TITULO:
Cena con mamá - Kevin Hart . , Viernes -24- julio ,.
Viernes -24- Julio a las 22:00 en La 1, foto,.
Kevin Hart,.
Kevin Hart | ||
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Kevin Darnell Hart | |
Otros nombres | Kevin ¨King¨ Hart | |
Nacimiento |
6 de julio de 1979 (41 años) North Philadelphia (Estados Unidos) | |
Nacionalidad | Estadounidense | |
Características físicas | ||
Altura | 1,63 m (5 ft 4 in) | |
Familia | ||
Cónyuge |
| |
Pareja | Eniko Hart (m. 2016) Torri Hart (2003-2010) | |
Hijos | Heven Leigh (2005) Hendrix (2008) Kenzo (2017) | |
Educación | ||
Educado en | Community College of Philadelphia | |
Información profesional | ||
Ocupación | Actor, comediante | |
Años activo | 1999-presente | |
Premios artísticos | ||
Otros premios | 4 veces MVP del partido de celebridades del All-Star Weekend de la NBA | |
Información criminal | ||
Cargo(s) criminal(es) | conducir bajo los efectos del alcohol | |
Web | ||
Sitio web | ||
Nacido y criado en Filadelfia, Hart comenzó su carrera ganando varios concursos de comedia amateur en clubes de Nueva Inglaterra, que culminó en su primer descanso real en 2001, cuando fue elegido por Judd Apatow para un papel recurrente en la serie de televisión Undeclared. La serie duró solo una temporada, pero pronto obtuvo otros papeles en películas como Paper Soldiers (2002), Scary Movie 3 (2003), Soul Plane (2004), In the Mix (2005) y Little Fockers (2010).
La reputación cómica de Hart continuó creciendo con el lanzamiento de su primer álbum de pie I'm a Grown Little Man (2008), y actuaciones en las películas Think Like a Man (2012), Grudge Match (2013), Ride Along (2014) y su secuela Ride Along 2 (2016), About Last Night (2014), Get Hard (2015), Central Intelligence (2016), The Secret Life of Pets (2016), Captain Underpants: The First Epic Movie (2017), Jumanji: Welcome to the Jungle (2017) y Night School (2018).
También lanzó cuatro álbumes de comedia más, Seriously Funny en 2010, Laugh at My Pain en 2011, Let Me Explain en 2013 y What Now? en 2016. En 2015, la revista Time nombró a Hart una de las 100 personas más influyentes del mundo en su lista anual. Actuó como él mismo en el papel principal de Real Husbands of Hollywood., etc,.
TITULO: Imprescindibles' estrena en La 2 - Olivia de Havilland cierra la edad dorada de Hollywood ,. . Domingo -26- Julio ,.
Domingo -26- Julio a las 21:30 horas en La 2, foto,.
Olivia de Havilland cierra la edad dorada de Hollywood,.
La actriz de 'Lo que el viento se llevó', que residía desde los años sesenta en París, muere a los 104 años
Fuerte carácter
Acostumbrada a encarnar papeles de mujeres almibaradas, la actriz sin embargo tenía un temperamento recio y litigante. Plantó cara al omnipotente sistema de los grandes estudios por las abusivas condiciones laborales que sufrían los artistas y para sorpresa de muchos salió victoriosa. Por algo su lema era «Never give up» (nunca te rindas). Llevó a los tribunales a la Warner aburrida del encasillamiento a que la sometían.A lo largo de su carrera, la intérprete participó en títulos emblemático como 'Robin de los Bosques', 'Nido de víboras 'y 'Si no amaneciera'. La noticia de su fallecimiento fue confirmada por su antigua abogada, Suzelle M. Smith, a la revista 'Variety'. «Anoche, el mundo perdió un tesoro internacional, y yo perdí a una amiga y cliente querida. Murió en paz en París».
La primogénita del abogado Walter de Havilland y de la actriz Lilian Fontaine, nació en Tokio en 1916. Como su hermana, Joan Fontaine, Olivia tenía una salud delicada, lo que obligó a que las dos niñas, después de la separación de sus progenitores, se mudaran con su madre a California. De Havilland fue educada en una ambiente diletante. Recibió lecciones de ballet, piano y dicción. Aprendió a leer a edad temprana mientras su madre le recitaba pasajes de Shakespeare.
