TITULO: El Telediario La 1 - Policia - Golpe al narcotráfico en Linares con la captura del jefe del clan de Los Alicantinos,.
Golpe al narcotráfico en Linares con la captura del jefe del clan de Los Alicantinos,.
foto / La Policía detiene a ocho personas en la localidad jiennense, entre ellos el cabecilla de la banda criminal que estaba huido desde hace 14 meses,.
La Policía Nacional ha desarticulado en Linares (56.525 habitantes, Jaén) una importante banda criminal dedicada al narcotráfico, el clan de Los Alicantinos. Los agentes han detenido a ocho de sus miembros, entre ellos su líder, el narco conocido como El Pechuga, que llevaba en busca y captura desde marzo de 2021 tras huir de otra operación policial. El Pechuga, al que le constan numerosos antecedentes relacionados con delitos contra la salud pública, fue localizado oculto bajo el canapé de una cama.
La denominada como Operación Piruleta se ha saldado con cerca de un millar de plantas de marihuana incautadas, 800 gramos de cogollos listos para su venta, 600 de hachís y cinco de heroína. Además, se han incautado cinco armas de fuego y 3.800 euros en metálico. Los ocho arrestados han ingresado en prisión preventiva por orden del titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Linares, que ha dirigido toda la investigación.
La operación policial ha consistido en el registro de siete domicilios en la barriada linarense de El Cerro y sus inmediaciones y en la zona de la Estación Linares-Baeza, donde el clan de Los Alicantinos tenía sus puntos de almacenaje y distribución. En otra vivienda, los policías han encontrado una habitación subterránea, que estaba perfectamente habilitada para el cultivo intensivo de marihuana, así como para la posterior preparación de esta droga. “Esto nos hace sospechar que el grupo tenía un importante volumen de ventas y, por lo tanto, elevadísimas ganancias económicas”, ha comentado el jefe de la Comisaría Provincial de Jaén, Adriano Rubio.
La investigación comenzó el pasado mes de octubre, cuando los agentes tuvieron conocimiento de que miembros de Los Alicantinos podrían estar dedicándose de nuevo a la venta de estupefacientes. Tras meses de indagaciones, los policías del Grupo de Estupefacientes detectaron siete domicilios, vinculados a la organización, bien para el cultivo de plantaciones de marihuana y su posterior preparación, bien para servir de almacén de sustancias estupefacientes e incluso de venta a otros puntos de distribución por toda la provincia. “La zona en la que están las viviendas la tenían perfectamente controlada. Solo tiene una entrada y una salida. Es como un búnker al aire libre, al que es muy difícil acceder sin que los miembros de esta organización lo sepan”, ha agregado el jefe de la Comisaría.
La subdelegada del Gobierno en Jaén, Catalina Madueño, ha destacado este miércoles el eficiente trabajo de la Policía Nacional “para convertir la ciudad de Linares en un territorio hostil para los grupos criminales que están asentados en este territorio, dedicados al tráfico de estupefacientes, fundamentalmente, cocaína y hachís”. Madueño ha añadido que el Grupo de Estupefacientes de la Comisaría de Linares es “un importante bastión” en la lucha contra la delincuencia organizada y el tráfico de sustancias ilícitas en la provincia. Así, ha destacado que, desde el año 2019 y hasta la actualidad, han culminado 101 operaciones antidroga, en las que han detenido a 292 personas, la mayoría integrantes de los clanes familiares asentados en la ciudad.
Durante este tiempo, se han intervenido casi 16 kilos de cocaína, 1.700 gramos de heroína, más de 400 kilos de hachís, más de 8.000 plantas de marihuana “en verde” y 102 kilos de cogollos listos para su venta. Por otra parte, se han intervenido 22 armas de fuego, cientos de cartuchos y munición para armas de fuego, más de cinco toneladas de picadura de tabaco, una embarcación semirrígida, 12 vehículos de alta gama, 206 gallos de pelea que fueron recuperados, y casi medio millón de euros en efectivo.
TITULO: EL MAGO DEL TIEMPO - 25 grados en invierno: otra nueva normalidad,.
foto / Los expertos vinculan los fenómenos extremos, desde la borrasca ‘Filomena’ a las altas temperaturas de este invierno, cada vez con más seguridad a la crisis climática,.
Las llamativas imágenes de bañistas en el Cantábrico ataviados con gorros de Papá Noel, que se dieron un chapuzón para recibir el año aprovechando temperaturas insólitas de 25 grados en invierno, pueden hacer mucha gracia, pero en realidad no tienen ninguna porque los termómetros deberían haber marcado el 1 de enero 11 grados menos en Bilbao y 12 menos en San Sebastián. En el lapso de un año, dos inviernos consecutivos, España ha vivido una nevada histórica, la ola de frío más dura en 45 años y una ola de calor en enero. ¿Se debe a la variabilidad natural del tiempo sin causas antropogénicas, como alegan los negacionistas, es esto normal? No lo es, aseguran los expertos que, a falta de estudios de atribución, lo vinculan “sin lugar a dudas” al cambio climático.
