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DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - REVISTA BLANCO Y NEGRO - Una ilusión óptica ,.
DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - REVISTA BLANCO Y NEGRO - Una ilusión óptica,. , fotos,.
Una ilusión óptica,.
Últimamente me paso el día peleándome con la escritura. Buscando el adjetivo perfecto, dándole vueltas a un párrafo mientras me levanto para servirme otro café, cabreándome como una mona por no encontrar nada nuevo que decir o, si lo encuentro, por no saber cómo decirlo. Debe ser porque, a estas alturas del año, las únicas palabras que tengo ganas de escribir son cuatro: me voy de vacaciones.
«Me voy de vacaciones» es una de las frases más gustosas de nuestro idioma. Se saborea, se dice con una media sonrisa y una mirada de superioridad sobre el pobre currela que se queda defendiendo el fuerte; se paladea con el deseo en la punta de la lengua, igual que Humbert Humbert pronunciaba el nombre de Lolita. Incluso se disfruta antes de decirla, tan solo pensando en la posibilidad de hacerla
real. Porque las vacaciones son más que una promesa; son una ilusión óptica que nos hace creer que seremos dueños de nuestra vida y de nuestro tiempo durante unos días, que nos abandonaremos al sol y al agua, que haremos lo que nos pida el cuerpo y no lo que nos ordenen nuestro señoritos, que nos largaremos dejando nuestras miserias guardadas en el cajón de los jerséis de manga larga. Pero, al llegar al destino, abres la maleta y ahí están, revueltas entre los bañadores.
A las vacaciones les exigimos ser felices por decreto ley. Por eso, a veces, nos decepcionan: al preguntarle a un amigo cómo se lo había pasado en Eurodisney con los críos, me contestó «La verdad es que le digo a todo el mundo que muy bien, porque a ver cómo reconoces que ha sido un coñazo cuando te has gastado un huevo». A pesar de ello, sigo contando los días que me quedan para marcharme. Prefiero ser infeliz varada en la arena.
TITULO: Las rutas Capone -Budapest, la perla del Danubio ,.
Budapest, la perla del Danubio,.
La capital de Hungría es una de las ciudades más bellas de Europa, rebosa cultura e historia por los cuatro costados,.
foto / A orillas del caudaloso Danubio se levanta una de las ciudades más espectaculares de Europa, Budapest, capital de Hungría, la urbe más poblada del país y la séptima de la Unión Europea. Un lugar que siempre ofrece sorpresas y rincones por descubrir junto a edificios monumentales. El río la divide en dos partes, la zona de Buda y la de Pest, antes ciudades separadas que con el tiempo se juntaron en una única.
"La perla del Danubio", así es conocida una ciudad que enamora cada año a más de siete millones de visitantes. Si viajas desde la Península la mejor opción es volar con compañías como Ryanair o Wizz Air, ambas ofrecen vuelos directos a bajo precio. La duración del viaje supera las tres horas y varía dependiendo del aeropuerto de salida.
El aeropuerto de Budapest se encuentra aproximadamente a 20 kilómetros del centro, recorrido que se puede realizar en taxi o transporte público. La capital húngara es una ciudad que destaca por su gran belleza, además de su riqueza histórica y cultural.
Una de las visitas más espectaculares y que, por supuesto, debes realizar si viajas hasta allí, la ofrece el edificio del Parlamento. Majestuoso, se levanta a los pies del Danubio. Desde la otra orilla del río ofrece una foto de postal impresionante. Exteriormente es un verdadero placer, un edificio que impone y regala belleza. En su interior todo lujos. Merece la pena dar un paseo nocturno cerca del río para ver su iluminación exterior.
El Bastión de los Pescadores es otro de los enclaves que no te puedes perder, situado junto al castillo de Buda y a la iglesia de San Matías, desde allí se puede disfrutar de unas vistas espectaculares de la ciudad, tanto de día como de noche.