Hastiada de que los personajes de mayor encarnadura dramática fueran acaparados por Bette Davis, se quejó, y como represalia la Warner no le dio trabajo en seis meses. No le quedaba más remedio que hacer de morena ingenua, pues de rubia candorosa ya se encargaba Anita Louise. Con todo, se sobrepuso a la adversidad y al final acabó trabajando a las órdenes de monstruos de la dirección como Raoul Walsh, Michael Curtiz, William Wyler, Robert Siodmak y Robert Aldrich, entre otros. Con Errol Flynn formó una pareja icónica del cine que hizo ganar dinero a espuertas al productor Jack Warner. No llegó a más con el galán del bigote trazado con tiralíneas porque ella no quiso, pues Flynn bebía los vientos por ella.
Su gran oportunidad llegó cuando la eligieron para dar vida a la dulce Melania Hamilton de 'Lo que el viento se llevó', a pesar de que el productor Jack Warner no la veía en el traje de refinada dama sureña.
Se casó con el novelista Marcus Goodrich, del que se divorció en 1953 y con quien tuvo un hijo, Benjamin. En 1955, contrajo nupcias por segunda vez con Pierre Galante, de quien se separó en 1979 y con quien tuvo una hija, Gisèle.
TITULO:
De seda y hierro - La alargada sombra de Linarejos todavía acompaña al Cacereño,. ,. Domingo -26-Julio ,.
El Domingo -26- Julio a las 20:20 por La 2, foto,.
La alargada sombra de Linarejos todavía acompaña al Cacereño,.
Desde su último descenso en 2016, el equipo verdiblanco ha pinchado en hueso los cuatro últimos cursos,.
Este pasado sábado en el Francisco de la Hera de Almendralejo el equipo de Julio Cobos, que había sido el club más goleador de la Tercera extremeña durante el campeonato regular antes del prematuro final, se dio de bruces con su propia paradoja. Y es que los verdiblancos, fruto de unas bases de competición que brindaban a los primeros clasificados el beneficio del empate, se quedaron a tan solo un tanto del ascenso frente al Villanovense. Todo ello con un polémico final incluido. «Que me explique el árbitro cómo no pita ese penalti. Es vergonzoso», criticó Rodri sobre la última acción del partido, en la que reclamó la pena máxima a favor del Cacereño.
Sea como fuere, la imagen dada por el Cacereño frente al Villanovense fue acorde a la dignidad que se le presuponía a un equipo llamado a luchar por el ascenso, hasta el punto de que, con un jugador menos, los de Cobos acabaron muriendo en el área rival: «No es fácil jugar dos eliminatorias donde tienes que ganar sí o sí. Lástima que solo pudiese ganar uno porque los dos equipos son merecedores de jugar en otra competición más arriba», explicó en sala de prensa el técnico del conjunto verdiblanco. El preparador del Cacereño, que no ha podido repetir desde el banquillo una gesta similar a la que ya consiguiese como jugador defendiendo el mismo escudo, también tuvo palabras de reconocimiento para los fieles que arroparon al equipo: «Estamos fastidiados por nosotros, pero también por esa afición que nos ha seguido durante todo el año. Su comportamiento en estas dos eliminatorias ha sido ejemplar».
En una temporada en la que el Cacereño ha brillado por su buen hacer en las esferas institucionales, hasta el punto de recuperar en el aspecto social el prestigio perdido en los últimos lustros, ayer no fueron pocos los aficionados que, una vez digerido el disgusto, ya mostraron públicamente su voluntad de arrimar el hombro en el que será el quinto proyecto consecutivo en Tercera.
TITULO:
Noche Sexo - Monica y el sexo - Ser romántico en 2020, ¿un problema?,.
El viernes -24- Julio 0.40 / Cuatro, foto,.
Ser romántico en 2020, ¿un problema?,.
Por qué el concepto clásico de amor, arrebatado y poético, pierde peso,.
En
los ochenta, Golpes Bajos cantaba aquello de 'Malos tiempos para la
lírica'. Cuarenta años después podemos decir que esos malos tiempos han
alcanzado a las personitas de a pie que se definen como románticas. Qué
difícil lo tienen. ¿No se lo cree? Haga una encuesta rápida entre
quienes tenga a mano y verá que pocos (o ninguno) admiten ser
románticos. Poca gente, independientemente de su edad, se anima a
proclamarlo abiertamente por miedo a parecer un blandengue, lo que en lenguaje coloquial y peyorativo se dice un 'moñas'.
