TITULO: España a ras de cielo - Ignacio Elguero ,. - PLANETA CALLEJA - DOMINGO-14- Marzo.
España a ras de cielo ,.
España a ras de cielo es un programa de televisión emitido por TVE y se estrenó el 17 de septiembre de 2013. Desde el primer programa, está presentado por Francis Lorenzo.
Martes a las 22h30,.
El programa permite conocer lugar de España desconocidos y ya conocidos desde otro punto de vista.
, etc.
PLANETA CALLEJA - DOMINGO -14- Marzo ,.
Planeta Calleja es un programa de televisión de España que se emite cada domingo a las 21:30, en Cuatro de Mediaset España,.
Jesús Calleja
enfrentará a rostros conocidos a vivir experiencias únicas e
irrepetibles fuera de su contexto habitual y en los lugares más remotos y
fascinantes ., etc.
Ignacio Elguero: "Si Radio Nacional contara con la financiación de la BBC, sería la BBC",.
foto / Ignacio Elguero (Madrid, 1964). Periodista multipremiado, poeta, ensayista y, ¡sorpresa!, cantante (y compositor) de un grupo de pop-rock. Desde julio pasado es el director de Radio Nacional de España (RNE).
- ¿Se llevó una alegría o un disgusto cuando le nombraron director de Radio Nacional?
- La verdad es que me llevé una alegría, pero reconozco que me dije: "Ignacio, en la que te estás metiendo...".
- ¿No dudó en aceptar el cargo?
- Dije que sí porque me avalaba la experiencia. Si no, no lo hubiera aceptado, porque era un momento complicado. Pero al haber ejercido de director de programas cinco años y de director de RNE 1 tres años y medio con distintos gobiernos, con distintos directores generales, conozco muy bien la casa. Y al conocer muy bien la casa, sabía dónde estaba el incendio y también dónde estaba el extintor. Así que no dudé. Y reconozco que me hizo ilusión, puesto que mi proyecto profesional lo he orientado por un lado hacia la producción cultural pero por otro hacia la gestión y la dirección, que es lo que me gusta. Además, siempre es agradable que confíen en ti.
- ¿El incendio ya está pagado?
- Sí, sí. Eran problemas internos, no excesivamente duros, no excesivamente complejos. Pero había que tener mano izquierda para solucionarlos. También mano derecha, pero asimismo mano izquierda. Y a mí eso no se me da mal.
- Usted es escritor, ha publicado varios libros de poesía y también de ensayo. ¿Tiene algo de poético esta casa, RNE?
- Radio Nacional tiene mucho de poético. Esta casa se divide entre informativos y programas. La parte informativa tiene unos objetivos muy claros: pluralidad, objetividad, credibilidad... Pero en toda la parte de programas puedes desarrollar el lado más creativo de la radio, y creo que eso sólo se puede hacer en Radio Nacional de España, en la radio pública, porque tiene todos los elementos necesarios: tiene personal, tiene unos profesionales enormemente cualificados, tiene tecnología... Lo tiene todo.
- ¿Y lo están haciendo?
- Yo creo que sí, que lo estamos haciendo. Una de mis metas era aumentar la producción cultural de la emisora, y se ha hecho. Creo que eso es lo que realmente distingue a Radio Nacional de las otras grandes emisoras. La apuesta de Radio Nacional por la cultura es única, es una constante y no la tiene ningún otro medio. Pero los que además de vocación tenemos pasión por la cultura, como es mi caso, queremos llevar esa apuesta aún más allá y hacer más actividades que salen fuera de lo que es la propia estructura de la programación: crear ficciones sonoras, crear concursos literarios, concursos teatrales como hemos hecho, concursos de podcasts infantiles o escolares, desarrollar jornadas como las Jornadas del Covid que hemos hecho... Las posibilidades de crear proyectos didácticos divulgativos han aumentado muchísimo con las nuevas tecnologías y con los nuevos soportes, y eso a nosotros nos beneficia. Y si encima tenemos esa vocación y tenemos pasión por hacerlo, qué más podemos pedir.
- ¿La cultura da oyentes?
