martes, 15 de agosto de 2023

Trastos y tesoros - CANAL EXTREMADURA - Sacapuntas antiguos ,. / Domingo - 3 - Septiembre - LA SEXTA TV - Ambulancias, en el corazón de la ciudad - El mediador que tarda menos de 90 segundos en neutralizar la ira ajena ,. / LA AVENTURA DEL SABER TVE - ¿Por qué no eres feliz por bien que te vaya?,. / CAFE GIJON - MANZANAS VERDES - ¡Éxtasis de España y a la final! ,.

    TITULO:  Trastos y tesoros - CANAL EXTREMADURA - Sacapuntas ,.


 

Sacapuntas,.

Sacapuntas portátil metálico.
Sacapuntas ecológico de madera.

fotos / Un sacapuntas, afilalápices, tajalápiz, tajador, afilador o afila es el instrumento que se utiliza para afilar la madera y la punta de grafito destinada a escribir de un lápiz cuando ésta se ha engrosado por el uso o cuando el lápiz es nuevo. Es indispensable cuando se trata de dar calidad a la escritura ya que frecuentemente se engrosa la punta del lápiz con el uso. Existen sacapuntas de varios tipos y tamaños que corresponden con el grosor de los diferentes tipos de lápices.

Historia

Sacapuntas Apsco Vacuhold.

Antiguamente los lápices eran afilados por medio de cuchillos o navajas. Luego los sacapuntas hicieron esta tarea mucho más fácil y dieron un resultado más uniforme y bueno para escribir, dibujar o cualquier utilidad del lápiz. Algunos tipos especializados, tales como el lápiz de un carpintero todavía se afilan con cuchillo, debido a su forma plana. Bernard Lassimone, matemático francés, solicitó la primera patente (patente francesa # 2444) para los sacapuntas de lápiz en 1828. En 1847, Therry des Estwaux inventó el sacapuntas de lápiz manual.

Tipos

Sacapuntas portátil de mano

Es el más económico común y pequeño con no más de 25 milímetros de tamaño y no tiene ninguna pieza móvil. Consta de una cuchilla atornillada a una cubierta de plástico o metal que incluye un agujero por donde se introduce el lápiz que se quiere afilar. Estos sacapuntas pueden ser sencillos o estar incluidos en un plástico (envase) destinado a contener las virutas que se generan durante el proceso de sacar punta al lápiz.

Los sacapuntas de este tipo tienen el aspecto que se muestra en la ilustración, con un solo orificio o con dos orificios y cuchillas para dos grosores diferentes de lápices. Los sacapuntas con cubierta de plástico tienen muy diversas formas: redonda, hexagonal, de corazón, de animalito, elípticos, trampa, etc.

Aunque esta operación es sencilla de realizar, es importante estar atento de cuánta punta se ha sacado a fin de no quebrar la punta del lápiz y observar el grado de afinamiento que se desea emplear. Las personas que sacan punta atropelladamente, sin prestar atención, quiebran muy frecuentemente las puntas de sus lápices, disminuyendo así la vida útil de los mismos.

Sacapuntas fijo de manivela

Sacapuntas de manivela.

Normalmente se encuentra fijo en un escritorio y es de metal o plástico. Incluye una manivela como parte principal para accionar el instrumento y en su interior contiene una o dos cuchillas cilíndricas que afilan el lápiz. La cubierta de estos sacapuntas constituye un depósito para las virutas del lápiz que necesita ser vaciada periódicamente.

Para usarlo, se introduce el lápiz en la abertura con una distancia adecuada con la que se desea afilar el lápiz y se inicia a dar vueltas a la manivela en sentido de las manecillas del reloj, esto rota el sistema de cuchillas cilíndricas colocadas dentro del mecanismo en cierto ángulo una respecto a la otra consiguiendo así afilar rápidamente el lápiz.

Mientras se está afilando el lápiz, se percibe duro el accionar de la manivela el cual se afloja al poco tiempo una vez que ha quedado afilado el lápiz, pudiendo entonces extraerlo para su uso. Acabando de sacar punta, conviene tirar la viruta del contenedor en el bote de basura. Es bueno mencionar que la viruta que queda como residuo es muy distinta a la que queda con el sacapuntas portátil, pues queda en forma de delgadas espirales.

