TITULO:
Cena con mamá - Sandra Golpe . , Viernes -10- julio ,.
Viernes -10- Julio a las 22:00 en La 1, fotos,.
Sandra Golpe,.
Sandra Golpe: "Ni yo ni cualquier persona con dos dedos de frente se cree las cifras de muertos del Gobierno",.
El
informativo que dirige y presenta en Antena 3 es el más visto de la
sobremesa por tercera temporada consecutiva y, en junio, el de más
audiencia de todos. Sandra Golpe apuesta por el trabajo en equipo y por tener la intuición para acertar con los temas que interesan a la gente.
- Tu informativo ha sido el más visto de la sobremesa. ¿Algún secreto?
- El mérito que tiene es que en un momento inesperado de coronavirus con toda España confinada nos han elegido a nosotros. Esto es nuestro gran orgullo. El secreto es el trabajo, promover el talento de los compañeros y tener la intuición para saber los asuntos que le interesan a la gente. Es un informativo social.
- ¿Qué tiene tu telediario que no tenga el de Ana Blanco de TVE?
- Nosotros no sabemos lo que tiene el de al lado, lo que sí sabemos es lo que tenemos nosotros, que es la libertad para encauzar el día como venga. Si vemos que hay que tocar temas escabrosos, los tocamos. Tenemos talento, vocación de honestidad y la libertad que nos da el director de Informativos, que es Santiago González.
- ¿En TVE no hay tanta libertad?
- Nunca he estado allí trabajando. Sí sé que cada vez que hay un gobierno de un signo político, cambian los puestos de responsabilidad. Los periodistas deberían tener más autonomía.
- Tu informativo lleva un ritmo frenético. ¿No es agotador?
- No, me encanta. Tenemos poco tiempo para contar todo lo que pasa. Me encanta la radio y tiene una vocación radiofónica. El espectador de televisión no tiene tanta paciencia. La explicación de una noticia no tiene que durar más de 50 segundos. También me gusta potenciar en pantalla a otros compañeros que están en la redacción.
- No sólo eres la presentadora, sino también la directora. ¿Cómo lo lograste?
- Carambolas de la vida. Fui primero co-directora del informativo con María Rey hace 4 años. En la siguiente temporada no se optó por María Rey y me quedé yo. El informativo no iba bien de audiencia y me dieron tres meses hasta tomar una decisión. Con la buena suerte de que me dejaron montar mi equipo. Empezamos y cuajó. Éramos los últimos de la tabla y, en diciembre, ya estábamos liderando. La fórmula ha funcionado.
- ¿Es difícil dirigirse a una misma?
- Soy la conductora y el hilo argumental, pero funciono con el piloto automático puesto en equipo. Es una dirección asamblearia.
- ¿Quién te riñe si las cosas salen mal?
- Todos. La primera que se riñe soy yo porque soy muy pejiguera, como dicen en mi tierra, muy perfeccionista. Yo veo todos los días el informativo y tengo una persona que ve lo que están haciendo las demás cadenas. Al día siguiente analizamos la curva y vemos qué es lo que interesa más. Si las colas del hambre se multiplican y la curva sube es porque interesa. Esa manera de trabajar me genera muchas llamadas telefónicas de unos y de otros.
- ¿Habéis recibido muchas presiones en el telediario durante la crisis del coronavirus?
- Sí, ha habido presiones. A nadie le gusta que cuentes las cosas, ni al Gobierno de turno ni a la oposición. Pero nosotros teníamos que contarlo. Hemos sido muy honestos y nos han dado libertad.
- ¿Qué cara pones cuando tienes que decir algo con lo que no estás de acuerdo?
- Soy muy transparente para bien y para mal. Me lo nota todo el mundo. También soy muy sensible, pero con los años estoy aprendiendo a autocontrolarme. Ahora, con la pandemia se te saltaban las lágrimas en las reuniones de escaleta o en tu casa.
- El Gobierno de Sánchez aprobó 15 millones de euros de ayudas a las televisiones privadas. Muchos internautas interpretaron que os estaba comprando.
- Me molestó. En la práctica, esa ayuda fue algo simbólica para Antena 3 Noticias. Las ayudas también se las dieron a otros medios de comunicación. Las cosas no son como se contaron. A nosotros no nos ha privado de tener libertad en el día a día. Cada uno le damos luego nuestro sello al informativo. Pero nos ceñimos a la línea editorial de la cadena. Nadie traspasa la línea editorial.
- ¿Fueron injustas las críticas?
- Ha sido una campaña intencionada que no se corresponde para nada con la realidad. Recuerdo haber ido a una farmacia a ver si habían llegado unas mascarillas y me llamaron 'roja' porque habíamos recibido ayudas. "Pero, ¿qué dice usted señora si yo no he recibido ná? Ya le digo yo que ni un eurito".
- Tu compañero Vicente Vallés hablaba el otro día en un artículo de que ya ni siquiera hay post-verdad, sino post-mentira.
- No dudo de que este Gobierno haya actuado de buena fe. El fenómeno nos ha pillado a todos desprevenidos. Sería injusto decir que no se han preocupado. ¿Se han ocultado cosas? Sí, se han ocultado. Yo no sé si por el pánico.
- Hay datos que son objetivos. ¿Te crees la cifra de muertos que ha dado el Ejecutivo?