Este episodio de calor en invierno ha sido calificado por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) de “extraordinario” y “anómalo” tanto por su intensidad ―con temperaturas en su conjunto seis grados superiores a las habituales y hasta 10 grados en Nochevieja, propias de abril o mayo y en algunas zonas como en Galicia, de julio― como por su duración ―del 27 de diciembre al 3 de enero―. Analizando los registros del Banco de Datos Nacional Climatológico, la agencia concluye que fueron los días más cálidos para la época desde que existen registros.
Durante esos ocho días se tumbaron nada menos que 36 récords de calor en invierno, tanto de temperaturas máximas como de mínimas. “Es muy destacable que Segovia y Salamanca pulverizasen su récord de máxima mensual por 3 y 2 grados ―lo habitual hasta ahora era que los récords se superaran apenas por unas décimas―, que Bilbao alcanzase 25º en diciembre por primera vez en la historia y que en A Coruña, Pontevedra o Lugo el 1 de enero se batiese tanto el récord de máxima como de mínima”, explica Rubén del Campo, portavoz de la Aemet.
La clave de estas temperaturas inusualmente altas, detalla el portavoz de la Aemet, fue la llegada desde el Caribe de una masa aire que ya era cálida en origen, que atravesó un Atlántico más caliente de lo normal y que se recalentó una vez en la Península por un fenómeno denominado subsidencia. “Nunca habíamos tenido hasta la fecha una masa de aire tan cálido sobre España por esas fechas”, constata Del Campo, para subrayar que “la causa última de lo sucedido encaja perfectamente con una situación en la que el planeta está más caliente”.
En la misma línea que Del Campo, el también meteorólogo de la Aemet Juan Jesús González Alemán afirma que este episodio, que se habría traducido en una durísima ola de calor de haber ocurrido en verano, está asociado “sin lugar a dudas” y “con toda probabilidad” al cambio climático. “Yo no tengo ninguna duda, como no la tiene nadie que se dedique a esto”, asegura. “Hay una extensa bibliografía que explica cómo el cambio climático está detrás de un aumento de la frecuencia e intensidad de las olas de calor en verano y de los episodios de calor en invierno, así como de inviernos en general más cálidos”, argumenta. Aunque de forma cualitativa es un hecho que la mano del hombre está detrás de este caso concreto, para cuantificar en qué medida se necesitan “estudios de atribución profundos y específicos”, en los que se compare su probabilidad en un clima no modificado y en el actual, como recuerdan ambos meteorólogos.
Para Del Campo, lo más llamativo es que no ha pasado “ni un año” desde que España sufrió la quincena más fría de enero en 35 años y ahora, la semana más cálida en al menos 70 y, entre medias, una ola de calor en agosto en la que se alcanzaron los 47,4º en Montoro, el récord histórico de temperatura de España. “Todo esto cuadra a la perfección en un escenario en el que, a causa del cambio climático, los fenómenos extremos, antes muy poco frecuentes, van a más”. A su juicio, 2021 ha sido “un año paradigmático en cuanto al cambio climático en España” por otros muchos episodios, entre los que cita las inundaciones en el Ebro, con tres veces más agua de la normal en el Cantábrico y el norte de Navarra entre la segunda quincena de noviembre y la primera de diciembre.
González Alemán asegura que lo anómalo de esta situación se ve perfectamente cuando se colocan Filomena y este calor en un gráfico donde se representan todos los eventos meteorológicos con su frecuencia asociada. “En un clima preindustrial, normal y estable, la mayoría de los días están en el centro de la curva, mientras que los fenómenos extremos suceden cada muchos años”, explica. Así, Filomena tendría menos del 0,1% probabilidades de ocurrir y lo de este invierno, como no ha sucedido nunca desde los años setenta, que existen satélites, y con algunos récords mayores en localidades específicas, “aún menos”. “La curva se está desplazando hacia temperaturas cada vez más altas”, advierte.