- Tratamos de combinar lo que es cultura popular con la cultura elitista. Yo creo que no hay que abandonar ninguna de las dos. Hay una cultura más minoritaria, más exigente, de la que como servicio público que somos nos ocupamos, y hay otra cultura popular. Hay programas como "El ojo crítico" y el programa de Pepa Fernández, por ejemplo. Y de esa combinación sale un producto que puede interesar al gran público. Tratamos de hacer llegar al mayor número de oyentes posible un material que consideramos que es interesante, formativo, educativo y además entretenido. Lo que necesitamos es que la gente se ponga a escucharlo. Esa es la clave, que se ponga a escucharlo. Muchas veces la palabra cultura va asociada a adjetivos como aburrido, incomprensible... Y no es así. Yo tengo comprobado que cuando la gente se acerca por ejemplo al programa Documentos de RNE disfruta enormemente, se engancha y es incapaz de dejar de escucharlo. La calidad al final acaba cuajando. Cuando algo se narra bien, acaba interesando a los oyentes.
- Dice que hay oyentes a los que de entrada les puede echar para atrás la palabra cultura. ¿Y no cree que también puede ocurrir eso mismo con las siglas de RNE, que quizás haya oyentes que consideren que, como en el caso de Televisión Española, se trata de una radio al servicio del gobierno de turno
- Puede haber quien lo piense. Pero no tiene más que encender la radio para ver que no es así. Yo llevo 24 años en Radio Nacional y 10 años de directivo, y creo que Radio Nacional va unida al concepto de calidad. Pero yo quiero llegar más lejos.
- ¿Y a dónde quiere llegar?
- Yo quiero que RNE sea un referente. Mi objetivo es convertir a Radio Nacional en un referente informativo y cultural. Puede que haya quien tenga estereotipos, y romper esos estereotipos se logra ofreciéndole a la gente un producto interesante.
- Los jóvenes son la gran asignatura pendiente, ¿no?
- Tenemos que ir dirigiéndonos a un público más joven. Y lo estamos haciendo. Hemos creado un programa de tarde, "Tarde lo que tarde", con Julia Varela y todo un equipo en el que nadie llega a los 40 años. Y Radio 3 está en continuo proceso de renovación, con Radio 3 Extra, por ejemplo.
- ¿Se seguirá oyendo la radio dentro de 50 años?
- Sí, yo no tengo la menor duda. Y creo que la multiplicación de los soportes nos ayuda, nos beneficia. Nosotros no vivimos del soporte. Nosotros vivimos de lo que creamos, de los contenidos que elaboramos. Y mientras los productos que creemos lleven el sello de calidad, credibilidad y excelencia, nunca vamos a dejar de estar ahí. Al revés, los soportes lo que hacen es darnos mayor presencia. Es cierto que nos tenemos que adaptar, y nos tenemos que adaptar más deprisa.
- Las cifras de oyentes de RNE son malas. Está muy por detrás de la Ser, de la Cope y de Onda Cero en audiencia...
- Bueno, el Estudio General de Medios (EGM) tiene una metodología concreta. No es que desconfiemos de él, pero nosotros tenemos por ejemplo un público en núcleos rurales, donde se llega menos, donde se pregunta menos. Yo estoy convencido que tenemos más audiencia de la que refleja el EGM. Creo en el EGM, pero estoy convencido de que por el tamaño de la muestra, y dado que nosotros llegamos a todas partes, tenemos más audiencia de la que se nos atribuye. Dicho eso, los informativos de Radio Nacional tienen que mantener un esquema, unos objetivos. Nosotros no podemos entrar en especulaciones, no podemos aventurarnos, lanzarnos a la piscina. Todo lo que damos tiene que estar confirmado. Hay unos márgenes que no podemos traspasar. Y hay públicos que buscan emisoras sin esos márgenes.
- Justo eso, el que RNE sea una radio con vocación de equilibrio y corrección, sin insultos ni arengas contra unos u otros, ¿puede restarle oyentes en un país tan ideologizado como este en el que muchos oyentes sintonizan la emisora que les dice lo que quieren oír?
- Hay gente a la que le gusta que le regalen los oídos, es evidente y ha pasado siempre. Pero también hay gente que se cansa de eso y se lanza a escuchar otras cosas. Y ahí estamos nosotros, tratando de hacer una radio objetiva, plural y rigurosa. Eso de cara a la audiencia, también tiene sus riesgos. Vivimos en una sociedad muy polarizada, que de alguna manera castiga las posturas más normalizadas, equilibradas o centradas.
- Radio Nacional apenas genera polémicas....
- Podemos equivocarnos, y alguna vez nos ha pasado. Es lógico: somos humanos, somos periodistas y el nervio periodístico a veces te traiciona. Pero no, nosotros no generamos polémicas. Ha podido suceder en algún caso muy puntual y muy concreto, pero más por el nervio periodístico que por la falta de profesionalidad. Nosotros buscamos la ejemplaridad.
- Sin embargo, su prima-hermana Televisión Española genera una polémica tras otra...