Estos sacapuntas afilan muy uniformemente, en forma cónica perfecta, la parte de madera del lápiz, dando así mucha mayor comodidad a la escritura, pero llega a quedar la punta, la cual debe afinarse posteriormente con un sacapuntas portátil de mano.

Debido a la enorme popularización del sacapuntas portátil de mano, casi no se usan los de este tipo en la actualidad. motivo por el cual están por quedar en desuso

Este tipo de sacapuntas fue durante mucho tiempo el estándar en oficinas, escuelas, y bibliotecas antes de que los sacapuntas portátiles llegaran a ser muy comunes, pero toda su estructura era de metal a diferencia de los actuales con armazón de plástico y todavía se encuentran en algunos de estos sitios los antiguos sacapuntas de manivela metálicos.

Sacapuntas eléctrico

Sacapuntas con batería.

Tiene un motor eléctrico en su interior que hace girar las cuchillas que afilan el lápiz. Para accionarlo, simplemente se introduce el lápiz en el orificio destinado para tal efecto y retirarlo cuando se considera que el lápiz ha quedado afilado. Funcionan con el mismo principio que los fijos de manivela, pero las cuchillas se hace rotar por un motor eléctrico, terminando el afilado tan pronto se saca el lápiz del aparato. Algunos sacapuntas de lápiz eléctricos son accionados por pilas, lo que facilita su portabilidad y facilita su uso. Este tipo de sacapuntas se usan en oficinas y escuelas (no apto para menores de 12 años). 

 

TITULO:  Domingo  -3- Septiembre , LA SEXTA  TV - Ambulancias, en el corazón - El mediador que tarda menos de 90 segundos en neutralizar la ira ajena ,.


El domingo -3- Septiembre , a las 21:30 por La Sexta, foto,.

 

 

El mediador que tarda menos de 90 segundos en neutralizar la ira ajena,.

Según Douglas E. Noll, mediador que ha trabajado en prisiones de alta seguridad, nuestros comportamientos surgen en el cerebro 750 milisegundos antes de ser conscientes de ello,.

El abogado y experto en resolución de conflictos, Douglas E. Noll
 
El abogado y experto en resolución de conflictos, Douglas E.

Es muy probable que en alguna ocasión en su vida haya tenido enfrente a una persona furiosa. Quizá un amigo, su pareja, un familiar o un desconocido cuyo comportamiento iracundo le haya provocado cierta incomodidad e, incluso, miedo ante la imprevisibilidad de sus actos y palabras.

Pues bien, hay quien asegura que se puede reducir a un interlocutor en ese estado en menos de 90 segundos. Y no lo dice de manera teórica (o al menos, no solamente) sino que lo ha testado con presos en cárceles de alta seguridad, con congresistas y empresarios.

Douglas E. Noll, abogado estadounidense de gran prestigio reconvertido en uno de los más solicitados mediadores, «coach» o apaciguador de conflictos, según cada cual, ha desarrollado una técnica cuanto menos sorprendente que permite aplacar la ira ajena con una intervención mínima y dejando el raciocinio y la palabra a un lado. Como lo oyen. Huir de la razón y focalizarse tan solo en las emociones.

 

«No existe la racionalidad. Los seres humanos somos emocionales, no racionales. Cada decisión, cada comportamiento y cada acción se basa en la emoción, no en el pensamiento racional. De hecho, nuestras decisiones y comportamientos surgen en nuestro cerebro 750 milisegundos antes de que seamos conscientes de ellos. Por eso enseño que no se puede resolver un problema emocional con lógica y racionalidad. Debe usar herramientas emocionales para resolver problemas emocionales, como la ira», explica el experto, que ha plasmado sus conocimientos en el libro «Desescalar» (Arpa Editores).

Después de años en contacto con personas conflictivas, Noll descarta que la violencia humana tenga una carga biológica o genética sino que, en sus palabras, «la ira surge de las violaciones de límites percibidas. La base neurofisiológica de la ira es bastante compleja». Él lo explica de la siguiente manera. Cuando experimentamos ira, los circuitos emocionales en nuestro cerebro abruman la función ejecutiva (corteza prefrontal) y recurrimos a la programación aprendida en la primera infancia. «Los desencadenantes son respuestas aprendidas, automáticas e inconscientes a señales o recuerdos ambientales. Los esquemas de ira se desarrollan como un medio de protección contra las amenazas físicas. Sin embargo, el cerebro tiene dificultades para distinguir entre amenazas físicas y amenazas sociales. Por lo tanto, una amenaza social puede desencadenar el mismo tipo de ira que una amenaza física y provocar la misma respuesta violenta», dice.

