TAPAS Y BARRAS, Liderando el folclore ./ UN PAIS PARA COMERSELO, ¿ PARA QUE SIRVE PORTUGAL ?

TÍTULO: TAPAS Y BARRAS, Liderando el folclore ,.

-foto-Pedro Asuar preside desde Almendralejo la defensa de lo popular,.

En Almendralejo funcionan unas 150 asociaciones culturales. Es una ciudad muy participativa donde los niños se apuntan ya sea a una sociedad de bailes de salón, ya sea a una de canaricultura. Pedro Asuar, que ahora tiene 56 años, se inscribió a los 14 años en la asociación cultural y folclórica Tierra de Barros, que cumple ahora su 45 aniversario, y hoy es el presidente de la Federación Española de Agrupaciones de Folclore (FEAF). Lleva diez años al frente de los grupos folclóricos de España.
«Las asociaciones de folclore, muchas con más de medio siglo de actividad, tenían poco reconocimiento y apoyo oficial. En 2003, en la convención de la Unesco en París, se firma un convenio, que también rubrica España en 2006, para fijar los objetivos de las agrupaciones de folclore y salvaguardar el patrimonio inmaterial. Fue un paso adelante fundamental», destaca Pedro Asuar.
La FEAF ultimó en 2008 un Plan Global de Música y Danza Tradicional y Pedro se convierte en un activista del folclore que viaja continuamente desde Almendralejo hasta Madrid para ir de aquí para allá explicando la situación de nuestras raíces al poder ejecutivo y legislativo.
«Encontramos bastante receptividad. El 19 de mayo de 2010 se aprobó en la Cámara de Diputados una proposición no de ley en apoyo y salvaguarda de la música y la danza tradicionales», expone. Esta proposición contó con la abstención de los grupos vasco y catalán, «y eso que quitamos la expresión de España».
El trabajo de Pedro y su equipo directivo prosiguió en Madrid, exponiendo a la entonces ministra de Cultura, González Sinde, sus preocupaciones y consiguiendo que, en 2011, se aprobara el Plan Nacional de Salvaguarda del Patrimonio Inmaterial. Tras dar otros pasos importantes, el Congreso de los Diputados ha aprobado este año el anteproyecto de ley de Patrimonio Inmaterial. «Ahora espero que la ley sea aprobada antes del verano y de esta manera tendríamos un plan pionero en Europa», se ilusiona Pedro.
Todo este lío, un tanto pesado, de anteproyectos, proyectos, planes y leyes es la parte política y burocrática de un esfuerzo que, liderado desde Extremadura, intenta proteger la gastronomía, las hablas, las expresiones orales (caso del silbo gomero, por ejemplo), el paisaje natural, la música y la danza tradicionales.
En las reuniones de la junta directiva de la FEAF con delegados de cada comunidad autónoma, Pedro Asuar y su equipo impulsan, también, la formación académica de quienes deben enseñar y preservar las tradiciones. Se trata de trabajar con rigor para promover las raíces desde planteamientos sistemáticos y científicos.
«En 2008, empezamos a preparar con la Universidad Rey Juan Carlos y el Instituto de Danzas Alicia Alonso la formación de los profesores de danza tradicional. Existían cursos sobre las demás danzas, pero no sobre esta modalidad. Creamos un título propio en la Rey Juan Carlos con especialidades por comunidades autónomas», detalla Pedro.
Esto quiere decir que los estudiantes se forman en materias troncales, impartidas por el equipo docente de la Universidad Rey Juan Carlos, pero después se especializan en función de la mención de cada región con profesores aportados por la FEAF, que colabora con las universidades de cada autonomía.
Hasta ahora, se imparten las especialidades de danza tradicional de Extremadura y de Andalucía. En el caso extremeño, la docente es la doctora Pilar Barrios, profesora de la Universidad de Extremadura y eminente folclorista. También se dan 'master class', como las que ha impartido a sus más de 90 años el especialista Abundio Pulido, director de Sabor Añejo de Montehermoso. El paso siguiente será implantar en Extremadura y Andalucía un Plan Experimental Educativo para enseñar de manera reglada el folclore en las escuelas. Será el colofón a una estrategia nacional diseñada y dirigida desde Almendralejo.