Al otro lado del Danubio reposa la Basílica de San Esteban, en pleno centro de Pest, una verdadera obra de arte de la arquitectura, su interminable escalera interior en forma de caracol dirige a los visitantes hasta su cúpula, ofreciendo unas magníficas vistas 360º de toda la ciudad.
En la ribera del río se pueden observar decenas de esculturas con formas de zapatos, los Zapatos de Budapest, una obra muy emotiva en honor a los judíos asesinados en la Segunda Guerra Mundial. El partido antisemita de Arrow Cross obligaba a sus víctimas a quitarse los zapatos antes de ser fusilados, dejando que sus cuerpos cayeran al río. Sesenta pares de zapatos que representan a los más de 20.000 judíos asesinados.
Visita el Puente de las Cadenas, la Plaza de los Héroes y, si viajas en pareja, disfruta de una de las actividades más románticas que te puede ofrecer Budapest, un crucero nocturno por el Danubio con cena incluida.
Aguas termales
La capital húngara es la ciudad con más pozos de aguas termales y medicinales del mundo. Un total de 118 pozos forman una red que suministra aguas de todo tipo de temperaturas, estableciendo Budapest como uno de los destinos más demandados entre el turismo de bienestar.
Más de 50 millones de litros de agua brotan cada día de sus manantiales. Los balnearios ofrecen multitud de opciones para que todos los clientes encuentren lo que buscan. Destacan balnearios como el de Gellert o el de Rudas.
TITULO: Un país mágico - Jaca , Lo verde empieza en los Pirineos,.
El sabado -26- Junio a las 18:30 por La 2, fotos,.
Jaca, lo verde empieza en los Pirineos,.
De ciervos, calores y síndrome de abstinencia,.
Desde que he llegado a Jaca, hay una habitación al otro lado de la calle de mi hotel que permanece con la puerta del balcón abierta, la persiana bajada a la mitad y la cortina echada. No hay movimiento, todo es silencio, quietud. Los únicos rayos de sol que tocan el mirador no se atreven a entrar, los para la persiana, primera línea de defensa ante un calor implacable. Quien vive ahí sabe que la mejor forma de evitar la canícula es refugiarse entre las sombras. Y también sabe otra cosa aún más importante: que en Jaca hace mucho calor en verano. Yo no lo sabía hasta que llegué. Tampoco sabía que se me iba a fastidiar el teléfono, ni que nos pondrían una multa por dejar el coche mal aparcado mientras íbamos al hotel a registrarnos, ni que no iba a poder fumar mientras escribía este artículo, ni que Jaca sería un cóctel amargo de ignorancia por mi parte e imponderables por la suya. Sí sabía, en cambio, que Argentona, pueblo por el que pasamos viniendo de Caldes d'Estrac, era el lugar al que se fueron a vivir juntos Rociíto y Antonio David nada más conocerse. Mi cabeza sigue llena de datos absurdos e inútiles.
Lo cierto es que todo prometía aire fresco: a lo largo del trayecto, los pinos se convirtieron en abetos, y el horizonte apareció como un macizo imponente. Pero no; el calor es insoportable y solo da una pequeña tregua al caer la tarde. Es entonces cuando Jaca sale a pasear y a tomar helados, y las señoras de perlas y mascarilla se sientan en las terrazas de la plaza de San Pedro, y los que bajan de la montaña pasean por el centro buscando un sitio donde tomarse una cerveza, y los padres salen a pasear niños y silletas. Yo, mientras tanto, los miro desde un banco fumando con carácter preventivo, pensando en el mono que voy a pasar cuando me siente a escribir.fotos , Un trío en la cocina - El escabeche, una delicia española desde el siglo XIII ,.
El escabeche, una delicia española desde el siglo XIII,.
Gastrohistorias
Esta técnica culinaria, muy típica aún en Madrid y otras regiones de España, fue copiada de los musulmanes andalusíes durante la Edad Media,.