¿Qué ha pasado? Una mezcla de muchos factores: ahora las relaciones son mucho más complicadas que antes, con las redes sociales de por medio, los portales de ligues, la alergia al compromiso en una juventud que a veces extendemos hasta los 50 (¿no dicen que son los nuevos 30?), el pánico al ridículo en una sociedad donde el fracaso y el error no se llevan bien... Este cóctel queda plasmado en el libro 'La calma luchada' (editorial Dos Bigotes), del psicólogo Sergio Bero, una radiografía del amor en nuestros tiempos a través de 69 relatos donde se suceden vaivenes sentimentales, batallas contra uno mismo y contra los demás y la búsqueda del amor, ese sentimiento eterno que, sin embargo, es gestionado de maneras distintas según la época. ¿La actual? Una en la que, a veces, se paga caro ser un romántico.
«Parece que vivimos, desde hace un tiempo, una desacreditación del romanticismo. Si pensamos en el amor como en una emoción permanente cuasi adolescente, mezclada de angustia y pasión, quizás deberíamos decir que ni siquiera es funcional. Sin embargo, el amor y su vivencia, el romanticismo, distan mucho de ese concepto». Para Bero (www.serbero.com), el romanticismo tendría relación con las emociones positivas o, como dice la psicóloga Barbara Fredrickson , «con los micromomentos que ejercen macroimpactos en nuestra vida». Pero los mecanismos de defensa llevados al extremo, la negación y la evitación nos privan muchas veces de esos 'macroimpactos', que son algo así como los 'ladrillos' para construir la felicidad, repasa Bero.
¿Y el sexo? Porque hablar de amor da apuro, pero en portales de ligues se leen peticiones sexuales tan explícitas –y a veces tan ordinarias– que provocarían un sofoco a nuestros mayores. «El sexo es primordial, sin duda, y voy a trasladarme a los años 40, cuando el psicólogo Abraham Maslow ya exponía que es una necesidad primaria y fisiológica. Sin embargo, añadía también que el amor estaría encuadrado entre las necesidades de afiliación, de rango psicológicamente superior y, por tanto, más compleja. Quizás por eso a veces nos cuesta más comprender el amor que el sexo». Cierto, ¿quién es capaz de descifrarlo? Ahí van unas claves que explican por qué está decayendo el romanticismo.
Uno
de los rasgos distintivos del romanticismo en 2020 es que no nos
importa mandar corazoncitos y besos por WhatsApp u otro tipo de redes,
pero en persona somos unos siesos, nos cuesta la vida decir 'te quiero'
mirando a los ojos del otro o mostrarnos cariñosos. ¿Por qué esa
bipolaridad? «Las redes sociales son un canal de comunicación tan válido
como el resto, pero no siempre funcional. Se pierde la comunicación no verbal, que es imprescindible.
Salvaguardarnos en ellas nos lleva a vivir confusiones continuas. Así
que equilibrar nuestros canales a la hora de relacionarnos sería lo
sano, mentalmente hablando. Poder decir un piropo 'face to face' y
compartir el sonrojo positivo es algo que no debemos evitar, sino
provocar más. Hagamos que lo tecnológico sea útil y no nos olvidemos de
vivir», aconseja Sergio Bero.
Hay
muchas relaciones en el mundo actual que 'mueren' solas, como sin
motivo, y dejan perplejo a alguno de los amantes. ¿Qué ha pasado? Se
pasa de la pasión a la indiferencia con pasmosa facilidad. «Tenemos
términos como el 'ghosting' (cuando alguien con quien mantenemos una
relación desaparece sin motivo aparente), que utilizamos desde que el
mundo digital forma parte de nuestra vida diaria y de las relaciones que
establecemos con él», explica Bero, quien en su libro hace hincapié en esos inicios llenos de emoción que se van al traste (¿inesperadamente?)
y también en lo que él llama «la semántica moderna», que viene a ser
saber leer entre líneas. «Un 'ya nos veremos' es realmente un 'no nos
veremos'», dice en 'La calma luchada'. Pero, ¿¡por qué no decimos las
cosas claritas!? «Por miedo y baja autoestima, aunque no queramos ni
siquiera reconocerlo», admite el psicólogo. Claro, es que en el amor ir
con la verdad siempre por delante... ¡menudo peligro! «Se puede ser
sincero sin caer en el 'sincericidio' –asegura–. Pero ocultamos en
excusas nuestros propios temores irracionales».