Junto con el evidente aumento de las temperaturas a nivel global, que está muy estudiado, otro problema menos conocido y más complejo es la variabilidad climática, “con una curva que se está deformando y un clima muy loco que pasa muy rápidamente y con frecuencia de un extremo a otro”, sostiene González Alemán. “Todo esto indica que algo está pasando y cada vez hay más voces que señalan que el cambio climático también afecta a la variabilidad”, alerta. “Todo esto son señales inequívocas y forman parte ya de un clima que no conocemos y que se comporta de formas diferentes”, concluye, para recordar que 2021 ha sido anómalo a escala global, con los récords de 49,6 grados en Canadá en julio y de 19,4 grados en Alaska en diciembre. “Los récords, climáticamente hablando, se baten cada 10 o 20 años, esto de batirlos cada dos por tres, de un extremo a otro en tan poco tiempo y por tanta diferencia es realmente anómalo”, reitera.
“Lo que ha pasado en 2021, un año extremadamente variable, no es normal. Bienvenidos a la nueva era climática”, sentencia González Alemán. Con este petardazo de cierre, la Aemet asume que el año pasado acabará siendo probablemente catalogado como cálido, con lo que será el octavo consecutivo con temperaturas superiores al promedio normal. “Será la primera vez que durante un periodo tan prolongado todos los años son cálidos en nuestro país”, subraya Del Campo. Si se observan solo los inviernos, cinco de los seis últimos han sido cálidos o muy cálidos o extremadamente cálidos, incluido del invierno pasado a pesar de Filomena, y con el de 2019 a 2020 como el más cálido desde que hay registros. En lo que se refiere a récords de días cálidos y días fríos, 13 jornadas de 2021 fueron las más cálidas para su fecha desde 1950, mientras que ningún día fue el más frío para su fecha, a pesar de las bajísimas temperaturas registradas tras la borrasca Filomena. En la última década, se han batido 11 veces más récords de calor que de frío.
TITULO: Volando voy - Jesús Calleja - Marta Ferrero,.
Este domingo -15, 22- Mayo a las 21.30, Cuatro emite una nueva entrega de 'Volando voy',foto,.
Marta Ferrero,.
La percepción lleva a los docentes a confirmar lo que desean: que la jornada continua también beneficia al alumnado”,.
Marta Ferrero fue maestra y ahora es profesora en la Facultad de Educación de la Universidad Autónoma de Madrid. Su investigación sobre los efectos negativos del horario intensivo en los niños y sus madres ha generado interés y polémica,.
Marta Ferrero fue maestra y orientadora en un colegio de infantil y primaria antes de convertirse en docente de la Facultad de Educación de la Universidad Autónoma de Madrid. Nacida en Bilbao hace 40 años, Ferrero impulsa la llamada educación informada desde la investigación, es decir, la toma de decisiones educativas basadas en la ciencia. Su última investigación aborda el impacto educativo, social y, por primera vez, económico de la jornada escolar continua, incluido el trabajo de las madres, que ganan 1.850 euros brutos anuales menos que las que los llevan a centros con horario completo. Publicado por el Centro de Políticas Económicas de la Escuela de Negocios Esade (EsadeEcPol) junto a Lucas Gortazar y Ángel Martínez, el trabajo ha despertado un gran interés y bastante polémica, en un asunto que condiciona como pocos la dinámica familiar diaria.
Pregunta. ¿Por qué no es buena la jornada continua?
Respuesta. Hemos intentado evaluar el impacto de cada tipo de jornada en el rendimiento académico de los escolares, en su bienestar y en su salud, en la conciliación familiar y por tanto, por primera vez, en la economía de las familias y en el impacto que tiene en las madres. En general, porque luego hay casuísticas bien diversas, todo parece apuntar a que la jornada que mejor responde tanto a las necesidades del alumnado como de las familias es la jornada partida, no la continua.
P. ¿Por qué cree que, pese a las evidencias, las familias, y sobre todo las madres, que según muestra su informe son las que más pierden cuando se implanta, votan en tantos centros a favor de la jornada continua,.
R. Yo creo que en general desconocen qué dice la investigación científica sobre el impacto de los diferentes tipos de jornada en el alumnado y en la conciliación familiar. Por otro lado, y esto en general es positivo, las familias tienden a confiar en la información que reciben en los colegios, donde tienen escolarizados a sus hijos y a sus hijas. Y la información que suelen recibir de sus centros escolares es que la jornada continua es la deseable.
P. ¿Qué les diría a las familias de un colegio que tuvieran que votar la jornada continua?
R. Que intentaran recabar información sobre esta cuestión de fuentes diversas y a poder ser rigurosas. La impresión que yo he recogido es que la información de que disponen proviene de los centros, y por tanto es más limitada que si pudieran acceder a información de fuentes no tan implicadas.