Por este motivo, el mediado confirma que algunas personas recurren a la violencia como primer mecanismo de comunicación «porque es todo lo que conocen». «Si uno crece en una familia donde la única emoción es la ira y la única respuesta es la violencia, entonces esa persona solo conocerá la ira y la violencia. Así, su primera y única respuesta será violenta».

Es ahí donde es necesario intervenir para poder modular esa reacción y calmar la tempestad. Es entonces donde entra en juego el sistema límbico, en particular la amígdala, donde está en el centro de la base neurofisiológica de la ira. «La amígdala juega un papel central en el procesamiento de las emociones y la evaluación de amenazas potenciales. Cuando se activa, envía señales al hipotálamo, que activa el sistema nervioso simpático, lo que lleva a la clásica respuesta de ‘‘lucha o huida”. Esto da como resultado la liberación de hormonas del estrés como la adrenalina y el cortisol, preparando el cuerpo para la acción».

Noll apunta a la corteza prefrontal, específicamente la corteza prefrontal ventromedial, que resulta esencial para regular y modular las respuestas de ira. «Esta zona es la que está involucrada en la toma de decisiones, la regulación emocional y el control de los impulsos. El daño a esta área puede provocar impulsividad y dificultades para controlar la ira, como se ve en algunas afecciones neurológicas. Los neurotransmisores como la serotonina y la dopamina también son clave en la modulación de la ira. La serotonina está asociada con la regulación del estado de ánimo y los niveles bajos se han relacionado con una mayor agresión e impulsividad. La dopamina, por otro lado, influye en el procesamiento y la motivación de la recompensa, y los desequilibrios en los niveles de dopamina pueden contribuir a los comportamientos agresivos».

Cuando este experto habla de desescalar lo hace a todos los niveles y ámbitos, no solo en personas tendentes a la violencia. Ayuda a rebajar la furia de los adolescentes o calmar las broncas de pareja. «No hay una situación que sea más compleja que otra. Tanto los adolescentes, como un reo de una prisión de alta seguridad son fáciles de desescalar», confiesa. Y de hecho afirma que, si se tienen las herramientas adecuadas, se consigue en menos de 90 segundos.

«Calmar a una persona enfadada suele llevar menos de 90 segundos. Elegimos 90 segundos para el título del libro porque la verdad probablemente no sería aceptada. Le quedará claro una vez que haya experimentado el etiquetado de afecto y haya visto la magia», asevera.

Del enfado a la humillación

Y es que lo que plantea para conseguir su objetivo de rebajar revoluciones emocionales es etiquetar los sentimientos del prójimo, ignorar sus palabras e identificar sus sensaciones. Conectar con lo que está sintiendo y hacerle preguntas clave, directas, alejadas del «yo» y así hacerle entender que existe una compresión. De hecho, él reduce a tan solo nueve los estados emocionales que puede experimentar el ser humano: enfado, miedo, angustia, asco, aflicción-vergüenza, humillación, abandono y rechazo.

«El afecto es el sentimiento básico de agrado o desagrado que experimentamos a lo largo del día. El modelo de los nueve afectos, desarrollado por Sylvan Tomkins, incluye dos afectos positivos, un afecto neutral y seis afectos negativos. Todos los afectos se pueden medir por su intensidad, como baja, moderada e intensa. Las emociones surgen como una construcción cognitiva, al igual que un artista usa una paleta de colores básicos para crear colores complejos. De manera similar, el cerebro toma el afecto básico de la experiencia en todo tipo de combinaciones e intensidades, y etiqueta esas experiencias como emociones. Por lo tanto, podemos tener un conjunto relativamente simple de afectos básicos y tener un número infinito de experiencias emocionales».

Identificarlos y etiquetarlos es la clave para frenar una espiral de violencia. Y eso es algo que según Noll todos podemos hacer. «Cuando una persona que se pone a gritarte, está furiosa y contrariada. Está experimentando emociones muy intensas que dirige contra ti, con razón o sin ella. Puedes elegir entre dejarte llevar tú también por la escalada emocional o desescalar a la otra persona y averiguar cuál es el verdadero problema», sentencia.

