Un país en la mochila - Esta chica se ha ganado el cariño de todo Extremadura por esto que hizo en La Ruleta,. / AQUI HAY TRABAJO - La paga extra más inesperada ,. / 80 cm' - Aprendiendo a ser pastor,. / Hacer de comer - UN ARROCITO EN MÉRIDA,.

TITULO: Un país en la mochila -Esta chica se ha ganado el cariño de todo Extremadura por esto que hizo en La Ruleta,.

Esta chica se ha ganado el cariño de todo Extremadura por esto que hizo en La Ruleta

foto / Esta joven de Trujillo llegó a La Ruleta de la Suerte de Antena 3 con una idea que ha encantado a todos los extremeños. Tanto, que la han hecho viral por Twitter.

 

 

 

  TITULO: AQUI HAY TRABAJO -La paga extra más inesperada ,.

 

La paga extra más inesperada,.

El Ayuntamiento de Zafra, una residencia de mayores en Almendralejo y una industria en Villafranca gratifican a sus empleados por su esfuerzo contra la covid-19,.

foto / Trabajadores de la residencia Comser de Almendralejo.

Durante los días más duros de lucha contra el coronavirus, cuando salir a la calle parecía una actividad de riesgo, la idea de que quienes estaban en primera línea debían percibir algún ingreso extra parecía irrebatible. En la actualidad, apenas son una anécdota estas gratificaciones económicas por lo que se ha considerado un esfuerzo extraordinario o una exposición mayor al coronavirus.
En Extremadura se sabe que han dado el paso de primar a sus trabajadores de manera extraordinaria una residencia de ancianos en Almendralejo; un ayuntamiento, el de Zafra, y una empresa ubicada en Villafranca, Barbosa y Almeida.
José María Vergeles, consejero de Sanidad de la Junta de Extremadura, expresó en una entrevista publicada en HOY el 7 de junio la posibilidad de compensar económicamente a los sanitarios extremeños. «Si en algún momento podemos dar incentivos económicos, lo estudiaremos. No descartamos nada en este momento para esas personas que han estado en la primera línea», dijo entonces. Esta semana en cambio la Junta reconoció a este diario que no se ha dado ningún paso en este sentido, y si se diera, requeriría de una modificación presupuestaria.
Hasta ahora, solo Catalauña, Castilla y León y Canarias se han planteado estas pagas extras, una forma tangible de agradecer los servicios prestados que no es tan fácil de aplicar, pues no solo requiere modificar las cuentas públicas para liberar este dinero sino una negociación previa con representantes sindicales para consensuar el criterio de reparto.

En otras comunidades

La Generalitat, por ejemplo, distribuirá un total de 140 millones en agosto según categoría profesional y porcentaje de exposición directa a la covid-19, lo que supone un ingreso extra para los sanitarios que oscilará entre 350 y 1.350 euros. En Castilla y León se aprobó a mediados de junio una medida similar con una horquilla que va de 208 euros a 1.237 euros como complemento salarial justificado por un esfuerzo extraordinario. Por otro lado, en Canarias se planteó un complemento que oscila entre los 750 y los 1.800 euros para los 14.785 sanitarios de su sistema de salud, una modificación que aún no está cerrada y que implica un desembolso cercano a los 18 millones de euros.
En Exremadura, hasta el momento, solo una institución pública, el Ayuntamiento de Zafra, ha dado el paso de reconocer a sus trabajadores con dinero. Según explicó su alcalde, José Carlos Contreras, el pasado 1 de julio, habrá un complemento de 450 euros para 104 de sus 400 empleados, concretamente para los que han trabajado de manera presencial e ininterrumpida durante los casi 100 días que ha durado el estado de alarma: Policía Local, Residencia de Mayores, trabajadoras de Ayuda a Domicilio y Ley de la Dependencia, algunas personas del Servicio de Limpieza, el informático municipal, la conserje del Mercado de Abastos y el Gabinete de Prensa y Radio Municipal. Contreras destacó que han realizado su labor en momentos muy delicados, «en lo que han sentido ansiedad, estrés, preocupación, no solo porque ellos pudieran enfermar, sino por el miedo a poder contagiar a su familia».