- Lo que pasa es que Televisión Española está más en el ojo del huracán. A TVE se la mira, la miran todos con muchos ojos, todos los partidos, todos los medios, se le escruta, se pone la lupa sobre ella más que nunca. Creo que hay que dejar que TVE trabaje y desarrolle sus proyectos sin estar todo el tiempo todo el mundo vigilándola, porque eso genera nervios y presión, y el nerviosismo no es bueno, no es bueno trabajar bajo presión.
- ¿Fue un error el famoso rotulo de TVE "Leonor se va España, como su abuelo"?
- Claro, ese rótulo fue un error evidente. Pero creo que la reacción de la administradora fue adecuada.
- ¿Por qué Radio Nacional no es la BBC?
- Pues porque no tenemos la financiación que tiene la BBC. Yo estoy convencido que si contáramos con la financiación que tiene la BBC, seríamos la BBC. Por profesionales, por ideas, por que llegamos a todo el territorio español, porque a través de radio exterior y de nuestro tesoro, la lengua española, llegamos a tierras iberoamericanas... Lo que le falta a esta casa es una mayor financiación, siempre lo reivindico. Radio Nacional necesita un mayor presupuesto y un poco más de visibilidad.
- ¿Y no le parece que quizás también necesitaría, como la BBC, mayor independencia de los gobiernos y de los partidos políticos?
- La independencia es el estado perfecto, sin duda. Pero, sinceramente, en Radio Nacional no creo que se pueda hablar de influencia de los gobiernos. Esa es mi experiencia personal, yo he trabajado con distintos gobiernos y con varios directores generales. En Radio Nacional hemos trabajado y trabajamos con bastante independencia, lo digo sinceramente. A mí siempre me han dejado trabajar con total libertad, nunca he sentido presiones, si las hubiera sentido me habría ido, soy una persona muy sensible y esas cosas me afectarían mucho.
- Decía que, además de un mayor presupuesto, RNE necesita más visibilidad. ¿Cómo se consigue?
- Mi reto es que esta casa se convierta en el referente informativo y cultural. Y para conseguirlo los oyentes tienen que ser conscientes de las cosas que se están haciendo, se tienen que enterar. Para eso, para difundirlas, necesito apoyo de nuestra hermana Televisión Española y una campaña de difusión a través de, por ejemplo, las redes sociales o la publicidad. Y después un presupuesto mayor también. El resto lo tenemos: tenemos ideas, profesionales, ganas, tecnología...
- ¿Y cree que conseguirá hacer de RNE ese referente del que habla?
- Claro que se puede conseguir. Hay que ponerse a ello entre todos. Pero yo creo que en dos años podríamos conseguirlo. Ya hemos empezado.
- ¿La radio pública es necesaria?
- Yo creo que es absolutamente necesaria e imprescindible, porque ofrece lo que otros no ofrecen. RNE tiene seis emisoras con una enorme variedad de proyectos divulgativos, culturales, formativos e informativos como no tiene ningún otro medio, sin intereses comerciales ni de audiencia, porque nos mueve la calidad más que la cantidad.
- Ahora que es director de RNE, ¿va a tener tiempo de escribir?
- Yo dejé de escribir el día que me nombraron. Tengo acabados un libro de poemas y uno de cuentos que acababa de presentar a las editoriales. Pero cuando Rosa María Mateo me propuso para este cargo, llamé a las editoriales y les dije que los pararan, no los editaremos hasta que deje el cargo. Y en este tiempo apenas he podido leer. Los dos últimos libros que he podido leer son En los prados sembrados de ojos, el último poemario de Antonio Colinas, y Un lugar llamado antaño, de Olga Tokarczuk, un libro muy seductor. Y cuando me quiero relajar totalmente leo a Tintín. Me hice periodista por Tintín y por la película "Primera plana". Soy muy amante de Tintín, cuando me quiero relajar tiene la capacidad de llevarme a otros lugares, de hacer que me evada. Es como ver una película de Hitchcock.
- ¿Es verdad que tiene un grupo de rock?
- En mi juventud a primeros de los 80 yo escribía poesía, escribía canciones, hacia fotografía que revelaba en casa, pintaba y llegué a hacer alguna exposición... Quería dejar salir por algún sitio mi vena creativa. Y sí, tenía también un grupo de pop-rock, Decretales Extravagantes, y dimos varios conciertos, llegamos a tocar en Rockola, en algunos de los pubs entonces de moda y en festivales como el de Vallecas o Villaverde Alto. Lo que pasa es que la mili nos separó. Pero nos juntamos de nuevo 30 años después y ahora damos un concierto al año.
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