Tres pasos para desescalar, según Noll

►Ignorar las palabras pronunciadas: las personas enfadadas dicen cosas feas y malvadas. Si atiendes a las palabras pronunciadas, es muy probable que se disparen tus propias emociones. Fácilmente te verás arrastrado al torbellino originado por el conflicto. Ignora las palabras para centrarte en las emociones.

►Descubre la experiencia emocional. Los seres humanos tenemos un repertorio limitado de emociones: enfado, miedo, angustia, asco, aflicción-vergüenza, humillación, abandono y rechazo. Hay partes de nuestro cerebro que reconocerán, identificarán y etiquetarán por nosotros sin esfuerzo las emociones. No es algo que vaya a requerir de nuestro poder de concentración; sucederá de un modo natural.

►Usa frases declarativas en segunda persona: La gente suele usar frases con el sujeto en primera persona («yo») para escuchar de forma reflexiva. Por ejemplo: «Yo creo que estás sintiendo enojo». Esto no funciona muy bien para etiquetar afectos.

   TITULO:  LA AVENTURA DEL SABER TVE - ¿Por qué no eres feliz por bien que te vaya?,.


¿Por qué no eres feliz por bien que te vaya?,.

¿Qué limita nuestra felicidad? ¿Tiene sentido perseguirla?

Mujer de negro en medio de un campo bajo un paraguas
 
foto / Mujer de negro en medio de un campo bajo un paraguas ,.

A veces parece que, aunque perseguimos la felicidad, ella corre más rápido. No nos conformamos con nada y, cuando llegan todos esos éxitos que siempre soñamos, descubrimos que estaban vacíos. ¿Qué perseguimos realmente? ¿Podemos acaso alcanzar la felicidad o es como el horizonte, una menta que siempre está un poco más allá? La ciencia tiene algunas cosas que decir, pero también ha tenido oportunidades para callarse y no siempre lo ha hecho. Porque que algo pueda estudiarse desde una perspectiva científica no significa que esta sea la única manera de abordarlo.

La felicidad es algo complejo, un concepto abstracto que hemos redefinido explícita e implícitamente desde que empezamos a permitirnos pensar en ella. Porque, para empezar a hablar sobre ella, hemos de entender que su búsqueda es un privilegio con el que nos estamos encontrando masivamente en la sociedad actual y que, no parecemos saber gestionar. Como decía el Joker de Heath Ledger: ¿somos acaso como uno de esos perros que persiguen a los coches, pero que no sabrían que hacer si los alcanzaran?

Siempre en movimiento

Cuando intentamos entender científicamente las peculiaridades más complejas de nuestra cultura, solemos recurrir a especulaciones evolutivas. Suponemos que si nos comportamos así será porque en algún momento supuso un beneficio. Bajo este prisma, algunas personas (no necesariamente expertos) afirman que la felicidad es una meta inalcanzable que, por lo tanto, nos empuja a estar constantemente en movimiento, alerta de los peligros y buscando algo mejor. Estas suposiciones suelen carecer de evidencia, pero en este caso hay un contraargumento mejor, porque ni siquiera encaja con lo que sabemos sobre el comportamiento animal. Por un lado, es difícil imaginar que una cobaya sobreviva porque persigue la felicidad. Busca saciar ciertas necesidades y, cuando lo hace, se calma. No busca constantemente una fuente de agua, solo mientras tiene sed. Por otro lado, y por suerte para ellas, no siempre están en tensión. Los estados de ansiedad prolongados son lesivos y, aunque útiles, no representan la mayor parte del tiempo vital de los animales.

Lo que sí es cierto es que la felicidad no es estar siempre contento. Su definición, y esta vez desde una perspectiva verdaderamente científica, la plantea como un estado emocional positivo relativamente estable normalmente asociado a haber satisfecho deseos y objetivos. No es lo mismo que la alegría, mucho más instantánea y conocida, y ni siquiera tiene que implicar que cada momento de la vida de una persona que se considere feliz tenga que ser positivo, lo abordamos más como una tendencia general en la que caben todos los motores de supervivencia con los que especulan los psicólogos evolucionistas.