El SES no lo descarta,pero no ha dado aún ningún paso y de hacerlo tendría que modificar el presupuesto

Por otro lado, en la empresa privada también ha habido detalles de este tipo que van más a allá de un gesto. El pasado 2 de mayo los accionistas de BA Glass (el grupo portugués Barbosa&Almeida) anunció que repartirían 8,7 millones de euros entre todos los trabajadores de las 12 plantas con las que cuenta el grupo, una de ellas en Villafranca de los Barros, con unos 400 empleados en nómina.
El ingreso extra procede de los resultados de 2019 y se justificó por el esfuerzo realizado en los momentos más inciertos de una pandemia que añun sigue activa. Ese dinero salido de los accionistas se ingresó en la nómina de abril y de media rondó los 2.900 euros por trabajador, aunque no benefició a todos sino que dejó fuera a varios representantes sindicales que expresaron su malestar por lo que consideraban una discriminación.
Por su parte, Antonio Camacho, director de la residencia de ancianos Comser, en la capital de Tierra de Barros, explicó en una entrevista a principios de mes que lo que le llevó a gratificar a su plantilla fue que los casi 80 empleados consiguieron mantener a cero el contador de casos positivos entre sus residentes.
«Todos se han volcado –decía–, hay gente que incluso ha doblado turnos por sus compañeros, trabajando 14 horas aquí metidos con mascarilla, guantes y demás (...). Desde el equipo directivo decidimos que teníamos que reconocerlo donde creo que hay que reconocerlo, que es con una gratificación económica. Ellos ven así recompensado su trabajo extra. Los empresarios tenemos que estar a las duras y a las maduras, y nuestra cuenta de resultados este año seguramente será penosa, como en muchas empresas, pero creo que cada uno tiene que aportar su granito de arena para salir cuanto antes de esto».


TITULO: 80 cm' - Aprendiendo a ser pastor,.

 

Aprendiendo a ser pastor,.

'Un cambio de verdad', de Gabi Martínez en Seix Barral. /  foto,.

Volver al origen. El escritor Gabi Martínez cuenta en un libro su experiencia en La Siberia,.