No
ir de cara. Usar trucos de Primero de Castigador. Son prácticas de toda
la vida en las relaciones amorosas, pero que con las redes sociales se
han agudizado en lugar de pasar de moda. «La empatía y la asertividad
son prácticas laboriosas y hay quien hoy en día se vanagloria incluso de
utilizar la ironía o el sarcasmo», dice Bero.
Parecemos
muy fuertes y muy seguros de nosotros mismos, pero en el amor del siglo
XXI todos tenemos pánico a cometer un error. Por eso nos cuesta tanto
ser románticos, que no es otra cosa que exponer nuestros sentimientos.
Según el autor, que en su libro aboga por la valentía a la hora de amar,
hay que aceptar que querer a alguien conlleva riesgos. Y si la cosa
sale mal, bueno, alguna lección habremos sacado. «Pero un error sin
aceptación no servirá como aprendizaje y, por tanto, volveremos a
repetirlo. La clave será perdonarnos a nosotros mismos, algo que nos
cuesta».
Nos
da mucho pudor sufrir por amor. Y lo ocultamos. A diferencia de lo que
ha pasado a lo largo de la Historia, cuando la literatura y la poesía se
nutrían de amores torturados (quedaba muy 'cool' el drama, las ojeras,
el sufrir como un perro por amor), ahora casi todos preferimos llevar la
procesión por dentro. Ir de duros. «La vulnerabilidad se ha entendido
muchas veces como debilidad. Nada más lejano de la realidad: no hay nada
más valiente que expresar y mostrarse como uno es».
Se
miente mucho en el amor, sí, y también en general, «como acto reflejo»,
indica Bero. «Nos creamos corazas como armaduras infranqueables que
consiguen que nos mintamos a nosotros mismos. Es decir, que acabamos
siendo cazadores cazados». La mentira y el amor son dos conceptos que
van ligados desde que el mundo es mundo, no es cosa de 2020, cierto.
Pero las redes sociales, una vez más, han robustecido esta peligrosa
alianza. De ahí que muchos jóvenes tengan pánico a un acercamiento amoroso:
temen exponerse, que les engañen... sufrir, en definitiva. En Japón se
han hecho encuestas entre los jóvenes donde definen las relaciones
sexuales y sentimentales como «molestas». Vamos, un incordio que
resquebraja su sosiego. Y les da una pereza...
Ser
romántico en 2020 ya no es, como en épocas pasadas, dejarse llevar
totalmente por el corazón, cada vez somos más cerebrales para algunas
cosas, pero más impulsivos en otras. Un buen lío, ¿eh? «El desajuste
entre cognición (pensamientos), conducta y emoción (sentimientos) nos lleva a la desadaptación y al malestar con nosotros mismos y con el resto. ¡Necesitamos un equilibrio de las fuerzas!», clama Bero.
–¿Ser romántico está 'devaluado'?
–En cierta manera, sí. Incluso se intenta ocultar, porque impera la idea de que, si muestras lo que sientes, eres vulnerable. Y no nos gusta sentirnos así. Por eso a veces nos disfrazamos de quien no somos. ¡Pero entonces la autenticidad no brilla en la relación! El declive es hasta normal si tenemos en cuenta que ahora impera más el individualismo y ciertos aires narcisistas (yo, yo y yo), el ir cada uno a su bola y no comprometerse.
–¿De dónde viene este miedo a comprometerse?
–Está muy ligado al miedo a que nos hagan daño. Eso sí, también existen quienes optan por no querer relaciones.
–¿Por comodidad?
–Todavía no está muy clara la diferencia entre enamoramiento y amor, entre necesidad y deseo, entre ser nosotros mismos o la persona que el otro espera. Y, claro, luego vienen las desilusiones y los conflictos. A día de hoy existen muchas personas que todavía esperan a que los 'salven' y que sea otro quien les haga felices.
–¿Da más pudor decir 'te quiero' a la cara que pedir sexo en portales de ligues?