La maldición de la costumbre

Otra afirmación científica que se nos ha ido de las manos es aquella basada en los estudios de Brickman y Campbell de 1971. Ellos a su vez habían tomado el trabajo de Helson donde, en 1964, defendía que el cerebro se adaptaba rápidamente a estímulos dolorosos o incómodos, como el agua helada o los ruidos intensos. Brickman y Campbell decidieron medir cómo cambiaba la percepción que tenía un grupo de individuos sobre su felicidad a lo largo de los años y, así, ver si los éxitos y fracasos alteraban esa felicidad de forma prolongada. Las conclusiones parecían claras, cada persona parecía tener un nivel de felicidad basal que, aunque podía alterarse por eventos particulares, acababa volviendo siempre a la norma. Una muerte, una boda, un premio aportaban una felicidad caduca y, con el tiempo, el infeliz volvía a serlo.

Por suerte, con el tiempo hemos descubierto que la realidad es menos oscura y que, hay personas cuya felicidad basal puede cambiar de manera mucho más estable. Gracias a ello tiene sentido buscar el bienestar social y las medidas que lo garanticen. De hecho, sabemos que existe una correlación fortísima entre la percepción de felicidad de los ciudadanos y el grado de derechos y libertades que gozan en su país. Lo que también sabemos, por dar una de cal y otra de arena, es que los psicólogos evolucionistas no están del todo equivocados. La incertidumbre nos estimula y sabemos que, mientras perseguimos una meta plausible que no sabemos si llegará, el cerebro libera sustancias como la dopamina en cantidades muy superiores a cuando, finalmente, hemos logrado nuestros fines. Eso explica que, a veces, la persecución sea más satisfactoria que el éxito o, al menos, que nos decepcione alcanzar nuestros objetivos para descubrir que, en el fondo, no nos sentimos como esperábamos sentirnos.

Así que no, me temo que no tenemos una fórmula ideal para la felicidad, pero podemos perseguirla, porque no es una ilusión y, sobre todo, podemos disfrutar de su búsqueda. Pero, lo que es más importante, si lo necesitamos, podemos contar con la ayuda de profesionales de la psicología, más formados y científicos que nunca en toda la historia de la humanidad.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • La psicología positiva pretende ser una rama legítima de la psicología que ha trascendido hasta la cultura popular a través de sus aspectos más banales, como el supuesto impacto que tienen los pensamientos positivos en nuestra felicidad. Por supuesto, es mucho más compleja que eso, pero ello no le proporciona el rigor que debería tener para considerarla una terapia válida. Algunos estudios han determinado que la psicología positiva carece de un marco teórico y conceptual suficientemente sólido, que emplea metodologías incorrectas o insuficientes, que sus resultados no son tan replicables por otros estudios como deberían y que se aísla académicamente de la psicología de forma reprochable. Todo ello la encuadran dentro de la categoría de “pseudociencia” y entraña algunos peligros que podemos evitar mediante abordajes realmente psicológicos y, por lo tanto, científicos.
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    TITULO: CAFE GIJON - MANZANAS VERDES - ¡Éxtasis de España y a la final!  ,. 

     

    CAFE GIJON,.

     

    Café Gijón - foto,.

     
    Fachada de madera del Café Gijón con su entrada.
    Resultat d'imatges de manzanas verdesEl Café Gijón (denominado también Gran Café de Gijón) es un café de importancia cultural situado en el bulevar principal del madrileño Paseo de Recoletos n.º 21. El café está frente a una estación de ferrocarril del mismo nombre (Recoletos) y a la Biblioteca Nacional de España (BNE). La terraza de enfrente se encuentra en el pasillo central del Paseo.

     

    MANZANAS VERDES  - ¡Éxtasis de España y a la final!  ,.   


    MANZANAS VERDES -  ¡Éxtasis de España y a la final!   ,. fotos,.

     

    ¡Éxtasis de España y a la final!,.

    Un gol de Carmona en el 89′ lleva a La Roja a su primera final. Suecia había empatado poco antes el gol de Salma. El domingo a las 12:00, el gran desenlace.

     Mundial femenino: gol Olga Carmona 2-1 España - Suecia

    Resultado Final -  ESPAÑA -2 - SUECIA -1-,.

    La gloria era esto. El cielo se abrió de par en par para España. La Roja está en la final. El equipo de Vilda peleará por ser el mejor del mundo. Un éxito de todas, de todos, de los clubes, de lo técnicos, de los aficionados, de un país. Un subidón que tuvo en el gol de Carmona el éxtasis perfecto, la epopeya que necesita la Selección para escribir en letras de oro una historia a la que sólo le queda un capítulo para vivir su final feliz.