«Coge carne, córtala, métela en una olla y echa vinagre hasta cubrirla. Añade pasas y agua dependiendo de cómo de agrio quieras el resultado y cuécelo todo junto. Después agrega la cantidad necesaria de pimienta, además de una cebolla machacada con cilantro, sal y un diente de ajo. Cocínalo hasta que esté listo». Podría pasar por una receta cualquiera de escabeche, de ésas con cantidades al libre albedrío que tanto gustan a las abuelas, si no fuera porque esta fórmula fue escrita en el siglo XIII. En concreto, en un manuscrito anónimo traducido en 1966 y reeditado hace un par de años bajo el título de 'La cocina hispano-magrebí durante la época almohade'.
En él vienen dos recetas para hacer sikbaj o escabeche, nombre con el que conocemos ahora a la técnica basada en cocinar los alimentos en una mezcla de aceite, vinagre y vino con hierbas u otros ingredientes. El sikbaj o iskibay fue uno de los platos persas que mejor se adaptaron a tierras andalusíes gracias a su fácil elaboración, a su efecto refrescante y a que ayudaba a conservar carnes, vegetales y pescados, siendo además considerado por la medicina árabe medieval como un remedio para mejorar las digestiones pesadas.
Adoptado con fervor en todos los territorios de Al-Ándalus, con el tiempo pasó a llamarse assukkabá en hispano-árabe, palabra de la que fueron surgiendo variaciones en otros idiomas como escabeix en catalán, assabecho o schibezia en italiano y nuestro castellano escabeche. Entre los siglos XIV y XV esta preparación avinagrada se propagó por toda Europa y apareció en diversos recetarios escritos en Venecia, Toscana o Cataluña tanto con carne como con pescado. «Si vols fer escabeig a peix frit…» (si quieres hacer escabeche para pescado frito), reza una de las recetas del célebre 'Libro de Sent Sovi' (1324) que se guarda en la Universidad de Valencia. A diferencia del escabeche de toda la vida, según el cual los ingredientes se cuecen con vinagre durante largo rato y se dejan luego conservados en él, la receta del Sent Sovi y también la del 'Llibre del Coch' o Libro de guisados de Ruperto de Nola (1520) eran más bien salsas agrias que se añadían sobre alimentos ya cocinados.
¿Y en Castilla, acaso no había escabeche o qué? Esta técnica de cocción y conservación fue la responsable de que durante siglos se pudiera comer pescado en la meseta, adonde llegaba ya elaborado desde la costa cantábrica o andaluza. Por la 'Crónica de los Reyes Católicos' de Mosén Diego de Valera sabemos que Rodrigo Ponce de León, marqués de Cádiz, celebró la toma de Montecorto a los musulmanes con «pescados de muchas maneras, unos en escabeche e otros en pan e otros frescos, e vinos escogidos e mucho pan blanco», ya que estaban en Cuaresma. Las restricciones religiosas sobre la dieta tuvieron mucho que ver con la popularidad del escabeche en los reinos españoles, ya que era obligatorio abstenerse de carne al menos un día a la semana y el acceso a pescado fresco no siempre era sencillo.
Una necesidad deliciosa
El pescado seco, curado o cecial como el bacalao y el congrio animaban un tanto los menús de abstinencia, pero mucho más sabroso resultaba el escabeche, que, encima, servía como recurso medicinal. Juan de Aviñón compuso en 1418 su 'Sevillana medicina' sobre el «modo conservativo y curativo de los que habitan en la muy insigne ciudad de Sevilla». Editada en 1545 gracias al famoso médico hispalense Nicolás Monardes, esta obra contiene numerosos capítulos sobre la alimentación y en concreto uno sobre los adobamientos o maneras de cocinar los alimentos, donde se dice que el «escabeche es fecho de carne y de vinagre y de azafrán y es frío e seco y amansa la colera y es bueno para la complision caliente y estriñe el vientre».