–En esos portales el contexto está muy definido, sabes que hay personas que buscan conocerse. Pero el día a día es más complicado: hay que tantear, jugar, improvisar, descifrar... Un proceso muy bonito, pero que ha disminuido a favor del contacto por redes sociales y WhatsApp.
¿Qué ha pasado? Una mezcla de muchos factores: ahora las relaciones son mucho más complicadas que antes, con las redes sociales de por medio, los portales de ligues, la alergia al compromiso en una juventud que a veces extendemos hasta los 50 (¿no dicen que son los nuevos 30?), el pánico al ridículo en una sociedad donde el fracaso y el error no se llevan bien... Este cóctel queda plasmado en el libro 'La calma luchada' (editorial Dos Bigotes), del psicólogo Sergio Bero, una radiografía del amor en nuestros tiempos a través de 69 relatos donde se suceden vaivenes sentimentales, batallas contra uno mismo y contra los demás y la búsqueda del amor, ese sentimiento eterno que, sin embargo, es gestionado de maneras distintas según la época. ¿La actual? Una en la que, a veces, se paga caro ser un romántico.
«Parece que vivimos, desde hace un tiempo, una desacreditación del romanticismo. Si pensamos en el amor como en una emoción permanente cuasi adolescente, mezclada de angustia y pasión, quizás deberíamos decir que ni siquiera es funcional. Sin embargo, el amor y su vivencia, el romanticismo, distan mucho de ese concepto». Para Bero (www.serbero.com), el romanticismo tendría relación con las emociones positivas o, como dice la psicóloga Barbara Fredrickson , «con los micromomentos que ejercen macroimpactos en nuestra vida». Pero los mecanismos de defensa llevados al extremo, la negación y la evitación nos privan muchas veces de esos 'macroimpactos', que son algo así como los 'ladrillos' para construir la felicidad, repasa Bero.
¿Y el sexo? Porque hablar de amor da apuro, pero en portales de ligues se leen peticiones sexuales tan explícitas –y a veces tan ordinarias– que provocarían un sofoco a nuestros mayores. «El sexo es primordial, sin duda, y voy a trasladarme a los años 40, cuando el psicólogo Abraham Maslow ya exponía que es una necesidad primaria y fisiológica. Sin embargo, añadía también que el amor estaría encuadrado entre las necesidades de afiliación, de rango psicológicamente superior y, por tanto, más compleja. Quizás por eso a veces nos cuesta más comprender el amor que el sexo». Cierto, ¿quién es capaz de descifrarlo? Ahí van unas claves que explican por qué está decayendo el romanticismo.
Redes sociales
Miedo al compromiso
La manía de no ir de cara
El pánico al error
Ir de duros
La mentira
Elegir entre cerebro o corazón
«No nos gusta sentirnos vulnerables»
En el juego del amor cada vez queremos apostar menos fuerte por precaución, por individualismo y, sobre todo, por miedo. La psicóloga Gema Sánchez Cuevas explica por qué cada vez nos cuesta más embarcarnos en esta aventura.–¿Ser romántico está 'devaluado'?
–En cierta manera, sí. Incluso se intenta ocultar, porque impera la idea de que, si muestras lo que sientes, eres vulnerable. Y no nos gusta sentirnos así. Por eso a veces nos disfrazamos de quien no somos. ¡Pero entonces la autenticidad no brilla en la relación! El declive es hasta normal si tenemos en cuenta que ahora impera más el individualismo y ciertos aires narcisistas (yo, yo y yo), el ir cada uno a su bola y no comprometerse.
–¿De dónde viene este miedo a comprometerse?
–Está muy ligado al miedo a que nos hagan daño. Eso sí, también existen quienes optan por no querer relaciones.
–¿Por comodidad?
–Todavía no está muy clara la diferencia entre enamoramiento y amor, entre necesidad y deseo, entre ser nosotros mismos o la persona que el otro espera. Y, claro, luego vienen las desilusiones y los conflictos. A día de hoy existen muchas personas que todavía esperan a que los 'salven' y que sea otro quien les haga felices.
–¿Da más pudor decir 'te quiero' a la cara que pedir sexo en portales de ligues?
–En esos portales el contexto está muy definido, sabes que hay personas que buscan conocerse. Pero el día a día es más complicado: hay que tantear, jugar, improvisar, descifrar... Un proceso muy bonito, pero que ha disminuido a favor del contacto por redes sociales y WhatsApp.
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