    En un partido para la historia, Vilda juntó a las tres históricas: Jenni, Paredes y Alexia. Sí, la Balón de Oro volvía al once para las semifinales del Mundial. Pero no solo brillaba la catalana, eran las 11 y el resto que aguardaba en el banquillo. Esta vez fue Esther la que se quedó sin premio de inicio. No importaba, se preveían muchos minutos y muy intensos en los que habría que necesitar tirar de recambios de lujo. Una semifinal se empieza a jugar desde las sensaciones. Antes de que las protagonistas saltaran al césped se vivió una fiesta con baile mahorí, fuego y juego de luces. Esto iba en serio. Era lo que nunca había vivido España, a diferencia de las suecas. Quizá por ello de entrada el esférico lo tuvo Suecia. El primer acercamiento, sin embargo, fue de Mariona con un centro desde la izquierda.

    La Roja asentaba sus bases, pero muy alejada del área. Lo mejor fue cómo el equipo replegaba cada vez que Suecia ponía el turbo. Las Alba, Alexia o Mariona se multiplicaban para correr hacia atrás. Venían con la lección aprendida. España debía ser un bloque tanto defensiva como ofensivamente. Así llegó otra de las de Vilda, con Olga poniéndole un balón en el segundo palo a Alba que remató sin fortuna. Inmediatamente fue la sevillana la que probó con un potente disparo que se fue por muy poco. España comenzó a dominar, pero las nórdicas asustaban. Lo hizo Rolfö cuando cogió el balón y fue directa hacia la portería de Cata. Cinco españolas tuvieron que salir para frenarla.

    Jenni, esta vez fuera de su zona de confort, no dudaba en bajar e iniciar la jugada por la derecha, algo más desconectada del resto. Apareció Aitana con su clase particular. Alba despertó. La Selección ganaba metros, seguridad y verticalidad. España no se achantaba ni para sacar el balón jugando. Y eso que delante tenía a las altísimas y potentes delanteras suecas, más de diez centímetros más altas que las españolas. Pero lo de Laia, Paredes, Olga y, en particular, Tere era para enmarcar. 23 años y ni una duda. Y así llegó otra ocasión de Aitana, que colándose de 9 y con uno de sus giros clásicos estuvo cerca de sorprender a Musovic. El partido se abrió. La que sorprendió, de hecho, fue Rolfö con un potente disparo cruzado que sacó Cata, un muro tanto en esa como en el córner de inmediatamente después.

     

    El descanso llegó en un buen momento para La Roja y en unos minutos peligrosos. España salió un poco floja, le costaba fabricar, todo lo que contrario al rival. Blackstenius, Rolfö y Asllani hicieron de las suyas. Entró Salma al rescate y en la primera ya se llevó a Bjorn en velocidad y el equipo español volvió a oler la sangre. Tanto que las suecas emplearon sus armas más duras para frenarlas. Pero ni con esas pudieron frenar la revolución de La Roja. Triangulación Aitana-Jenni-Salma, que sin ángulo la logró meter en área para Alba, que desde el suelo la envió a pocos centímetros del palo. Salma lograba despertar a la bestia, a la que solo le faltaba morder. España optó por la calma, Suecia por las prisas y los agarrones a destiempo. Los instantes finales se preveían duros. Iba a ser difícil mantener la cabeza fría. En ese plano tiró España de galones, como nunca en la historia lo había hecho. Con el alma, con el corazón en un puño. Un centro de Jenni, quién iba a ser si no, deja el balón suelto para que lo empale Salma con la derecha. Centro de la más veterana y de nuevo la más joven llevaba a La Roja a tocar el cielo.

    Quedaban minutos de infarto. Ahora había dejar atrás las emociones y pensar más con la cabeza que nunca. Esto valía una final, algo nunca vivido. Algo que se merecía este equipo por años. Y por las horas de entrenamiento de estas 23 heroínas desde que eran bien niñas. Y también lo merecían porque habían sido mejores. Pero el fútbol no siempre es justo. Y así fue. Golazo de Blomqvist para romper todas las ilusiones a España. Cuando más dura estaba la cuesta llegó Olga para sentenciar con un disparo potentísimo con la zurda, inalcanzable para Musovic. Era real, sí, España era finalista en un Mundial. Ya toca el cielo con las manos.

 

 

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