- No. Yo me creo la cifra del INE y de las funerarias, pero yo y cualquier persona con dos dedos de frente. Ves que, de repente, han desaparecido 40.000 pensionistas.
- También ha habido un empeño en disimular las muertes. A EL MUNDO le criticaron mucho por mostrar las fotos de los ataúdes.
- Yo luché por abrir el informativo con esa foto. No lo abrimos, pero la mostramos. Hubo un intenso debate. Yo soy de la opinión de que sí hay que darla. Ahora estamos viendo imágenes de fiestas y aglomeraciones bestiales. Parece que no hemos aprendido. Se nos ha olvidado muy rápido. Los medios queríamos mostrar el horror, pero no queríamos molestar a esas familias que estaban de duelo. Y ahí sí que tenemos que hacer autocrítica. Teníamos que haber visto más imágenes como las del atáud.
- La psicóloga María Jesús Alava me dijo que era necesario enseñar ese tipo de imágenes, porque, de lo contrario, estabas anestesiando a la población.
- Teníamos que haber sido más duros. Vistas las aglomeraciones de ahora, si pudiera dar marcha atrás, hubiera intentado mostrar más el dolor, aún a riesgo de que me llamaran sensacionalista. Nosotros le hemos dedicado muchos minutos a los familiares de las víctimas. A mí se me han muerto amigos, como José Mari Calleja y hemos tenido compañeros y familiares malitos. Algún compañero se contagió por acercarse a los familiares de las residencias.
- ¿El debate político se parece cada vez más a 'Sálvame'?
- 'Sálvame' es el reflejo de un país y los políticos que tenemos también. El debate político te pone los vellos de punta. El Gobierno se ha encerrado en sí mismo y Pedro Sánchez no ha sido muy comunicativo para que nos vamos a engañar. No sé si estaba desbordado o que le cegaba el orgullo. Ahora empezamos a ver que Ciudadanos hace de bisagra y que a Podemos ya no le importa tanto que Cs esté en el escenario. Se ve que hay más voluntad de consenso.
- ¿Los periodistas hemos estado a la altura o hemos caído en los mismos defectos que los políticos?
- Al principio, hubo periodistas que le restaron la importancia que tenía que tener a la pandemia. Yo tengo amigas médicos y una de ellas me llamó llorando y me dijo que no podían más y que se les estaba muriendo la gente. En este caso, tenía información privilegiada. Por eso, el 8-M no se me ocurrió salir a la calle porque en La Paz ya tenían problemas en esas fechas. Si yo que soy una ciudadana tenía esa información de los médicos, ¿cómo no la iba a tener la autoridad correspondiente? Pero lo de los políticos ha sido vergonzoso. La comisión de reconstrucción parecía de destrucción.
- Una de las críticas más escuchadas es que cuando las mujeres alcanzan el poder, no sólo no ayudan a las demás, sino que son más duras que los hombres.
- Yo soy muy blanda, pero sí que es verdad que soy muy puntillosa. Quizás soy en exceso exigente, pero con buen talante. Evito el enfrentamiento.
- ¿Qué has hecho como jefa que no hubiese hecho un hombre?
- Mira, esto nunca me lo había planteado. Creo que un buen jefe lo puede hacer igual de bien que una mujer. Yo escucho mucho y he aprendido a ceder. Soy despistada, nerviosa, me fijo mucho en los pequeños detalles y puedo ser muy pesada.
- ¿Hay muchas directoras de telediarios?
- Me considero una privilegiada por dirigir un informativo porque somos muy poquitas. En la tele ha habido una gran evolución. Antes éramos mujeres florero. Es cierto que todavía queda. En las redacciones hay más presencia femenina y las jefas de sección también son todas mujeres ahora, así que lo raro es que no hubiera una mujer dirigiendo el informativo. No me gusta el paternalismo. Algunos me dicen: "Ay, Sandrita". Y pienso: "Mira que voy a cumplir los 50 dentro de cuatro años y llevo toda la puñetera vida aquí".
- La maternidad frenó tu carrera. Cuando volviste de la baja maternal, no te respetaron el puesto en CNN+.
- Ahora veo que las empresas son más sensibles. En mi época, no. Cuando yo regresé de la baja, se habían montado otra televisión que era Cuatro y mi puesto se lo dieron a alguien. Estuve cuatro meses de un lado para otro. Esto ya no pasa.
- ¿Has sufrido mucho laboralmente?
- Sí, he sufrido injusticias. Muchísimo. Hemos pasado épocas muy malas. Ahora llevamos cuatro años maravillosos, incluso en esta época tan mala, porque estábamos muy tocados anímicamente. Hacíamos la escaleta y había gente que acababa la reunión llorando. Era un drama venir a trabajar muchas veces.
- ¿Que lección de periodismo no soportas que te den en las redes sociales?
- Me pone muy nerviosa el machismo encubierto. Los informativos de autor parece que son de hombres. Cada uno le pone su sello. Yo no soy presentadora, soy periodista. Como está todo tan crispado, las redes son el espejo más contundente de esa crispación. A mí me ponen verde todos los días desde Vox hasta Podemos. Me dan por todos los lados. Eso también me deja tranquila porque significa que estamos haciendo un trabajo equilibrado.
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