el King's College de Londres con una tesis que llevaba por título 'Algunos problemas en la teoría de las vibraciones moleculares'. Entonces jamás hubiera imaginado que se convertiría en una estrella del firmamento científico.

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