El libro empieza de esta manera: «Cuando llegué a Extremadura como aprendiz de pastor, las noches enfriaban bajo cero y la sequía angustiaba a ganaderos y campesinos después de tres años prácticamente sin lluvia. Tenía la misión de supervisar a un rebaño de más de cuatrocientas ovejas en la finca que el amigo de un amigo de un pariente lejano había puesto a mi disposición al saber que intentaría vivir una temporada como lo hizo mi madre de niña».
Hace un par de años, recibí una llamada desconocida. La pantalla de mi teléfono solo me chivó que llegaba desde Barcelona. Respondí y mi interlocutor se presentó. Se llamaba Gabi Martínez, dijo ser escritor y me comentó que estaba escribiendo un libro sobre la tierra de sus antepasados: La Siberia extremeña. Me llamaba porque acabábamos de publicar en el HOY doce páginas sobre esa comarca y quería recabar toda la información posible. Le envié el material que tenía, le hablé de alguna otra publicación sobre La Siberia, nos despedimos y, llevado por la natural curiosidad, indagué para saber más sobre el escritor Gabi Martínez.
Así, descubrí que había nacido en 1971 en Barcelona, que su obra narrativa está traducida a varias lenguas, que por 'Ático' (2004) fue seleccionado por la editorial Palgrave/Macmillan como uno de los cinco autores más representativos de la vanguardia española de los últimos 20 años y, en fin, que había recibido diversos premios, que acababa de publicar en Seix Barral una interesante novela titulada 'Las defensas' y que era un reconocido escritor de libros de viajes por territorios lejanos como 'Los mares de Wang' (2008, Alfaguara), mejor libro de no ficción del año para Condé Nast Traveller.
Saciada mi curiosidad, me olvidé de aquella llamada y de Gabi Martínez hasta que la semana pasada supe que su libro sobre La Siberia acababa de ser publicado con un título tan prometedor como: 'Un cambio de verdad' y un subtítulo más prometedor aún: Una vuelta al origen en tierra de pastores. Me acerqué a una librería de confianza, pagué 19,50 euros por él, me senté en el balcón de casa, aprovechando el único rato del día en que uno puede salir al aire libre sin asfixiarse, y empecé a leer el libro por el párrafo que encabeza este artículo.
Eloísa, la madre de Gabi Martínez, creció en Agudo, un pueblo de Ciudad Real pegado a Extremadura. Los vecinos de Tamurejo, Baterno o Garbayuela lo conocen bien porque se acercan a Agudo al supermercado. La abuela de Gabi era precisamente de Tamurejo mientras que su abuelo Eloy, «pastor envuelto en leyendas, porque no lo conocí», era de Garbayuela y enseñó a Eloísa a tratar ovejas.
Tras nacer y crecer en Barcelona y viajar y escribir mucho por España y sobre España, Gabi Martínez decidió que ya no podía postergar por más tiempo una incursión para profundizar en las raíces de su madre y lo hizo con intensidad: instalándose, entre el invierno y el verano, como pastor en «la casa de Sanjuanilla», cerca de un pozo de agua potable y con tres bombillas conectadas al generador del establo, en plena Siberia y a seis kilómetros de Garbayuela, el pueblo más cercano.
Estos son los antecedentes y las razones de este libro fascinante sobre Extremadura y La Siberia entendidas y vividas como espacios para cambiar de verdad volviendo a los orígenes, un libro de 362 páginas y 90 capítulos donde «un maestro de la narrativa», en definición de Juan José Millás, escribe de mastines y de ovejas merinas, de la matanza, de las borrascas y del pan de Garbayuela, de buitres y liebres, de abejorros, de somormujos, del parque temático y de héroes siberianos.

 

TITULO: Hacer de comer  - UN ARROCITO EN MÉRIDA,.

  lunes -13-   a viernes -17- Julio  a las 13:25h, en La 1 , foto.

UN ARROCITO EN MÉRIDA,.

En una calle paralela a la Plaza Mayor de Plasencia hay una arrocería de carta suculenta donde no he podido comer: las dos veces que lo he intentado, no había mesa. En la Plaza de la Constitución de Mérida, donde estaba la cafetería Gran Plaza, van a abrir otro restaurante especializado en arroces. Se llama Vinarroz y empieza a funcionar hoy viernes. En Badajoz hay una empresa llamada Suprisa que te trae a casa la comida de trece restaurantes. Entre los platos, la paella de fin de semana de El Caporal, los risotos de La Góndola, el arroz en sushi del Tanuki San o los arroces de marisco de La Portuguesa y Don Mejillón. De este último restaurante te pueden traer también un arroz de bogavante y, ya puestos, puedes pedir los curiosos postres USA del Voo Doo: La muerte tenía Oreo, Por un puñado de queso. y arándanos o Sólo ante el chocolate. Pero dejemos el postre porque íbamos por el arroz, un plato que en Cáceres no es fácil encontrar: ponen un arroz caldoso muy rico en Oquendo, lo sirven con bogavante en varios locales (la vox populi se queda con el de Los Candiles), de diversas maneras, esporádicamente, en otros restaurantes y en paella en muchos menús del día (en La Gambita, en el menú suele haber siempre un arroz variado: con secreto, chocos, habas. Y en La Felisa lo bordan con mejillones, almejas y calamares). Faltan en Cáceres una arrocería como las de Mérida y Plasencia y una empresa de comidas a domicilio como la pacense Suprisa, pero es que Cáceres, para eso de los restaurantes, es muy suya: poco atrevida, demasiado seria, casi envarada... Una pena.