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La prensa española comenta cualquier liga fútbol salvo la lusa, foto,.

En los periódicos y en las cadenas de televisión de España se presta atención cada lunes a los resultados de fútbol de las ligas de Escocia, Holanda o Bélgica. Sin embargo, es muy difícil, casi imposible, encontrar alguna información sobre la liga más próxima: la portuguesa.
Hace ocho días, el Benfica y el Oporto, separados por tres puntos a favor de los lisboetas, se jugaron el liderazgo en el bello Estadio da Luz. Empataron a cero goles, pero fue difícil encontrar referencias en los medios españoles, que sin embargo prestaron mucha atención al Arsenal-Chelsea, también finalizado con empate a cero, que sin embargo no se jugaban el título pues el Chelsea sacaba al Arsenal 13 puntos.
Podría argumentarse que la liga portuguesa no tiene equipos de la categoría del Ajax, el Celtic de Glasgow o el Brujas para justificar que las ligas de esos países sí sean atendidas por los medios. Pero no es cierto: el Oporto ha resistido en la Champions hasta los cuartos, el Benfica jugó la final de la Europa League el año pasado contra el Sevilla y el Sporting de Lisboa y el Braga suelen contender dignamente en las competiciones europeas. Además, el Oporto ha ganado dos veces la Liga de Campeones, dos la Intercontinental, dos la Copa de la UEFA y una la Supercopa de Europa. O Glorioso Benfica, por su parte, tiene dos Copas de Europa y ha quedado cinco veces subcampeón de este torneo. Podría argumentarse también que en España no interesa la competición lusa por su poco peso futbolístico. Pero nada más lejos de la realidad. En Portugal, juegan y entrenan muchísimos españoles. El Oporto es uno de los equipos que mejor ficha del mundo y la puerta por donde han entrado en Europa cracks como James Rodríguez o Radamel Falcao, mientras que Diego Costa llegaba fichado por el Sporting de Braga.
Queda solo un argumento, aunque sea algo ridículo: quizás le falte atractivo mediático, polémicas y demás a la liga portuguesa. Pues nada de nada. El entrenador más polémico de Portugal es el español Lopetegui, enfrentado a la prensa lusa, a la que no concede ni una entrevista, mientras que sí lo hace a los medios españoles. En Portugal, lo llaman Lototegui porque sus alineaciones parecen fruto de una lotería y el pasado fin de semana, al finalizar el clásico contra el Benfica en Lisboa, se acercó a Jorge Jesús, entrenador benfiquista, que también lo había llamado Lototegui en una rueda de prensa previa al choque, y le dijo al oído: «Si vuelves a cambiar mi nombre, te pego un puñetazo, cabrón». No me digan que no hay materia para que la liga portuguesa tenga morbo y sea mediática en España. Pues nada, aquí nos muestran los goles del Twente-Molembeeck y el Benfica-Oporto no existe.
En Extremadura, además, tenemos el acicate de la proximidad. En tiempos, los rayanos Elvas y Campomaiorense estuvieron en Primera y lidiaron con los grandes de Portugal, que, salvo el Académico de Coimbra y los madeirenses Marítimo y Nacional de Funchal, son de ciudades o barrios de los entornos de Lisboa y Oporto. El equipo más cercano a Extremadura es el S.C. Covilhá, de Segunda División, que, por cierto, está solo a dos puntos del ascenso directo a Primera a falta de cinco partidos para acabar el campeonato.
Parece evidente, en fin, que el fútbol portugués tiene, cuando menos, tantos alicientes como las ligas que acogen al Mouscron-Péruwelz o al Zulte Waregem, equipos belgas cuyos partidos y resultados nos ofrecen los periódicos y las televisiones cada lunes mientras nada sabemos del Estoril Praia o del Vitoria de Setúbal, lugares donde, cuando menos, nos solemos bañar algunos veranos.<
Yo creo que lo del fútbol es un ejemplo más del nulo interés que se tiene en España por lo que sucede en Portugal, un país fundamental en nuestra historia y en nuestro presente, también en nuestra economía, pero que solo parece interesarnos para bañarnos en verano y comer mucho y barato los fines de semana.