P. ¿Y qué les diría a los docentes de los centros que pueden poner en marcha el proceso para implantarla?
R. Les diría también que trataran de recabar qué dice la investigación sobre esta cuestión. Pero uno de los problemas que tenemos en nuestro país es que muchos de ellos no saben dónde acudir, o lo saben, pero no tienen acceso. El lugar principal donde está la investigación es en bases de datos científicos, en este caso de materia educativa. Pero a diferencia de los hospitales, que se consideran centros de investigación y cuyos profesionales tienen acceso a las bases de datos sobre medicina, los docentes no lo tienen. Esto es un primer problema, pero hay otros obstáculos más profundos.
P. ¿Cuáles?
R. Si durante la carrera no se ha sensibilizado a los docentes sobre la importancia que tiene considerar qué dice la investigación educativa, y no se les ha enseñado a buscar esa literatura ni a interpretarla, es difícil que, aunque tengan acceso desde sus centros, lo hagan. Y consultar la literatura científica, aunque se tuvieran los recursos y las habilidades para hacerlo, requiere de mucho tiempo, y los docentes muchas veces no disponen de él. En nuestro país no tenemos una figura mediadora que haga de puente entre los investigadores y los docentes. Es verdad que hay entidades de diferente índole que empiezan a trabajar en ello, que cada vez hay más eventos de carácter divulgativo y científico, pero creo que todavía son insuficientes y que debería haber una apuesta más de país para salvar esta brecha.
P. Su informe plantea que el hecho de que la jornada se decida por votación en cada centro, como sucede normalmente, no es lo más adecuado.
R. Si, como estamos comprobando en la literatura disponible y en nuestro propio análisis, el tipo de jornada no es baladí en el rendimiento, la conciliación familiar y la integración de la mujer en el mundo laboral, no parece que lo más conveniente sea que [la decisión] recaiga en cada centro escolar. Si realmente tiene este impacto, quizá la decisión debiera tomarse desde instancias superiores en base a la información más abundante y rigurosa posible.
P. ¿Por qué cree que las administraciones educativas no frenan su implantación o la revierten?
R. Es complejo, porque por un lado tiene que ver con la autonomía de los centros escolares. Y por otro, si en general la postura de los docentes y los sindicatos es a favor de una jornada continua, para las administraciones es un tema muy delicado.
P. Su investigación muestra que los docentes piensan que la jornada continua es más beneficiosa para los niños y las familias que para sí mismos.
R. Estoy segura de que lo dicen estando seguros de que es así. Ellos son parte implicada en este tipo de jornada, y todas las percepciones que desarrollan, el tipo de información que recaban, les va a conducir de manera irremediable a confirmar lo que ellos desean, y es que la jornada continua sea también beneficiosa para su alumnado. Es lo que se llama el sesgo de confirmación, uno ve lo que le conviene ver. Pero no es algo intencionado, nos pasa a todas las personas, creo que no hay engaño ni mala fe.
P. ¿Tiene marcha atrás la jornada continua?
R. Supongo que es diferente el caso de Canarias, donde la incorporaron en los ochenta, del de otros lugares donde se ha hecho hace menos y la revisión de uno a otro horario está prevista. Igual soy una ilusa, pero creo que informando bien a la comunidad docente con datos objetivos, si estos estudios demostraran de forma firme y sistemática que es mejor la jornada partida, el conflicto cognitivo se iba a crear, y quiero pensar que ello iría acompañado de un cambio en su postura.
P. Usted lamenta que en educación las decisiones no se toman en base a lo que muestran las evidencias científicas.
R. Sí. Existe por otra parte el peligro de pensar que la investigación es la única fuente de información y la más importante a la hora de tomar decisiones. Ni mucho menos. En educación entran en juego elementos esenciales, como el conocimiento que ha ido adquiriendo el docente durante su formación, su experiencia en el aula, que es valiosísima, la de colegas, sus propios valores, intuiciones que cada uno va desarrollando…, pero lo que dice la investigación suele estar ausente, y es un elemento que tenemos pendiente en este país en los debates educativos y en la toma de decisiones. La investigación no tiene que verse como una piedra pesada que entorpece la función de los docentes, sino como un recurso más que les ayuda en la toma decisiones. Y que les da autonomía frente a otros agentes, muchas veces externos a la educación, que a veces parecen tomar decisiones educativas por encima de los docentes, como por ejemplo algunas tecnológicas en relación con el tipo de recursos o métodos que hay que adoptar en determinados centros educativos o comunidades autónomas.
P. En su informe apuntan a que el profesorado fue muy castigado por los recortes de la anterior crisis económica, que no se han revertido del todo, y que ello favorece que vean en la jornada continua una mejora alcanzable a corto plazo.
R. Es un colectivo que ha visto cómo en los últimos años sus condiciones laborales se veían muy deterioradas, y esta adopción de la jornada continua quizá puede verse como una forma de revertir un poco esta tendencia.
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