En torno al año 1500 el primer arzobispo de Granada, Hernando de Talavera, mandó escribir una serie de normas para el servicio de su palacio en las que por ejemplo dispuso que los pescados escabechados estuvieran siempre guardados en barreños u ollas vidriadas, completamente cubiertos de su salsa, y que el pescado fresco que se quisiera guardar fuera «puesto en pan o en adobo o frito y en escabeche». ¿Era aquello parecido a la receta actual? Podemos imaginar que sí, puesto que en la 'Agricultura' de Gabriel Alonso de Herrera (Alcalá de Henares, 1513) ya se mencionaba uno de los elementos más característicos del escabeche tal y como lo entendemos ahora: «Las hojas de laurel dan muy gentil olor y sabor en los escabeches y adobos de los pescados y carnes».
Será precisamente en el entorno de la ciudad complutense donde el escabeche alcance su máxima expresión a partir del Siglo de Oro. En el área de Madrid los escabeches de pescado y caza se convertirían en un recurso popular para improvisar una comida o completarla. Bonito, besugo, chicharro, sardina, perdiz o conejo, sacados tradicionalmente desde un barril con grandes cucharones, conformaron parte de la gastronomía tradicional madrileña con recetas como la tortilla de escabeche o la ensalada de ídem, típicas de los merenderos de la Bombilla o las Ventas.
Tan representativo sigue siendo el escabeche que hace pocas semanas la Academia Madrileña de Gastronomía lo eligió como plato castizo del año en la tercera edición de sus premios. Compartieron el galardón la Taberna Verdejo (Espartinas, 6), donde se elaboran refinados escabeches de conejo, jabalí, perdiz, solomillo con trufa, caballa, mejillones o cabracho, y la clásica Casa Pedro (Nuestra Señora de Valverde, 119). Este último local de Fuencarral puede presumir de ser uno de los más antiguos de la capital, establecido como fonda en 1702 para atender a los viajeros que salían de Madrid por el camino de Francia. Allí, casi igual que hace tres siglos, podrán ustedes disfrutar de las ácidas glorias de nuestra cocina tradicional encarnadas en suaves sardinas, bonito, besugo, setas, perdices o mollejas de cordero. Loado sea el sikbaj andalusí.
TITULO: Documentos TV - Rap, el grito de la calle ,.
Documentos TV,.
Documentos TV - Rap, el grito de la calle,.
Martes -22- Junio a las 00:00 horas en La 2, fotos,.
Rap, el grito de la calle’ es el reportaje que estrena esta semana ‘Documentos TV’, enmarcado en la programación especial con motivo del Día de la Música. Detrás de las letras oscuras y agresivas de sus canciones, los raperos expresan su rabia contra la violencia, la marginalidad y la pobreza en las que han vivido en los suburbios donde nacieron y crecieron.
El rap, una vía para salir del gueto
Drogas, armas y sexo, los temas que inspiran el rap han conquistado a millones de jóvenes en todo el mundo y han convertido esta música callejera en toda una cultura de masas.
El rap nació en los suburbios de Estados Unidos allá por los años 70. Suburbios donde la marginalidad, la pobreza y la violencia estaban arraigados.
Sus letras oscuras y agresivas expresan la rabia de los jóvenes por la violencia cotidiana en sus barrios. Según ellos, rapear significa denunciar esa violencia y escapar de ella. El documental desvela cómo para algunos de estos olvidados de la sociedad, la denuncia que lleva implícita el rap que cantan se ha convertido en la vía de salida del gueto y en el camino de entrada al mundo de la fama y la celebridad.
Del suburbio a la fama
El rap forma parte hoy de toda una poderosa cultura de masas. Arrastra a millones de seguidores por todo el mundo. Las estrellas del rap escriben canciones sobre sus vidas y se convierten en ídolos de los jóvenes. Sus temas inspiradores son la violencia, la droga, el sexo y la misoginia, pero sus incondicionales sucumben entregados a ellos.
Raperos multimillonarios procedentes de la calle han visto cómo su vida ha pegado un giro radical. Muchos piensan que esta música callejera ha vendido su alma para transformarse en un producto de marketing. “Lo que pasa es que la gente que hace rap incomoda, perturba el orden de las cosas. Son poderosos, son como un altavoz”, discrepa el rapero Gims.
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